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miércoles, 29 de junio de 2011

LAS FALSAS OPINIONES IMPLANTADAS SON LA CAUSA DE NUESTRA RUINA


Por Cosme Becar Varela

Buenos Aires, 29 de Junio del año 2011 - 1049

Las "noticias políticas" de los últimos días ni son noticias ni son políticas. No se puede llamar "noticias" al bla-bla-bla vergonzoso al que se ha reducido la prensa. Y tampoco es "política" porque son meras decisiones autoritarias de los mismos personajes de ayer, de anteayer y de siempre que se imponen  a sí mismos y a sus cómplices como candidatos. Una vez electos, harán lo que se les dé la gana durante un período equis para repetir la misma saga posteriormente y ad nauseam.

Por eso no interesa en lo más mínimo analizar ese bla-bla-bla. Hay que intentar ir más allá del escenario y buscar lo que hay de verdadero detrás de esta farsa y lo que la hace posible. Sólo a partir de eso se puede hacer algo para recuperar la Patria.

Detrás de las apariencias hay varias realidades que es necesario conocer, apenas por indicios ya que una de las características de la situación del país es que casi todo lo que se dice es mentira o una media verdad (que es una media mentira), mucho se oculta y todo es engaño. 

No es difícil mentir y engañar en esta materia porque las cosas y los hechos reales están fuera del alcance del hombre común, o sea, del suyo y del mío, y sólo sabemos lo que nos cuentan y eso, como digo, es mentira o media mentira, ocultamiento y engaño. Esas falsedades toman el lugar de la realidad y ocupan toda la atención.

A partir de ese panorama fabricado se inducen las opiniones que "ellos" quieren que tengamos y lo hacen con tanta habilidad que terminamos por creer que esas son opiniones nuestras y difícilmente las cambiamos.

Induciendo ciertas opiniones que forman un conjunto coherente se crea una realidad ilusoria que constituye la base de todas nuestras decisiones relacionadas con la vida pública las que, consecuentemente, están equivocadas y sólo conducen a consolidar el poder de la "dirigencia" corrupta e inepta, a promover siempre a los peores y a sepultar a los mejores en el más oscuro anonimato, impidiéndoles todo acceso al pueblo y por ende, toda posibilidad de sustituir a la "dirigencia" en el gobierno.

Cuando digo "ellos" me refiero a quienes actualmente dominan el país y conducen esta operación a gran escala contra la sociedad. "Ellos" son de izquierda y están empeñados en destruir lo que queda de la Argentina tradicional para imponer un Estado socialista, agnóstico, ateo e inmoral.

* * *

No voy a enumerar todas las "opiniones" instaladas de este modo fraudulento en la mentalidad de los argentinos, especialmente en las "clases cultas", porque no hay espacio en un artículo para eso. Sólo indicaré algunas con la esperanza de que puesto en evidencia el artilugio, las víctimas de este verdadero "lavado de cerebro" recapaciten, lo rechacen y piensen de nuevo, con verdadero fundamento, cuales deben ser los objetivos del quehacer patriótico de aquí en adelante.

1) "Los actuales políticos, y en especial, el peronismo son insubstituibles".

"Clarín" en un artículo de fondo de un tal Andrés Malamud (29/6/2011, Pag. 33), por ejemplo, dice  eso.  Lo dice porque sabe que la gente ha sido conducida con anterioridad a pensarlo. Sólo explicita lo que los demás tienen en la cabeza de un modo más o menos confuso.

Si esto fuera verdad, sería inútil que los ciudadanos comunes intenten cambiarlos. Debemos resignarnos a ser dominados perpetuamente por ellos y por sus sucesores elegidos por ellos mismos. 

La segunda conclusión de esa opinión inducida es que quienes propongan reemplazarlos por argentinos justos, inteligentes, honestos y laboriosos son unos ilusos que imaginan utopías quijotescas y deben ser ignorados.

La tercera conclusión es que la única esperanza que la situación del país mejore consistiría en que esos políticos o algunos de ellos, mejoren, cosa que todos saben que no ocurrirá, aunque no se atrevan a reconocer su pesimismo.

Huelga decir que la opinión aquella es falsa, pero en la medida en que es creída estúpidamente por todos o casi todos, especialmente por las "clase cultas", pasa a ocupar el lugar de la verdad.

2) "Las diferencias políticas que separan a los argentinos no impiden que todo pueda resolverse mediante un diálogo que conduzca a la concordia. La polémica es siempre destructiva porque crispa y antagoniza".

Esta opinión parte de dos ideas. La primera es que la verdad y el error, la veracidad y la mentira, el bien y el mal, se distinguen en algo, pero no demasiado, ni menos aún irreconciliablemente. Todo puede resolverse en un medio término en el cual todos se encuentren cediendo cada uno un poco en sus posiciones. Y la segunda, es que los malos, los que mienten y los que sostienen ideologías falsas y nefastas, son gente de buena fe con la cual se puede tratar sin temor a ser engañado.

Los enemigos de esta paz idílica, que se cree alcanzable, son los intransigentes, los irreductibles. Y éstos nunca son los de la izquierda porque esos se supone, sin admitir prueba en contrario, que son democráticos, sino los de la "derecha", porque estos son dogmáticos. Luego, el verdadero enemigo es el católico, el defensor de la familia, de las jerarquías naturales, de las tradiciones, de la moral, de la Justicia.

Hay mucha gente "buena" que negaría indignada que esto sea así. Sin embargo, bastará que aparezca un izquierdista, ¡qué digo!, un terrorista que sonría y hable de "concordia", aunque no se retracte de ninguno de sus errores, ni se arrepienta de ninguno de sus crímenes, para que esa gente "buena" se emocione y se vuelva contra sus hermanos en la fe con indignación si se atreven a negar la sinceridad de ese tal o la utilidad de sus ofrecimientos de pacificación. 

Para quienes crean que exagero baste recordar el caso Labraña, el ex-terrorista que les hizo creer a muchos de mis amigos que la libertad de los secuestrados políticos estaba cerca. Han pasado ya dos años desde que se montó esa farsa y no sólo no han liberado a nadie, sino que hay nuevos secuestrados y más de 120 muertos en la cárcel sin que Labraña haya vuelto a aparecer.

Esta opinión pacifista conduce a un "desarme" moral que favorece a los tiranos. El diálogo con éstos, en el caso de que lo aceptaran (cosa que hasta ahora no ha ocurrido) sería un diálogo en el que una de las partes está armada y en el poder y la otra no tiene más que sus lágrimas y el deseo desordenado de transar.

