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viernes, 3 de diciembre de 2010

A VEINTE AÑOS

Homenaje a Seineldin

Por el Lic. Jorge P. Mones Ruiz

Ex Mayor de Caballería

 

El 3 de diciembre de 1990 no teníamos opción. Quizás no éramos los más indicados, seguramente tampoco los mejores...pero éstos ¿dónde estaban?...

Síntesis del discurso pronunciado por el Ex Mayor Pedro Mercado ante la tumba del Coronel Mohamed A. Seineldin al cumplirse veinte años del último pronunciamiento militar contra la destrucción de las FFAA y las demás instituciones de la República.

A 20 AÑOS DEL 3 DIC 1990

Se cumplen este 3 de diciembre, 20 años del último pronunciamiento militar en Argentina encabezado por el Coronel SEINELDIN, quien junto a varios jefes, oficiales y suboficiales del Ejército Argentino y de otras Fuerzas de Seguridad, y varios camaradas civiles comprometidos con la Causa Nacional, tomaron y ocuparon en pocas horas varios de los objetivos militares más importantes del país.

La crónica dijo, que fue el último de los motines “Carapintadas”; el más sangriento; el más irracional.

La poca difusión pública previa de las razones del alzamiento y del clima que se vivía, hicieron que fueran desconocidos los motivos reales de la sublevación, tanto para el común de la gente, como para muchos militares, aún luego de que la misma Justicia que impusiera las condenas más duras, dijera en la sentencia, que se trataba de hombres de honor, movidos por elevados ideales de orden moral y que no se trató de un Golpe de Estado.

Más de 1500 hombres llevaron adelante una operación que se inició sin un solo disparo y controlando las unidades estratégicas de la Fuerza. La represión ordenada por el gobierno y ejecutada por las fuerzas “leales” y francotiradores, sofocó el alzamiento, dejando varias bajas y destrozos.

¿Por qué se llegó al 3 de diciembre?

Se llegó porque el sector nacional del Ejército fue el primero que advirtió la traición de Carlos Menem y la entrega de la Nación en su soberanía real a los dictados del presidente George Bush y a la Corona inglesa. Con el primero, luego de su viaje a USA y con los ingleses, cuando firmó los Acuerdos de Madrid en 1989 y 1990. Los Acuerdos de Madrid de Menem y Cavallo con Inglaterra, del 17 al 29 de octubre de 1989 y su complemento del 15 de febrero de 1990, significaron la capitulación y sumisión al usurpador y el reconocimiento de un vergonzoso “paraguas de soberanía”. Por ese “paraguas”, Argentina desde 1990 debía informar todo movimiento terrestre, marítimo y aéreo de tropas a Inglaterra, quien en la práctica los autorizaba y monitoreaba.

En el año y medio de su primer gobierno, Menem confirmó la rendición incondicional de la República, poniendo en marcha y ejecutando el plan de desnaturalización y destrucción de las FFAA y FFSS acordado con USA y Gran Bretaña. Ese plan consistió en eliminar a los mandos más calificados del Ejército identificados con la Causa Nacional, y el desmantelamiento de una gran cantidad de unidades militares desplegadas, especialmente, en el interior del país. Así se materializaba la destrucción del Sistema de Defensa, lo que llevó al país a caer en la indefensión. La Nación se debilitó su columna vertebral, la que sostiene al Estado frente a la inseguridad y disgregación interior, y contra las apetencias exteriores.

Antes de asumir Menem al gobierno, había prometido llevar adelante el “Proyecto de Defensa del Gobierno Nacional” que se apoyaba en un concepto fundamental: toda Nación que posea riquezas en su territorio; que cuente con capacidad intelectual y tecnológica como para desarrollar su potencial, y voluntad para llevarlo a cabo, debe saber que será objeto de intereses, injerencias, apetencias y agresiones, sean estas ejecutadas desde afuera, o promovidas dentro de su territorio. Ante esas contingencias se debe preparar y defender.

Hacia fines de 1990, Menem ya había arriado todas las banderas y símbolos con los que se ganó la confianza y el voto popular, pero para lograr el cambio de rumbo que se le había impuesto, debía primero desguazar a las Fuerzas Armadas, y lo hizo. Ante eso nos sublevamos.

A 20 años del 3 Dic 1990, quienes promovimos y participamos de aquellos hechos; quienes pagamos con el exilio, la cárcel y la vida con nuestro pronunciamiento, decimos que fue el último grito ante la destrucción de la Nación en sus instituciones fundamentales:

-- ante el estado de indefensión e inseguridad al que estaba siendo llevada la Patria y que hoy se materializa con la incapacidad del Estado para contener el avance de la droga y la narcodelincuencia; la proliferación de delitos perpetrados con inusual crueldad y ensañamiento;

--ante la claudicación moral y en su honor nacional, por la rendición incondicional a la que fuimos sometidos y que también hoy subsiste y se potencia con la corrupción enquistada en los niveles más altos de la República; y en la conducción política en general; en los empresarios, gremios, etc.

Ninguno de los que participamos tenía aspiraciones o apetencias personales. Todos nos hicimos responsables de los actos que protagonizamos, y así cumplimos las condenas y sus consecuencias, por duras que ellas fueron.

Todos respondimos al mandato Sanmartiniano de que “Cuando la Patria está en peligro, todo es lícito, menos dejarla perecer”

Recordamos en este día a quienes cayeron en esa jornada y pedimos por su eterno descanso, y por la Patria, a la que consagramos nuestras vidas.

Comisión de homenaje permanente del 3 dic 1990

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