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jueves, 16 de junio de 2011

CARTA DE UN SOLDADO Y REFLEXIONES SOBRE LA CAÍDA DE LAS FFAA

Por Cosme Beccar Varela

Buenos Aires, 15 de Junio del año 2011 - 1047


15/6/2011

Señor Cosme Beccar Varela

Nro. 1046. "Hoy cual quier b..., escupe a un General"

Tiene Ud. razón hemos sido abandonados por Jefes que no han dudado en olvidar el núcleo de nuestra identidad: la camaradería, que se funda sobre el honor, como el honor de no abandonar ni al herido ni al prisionero al enemigo.

Pero téngase en cuenta que, el Ejército en el que yo viví supo dar batalla y derrotar al enemigo que venía por el flanco izquierdo, como atreverse a dar batalla al enemigo masivo que vino por el flanco derecho. Sin dar, ni pedir cuartel.

Pero un pueblo sin metafísica ni historia - salvo casos excepcionales - no cumplió su parte: ganar la batalla cultural en esos 30 años en que las FFAA, al modo de un remiendo de último momento, dió a la Nación para armarse en contra del asalto de las ideologías al servicio del "imperialismo internacional del dinero", como bien supo definir SS Pío XI.

Si Ud. me pregunta en donde nace esta incapacidad, podría quizá decirle que creo que de la Ley 1420, al quitar la teología ( marco que referencia de las relaciones del hombre con Dios, sus congéneres y la creación) y la filosofía ( la ciencia que enseña a pensar con finalidades ) de la educación argentina ( aunque es dificil querer comprender con ello a un Sr Gral que se proclama bueno pero con un ejército de malos, u otro que se humilló y nos humilló, como utilitero de un mafioso ), por cuanto nos quitó el pensamiento superior y nos hundió en la mediocridad de los bastardos.

Y si Ud. me pregunta el final, le diré que corremos a prisa al colapso del Estado nacional, sangrientos desencuentros internos y reducción drástica de nuestro territorio. Hay demasiadas riquezas para tanta falta de señorío.

Veo que Ud., parado sobre un mangrullo ve lo que muchos no ven. La Indignidad en la que las FFAA cayeron, pero fue el efecto de un Estado y un pueblo que las escupió, humilló y desarmó. ¿Hubo acaso algo similar en la historia de la humanidad?

Luego, me quedan señor, como a mis camaradas presos y por ser presos dos halagos, saber que hemos dado el buen combate defendiendo a un pueblo - aunque no lo haya merecido (doble mérito)-, de los errores que la Sma Virgen advirtió desde Fátima. Y gozar desde la cárcel, la esclavitud de los libres que supieron escupirnos.

¿Hay Esperanza en lo que dice éste viejo soldado? Sí, pero solo en Dios.

¿Hay resentimiento en éste viejo soldado? Sí, por haber entregado mi juventud, mi familia, mi vida y el honor que se nos quiere sacar, en la defensa de una civilidad pérfida, sacando obviamente, las extremísimas excepciones que las hay.

Cuando veo a mis viejos amigos, triunfar en la vida, haciendo ciertos sus sueños y recibiéndome con lástima, no puedo sino llorar por dentro ante tanta impiedad.

Volvería obviamente a dar la misma batalla, pero no para éste pueblo.

Sepa entonces también, conocer cual es nuestra percepción. Y en ese ánimo, quiero también comprender a los jóvenes que hoy usan del uniforme: ¡ bajo las formas de paga que tiene éste pueblo para dar, por la sangre derramada de tantos buenos soldados de la Patria, no habrá ya un solo centinela que arriesgue una uña en defender nada !.

Esa es la realidad.

