SARAH PALIN Y PEÑA ESCLUSA, DOS VÍCTIMAS DEL MISMO SISTEMA

Por Cosme Beccar Varela

e-mail: correo@labotellaalmar.com

Buenos Aires, 12 de Enero del año 2011 – 1024

 

No conozco al Sr. Peña Esclusa y los objetivos y la actuación de Uno América que preside no me terminan de convencer. Pero mis posibles desacuerdos con Peña Esclusa no impiden que considere su encarcelamiento por el tirano Chávez como un caso típico de persecución política entablada por el comunismo, especialista en terrorismo armado, psicológico y capaz de toda clase de fraudes y violencias con tal de lograr su objetivo.

Ya hace varios meses que Peña Esclusa está canallescamente encarcelado en base a un allanamiento cometido en su casa que le sirvió a la Policía del tirano para "sembrar" supuestas pruebas de no sé qué complot.

Al igual que en la Argentina, parece que en Venezuela no hay un solo Juez que se atreva a sobreseerlo de inmediato por la arbitrariedad notoria del procedimiento ni tampoco, aunque más no sea, a concederle la excarcelación, dada su notoria hombría de bien.

En un artículo que escribió y distribuyó hoy desde la cárcel - que publico en esta misma página, a continuación de este comentario-, revela cómo ha sido el procedimiento para inculparlo sin que la opinión pública venezolana considere que se han violado las garantías individuales en ese desdichado país. En eso, se parece a la opinión pública argentina que se traga cualquier "sapo" y acepta cualquier mentira de la prensa sin reaccionar jamás.

Publico el artículo porque es una descripción de una de las artimañas perversas del comunismo y de sus aliados conscientes o inconscientes de Occidente (Wikipedia y la prensa "seria" en general, como verá cuando lea el artículo), para asegurar que el comunismo consiga eliminar a cualquiera de sus oponentes.

Al mismo tiempo y en este mismo momento, la carrera política impecable de varios años de la líder conservadora norteamericana, Sra. Sarah Palin, está siendo destruida en un día por la prensa, fogoneada por los partidarios del marxista Obama al insinuar una relación de causa a efecto entre su prédica contra el pésimo gobierno actual de los EEUU y el atentado de un loco contra una diputada demócrata en un ataque indiscriminado que causó otras víctimas que los diarios ni mencionan.

Cualquier persona sensata sabe que eso es un absurdo. ¿No se acuerdan los norteamericanos que este ataque enloquecido es el enésimo de otros similares que hubo en los EEUU en estos años? ¿Esa clase de ataques no es una especie de "clásico" de ese ídolo con pies de barro que son los EEUU?

Y esto no lo digo para favorecer la campaña de desarme de la gente de bien, que es un subproducto de esta campaña, sino todo lo contrario, porque si cuando esos locos decidieron atacar hubiera habido gente de bien con armas disponibles, el loco no hubiera podido matar tanta gente.

Pero la opinión pública no la forman las personas sensatas sino los tontos que, como dice la Sagrada Escritura, son innumerables y creen cualquier cosa que la prensa les diga y los perversos, que son incorregibles. ("Perversi difficile corriguntur et stultorum infinitus est numerus" Eclesiastés, 1, 15).

Lo peor es que los "amigos" cultos, que lo conocen a uno de toda la vida y que saben que las calumnias lanzadas son falsas, temen asociarse al "amigo" en desgracia y se mantienen alejados o hacen una defensa tan tímida que es casi como una acusación.

En eso las víctimas de esta maniobra repulsiva se asemejan a Nuestro Señor Jesucristo, el Inocente por definición. ¿Donde estaban los judíos que vieron Sus milagros y que creyeron en Él, cuando la plebe judaica, inducida por los sacerdotes, vociferaba: "¡¡Tolle, tolle crucifige!!"?  Debieron estar allí en mayor número clamando por la liberación del Redentor. No estaban.
¿Cómo se puede luchar contra esta máquina infernal? No conozco ningún medio. Si te callas, dirán que consientes. Si hablan, dirán que mientes para defenderte. Si acusas a la izquierda de conspirar para destruirte, dirán que tienes la manía de ver conspiraciones por todas partes. Y como tu voz la oyen sólo tus vecinos de la puerta de al lado y la de tus enemigos, en cambio, se difunde por toda la prensa local y, llegado el caso, por ejemplo el de Mrs. Palin, por la prensa mundial también, estás perdido.
Sólo queda una salida: un milagro de Dios por los ruegos de María Santísima a quién nos encomendamos y debemos rezar cada vez más. Si el Sr. Peña Esclusa lee este comentario a su artículo, le recomiendo esta oración muy especialmente.