No es necesaria demasiada sutileza para darse cuenta que en ese diálogo los sometidos y perseguidos no tienen ninguna posibilidad de conseguir algo.

La consecuencia de esta opinión implantada en la cabeza de los "buenos" es que éstos no se organizarán jamás para luchar contra la tiranía y preferirán siempre ceder y esperarlo todo de la benevolencia de los tiranos.  Con eso se cierra hasta la posibilidad más remota de Justicia y libertad.

Si Don Pelayo, el legendario guerrero católico del siglo VIII que con un puñado de hombres resistió en Covadonga a las armas de los moros y a la lengua falaz del Obispo traidor Don Opas, en vez de combatir contra toda esperanza se hubiera sentado a dialogar en las tiendas de los sarracenos, sus bravos se hubieran dispersado y España nunca hubiera sido reconquistada para la verdadera fe, ni siquiera 600 años después, como lo fue.

* * *

Concluyo diciendo que lo que nos está perdiendo no es la banda de fascinerosos del oficialismo y de la oposición que sirven a los planes del marxismo mientras se reparten los despojos de la Patria, sin hacerle ascos ni siquiera a la participación de parricidas y blasfemas como la jefa de las madres de plaza de mayo. No. Es la ingenuidad inverosímil con que los “buenos patriotas” se dejan engañar por las opiniones falsas que les implantan en el cerebro los autores de este libreto siniestro y la pétrea pertinacia con que las sostienen. El saqueo y la destrucción del país no es nada más que una consecuencia siniestramente lógica a partir de esas premisas falsas.

Cosme Beccar Varela

NOTA: Lea la Sección "Correo del Lector" en www.labotellaalmar. Entre otras cosas encontrará un informe sobre el grave error que cometieron quienes apoyaron la candidatura de Duhalde puesto que ese viejo desvergonzado, a las varias razones que ya existían para que jamás una persona de bien lo apoyara, agregó ahora otra eligiendo como compañero de fórmula a un abortista confeso y actuante llamado Das Neves.
CBV


e-mail: correo@labotellaalmar.com

QUIÉNES FUERON MARTÍN GRAS Y MARÍA MILLIA DE PIRLES


Por Jorge Eduardo Acosta
Capitán de Fragata (ret)
Prisionero Político
Fuente: Tábano Informa


Testimonian en los juicios políticos
y ocultan que fueron agentes que
trabajaban en la represión
  
Apreciado Amigo

Llegado en hora hábil al penal me he enterado de la visita de algunos amigos a nuestro lugar de detención circunstancia que agradezco, como siempre, enormemente.

Significativos conceptos fueron enunciados por ellos y tenidos muy en cuenta y reconocidos por todos los aquí presentes.

El alegato del fiscal de ayer intentó llevar el título de La locura y el mal como explicativo de lo realizado por los antiterroristas y especialmente por los que combatimos en el Grupo de Tareas 3.3.

Desde el inicio del alegato recibimos toda clase de diatribas enunciadas por la fiscal Mirna Goransky que desde el inicio nos intentó relacionar con el mal, el mal radical, según dichos que ella citó de Hannah Arendt y en el contexto de una guerra que dejo cerca de 60.000 millones de muertos ni hablar del otro tipo de victimas y cuyo resultado en los estrados judiciales - más significativo - fue Núremberg.

No me extralimito si digo que ya desde el inicio lo dicho por esta señora me pareció una locura.

Ahora bien, para sacar las conclusiones parciales que esbozo, durante el día de ayer se basó fundamentalmente en las declaraciones mendaces y manifiestamente enemigas sobre nosotros los imputados que brindaran dos activos colaboradores nuestros de aquellos duros momentos (Agentes de Inteligencia de la Armada) Martín Gras NG: CHACHO y María Millia de Pirles NG: LA CABRA o SUSANA, que a la sazón, funcionarios públicos bajo el mando de Eduardo L. Duhalde NG: DEMIAN son el emblema del mal. (Por obvio estoy hablando de tres terroristas).

Un abogado amigo que pasó ayer por la sala me dijo que no podía creer que el tribunal permitiera semejantes actos irrespetuosos para cualquier ser humano, más allá de lo que ella crea que nos debe imputar; salió espantado porque supuso que más allá del alegato de un fiscal estaba escuchando el testimonio vívido del odio y la venganza.

En este contexto ayer se descompuso malamente el Comisario Frimón Weber (80 años) y ya hoy tuvo que asistir por teleconferencia desde el hospital Naval por cuanto la fiscalía no accedió a su ausencia durante el alegato.

Hoy a medio día tuvimos otro impacto emocional  -los hombres  fogueados en cualquier tipo de lides en defensa de los valores no nos arredramos pero tampoco dejamos de tener sentimientos de solidaridad, como los hemos tenido en su momento por los mismos terroristas en  los cuales privilegiamos la vida y por los cuales estamos siendo acusados por sus mismos mentirosos testimonios -  ya que se desplomó Pablo García Velazco (62 años).

Eso se transformó en un pandemónium, nos ordenaron dejar la sala y a las doce y media se decidió nuestro reintegro a los penales que por la falta de medios a que se los somete al Servicio Penitenciario Federal dio por resultado mi llegada a Ezeiza las 17Hs.  

Pablo García Velazco salió, cuando pudo concretarse, hacia el Hospital Naval y allí quedó internado y realmente estamos preocupados.

Les quiero anticipar que a mí me gustaría hacer alguna presentación desde ya de forma personal pero con objetivo general.

Obviamente mi intención es colocarme bajo el paraguas de las presentaciones que yo ya he efectuado y que fueron efectuadas por otros amigos y como forma de llamar la atención, una vez más, a la Justicia Argentina sobre el hecho concreto de los daños físicos y psíquicos que diariamente están causando estos juicios y que por lo tanto habrá que rever en su realización concreta es decir horarios de despertarse, tiempos de traslado y duración de las audiencias, cantidad de audiencias por semana, contemplar a aquellos que tienen más de 70 años, contemplar los excesos enormes de la duración de la prisiones preventiva, cantidad excesiva de querellantes (lo cual fue planteado para reducirla a un número razonable por mi defensa y con la resolución favorable de la Justicia en su máxima expresión o sea del Tribunal Penal de Casación para acotarlas, recibimos un decretazo impulsado por el esquema corrupto de las Madres de Plaza de Mayo y así el Gobierno nos está sometiendo a una interminable repetición de alegatos de querellantes que lo único que se alternan es en dibujar nuevos delitos que por obvio son imposibles que hayan existido en el GT3.3 tales como apropiaciones de bebes, violaciones, robos en poblado y en banda, etc.; de paso no paran de insultarnos con la intención de provocarnos lo cual por la propia formación profesional de los imputados no lo logran) etc., etc., etc.

