El próximo sábado 5 de noviembre
de 2011 los grupos homosexuales programan la ‘XX Marcha del Orgullo LGBT’, bajo
el lema: “Nuestros derechos: Identidad de género y reconocimiento de nuestras
hijas/os YA”.
DESMANES DE LA “MARCHA”
La XX marcha del orgullo se
realizará en Buenos Aires a partir de las 15 en Plaza de Mayo. El habitual
recorrido comienza en Plaza de Mayo, donde suelen agredir la Catedral Metropolitana
de Buenos Aires, haciendo pintadas, pronunciando blasfemias y todo daño que
puedan ocasionar a la Iglesia Católica, para luego continuar por Avenida de
Mayo y concluir frente al Congreso.
A las 15 hs tienen habitualmente
inaudibles bandas tocando “en vivo” en un escenario montado en la misma Plaza
de Mayo. Todo el tiempo que estos grupos se encuentran en dicha Plaza, buscan
agredir a la Iglesia Católica, no solamente con discursos, sino con hechos
concretos de violencia. A las 18.00 horas hay un “desfile de carrozas” que
parten rumbo al Congreso.
Para las 20.00 hs llegan al
Congreso de la Nación, donde se realiza el cierre con las palabras de los
organizadores, que incluyen abucheos contra quienes defienden el Orden Natural,
y además realizan un denominado “Kissing”, que consiste en besar a la persona
que está al lado.
La Marcha del Orgullo LGBT de
Buenos Aires se realizó por primera vez en el año 1992 y se realiza el primer
sábado de noviembre de cada año. La fecha supuestamente es por el aniversario
de la creación de “Nuestro Mundo”, el primer grupo homosexual público de
Argentina. Además, la semana previa a la marcha se lleva a cabo la “Semana del
Orgullo”
DEFENDER A LA IGLESIA
La primera Marcha del Orgullo
LGBT en 1992 contó con la presencia de apenas 250 personas, y los manifestantes
marcharon con caretas de cartón, ya que temían perder sus empleos.
La virulencia de esas “marchas”
se potenció desde el año 2000, con provocaciones y agresiones a las personas
que estaban rezando dentro de la Catedral de Buenos Aires, cuando integrantes
del grupo homosexual ingresaban a los gritos para agredir, a la vez que
buscaban cometer sacrilegios, e incluso realizaban sus necesidades fisiológicas
dentro del Templo.
El número de manifestantes en
varias oportunidades fue engrosado por piqueteros (extorsionados a cambio de
que les fuesen quitados los planes sociales), y por movimientos de izquierda. A
raíz de los desmanes, un grupo de personas decidió apostarse al frente de la
Catedral para evitar los daños que habitualmente se provocan.
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