Para terminar, me pareció curiosa la acusación a Peña Esclusa de haber sido de la TFP en Venezuela y de que ésta tramó asesinar a Juan Pablo II.  

Me acuerdo que hace por lo menos treinta años hubo en Venezuela un estruendo publicitario provocado de la nada por un supuesto derechista llamado Lyndon La Rouche contra la TFP de ese país. Este individuo vivía en EEUU, gastaba mucha plata en propaganda, generalmente calumniosa contra distintos políticos norteamericanos,  sin que se supiera el origen de su fortuna, aunque yo sospecho, por ciertos indicios que conocí casualmente en aquel entonces, que en realidad era un agente de la KGB la cual lo financiaba para desarticular las filas de los anticomunistas.

En 1989 escribió un libro en el cual dijo, entre otras cosas, lo siguiente:

¨...la Argentina había demostrado ante el mundo su asombrosa capacidad con alto grado de desarrollo industrial y avanzada tecnología, exhibida tan sólo con la construcción de un avión a reacción - el “Pulqui”- convirtiéndose así en líder del Tercer Mundo.

"Esto hacia que Argentina, con diez años más de gobierno PERONISTA se convertiría en el líder industrial de Iberoamérica, por ese motivo era necesario su derrocamiento.

"Si Argentina mantuvo aun así,  su alto nivel de industrialización, eso fue debido a las políticas desarrolladas en todos los ordenes por el gobierno del Gral. Peron”... (Lyndon La Rouche, en su libro “Argentina, Polo Industrial de Iberoamérica” - Edición 1989).

O sea, La Rouche, supuesto derechista, consideró que el derrocamiento del incendiario de templos, deshonesto y gran corruptor, fue un crimen contra la Argentina. Esa idea tiende a descalificar a los católicos que combatimos contra Perón, empezando por el gran General Lonardi, el héroe de la Revolución Libertadora.  

Y por otro lado, es falso que Perón, por haberse construido el avión "Pulqui" en su tiempo haya sido un gran promotor del desarrollo industrial argentino. Su política estatista, intervencionista y de lucha de clases, creaba un clima absolutamente contrario a ese desarrollo.

La consecuencia del feroz y mentiroso ataque de La Rouche contra la TFP venezolana fue que inutilizó todos los esfuerzos de sus jóvenes miembros para luchar contra el comunismo. Esa campaña de hace 30 años le sirve ahora al tirano Chávez para acusar al Sr. Peña Esclusa. "Cosas veredes Sancho que harán falar las piedras...".

Espero que los “buenos patriotas” aprendan algo de estos dos ejemplos de la Historia contemporánea para no dejarse engañar cuando esta tiranía y sus aliados de izquierda intenten maniobras similares entre nosotros. De hecho ya lo están haciendo hoy contra los militares y policías secuestrados contra todo Derecho, sin que haya reacción alguna de la opinión pública. Pero puedo ser mucho peor si no aprendemos de una vez por todas a rechazar estas maniobras.  

Cosme Beccar Varela

* * *
La calumnia como estrategia de criminalización

Aunque mi encarcelamiento fue el resultado de un burdo montaje policial, estuvo precedido de una estrategia propagandística muy bien concebida, basada en la calumnia y en la descalificación sostenida durante años. Este esquema se ha utilizado contra todos los prisioneros políticos venezolanos, y funciona de la siguiente manera:

Periodistas pagados por el castro-comunismo internacional -como por ejemplo, Jean Guy Allard- escriben algún artículo de opinión, cargado de calumnias. Posteriormente, una agencia de prensa o un medio del Estado -como Venezolana de Televisión- lo difunde masivamente, pero ya no como artículo de opinión, sino como una noticia confirmada.  Finalmente, esa presunta  "información" es incluida como prueba en un expediente judicial, para condenar injustamente a un adversario del régimen.