Como ejemplo, hoy me despertaron a las 4 de la mañana y la audiencia se inició a 09:55 hs. (me parece una enormidad e innecesario tormento ya que arribamos a las 06:30 a la Alcaldía de Tribunales y eso que fuimos muy despacio por la lluvia y la falta de apuro).

HOY, AQUÍ EN LA ARGENTINA, LUEGO DE UNA DESGRACIADA GUERRA FRATICIDA ENTIENDO QUE “LA LOCURA Y EL MAL” SE HA ENSEÑORIADO EN LA JUSTICIA ARGENTINA Y SE PASEA POR LOS TRIBUNALES ARGENTINOS DE LA MANO DE LOS TERRORISTAS DE ENTONCES ENEMIGOS MANIFIESTOS DE TODOS NOSOTROS DENTRO DE LOS CUALES HAY ALGUNOS QUE ASISTEN COTIDIANAMENTE A ESTOS JUICIOS CON MAS DE 80 AÑOS DE EDAD Y CON ENFERMEDADES SIGNIFICATIVAMENTE IMPORTANTES.

Apreciado amigo, esto es una interpretación que trata de ser lo más objetiva posible sobre un realidad que estoy viviendo desde hace muchísimos años y que hoy golpea a muchos de aquellos que cumplieron mis órdenes, por los cuales pongo la cara y no me rindo.

Si esta a su alcance contribuir de alguna manera a lograr que los terroristas agazapados y utilizando a los sectores anuentes de la Justicia Argentina sigan sometiendo a tormento a quienes privilegiamos su vida, no deje de hacérmelo saber como para que yo lo pueda implementar apelando a los conceptos en la Constitución Nacional.

Un fraternal abrazo.



Jorge Eduardo Acosta
Capitán de Fragata (ret)
Prisionero Político
ONU E/CN.4/2003/ 97
Detenido en SPF
En el decimotercer año con prisión preventiva