Y por último, en ésta nota desordenada, me pregunto: ¿no serán esos los mismos sentimientos en los últimos minutos de su vida de San Martín, Saavedra, Belgrano, Rosas, Alberdi, Rivadavia, Urquiza, Peñaloza, Quiroga, Alem, de la Torre, Favaloro, Lugones, Dorrego  y tantos otros que, tras servir con su vida a ésta Nación - errados o no en sus actos - recibieron esta paga?. ¿Qué debió pensar San Martín en el estuario del Plata al tener que retornar a Francia?. ¿Que pensó su enemigo don Bernardino al pedir que su cuerpo por favor, no sea devuelto a la Argentina?. ¿Y que pensará la Sma Virgen al ver que ninguno de sus hijos levantó al menos la voz, cuando una traficante de drogas y banderas turbias, defeca detrás del altar mayor de la Patria, frente al Santísimo y lo proclama con sorna y solo un rabino (¡un rabino!) sale a escandalizarse por el hecho?.

Eso mismo que Ud. siente Dr., es lo que sentimos. Sentimos ¡¡¡¡¡ ASCO !!!!!.

Los chicos jóvenes de las FFAA aprendieron la lección. Bien por ellos.

Y que cada argentino reciba su paga, como un viejo cuento de mi infancia: "la moneda volvedora", y será Justicia.

Melchor Garzón

CONTESTACIÓN

15 de Junio del 2011

Estimado Sr. Garzón:

Le agradezco su excelente carta de hoy, escrita con la inspiración que le dan sus nobles sentimientos caballerescos y patrióticos. Me ha emocionado. Estuve dudando entre contestarle dejando de lado la emoción y pasando a la razón o sólo abrazarlo epistolarmente en solidaridad con sus sentimientos. Me ha decidido por razonar, porque creo que siendo como Ud. lo es, un soldado de verdad, preferirá que razonemos sobe el mapa de la batalla y no que nos lamentemos juntos frente a las ruinas de la Patria.

Tiene mucha razón cuando dice que este es "un pueblo sin metafísica ni historia" y eso por causa de la enseñanza laica que se implantó con la ley 1420, pero no sólo por eso ni principalmente por eso, sino por la apostasía culpable del alto clero que empezó inclusive antes de sancionarse esa inicua ley.

No me  olvido cómo fue combatido el gran José Manuel Estrada por el alto clero cuando intentó enfrentar los gobiernos masónicos de Roca y de Juarez Celman. Acabaron con él y con sus amigos. De ahí en adelante nunca más hubo una generación de católicos que intentará disputarle el poder político a los enemigos del catolicismo. Ni los nacionalistas de los "Cursos de Cultura Católica" tan mentados pueden pretender haber sido eso. No lo fueron. Por el contrario, se pusieron al servicio de Perón para encumbrar a ese gran farsante, como si no hubiera estadp clarísimo desde el primer día qué clase de rufián era él. 

Agrega Ud. que ese pueblo sin metafísica ni historia "no cumplió su parte: ganar la batalla cultural en esos 30 años en que las FFAA, al modo de un remiendo de último momento, dió a la Nación para armarse en contra del asalto de las ideologías al servicio del "imperialismo internacional del dinero", como bien supo definir SS Pío XI".

Sobre esta frase suya hay mucho que decir. En resumen telegráfico le diría que;

a) Un pueblo sin metafísica ni historia es incapaz de dar batalla cultural alguna que merezca ser considerada católica o simplemente conforme a la Justicia natural. Este pueblo destruyó sus mejores hombres a lo largo de toda su Historia y lo que hoy resta de las "familias tradicionales" es una vergüenza que no merece el prestigio social que todavía conserva.

Para esa gente el famoso dicho francés "noblesse oblige" no significa absolutamente nada. No saben lo que es "nobleza" (creen que son ellos mismos, los petimetres que son ricos, que van a las grandes fiestas y que son socios de los clubs importantes) y no saben lo que es obligarse sin que nadie los obligue, simplemente porque así lo exige el honor.