Con esta estrategia se logra que la opinión pública no reaccione contra la injusticia cometida, porque ha sido previamente contaminada con la falsa propaganda.

Si alguien se toma la molestia de colocar "Peña Esclusa" en cualquier buscador de Internet -por ejemplo Google- podrá comprobar que he sido acusado de los crímenes más inverosímiles.

Según mis adversarios, soy culpable de todo lo siguiente: estuve involucrado en un complot para asesinar al Papa Juan Pablo II; formé parte de una organización denominada Tradición, Familia y Propiedad (TFP); dirijo un grupo neo nazi y un movimiento europeo de cabezas rapadas; soy un dirigente de la ultra derecha internacional; organicé golpes de Estado en varios países latinoamericanos; soy agente de la CIA; dirijo un movimiento anti-semita; soy militante del Ku Kux Klan; participé en un complot para asesinar al presidente boliviano, Evo Morales; y organicé un atentado con misiles contra el avión de Chávez en El Salvador.
Los integrantes del Alto Gobierno, comenzando por el propio Chávez, así como los directivos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), se han dedicado durante años a repetir estas calumnias en foros nacionales e internacionales, lo cual demuestra mi condición de perseguido político.

Lo más impresionante es que jamás nadie ha aportado ninguna prueba sobre estas afirmaciones tan descabelladas. No hay registros policiales sobre esos casos, ni expedientes judiciales. No tengo antecedentes penales. Nunca he estado involucrado en hechos violentos. Se trata de meras aseveraciones, repetidas mil veces, al peor estilo del Ministro de Propaganda nazi, Joseph Goebbels.

Estas calumnias se han reproducido tan ampliamente, que quienes no me conocen a veces aseguran que son ciertas.  
El caso más escandaloso de la campaña en mi contra lo constituye Wikipedia, una enciclopedia online que puede ser editada por cualquier interesado. La enciclopedia no escribe los artículos por cuenta propia, sino se basa en los aportes de usuarios que escriben nuevos artículos y actualizan el material existente. Supuestamente lo hacen de buena fe, y por eso Wikipedia es una fuente de consulta muy utilizada; pero en mi caso es diferente.

Durante años, Wikipedia publicó mi biografía "oficial" asegurando muchas de las calumnias arriba mencionadas. Cada vez que intentamos editar la página, colocando la información correcta, sus editores volvieron a poner las calumnias.

Después de muchos meses de reclamos, por fin logramos que Wikipedia en inglés y en español publicasen una versión más fidedigna, aunque la nota no sea muy favorable que se diga. Sin embargo, Wikipedia en italiano insiste en mentir descaradamente sobre mi persona, asegurando en mi supuesta participación en un complot contra el Papa.

Recientemente, el bloguero Ulf Erlingsson hizo un reclamo formal ante el Comité de Arbitraje de Wikipedia, porque "un artículo en la versión italiana de Wikipedia sobre el dirigente político Alejandro Peña Esclusa, fue evidentemente escrito por sus opositores para difamarlo".

Muchos de mis amigos me han recomendado que responda públicamente a las calumnias, y que tome acciones legales contra quienes me difaman; pero hasta ahora he preferido no invertir mi tiempo en refutar las mentiras que dicen de mí; considero más útil dedicarme promover mis propuestas para una Venezuela mejor.

Con el tiempo, la verdad siempre sale a la luz. Por ejemplo, después de mi encarcelamiento, el Cardenal Jorge Urosa Savino se pronunció en favor mío, certificando que me conocía desde hace años y que en su opinión yo era inocente. Con esta declaración se derrumbó la calumnia sobre mi participación en un supuesto plan contra el Papa.

Quienes en verdad deseen saber quién soy y cómo pienso, basta leer este libro y los otros libros que he escrito, y podrán darse cuenta que todas esas calumnias son una patraña inventada por mis enemigos. Como no han podido conseguirme un "rabo de paja", han tenido que inventar todas esas fábulas. 12 de Enero del 2011

Alejandro Peña Esclusa