LA FAMILIA


Por el Dr. Jorge B. Lobo Aragón

Leemos en la Biblia que habían sido creados ya el agua y el fuego, la roca, el árbol. Todos los animales de la tierra, del aire y del mar. La creación, sin embargo, estaba incompleta, era como una bien preparada casa que espera a su señor. Fue finalmente creado Adán, a quien habían de servir todas las creaturas. Pero tampoco quedaba así completa la creación. Estaba el hombre, pero faltaba la mujer. Estaba el hombre, pero faltaba lo que daría sentido a su vida. Estaba el hombre, pero sólo medio hombre. Estaba casi todo pero faltaba todo, porque faltaba el amor. El agua y el fuego y el árbol y los animales no sólo iban a satisfacer las necesidades físicas del hombre, sino que estaban llamados a dar belleza y armonía para un mejor entendimiento del amor. Y entonces, cuando al amor del hombre y de la mujer llegó, estuvo completa la creación. Con las mujeres, entró el amor en la tierra. Ellas han inaugurado el amor.
Hoy el mundo entero clama por la vigencia del amor, porque las naciones del mundo se han acercado y tienen necesidad de entenderse, de dialogar. Pero no puede haber amor en el mundo, no puede haber amor en la sociedad si no hay amor en la familia. Todas las comunidades necesitan amor, pero sólo la familia tiene un sacramento para elaborar el amor. Y esto será así hoy,  y en año 2015, y siempre.
San Juan Crisóstomo llama a la familia pequeña iglesia, porque toda familia cristiana es una comunidad de fe y de amor, el primer ambiente social, el primer ambiente eclesial.
Visto así, qué absurdo resulta ese razonamiento de algunos padres que dejan a los hijos crecer sin darles ninguna religión, para que llegados a adultos elijan la fe que han de abrazar. Ya es tarde, tardísimo. A nadie puede decírsele: “crezca m’hijito, conozca la vida, guste el mal y el bien, examine, siente, experimente, arrástrese por el barro y también suba a las alturas y entonces, cuando haya probado todo, va a poder elegir con conocimiento de causa”. ¿Por qué esto es absurdo? Porque la fe no es una escuela filosófica ni una concepción política de la vida, que puede tomarse, dejarse, cambiarse por otro sistema igualmente verdadero. No. La fe es una vida vivida minuto a minuto, día por día, bebida en la familia. En el seno de una familia cristiana, imperfecta, por supuesto, frágil como todas las cosas humanas, pero que tiene la constante preocupación de vivir en Dios; que procura, que lucha, que trabaja por vivir en Dios. Aunque en esa familia hubiese pecados, y hasta pecados graves, pecados que la misma familia repudie y trate de enmendar.
Por eso, porque la familia es tan importante y tan sagrada, necesita de un sacramento que la proteja. Un sacramento, que es prolongación de la vida de Jesús. El matrimonio es el único sacramento que tiene como materia al ser humano: el bautismo tiene el agua, la eucaristía el pan, la santa unción el óleo. El matrimonio a los esposos. Por eso, a los largo de la vida, cada vez que marido y mujer ponen esa metria que son ellos mismos en buenas condiciones, libre de pecado, renuevan el sacramento, se entregan gracias sacramentales. Por eso se dice que es un sacramento permanente: es Jesucristo viviendo entre marido y mujer, y para que siga viviendo sólo hace falta el sí de aceptación, la renovación de ese sí que se pronunció en el altar el día del casamiento. El sí del amor en la tolerancia, en la comprensión, en la indulgencia, en el olvido de uno mismo, en la capacidad de perdonar. El día que no quiere pronunciarse ese sí, todo se terminó. Se han desconectado, no circula más la corriente de gracia. Está Jesús ahí entre los dos, porque Jesús no abandona, pero son marido y mujer los que lo han dejado de lado. Le han dado la espalda.
Los seres humanos nos diferenciamos de los animales en que podemos conocer el bien, en abstracto. Los animales conocen esta agua buena o este pasto bueno, pero a nosotros nos es dado comprender lo que nos conduce a Dios, incluso males aparentes. El problema no está en las dificultades sino en cómo reaccionamos frente a las dificultades. Jesús no nos prometió evitarnos la cruz: nos prometió que tendríamos fuerzas para llevarla. No está en nosotros evitar el dolor, pero con la ayuda de Dios podemos evitar que nos amargue y nos derrumbe.
La institución matrimonial necesita protección, exige protección porque es muy importante. Cómo será de importante la familia que de los 33 años que tenía Jesús para realizar su misión sobre la tierra, eligió vivir 30 años en familia.
En estos tiempos nuestros se está abriendo camino, en forma insidiosa, la idea de que la familia como institución debe ya desaparecer, que el amor debe nacer, crecer y vivir libremente, sin leyes que lo condicionen. Que lo realmente válido es la relación de pareja sin papeles entrometidos en algo tan privado como es el amor. Esto lo oímos a cada rato en la televisión, en las declaraciones de muchos actores, en las revistas, en diversos sectores de la sociedad. Todos sabemos que en la vida hay choques, crisis, dificultades, desfallecimientos. Entonces hace falta, en bien de la sociedad, la fuerza de una ley exterior que proteja al amor, y esto no es una imposición, como no es una imposición cubrir al que tiene frío: es atender su necesidad. El juramento que une a marido y mujer hasta la muerte protege no sólo a la pareja, protege a la sociedad. No es cuestión de decir: “es cierto que he dado mi palabra ante el altar, pero me he enamorado de otro, y entonces voy a tener que quebrantar esa promesa”, porque con este argumento se lesiona toda la estructura moral y hasta el orden internacional, puesto que en todos los planos de la vida en un mundo civilizado, la palabra empeñada debe ser un compromiso sagrado.
El  dado frente al altar no significa aceptar una atadura, sino que es el compromiso de quererse sin dejar de luchar por esto jamás; no es condena a mantenerse al lado del otro cuando la vida juntos ha perdido atractivos, sino determinación de ingeniárselas para que la vida unidos sea atractiva siempre. La armonía es una tarea que se emprende se continúa se cultiva y se trabaja. Poco a poco se va aprendiendo a ser casados, cuidando la convivencia, protegiéndola de peligros, vigilando cada día. Haciendo el aprendizaje de estar unidos.
Hablar de unidad matrimonial no quiere decir sacrificio de la propia personalidad. No es matrimonio ideal el que dice “nunca tenemos ni un sí ni un no entre nosotros”. Esto es como tener un espejo delante de uno. Y eso no enriquece. No enriquece ser la sombra del otro; hay que recordar que se han casado por ser diferentes, hombre y mujer. Y hay que procurar seguir siendo distintos, diferentes porque un Dios sapientísimo los hizo así. El sexo nos marca fisiológica y psicológicamente. No es sólo nuestro cuerpo el que está sexuado sino toda nuestra personalidad.
Por eso es tan aconsejable que cada uno cultive sus talentos naturales para que haya una confrontación no belicosa, no agresiva, sino enriquecedora. Es obligación de estado cultivar los talentos que Dios nos ha dado. Y descubrir los talentos del otro. Todos somos pinceladas de la múltiple, infinita personalidad de Jesús, y esto lo descubre el amor.
Por supuesto que no es fácil. Pero Dios sólo pide lo que podemos y nos ayuda en  lo que no podemos. Caminar sobre las aguas era imposible para Pedro, pero, si Jesús lo dice, así lo hará. Es sólo cuando su confianza disminuye, frente a las olas, que, dudando, comienza a hundirse. Nosotros tenemos que pedir fuerzas y tener confianza.
El verdadero amor nunca es ciego; parece, pero en realidad es indulgente con los defectos del otro, y hasta podría decirse que ama los defectos del otro. Suele decirse que no amamos las cualidades sino que las admiramos, y lo que amamos son los defectos. En realidad no los amamos, sino que nos parecen perfectamente tolerables. Un marido decía con mucha razón: mi matrimonio comenzó cuando no amé más a mi mujer sólo porque me gustaba ella, sino porque es mi mujer”. Poder decir desde el fondo del alma: “te quiero porque eres mi marido, te quiero tal como eres, aunque seas menos de lo que yo pensaba, aunque no seas como yo quisiera que fueses”.
El darse cuenta de que el amor es sobre todo donación, nos hace capaces de comprender que el sentimiento puede estar o no estar, pero eso no exime de amar siempre al otro, de hacer siempre la propia parte aún cuando no hubiere correspondencia a ese amor. ¿Que esto es difícil? ¡Claro! Es heroico. Y para el heroísmo estamos llamados los cristianos. Qué error el de suponer que porque un matrimonio ande flojo, o se haya enfriado, o se haya desunido, haya derecho a abandonarlo. No. ¡Entonces es cuando hay que amarlo más! Hay que amar ese hogar, el propio, con sus defectos, con su atmósfera gris y melancólica, amarlo y dedicarse a cuidar esa lama tan débil que siempre está por apagarse. Si un hogar armonioso necesita un corazón cálido, un hogar enfermo precisa un amor ardiente. No se puede renunciar. Y, en último caso, cuando el marido no puede ser considerado como condición para la propia felicidad, podrá ser considerado como condición para la propia salvación. Tendrán que dar cuenta, uno del otro, ante Dios.
La armonía familiar es una victoria. Aún en los casos en que pareciera haber un milagroso acuerdo entre todos, en el fondo hay un esfuerzo constante de adaptación, una vigilancia diaria para que mis aristas, las costados de mi personalidad imperfecta, no choquen con las aristas del otro. La unión es siempre fruto del esfuerzo. Esa unión que se funda en el amor, en la disponibilidad, en el servicio, en la entrega; esa unidad que Jesús quiere sobre la tierra. Esa unidad que el Señor pide al Padre en su oración sacerdotal, en su última oración antes de la Pasión. Fíjense cómo será difícil para nosotros -que no la alcanzamos sino con ayuda de la gracia- que Jesús no la recomienda a sus discípulos. No les dice: “sean unidos como mi Padre y Yo para que el mundo crea”. No. Se dirige directamente al Padre y le implora: “Que todos sean uno, como Tú y Yo somos uno”... Quería que fuéramos un solo cuerpo, una misma cosa. Pensemos en un herido, que tiene enyesado un brazo, el brazo derecho. Con toda seguridad el brazo izquierdo se esforzará por ayudar al otro, y por momentos será muy cansador, pero el brazo izquierdo seguirá empeñándose, puesto que el derecho no puede. Esto nos sirve para comprender de qué manera somos miembros de un mismo cuerpo. Así, cuando ayudamos a otro no tenemos que sentirnos santos por eso; si mi hermano no puede yo tengo que ayudarlo como se ayudaría él mismo si pudiera, como un brazo suple al otro. Así, de esa manera. Y a nuestra vez, cuando nosotros necesitemos ayuda no nos sintamos humillados. Demos gracias al hermano que nos ayuda, y sobre todo a Dios que hizo el corazón del hombre capaz de caridad.
