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viernes, 17 de febrero de 2012

¿QUIENES SOMOS? (PARTE II)


 
Por Ricardo Díaz
 
         En la primera parte de ¿Quiénes somos? Habíamos expresado que Grecia, Roma y el Cristianismo formaron la Civilización Occidental y que España la trajo al Nuevo Mundo.
         Agreguemos ahora que para ello España se valió de teólogos y juristas de la más alta categoría, tales como Francisco de Victoria, por ejemplo, creador del Derecho de Gentes, máxima expresión de una España misionera que incorporó a la cristiandad a aquellos que los reyes católicos llamaban  “nuestros amigos los indios”.
         Isabel la Católica en una cláusula de su testamento señaló que “El principal fin e intención suya, y del rey, su marido, fue pacificar y poblar las Indias y convertir a la santa fe católica a los naturales”.
         Bien sabemos que jesuitas, franciscanos y dominicos llevaron a cabo dicho mandato. Y también podemos observar como los Adelantados bautizaban a los pueblos o comarcas que fundaban, de acuerdo a la fe que traían, lo cual podemos comprobar desde Santa María de los Buenos Aires, en América del sur, hasta San Francisco en América del norte, pasando por San salvador en América Central.
         A pocos años del descubrimientos de estas tierras comienzan la tarea evangelizadora los padres Pedro de Córdova, Antonio de Montesinos y Bernardo de Santo Domingo. Y esta acción constante redujo la codicia y los excesos de los encomenderos y la prepotencia de los virreyes, la cual fue denunciada, no sin exageración, por  Bartolomé de las Casas que, al tiempo de asumir una defensa de los indios, dio a lugar a la leyenda negra, llevada a cabo por los enemigos de España y del catolicismo y difundida en nuestra tierra por los historiadores argentinos que repiten como loros los que saben por boca de ganso. Toda una actitud zoológica como se ve.
         Mas tarde, ya en el siglo dieciocho, comienza el afrancesamiento de España hasta llegar a su total dominio por parte de Napoleón en el siglo diecinueve, lo cual provoca la emancipación de los pueblos americanos, pero no la desvinculación cultural y religiosa, si bien había quienes admiraban todo lo que fuera francés.
         Con respecto a la gran inmigración italiana que vino después, debemos señalar que ello no hizo más que afirmar nuestra condición de latinos. La inmigración de otros pueblos europeos no afectó esencialmente nuestro ser nacional.
         Actualmente, existe una invasión cultural encabezada por los anglosajones, los cuales además, nos dominan económicamente y arrasan con nuestras riquezas del sur y de la cordillera, y una invasión ideológica encabezada por el marxismo, sobre todo a partir de la Revolución Rusa de 1917, tras la cual comenzó a expandirse por todo el mundo como reguero de pólvora.
         También hay una invasión religiosa conformada por creencias no católicas, religiones orientales, sectas de todo tipo y demás, pero,  les guste o no a muchos, católico es nuestro origen, raíz y esencia. Esto somos.

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