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lunes, 2 de mayo de 2011

CAMPO NO SE ESCRIBE CON N

CANPO_Cris_a_Prision

Por Raúl René Zorzón

Productores agropecuarios de Malabrigo - Santa Fe

Cuando se mansilla la palabra Campo se dispara una sombra dolorida sobre las praderas argentinas. Palabra venerable, pura y sin manchas protegida por la nobleza de sus chacareros que no dejarán que le falten respeto a su madre tierra.

Campo se escribe con M; sí con M y con mayúscula, porque es sapiencia de trabajo, es la raíz de nuestra cultura y nuestro patrimonio, hoy atormentadas de disgustos por la inclaudicable animadversión hacia el sector que supo decir NO a los excesos.

La distorsión de ese término en un peyorativo "canpo" no es sino otra expresión corporativa apoyada en un imperceptible grupo de engañados condescendientes, arriados por las banderas de las prebendas que bailan al compás de esa música desagradable en una danza desafortunada y manipulada por funcionarios corrompidos.

Campo quiere decir Patria, esa patria grande que se extiende en todo el territorio argentino, que cobija y alimenta del primero al último de sus ciudadanos. Es el cántaro de agua viva en donde todos van a saciar la sed.

La palabra canpo la escriben con n; eso quiere decir NADA, es el desprecio vil y espantado hacia los miles de trabajadores rurales que se esfuerzan para producir más a pesar de las adversidades impuestas por las locuras oficiales.

Nos despertaron del largo letargo porque los abusos fueron exagerados. Luego tomaron represalias por el grito hondo y lastimero clamando justicia, que sacudió la sensibilidad de todos los argentinos ofrendando su apoyo ante tanto desprecio.

El Campo es la hembra Madre que amamanta a todos sus hijos eternamente y cuida de ellos como leona herida cuando le arrebatan lo que más desea. Hasta de la dignidad quisieron despojarnos que es lo último que vamos a entregar.

El Campo se hizo con el brillo del hacha y la leña del monte, el filo de la pala hundida en tierra fértil y empuñada por legendarios gringos inmigrantes de la vieja Europa en mancomunión con los gauchos, consustanciados con mestizos y Collas, enmarcados en una única consigna: "Hacerlo grande".

El Campo es expresión de progreso, de trabajo, de duras jornadas de sol a sol castigadas por el calor o el frío y a la espera de la generosa naturaleza para la recolección de sus frutos. Es el esfuerzo que sacará al país de la crisis y terminará con la pobreza.

El Campo es la puerta en la esperanza de un futuro mejor, es la marea que sube derramando riquezas en beneficio de una gran prosperidad, y que no se sabe salvaguardar por esa sagacidad profana y oscuras codicias enquistadas en el poder.

El Campo es vida, cultura, trabajo, industria; es el trigo del pan; es carne leche frutas que sacian el hambre; es el algodón y la lana para protegernos del frío. El campo es todo, o casi todo. Pero lo más noble es que el campo es "grandeza y solidaridad".

No se puede soslayar por idealismos o por desprecio una palabra bendita del territorio y tan cara a los argentinos, no se debe menospreciar la raíz frondosa que mana un manantial de riquezas, que cultivaron, cultivan y cultivaran generaciones pasadas, presentes y venideras.

La mansedumbre de sus moradores contrastará de por vida con los ímpetus díscolos de unidad subyacente en la memoria de todos. No enojen ese sosiego de mansedumbre que nos caracteriza. Dejen trabajar en paz, esa paz que nosotros construimos y se la ofrecemos.

Somos y seremos pacientes (no resignados) a pesar de recibir toda clase de azotes de un látigo cruel. Pero hemos demostrado hasta donde podemos y queremos llegar. Finalmente la verdad triunfará como hace más de dos mil años y siempre ocurrió.

Sean generosos en sus apreciaciones y en sus acciones para corresponder una forma franca de vida, no dividan lo que deben unir, amárrenlo con sogas eternas para que nunca se corten.

Dejen el rencor para siempre, o por lo menos hasta mañana cuando ya no estén en el poder, y después sí vomítenlo pero en soledad, en el ostracismo donde nadie los verá ni los escuchará.

Desahóguense de eso que llevan adentro enquistado en sus viseras letradas de espantos, expuestas en las confrontaciones públicas ahora que se liberaron de lo más oprobioso del "poder en las sombras" y que tanto mal le hizo a la patria. Desacóplense de eso.

Recuerden que un gaucho inmortal de estos Campos dijo una frase tan axiomática que perdura y nunca se borrará por su sabiduría: "No hay tiempo que no se acabe ni tiento que no se corte". El tiempo ya se acaba y ese tiento quebradizo muestra visos de romperse.

Corten con esa indolencia antes que se corte por torpezas abruptas que los encierran en sus cegueras permanentes. Razonen antes que ese tiempo se acabe y no sea tarde.

El Campo que Uds desprecian estará siempre de pié, "de rodillas solamente ante Dios".

El canpo que Uds pregonan se hundirá en la indiferencia de un bocablo vacío, inconsistente y pervertido en el huso correcto de los términos.

No quieran ahora enlazar falsos designios en un tiempo tan sensible como inexorable para recomponer lo que fragmentaron. Nadie más les cree, ya es tarde para demostrar coherencia y mesura en las acciones porque tienen sobre sus hombros el vicio de tirarlo todo a la basura, esa basura que pervierte la gestión.

Sí, es cierto, "ya ganaron"... ¡¡¡ganaron la repulsión de la ciudadanía!!!.

Lo escrito y hecho, hecho y escrito está; no sé si la imparcialidad terrena los juzgará porque pareciera que todo se corrompe; pero la veracidad y la verdadera justicia los estará esperando e irán con las manos vacías atadas con esposas inquebrantables que no permitirán la fuga; ya no habrá magistrados corruptos que los protejan. La hora y el momento llegaran más temprano que tarde.

Raúl René Zorzón

DNI 12.556.924

Productores agropecuarios

Malabrigo Santa Fe

PD: Este mensaje es para que muchos argentinos que lo lean comprendan que quiere decir Campo y lo transmitan en consecuencia.

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