Los padres debemos tener muy claro el respeto que nos merecen nuestros hijos. En una familia cristiana debe haber diálogo que consiste, fundamentalmente, en saber escuchar. Más todavía: el diálogo que debemos tener es el encuentro personal con Jesús en cada encuentro con los miembros de nuestra familia. Si es Jesús el que tenemos delante, si reconocemos esta realidad que aceptamos por la fe, todo lo que digamos a nuestros hijos, y lo que ellos nos digan, tiene un sentido profundo. Pero hay diálogo familiar en la medida en que hay diálogo conyugal. Solo el poder decirse todo, respetuosamente, marido y mujer, posibilita la entrega total. Y cuando se advierte de que a pesar de la delicadeza con que se señalan los errores, esto duele, se comprenderá cómo se hiere a los hijos cuando se les muestra un poco despiadadamente sus defectos. El diálogo con los hijos, sobre todo con los adolescentes y los jóvenes, debe ser sumamente cuidadoso, sincero, afectuoso y constructivo. No debemos tratar de imponer una forma, sino de poner a su servicio la propia experiencia. Cuando dialoguemos con nuestros hijos y nos resulte difícil, no nos escandalicemos. No hay que olvidar que somos dos generaciones sólo parcialmente contemporáneas.
Según el plan de Dios, el jefe de la comunidad familiar es el hombre. No por ser más capaz, ya que no siempre es más capaz. Ni por, más inteligente ni más virtuoso. Sino porque Dios hizo así las cosas y puso al hombre como cabeza de la familia. De hecho, en la familia de Nazareth los mensajes de Dios a través del Ángel eran a San José y no a María. La jefatura del padre de familia no es soberbia, ni ser el centro, ni tomar la actitud del que manda. En el lenguaje cristiano el mayor es el que sirve, el que lava los pies, el que ama más. Es difícil. A Jesús no le resultó fácil subir al calvario y entregarse a los verdugos. En la vida hay muchas dificultades para seguir a Dios. Cuesta, y hay desfallecimientos y crisis. No les tengamos miedo a las crisis. Que en el orden de la naturaleza las crisis se resuelven solas. Las crisis de las plantas, por ejemplo, se disipan con la primavera. Pero cuando es la persona humana la que está en crisis, como es libre, libremente tiene que hacer el esfuerzo de entrar en primavera, de superar la crisis. Porque tenemos que superarlas. Tenemos que ser testigos de la alegría cristiana, que es independiente de las cosas positivas y negativas que nos pasan. ¿Acaso los mártires no iban a la arena del circo, o al cadalso, o a los tormentos, cantando?
Una de las crisis que llegan a perturbar, hoy en día, la armonía familiar, es la crisis de los valores femeninos. Hasta no hace mucho tiempo se exigía a la mujer lo que se daba en llamar virtudes propias de su sexo, y se le toleraban -diríamos que hasta se le fomentaban- ciertas fallas que para esa época eran como adornos de su personalidad. Así la mujer podía ser ignorante, y muchos opinaban que debía serlo para no empañar con el brillo de su inteligencia el brillo más o menos auténtico de los hombres de su familia. Podía ser débil, podía ser caprichosa, y hasta podía ser frívola. Hoy las cosas han cambiado diametralmente. La mujer, evidentemente, no puede seguir siendo una eterna adolescente, y su presencia en la sociedad es un hecho. En muchos sentidos, esto es muy saludable, para que la mujer ponga su sello de mujer en donde le toque actuar. Porque la mujer en la cátedra, en la profesión, en la función pública, en la política, tiene que actuar a la manera femenina, a lo mujer; es así como enriquece al mundo. Es muy importante no confundirla. Porque se la invita a ser libre y a ser auténtica y en muchos casos esto se interpreta mal. La libertad es la capacidad de poseerse, de controlarse, de dominarse a sí misma, de tener un juicio propio, de actuar sin presiones; y vemos cómo es común que la mujer interprete la libertad como el no tener frenos, y en realidad se deja usar, se deja manejar y menospreciar y hasta degradar. Entonces las vemos liberadas de todo pudor, o luchando para que se le reconozca el derecho al aborto, el derecho a matar al hijo que ha engendrado, tal vez en forma aturdida en esas fugaces relaciones a las que, también en nombre de la liberación, cree tener derecho. ¿Y la autenticidad? Se supone que es auténtico quien libera sus instintos, no se hace violencia y es espontáneo. “Soy como soy”, dicen muchas chicas, “y por lo tanto soy auténtica”. La autenticidad es otra cosa: auténtica es una persona que se propone un ideal de vida (de vida, no de pensamiento) y lucha por ser fiel a ese ideal. Lo procura con todas sus fuerzas. Es importantísimo, por eso, que la mujer retome su propia dignidad, tome conciencia de este valor que va perdiendo, para que pueda construir su vida. Los seres humanos construimos nuestras vidas, inexorablemente. Y si renunciamos a construirla, también de alguna manera la construimos, porque construimos así una vida abdicante. La vida del que renuncia a construir su vida es la vida de un renunciante.
La mujer de hoy tampoco puede ser débil, ni siquiera con esa debilidad física que hacía pensar erróneamente en una idéntica debilidad moral. Es tanto el esfuerzo que se le exige, que debe cuidar inteligentemente de su salud, y en especial de ese aspecto particularmente vulnerable de la salud femenina que son los nervios. El siglo pasado, y a principios de este siglo, el histerismo era considerado casi como una coquetería más. Era la época de los desmayos y la jaqueca por cualquier contrariedad. Después, aún cuando el histerismo había pasado de moda, las mujeres podían seguir siendo, por lo menos, nerviosas. Hoy deberían tener nervios de acero. Pero como no son de acero, y tienen la sensibilidad y las vibraciones de las cuerdas de violín, hay que controlarlos. Es muy importante, sobre todo para las madres, el cuidado del desgaste de sus nervios y el cuidado de los nervios de sus hijos. Una forma eficaz de proteger los nervios es organizarse, no dejarse dominar por las ocupaciones sino controlarlas, ser una la que maneje las propias tareas. Saber que hay cosas importantes y cosas menos importantes; saber dejar de lado lo que no fuere imprescindible. Para esto el cristiano tiene una receta válida: vivir el momento presente. Esto preserva el equilibrio. El momento que ha pasado, bien o mal hecho lo que hice, ya pasó, ya está en la economía del Señor. Y en su misericordia, porque Dios sabrá sacar algo bueno hasta de nuestras equivocaciones, si las confiamos a su misericordia. El momento que va a venir, el día de mañana, no ha llegado todavía; lo dejemos ahí para vivirlo cuando llegue. Tenemos que vivir hoy este momento que pasa. Este momento es toda nuestra vida, entonces lo vivamos a fondo, serenamente, a pleno. Es muy bueno hacer esta experiencia. Vamos a ver cómo nos ubicamos en la voluntad de Dios y, de paso, nos libramos del estrés.
Es primordialísimo que las mujeres estén atentas a qué es lo que pide el Señor: tal vez, salir a trabajar afuera, en ciertos casos, pero teniendo bien claro que quedarse en la casa, atendiendo a los hijos, no es estéril ni frustrante, y les permite realizarse plenamente. En el hogar la mujer está llamada a ser la psicóloga, la observadora, la que interpreta, la que concilia, la que aconseja, la que descubre la vocación, la que despierta un ideal, la que sostiene en la lucha, la que vela la paz, la gran aproximadora, la que da sentido a la vida que en el hogar se vive. Esta tarea doméstica toma su justo valor si pensamos en el papa Juan Pablo en su encíclica Labores exercens dice: “Será un honor para la sociedad el posibilitar que la madre se dedique a sus hijos. Y en Familiaris consortio dice que “se debe superar la mentalidad según la cual el honor de la mujer deriva más del trabajo exterior que de la actividad familiar. Pero esto exige”, dice, “que los hombres estimen y amen verdaderamente a la mujer con todo el respeto a su dignidad personal, y que la sociedad desarrolle las condiciones adecuadas para el trabajo doméstico"
Muy bien: a este ser humano diferente, la mujer, postergada durante siglos, exigida hasta los límites de sus posibilidades en los tiempos actuales, confundida por un feminismo que pretende masculinizarla, engañada sobre el verdadero concepto de su liberación; a esa mujer, así como están las cosas, a esta altura de la civilización y del progreso, la Iglesia le propone María como modelo. María, esa mujer joven, casi adolescente, que fue capaz de recibir el anuncio del Ángel con una fe dolorosa y difícil, exponiéndose al comentario de la comunidad en una época en que el quebrantamiento de la virginidad en una mujer comprometida, era castigado con la muerte a manos de esa comunidad que la lapidaba. María, esa mujer que siguió sin vacilaciones a su marido que la llevaba a Egipto, de pronto, en medio de la noche, dejándolo todo, ropa, casa, muebles, para partir a un país desconocido y extraño, a vivir no sabía cuánto tiempo.
Muy bien entonces. La mujer de hoy, haga lo que haga, ocupe el lugar que ocupe, para ser realmente mujer, mujer capaz de evangelizar con su vida, tiene que procurar vivir las riquezas de su interioridad, sin dispersarse, sin enloquecerse, sin multiplicarse inútilmente. Humilde y dócil como María, fuerte frente al dolor, alegre y abierta a la comunidad.
Tener una entrega profunda, maternal, hacia quienes la rodean. Decir a los demás, desde el fondo del alma: estoy aquí, ahora, a tu disposición. Te acepto tal cual eres. Acepto que no estés orientado todavía hacia tu perfeccionamiento. Acepto que tus defectos sigan siendo molestos, sobre todo para ti mismo. Quieres mejorar y yo quiero ayudarte en este empeño; quiero ayudarte a encontrar tu camino, porque el prestarte esta ayuda es, al fin de cuentas, mi camino. ¿Debo decirte la verdad? Sí, pero en la medida en que puedas recibirla y no te dañe. ¿Debo entregarme a ti? Sí, en cuanto eso sea bueno para ti. Esa sosegada, libre disposición en favor del otro. Esa convivencia que se asienta en Dios, que toma su fuerza de Dios, que se nutre de Dios.
Ser maternales, pero a lo grande, generosamente, abriendo el corazón a todos. También a los que no han encontrado a Dios todavía. Acogerlos en el alma. No juzgar a nadie. Ni siquiera a los que hacen el mal, o manejan la droga, o pervierten a la juventud. Ser madres también de ellos, como María, porque están confundidos, ciegos, solos, perdidos y sin Padre.