¿"Batalla cultural"? ¡Ni saben lo que quiere decir! Y eso, otra vez por culpa de la mayoría del clero que es el que debería enseñar la buena doctrina y no lo hace. Por el contrario, envenena a sus feligreses con el progresismo e inspira horror a toda "batalla" como contraria al pacifismo de una falsa tolerancia que sólo sirve para desarmar a los buenos y envalentonar a los malos. 

b) La clase media de este pueblo es de un egoísmo, de una mezquindad, de un materialismo sensual degradantes.  Son "buenos" simplemente porque no mataron a nadie, pero tampoco les importa que otros maten, siempre que no los maten a ellos.

c) El pueblo humilde es parecido a la clase media, pero menos culpable por ser más ignorante, aunque esa excusa queda ampliamente compensada (¡para mal!) por la gran dosis de resentimiento social que muchos de sus integrantes padecen. Siempre tienen el oído abierto para los demagogos y cada vez tiene menos ganas de trabajar honradamente, ahorrar y seguir el ejemplo de los mejores.

d) Lamento tener que disentir con su opinión acerca de "esos 30 años en que las FFAA, al modo de un remiendo de último momento, dieron a la Nación para armarse en contra del asalto de las ideologías". 

He vivido ya 73 años y he visto todos los golpes militares y el único al que reconozco legitimidad es al de Septiembre de 1955 encabezado por el gran General Lonardi, traidoramente derrocado dos meses después. Los otros golpes fueron claramente ilegítimos y los gobiernos militares surgidos de ellos estuvieron muy lejos de dar espacio para el surgimiento de nuevos dirigentes políticos con buenos principios, honradez, inteligencia y patriotismo. Gobernaron con sus amigos y lo hicieron mal para terminar devolviendo el poder a la misma "dirigencia" corrupta e inepta a la que habían derrocado.

El Gral. Lanusse trajo a  Perón, entregó el poder a los montoneros y efectivamente los militares fueron escupidos por la plebe de izquierda cuando se retiraban de la Casa Rosada tras entregarle el bastón de mando a Cámpora. Los generales garantizaron con su firma que los derechos individuales serían respetados por los monstruos que ellos mismos habían creado. Sin embargo, ese mismo día fueron a las cárceles a liberar a los terroristas y los generales se olvidaron de su garantía.

Y si algo faltaba para terminar de arruinar al país, tuvimos el golpe de 1976 cuya obra fue el suicidio de las FFAA y la entrega de un "as de espadas" a la izquierda. Los valientes oficiales y soldados que combatieron a las órdenes de los grandes Generales, engañados éstos a su vez por cierto clero y por la famosa "doctrina de la seguridad nacional", fueron víctimas de la terrible falta de visión de sus Jefes.  No se dieron cuenta de que, a riesgo de su vida, estaban derrotando sólo a los "perejiles" de la izquierda (que eran unos criminales perversos, sin duda) pero los jefes de esos criminales estaban a buen recaudo y organizaban el regreso triunfal que hemos visto desde 1983. Contrariamente a lo que se cree, esa guerra no la ganaron las FFAA: la perdieron, como el curso de los años lo ha demostrado trágicamente. La victoria en una guerra no se mide por la cantidad de bajas causadas al enemigo sino por cual de los contendores se queda finalmente con el poder.

Y no olvidemos el desastre económico que causó el super ministro Martinez de Hoz con su legión de "Chicago boys". Destruyó la estructura económica tradicional argentina que nunca más se recuperó ni podrá recuperarse porque desaparecieron los empresarios y comerciantes normales y aparecieron los especuladores, los hacedores de plata dulce y rápida, corrompidos y corruptores.

Durante todos esos gobiernos militares (de los que jamás participé ni jamás aplaudí), con las limitaciones propias de la edad al principio y después con la imposibilidad de ser oídas y menos aún aceptadas las pocas advertencias que pude hacerles llegar a los Jefes que veía correr hacia el abismo, esperé que se permitiera el surgimiento de nuevos dirigentes políticos. Mera ilusión. Por el contrario, siempre las malas influencias prevalecían en el gobierno militar, precisamente la de las ideologías contra las cuales Ud. dice que el pueblo debió armarse mentalmente.

