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jueves, 1 de marzo de 2012

ACELERANDO, Y ENCIMA SIN FRENOS




Por: Ing. Alejandro Pérez Unzner
aperezunzner@gmail.com
Analista invitado: Dr. Marcelo Busquets


+  ComentAGRO diario + Apuntes de mercados agropecuarios y afines, e idea de ver un poco más allá de lo sectorial. Miércoles 29 de febrero de 2012, 23.50 hs.

    Me parece que así están marchando ciertas influyentes personas y varias no menos importantes cuestiones, a esta altura del bisiesto (¿y preapocalíptico?) 2012. Veamos:
    1-La Presidente, que este jueves 1-3 inaugurará el período ordinario de sesiones parlamentarias y probablemente (como el lunes en Rosario cuando la pseudo-fiesta belgraniana, devenida en camporiana al cabo) volverá a desbocarse. Está pisando el acelerador a fondo, los frenos no le andan bien y -me temo- va a tener parte importante de responsabilidad en un eventual choque. Como que conduce un tren que lleva a bordo, tal le gusta decir, a “más de 40 millones de argentinos”. Eso sí, contando como copiloto virtual a “Él”, a quien no para de mencionar en este cruel juego de muerte y farsa, de luto inacabable y alta bronca.
    2-La caterva de adláteres y opositores, gente “de peso” y “de pesos”, empresarios bastante corruptos y controladores pluscuamcorruptos, funcionarios de carrera y funcionales más rápidos que los trenes-bala… pero también (algún que otro “hipotenso”) de carrera… equivocada. Como que el secretario de Transporte de la Nación es ingeniero… AGRONOMO (UBA, 1985) y, de hecho, trabajó en trigo y maíz en los ´80 profundos (Convenio FAUBA-Conicet-AACREA). Incluyo en este párrafo a más de un mandatario con cargos legislativo o ejecutivo.
     3-Buena parte de la “opinión pública” (Luce bien, ¿no?), que es la que transita por la recova de avenida Pueyrredon en diagonal a Once esquivando a familias enteras que bajo su amparo duermen noche tras noche, que se sube osadamente a las (de)formaciones de TBA (como quien escribe estas líneas), que observa tarde tras tarde la sucesión de piquetes céntricos con ganas de tomar la piqueta y gastarla -en el centro y la periferia también-, que necesita que este convoy disminuya la velocidad en la certeza de que “Evitar accidentes es responsabilidad de todos” (como irónicamente puede leer en los letreros adheridos a los vagones de dicha concesionaria)…
     4-La soja, locomotora a la cual, en estos momentos y creo que por varias ruedas operativas más, casi nadie se anima a encontrarle el pedal capaz de hacerla disminuir su tonificado andar, casi lanzada a marcha plena.
    Este andar rápido tiene, se sabe, sus serios riesgos. En materia extra-granos, son casi como los de otorgar en concesión determinadas prestaciones, caso el transporte ferroviario. Eso sí, y esto lo digo como exdirigente de club en momentos de adjudicar el servicio de buffet: generalmente, los directivos de un club almuerzan siquiera algunas veces en el comedor de la entidad, prueban los platos, comparan precios, evalúan la calidad del servicio y escuchan a los socios en sus críticas y sugerencias al respecto, por el bien común. Al contrario, difícilmente los directores de estas corporaciones bastardas que se crean a la sombra de un andamiaje legal permisivo viajen en tren, midan la calidad del servicio o atiendan a los reclamos de los usuarios, porque terminan siendo socios de los mismos concesionarios, en un intercambio de favores que se paga con billetes hasta a precio de sangre.
    Esta marcha ultraveloz, además, genera inquietudes: ¿Para qué tan rápidamente se impulsaron penosas iniciativas como la del “Fútbol para todos” y varios otros “para todos” como las milanesas o los plasmas, la “Ley de Medios audiovisuales” o la de Tierras, la reestatización deficitaria de Aerolíneas o la desafortunada intervención en materia de artefactos electrónicos armados en el país, el fin de las AFJP o la barrabasada del putimonio “igualitario”?
    ¿Para qué el esperpento de Tecnópolis? ¿O la 125, o el SUBE? ¿Para qué la insólita rapidez post-electoral en tirar al tacho la papa caliente de los subsidios tarifarios en servicios o la de sacarse de encima el subte, y la no menos increíble respuesta metropolitana, dejándolo sin sustento? ¿Para “pegarnos un palo” y morir sin darnos cuenta? Y a no olvidarse de que, supuestamente, este viernes 2 debería darse a conocer “algo más” sobre la tarifa de transporte de pasajeros…
   ¡Ah! Me olvidaba, hablando de frenos: freno es la sujeción que se pone a alguien para moderar sus acciones. No obstante, frenopatía es la parte de la medicina que estudiaba las enfermedades mentales… y la enfermedad mental en sí misma.
    O sea, una espantosa coincidencia.

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