PLAN AHORA: DE CHILE A LA ARGENTINA


Según un mail recibido de Tábano Consultora, el Sr. Eduardo Palacios Molina advierte a los electores y al candidato Eduardo Alberto Duhalde acerca de la promesa electoral para lograr el voto de los militares y de las Fuerzas de Seguridad, detallando asimismo el “PLAN AHORA” que circula en Chile.
Cabe destacar que en Chile el actual Presidente Sebastián Piñera accedió al cargo con el voto militar, prometiendo pacificación e indultos, que quedaron en meras promesas electorales.
El siguiente es el texto de Palacios Molina:

Lector: El electorado  chileno que conforma las FF.AA y de Seguridad, especialmente los retirados y sus familiares se han adherido a un plan  estratégico frente a las próximas elecciones de las alcaldías de Chile, en defensa de los presos políticos . Engañados por el presidente Sebastián Piñera, reaccionan de la única manera que pueden con la dignidad que siempre han demostrado en todos los momentos más dificiles del mal trato que se les ha dispensado por la demagogia de una clase política que , como la nuestra, han olvidado a los que lucharon contra el terrorismo. Informese y divulgue esta actitud. Que Eduardo Alberto Duhalde no resulte otro Sebastián Piñera.
Eduardo Palacios Molina

El siguiente es el texto del mail que circula en Chile:

Estimado amigo:

        Te hago llegar mail en que se está difundiendo masivamente una idea  y si lo tienes a bien puedes sumarte a ella mandándolo a tus amistades y amigos.
        Yo ya me sumé
        Un abrazo

        “PLAN AHORA”

        ¡Por la Liberación de los Militares presos políticos y el fin de la persecución prevaricadora de la justicia politizada!

        La derecha política nunca fue aislada por Gobierno Militar. Al contrario, a ellos se les permitió en todo momento participar en la magna obra reconstructora de Chile asumida por las Fuerzas Armadas y de Orden, luego del caos heredado de allende y el marxismo internacional en la guerra fría.

        Cuando las Fuerzas Armadas y de Orden en cumplimiento cabal a lo estipulado en nuestra Constitución política, hicieron entrega del gobierno a la concertación, la derecha política muy interesada en nuevas mezquindades politiquientas, no trepidó un minuto en dar la espalda a estas nobles Instituciones de la República.