¿Cómo podía actuar un civil sin poder frente la  marea de malas ideas que inundaba el gobierno militar? No se olvide que el gobierno comunista de Nicaragua pudo instalarse gracias al voto favorable y decisivo del gobierno de Videla en la OEA y que ese mismo gobierno se negó a plegarse al boicot contra la URSS que decretó EEUU a causa de la invasión de Afganistán.

Además, las relaciones entre la URSS y el gobierno militar del 76 en adelante fueron siempre óptimas. Inclusive se aliaron con la URSS para la guerra de las Malvinas.

e)  Ud. se lamenta que esa falta de reacción del pueblo argentino le impidió "armarse en contra del asalto de las ideologías al servicio del "imperialismo internacional del dinero", como bien supo definir SS Pío XI". Pues bien, como le decía antes, si hubo un gobierno que estuvo al servicio del "poder del dinero" fue el surgido en el 76. La deuda externa creció en forma exponencial con el agravante de que ni siquiera se sabe para qué se usó la plata y la economía tradicional argentina fue destruida.

f) Por último, con respecto a esa frase, decir que lo malo era el "asalto de las ideologías al servicio del imperialismo internacional del dinero" es una frase equívoca. Es verdad que los grandes poseedores del dinero son en general gente sin moral y son aliados de los peores ideólogos. Pero el peor enemigo no son esos millonarios sino los comunistas de los cuales los grandes millonarios son socios, pero no son sus jefes, ni el comunismo actúa exclusivamente para favorecerlos.

El peor enemigo es la Fuerza Secreta que conduce el mal en el mundo entero con la intención de destruir la Iglesia Católica y de perder todas las almas. Los jefes de esa Fuerza desprecian el dinero como objetivo y sólo lo precian como instrumento. El dinero es para ellos un medio para dominar, como lo son las armas y la prensa, pero no es un fin en sí mismo. Hay toda una teoría nacionalista sobre el "poder del dinero" que confunde las cosas y rebaja la gravedad insondable y preternatural de la lucha. Ese error conduce a muchos otros errores culturales, políticos y estratégicos.

Dice Ud.: "quiero también comprender a los jóvenes que hoy usan del uniforme: ¡bajo las formas de paga que tiene éste pueblo para dar, por la sangre derramada de tantos buenos soldados de la Patria, no habrá ya un solo centinela que arriesgue una uña en defender nada!"

Dios quiera que esos jóvenes que usan uniforme, hayan sido preservados por milagro de la mala formación que han recibido en estos últimos años y tengan todavía amor a Dios y a la Justicia (que es otro nombre del mismo Dios) como para ser guerreros del Bien cuando sea necesario. Lo sabremos cuando llegue el momento. Por ahora no hay síntomas de que así sea. Los pocos que conozco, me han desilusionado.

Tiene razón cuando dice que esta es una "civilidad pérfida". Y yo le agrego: al igual que la "milicia pérfida".  No separemos lo que nunca debió separarse. Civilidad y Milicia son parte del mismo pueblo y el ideal hubiera sido que no se formara esa especie de "rancho aparte" en que siempre vivieron los miembros de las FFAA. En Inglaterra los oficiales del Ejército son parte de la misma sociedad que los civiles y conviven y actúan con la misma mentalidad. Eso se vió en la 2da. guerra mundial. Cuando Hitler atacó las Islas Británicas todo el pueblo se movilizó con la mayor naturalidad.

¿Cómo se pasa de la perfidia a la lealtad, al coraje, al honor? Hay una sola manera y esa abarca por igual a civiles y militares y es la que expliqué en el nro. 1045 de "La botella al mar": convertirse al amor de Dios por los ruegos de María Santísima. Si no es eso, no hay manera porque hemos caído todos demasiado bajo y es probable, como Ud. dice, que esto termine con un río de sangre, aunque me temo que será sólo de la nuestra porque la tiranía es la única que tiene armas, organización y decisión para usarlas. 

Espero que me haya explicado bien y que no me quiera mal por lo que he escrito. He tratado de ser sincero con Ud. a quien aprecio por su nobleza de sentimientos.

Le saluda muy cordialmente

Cosme Beccar Varela

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