EL VALOR DE LOS EJERCITOS REGULARES.

Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Ávila (LMGSM 1 y CMN 73)

        El mundo mira asombrado la "explosión" de libertad en los países que se encuentran en la margen sud del Mar Mediterráneo y, pese a la contemporaneidad de los hechos, es posible encontrar algunas experiencias valederas y exponerlas.

       En una corta sucesión de tiempo se despertó en aquellas sociedades un espíritu democrático avasallador que reniega de un pasado e intenta acceder a una nueva conformación de vida que parecía no estar en interés de sus gentes. No hay dudas que este proceso no se debe a dirigentes innovadores sino que surge de una generalidad que alcanza a toda la sociedad. Este proceso, además, parece tener sus raíces en el fácil acceso.a la información que permite a la opinión publica el directo conocimiento de temas, situaciones o aspectos que fluyen mostrando evolución y progreso. Los "latinoamericanos" no nos sentimos sorprendidos del proceso, si, evidentemente de su velocidad, ya que nos recuerda los hechos de nuestra historia a principios del Siglo XIX que nos llevaría a formar nuestras actuales naciones.

     Un tema muy interesante y que debe llamar la atención, es la actuación de los ejércitos en cada país y su mayor o menor vínculo   con las aspiraciones de la sociedad. En los lugares en los que las fuerzas armadas son organizaciones regulares, han actuado sin compromisos políticos, tratando de ser la forma de llevar "calma" y, en algún caso, representando la "garantía" de orden y paz social necesaria. En aquellas naciones en las que los ejércitos "compiten" con organizaciones paramilitares, se observan posiciones opuestas, ya que, estas ultimas actúan como sostén de los "regímenes", lo que mueve a las primeras a oponerse en una especie de "rebelión" o "deserción" al incumplir algunas ordenes que se estiman irregulares.

    Esta situación debe despertar la inquietud en la ciudadanía de lo peligroso e inconveniente que es "armar" organizaciones "paramilitares" que,actuando como una suerte de fuerzas mercenarias,"responden" al gobierno "empleador" y no a los objetivos de la defensa de los intereses nacionales. De todas maneras como enseñanza se recuerda que los "regímenes dictatoriales", como fuera el nazismo que creo los SS, utilizan esta variable para lograr su perpetuación.

    El ejemplo que proporciona en el presente la problemática de los países sudmediterraneos en el empleo de sus fuerzas armadas tiene que despertar en la ciudadanía las implicancias del tema y alertar sobre los riesgos que la sociedad puede encontrar en su futuro cuando en ella se crean "fuerzas" organizadas como complemento o reemplazo de las instituciones constitucionales con fines de apoyo a regímenes dados.

    El mundo de nuestros días se encuentra en un sorprendente proceso evolutivo que tiene raíces en el despertar de los valores humanos básicos que se expresan y concretan con la libertad. Las sociedades están recuperando los derechos de los ciudadanos individualmente al tiempo que venciendo el atrapante dominio de los dirigentes. Los países sudmediterraneos, con su clamor y acción, están señalando con claridad esta tendencia de futuro y la recuperación de los derechos del ciudadano para lograr la paz y el bienestar. Los ejércitos, como "brazos armados" de la sociedad, custodios de los legados de la historia y fieles servidores de sus pueblos están recuperando los valores que a lo largo de los tiempos fueran su distinción y reconocimiento institucional.