        Lo demás es conocido por todos, la concertación desplegó la más infernal persecución a los uniformados chilenos, construyendo un aparataje judicial politizado y prevaricador; mientras los políticos de derecha tomaban un cobarde y silencioso palco.

        Cuando el actual Presidente de Chile y la derecha política, vieron agotadas todas sus posibilidades de llegar al Gobierno, sin  pudor alguno, acudieron a la Familia Militar chilena, la que con cientos de miles de votos destinados a anularse, inclinaba nuevamente la balanza electoral a otro magro gobierno concertacionista.

        En la ocasión el candidato de la derecha política prometió muchas cosas a la Familia Militar chilena, la principal: el término del acoso judicial y el respeto a los derechos que la ley otorga a los Militares presos políticos. Frase textual del candidato Piñera: “Justicia igual para todos”, ovacionada por los asistentes.

        A los pocos días todas las encuestas comenzaron a favorecer al candidato de la derecha política. Se hizo notar el apoyo disciplinado de esos hombres y mujeres, todos integrantes y ex integrantes de las Instituciones de la Defensa Nacional, más sus familiares y amigos, gente asfixiada por el odio diseminado en Chile por la concertación.

        Pero la esperanza de la Familia Militar chilena se esfumó cuando transcurrido un tiempo se pudo observar la más vil traición del Presidente Piñera. Quien no solo se negó a cumplir lo prometido, sino que además fortaleció el acoso a la Familia Militar. Llegando al extremo de hacerse parte como Gobierno en vergonzosas querellas.

        Esta es una situación de insostenible crueldad, donde un Estado represor y una justicia prevaricadora, actúan vilmente en contra de un importante sector de la sociedad chilena, que no ha hecho más que proceder en las vicisitudes nacionales en obediencia a su mandato constitucional.

        Como resultado de esa inhumana actitud, la Familia Militar chilena sufre la desdicha de ver a sus camaradas envejecer prisioneros o insaciablemente perseguidos por el odio de unos y la deslealtad de los otros. Al extremo de que algunos han muerto desahuciados tras las rejas, o se han suicidado.

        Desilusionados ya de tanta basura en la política, la Familia Militar chilena no pretende mitigar el odio izquierdista, eso es imposible; pero si castigar la deslealtad y traición derechista. Para lo cual haciendo uso de su propia y característica disciplina, pone en marcha la primera parte del llamado “Plan Ahora”.

        Este Plan contempla en una primera instancia el llamado a anular en las próximas elecciones municipales, LOS VOTOS A CONCEJALES DE DERECHA. Solo los votos a concejales, NO LOS VOTOS A ALCALDES DE DERECHA, los que sí se emitirán. Porque la intención en ningún caso es perder nuestros buenos ediles, favoreciendo  inmerecidamente a la concertación.

        El “Plan Ahora” será sustentado por la Familia Militar chilena, esencialmente por el personal en retiro de las Instituciones Armadas y de Orden, por sus familiares y por sus amigos; sabedores de contar con no despreciables CIENTOS DE MILES de votos, y llamarán a adherirse además, a todos los chilenos agradecidos del Gobierno Militar y de su obra, lo que supera con creces el 70% de la derecha.

        De no observarse un cambio de actitud en el supremo gobierno, que favorezca decididamente a los Militares presos políticos y ponga fin al acoso prevaricador de la justicia politizada, el “Plan Ahora” contempla otras etapas, que en forma paulatina y creciente harán sucumbir políticamente a quienes nos engañaron.

        Por eso: “QUIENES ESTAMOS CONSCIENTES DE LA GRAN OBRA DEL GOBIERNO MILITAR, ANULAREMOS NUESTROS VOTOS EN FUTURAS ELECCIONES (DE CONCEJALES), EN DEMANDA DE LA LIBERTAD DE LOS SALVADORES DE CHILE ENCARCELADOS Y DEL FIN DEL PREVARICADOR ACOSO JUDICIAL”


        (Se solicita enviar esta nota a todos los integrantes de la Familia Militar, a sus amigos, y a todos los agradecidos del Gobierno de las Fuerzas Armadas y de Orden)...

¿REPÚBLICA O QUÉ?


Por Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
Bs.As., 28 Jun 11


El mayor castigo para quienes no se interesan por la política 
es que serán gobernados por personas que sí se interesan

Arnold J. Toynbee



Desde el anuncio de la señora Presidente de su inscripción para participar en las elecciones de octubre, mucha agua ha corrido bajo el puente; lamentablemente, toda ella en sentido contrario a los principios de deberían regir una república que se precie de tal.



Recuerdo cuando, en los ya lejanos días de fines de 2007, doña Cristina, ungida como candidata por el mágico dedo de don Néstor (q.e.p.d.) prometía, a troche y moche, respetar las instituciones y, con ello, producir un salto cualitativo respecto a la gestión de su marido, que tanto las había pisoteado.



Como todos sabemos, nada de eso se cumplió. Muy por el contrario, se agudizó el centralismo y el ejercicio absoluto del poder, concentrando aún más la decisión en una mesa cada vez más chica. El Gabinete de Ministros continuó sin existir, las conferencias de prensa esas a las que se someten todos los presidentes del mundo normal- nunca se produjeron, y se puso al servicio del Gobierno todo el aparato de comunicación del Estado. Los organismos de control no recuperaron sus facultades y el país continuó careciendo de estadísticas, es decir, sin una brújula que permita tanto a sus autoridades cuanto a los inversores determinar sus políticas y adoptar sus decisiones.



Pero, como digo, ese cuadro de situación, que los argentinos soportamos impávidos desde 2003, sufrió un deterioro mayor a partir del anuncio de la inscripción de la señora de Kirchner en la carrera presidencial.



Lo que sucedió hasta el sábado, a cuatro horas de la finalización del plazo para inscribir candidaturas y listas, fue la apoteosis de un estilo de gobierno que se construyó sobre la base de la humillación de aliados y compañeros de ruta, y de demonización de los opositores, fueran éstos políticos o empresariales.



El viernes, una vez más, esa triste figura, por cierto tan optimista y esperanzada, del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires soportó un nuevo castigo, tal vez el más grande desde que doña Cristina, por entonces Senadora, lo flagelara públicamente en el Congreso. La inconsulta designación de don Mariotto como candidato a Vicegobernador no solamente implicó desconocer cualquier deseo de don Danielito sino que, a futuro y para el improbable caso de que éste ganara las elecciones de octubre, constituirá una verdadera espada de Damocles, dispuesta a cortar cualquier rebeldía y, sobre todo, cualquier camino independiente que Scioli pretendiera transitar.



