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viernes, 30 de diciembre de 2011

¡LA PATRIA CELESTIAL, LA PATRIA TEMPORAL!



LA PATRIA: 
No cabe duda que si desde ahora gustamos de las primicias de la Patria Celestial en una realidad determinada de nuestras vidas, irremediablemente esto nos compromete a amar con incansable ardor y fervor la Patria terrena, que es nuestro lugar de pertenencia temporal. 
JESUS tenía este amor y pasión por su lugar de pertenencia, y muchas veces en sus enseñanzas puntualizaba este amor a su Patria reprochándole de no haber aceptado al Hijo de Dios cuando la visitó, y así muchos ejemplos más, pero siempre demostrándole su amor ferviente por ella. 
Indudablemente que la relación de nosotros con esta realidad sobrenatural no está muy lejana, porque como dice san Pablo es lo que tanto deseamos y anhelamos conseguir y donde Nuestro Señor Jesucristo por medio de su Palabra nos promete, a lo que debemos aspirar, que es la vida eterna. 
La mirada escatológica en este sentido nos ayuda a contemplar como en un espejo que la Patria a la que pertenecemos es reflejo incompleto de la Celestial, pero nos ayuda a confirmar que la misma no es algo abstracto e ilusorio, sino que al ser primicia de la Patria Celestial tan anhelada, debemos cuidarla y amarla con celo ferviente. 
En este sentido Si JESUS con el Bautismo nos hace partícipes de la Vida en el Espíritu liberándonos del pecado haciéndonos miembros activos y participes de su Iglesia, también sella y bautiza un lugar de pertenencia, una Patria donde educados y formados en los valores evangélicos vivamos plenamente la vida de la fe. 
Seguramente que si hay factores externos que distorsionen los valores morales y sociales de nuestro primer lugar de pertenencia, estos malos valores influirán irremediablemente en la educación y formación de las personas que pertenezcan al lugar. 
Por eso es tan importante no anular ni evitar vivir los valores religiosos, políticos y culturales en donde bajo el sello de DIOS la Patria nació, y respetar, cuidar y defender sus raíces su idiosincrasia, sus costumbres y la de su historia.

AMAR A DIOS ES AMAR A LA PATRIA

porque el punto en común de este AMOR son los hombres, y son ellos que a imagen y semejanza de Dios tienen la responsabilidad genuina de amar su lugar y cuidarlo siempre y en cualquier circunstancia. 
En la Omnipotencia de DIOS y en su Amor sin limites hacia los hombres somos participes tambien de la vida de gracia que debemos cuidar, amar, recordar y anhelar. Es en ella donde tenemos que reconocernos hijos de un creador bondadoso y misericordioso y no olvidar nunca que lo que sembremos ahora será el fruto para los que vengan y una ves terminado nuestro misión en esta Patria temporal, anhelemos llegar a la celestial donde nos recibirá con los brazos abierto el Padre del Cielo y nos dirá: 
VENGAN USTEDES, LOS QUE HAN SIDO BENDECIDOS POR MI PADRE, RECIBAN EL REINO QUE ESTA PREPARADO PARA USTEDES DESDE QUE DIOS HIZO EL MUNDO.

CLAUDIO BRACA

Acción Nacional Católica

Movimiento Nacionalista La Barbarie

Comando Restaurador Nacionalista

Comando Alejandro Heredia San Miguel de Tucumán

Comando Felipe Ibarra Santiago del Estero

Comando Reverendo Padre Ezcurra Mendoza

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