Por lo demás, como es obvio, constituyó un verdadero desafío, un ninguneo, al poderoso PJ de la Provincia de Buenos Aires, ese con cuya ayuda don Néstor (q.e.p.d.), a fuerza de zanahoria y palos, pudo construir su poder omnímodo.



La designación de don Amado del Amado, tituló Perfil- para acompañarla en la fórmula presidencial, pese a tratarse de uno de los nombres que danzaban en el imaginario político, fue otro paso en el mismo sentido. El Ministro no ha demostrado otras virtudes, ni historia, que las que provienen de la fidelidad canina a su dueña; el elogio explícito de ésta a la capacidad de cambio de su compañero de fórmula ponderó esas características, aún cuando esas modificaciones en ideologías y métodos constituyen verdaderos giros copernicanos respecto a su pensamiento reciente.



Tal como explicara muchas veces, doña Cristina no tenía, en su entorno más íntimo, nadie que pudiera desempeñar el rol que cumpliera Isabelita para el Gral. Perón. Y tuvo que escoger y privilegiar a un sector de su, ahora fisurado, FpV respecto a otros.



Así, quedaron en el camino, rumiando su rencor y su venganza, personajes de la talla de don Moyano, don Piumato y hasta don D Elia, que tanto aportaron, en su momento, para garantizar la paz de la calle al kirchnerismo reinante.



Doña Cristina optó por La Cámpora, esa cohorte de intelectuales rentados por el Estado que, en el relato oficial, fueron organizados por don Máximo Kirchner. Dejó en el camino a los barones del Conurbano, a sus más fieles espadas legislativas, a los aparatos justicialistas provinciales, a la CGT y a los piqueteros más enfervorizados. Ese abandono, y esas traiciones, se transformarán, más temprano que tarde, en costosas facturas que llegarán a la Casa Rosada.  



Porque los muchachos , que tienen siglos de experiencia en la materia, saben que, en un eventual nuevo gobierno kirchnerista, sus bases serán serruchadas sin compasión y sin dilación, que perderán sus territorios y que, básicamente, se pretenderá prescindir por completo de ellos para construir un socialismo del siglo XXI , a imagen y semejanza del desastre al que ha llevado a Venezuela su propio papagayo caribeño.



La opción de doña Cristina por el ala pseudo izquierdista del FpV está conduciendo a ese movimiento a un suicidio masivo.



El organismo del PJ reaccionará, como lo ha hecho tantas veces desde 1973, generando los anticuerpos necesarios para conjurar una amenaza que, tal vez sin armas, intentará imponer sus criterios mesiánicos hoy crematísticos- al conjunto de la sociedad. Ésta aún no ha tomado conciencia, embrutecida por los plasmas y los automóviles, en el caso de la clase media, y por la falta de educación y de futuro, en el caso de los sectores más miserables, del destino que un triunfante cristinismo le tendría reservado.



A partir del sábado pasado, la CGT con el propio Moyano a la cabeza- el peronismo territorial y hasta los piqueteros marginados han pasado a una ofensiva que, no por silente, dejará de ser trascendental. Sus manifestaciones públicas dependerán del resultado de las próximas compulsas electorales, pues ellas permitirán medir, más certeramente que cualquier encuesta comprada, la real fortaleza del kirchnerismo.



Porque, como ya se dijo en estas notas, el Gobierno llegará a la fecha crucial del 14 de agosto con graves y sonoros cachetazos: la Capital, Santa Fe y Córdoba. Los votos que ha obtenido en las pequeñas provincias en las que ya hubo elecciones no le servirán frente a la derrota en los grandes distritos a los que, después de la designación de don Mariotto para secundar a don Danielito, se sumará la Provincia de Buenos Aires.



De agosto a octubre, la segura polarización del electorado detrás del candidato opositor más votado pinchará, con absoluta certeza, el globo inventado del ya ganó . Si de algo estoy seguro, es que doña Cristina no se presentará para perder; cómo será instrumentada esa deserción final, no lo sé, pero esa ignorancia no me hace cambiar de opinión.



Mientras tanto, desde el ex quincho de Olivos o desde el Salón de los ¿Próceres? Latinoamericanos recuérdese que uno de los retratos pertenece al asesino Che Guevara- la señora Presidente sigue haciendo retroceder a la República.



Ya no se trata del uso del dedo gran elector, pecado que comparte con muchos de los partidos opositores, sino del extraordinario abuso del aparato estatal puesto el servicio a los intereses de su sector político. No resultó bastante el Fútbol para todos , que atosiga con su publicidad y su endiosamiento del fallecido, ni con el enorme andamiaje de la Televisión Pública o la prensa militante .



Se requirió, entonces, convertir a la residencia de los presidentes argentinos y a la propia Casa Rosada en unidades básicas conquistadas, a fuerza de negocios y billeteras, por los nuevos jóvenes idealistas , falsos herederos de los originales, que pretendieron obtener idénticos objetivos mediante la sangre y el fuego.



Al Gobierno, sin embargo, le han comenzado a salir los tiros por la culata. La pacificación de la calle, prometida por doña Garré después de criticar tan duramente a don Anímal Fernández, voló por el aire el domingo en Núñez.



Si la violencia continúa, no será la Policía Federal, que vio cómo caían heridos por la turba más de veinte de sus hombres desarmados, la que pondrá la carne de cañón para enfrentarla. Menos, si se piensa en cómo la han criticado y escarnecido desde el poder don Verbitsky y sus secuaces; lo mismo ocurrirá con la Policía de la Provincia de Buenos Aires, que también ha sufrido la invasión de su jurisdicción por las fuerzas federales, y que lo vive como una afrenta directa.



Esa violencia puede llegar, casi espontáneamente, de los sectores más empobrecidos de la población. Basta conversar con algunos productores de alimentos básicos por ejemplo, los lácteos- para confirmar cuánto se caído el consumo de los mismos, por efecto de la inflación que tanto castiga a quienes dedican todo su salario a la compra de comida.



El modelo -¡vaya uno a saber en qué consistió, más allá de enriquecer a los integrantes de la banda que rodeó, desde siempre, a los Kirchner!- se ha agotado. Sólo puede huir hacia adelante, hacia más intervención en la economía, hacia más estatización, hacia más inflación.



En definitiva, hacia más poder absoluto y menos República.