Esta nota está inspirada en:
En
cada Misa de Domingo a las 11 AM, el Padre repite pacientemente: “Les
recuerdo a los padres que contamos con una guardería para los niños.”
Sin embargo, muchos padres tratan de obedecer a Cristo:
Mateo 19
14
Mas Jesús les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo
impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos.»
y al Papa Juan Pablo II:
“Familia que reza unida, permanece unida”
Cierto, el Papa no dijo, “Familia que va a Misa unida”, pero la Misa es la oración perfecta…
Algunos responderán: “hasta que la interrumpe un alarido de un niño.”
¿Cómo
compatibilizar el derecho de Dios y la comunidad a una liturgia
celebrada en orden (1 Cor 14) con la “necesidad” de que los niños vayan a
Misa?
¿necesidad?
a) Para
crear el hábito, la virtud. Muchas personas que no viven de acuerdo a
su fe, al menos no la pierden porque de niños se hicieron el hábito de
ir a Misa cueste lo que cueste. Y gracias a ese hábito, no sólo añaden
el pecado mortal de faltar a la Misa dominical y fiestas, sino que tarde
o temprano recibirán la gracia para convertirse.
b) Porque
la presencia Eucarística bendice a los niños. Santa Faustina explica
que los rayos que salen del Corazón Misericordioso de Jesús, son los que
salen de la Eucaristía y ACTÚAN en el alma, santificándola. Por algo
durante dos mil años jamás se utilizó guardería.
Algunas sugerencias:
Para los padres:
· En
lo posible, no contratar una niñera: la fiesta del Domingo debe ser
para todos y hay que tratar de que los demás también puedan disfrutar el
Día del Señor para poder ir a Misa, ayudar a los necesitados, estar en
familia y descansar.
Por
esa misma razón, no se debe ir a restaurantes u ordenar comida u
helados a domicilio (alimentos que se pueden comprar antes del domingo) o
cargar nafta (prever el domingo y cargar el sábado). Muchos Católicos
ponen la excusa que el Sábado a la noche y Domingo es el día que más
trabaja el restaurante y por eso no pueden cumplir el precepto
dominical: no seamos cómplices de ese pecado mortal.
· Deben
comprender que los fieles tienen derecho a poder escuchar la Misa
perfectamente, sin que se les caiga ni una palabra de los oídos:
San
Jerónimo:
«Nosotros leemos las Sagradas Escrituras. Yo pienso que el
Evangelio es el Cuerpo de Cristo; yo pienso que las Sagradas Escrituras
son su enseñanza. Y cuando él dice: “Quién no come mi carne y bebe mi sangre” (Jn6,53),
aunque estas palabras puedan entenderse como referidas también al
Misterio [eucarístico], sin embargo, el cuerpo de Cristo y su sangre es
realmente la palabra de la Escritura, es la enseñanza de Dios. Cuando
acudimos al Misterio [eucarístico], si cae una partícula, nos sentimos
perdidos. Y cuando estamos escuchando la Palabra de Dios, y se nos
vierte en el oído la Palabra de Dios y la carne y la sangre de Cristo,
mientras que nosotros estamos pensando en otra cosa, ¿cuántos graves
peligros corremos?».[199] Cristo, realmente presente en las especies del pan y del vino, está presente de modo análogo también en la Palabra proclamada en la liturgia.
Antes de ir a Misa:
· Asegurarse que hayan comido (algo sólido que les llene por 1 hora al menos) y bebido bien
· Que vayan al baño.
· Llevar
chupete, botella de agua, pañales, y aunque no es lo ideal, como última
instancia, libros u hojas para colorear (se pueden bajar de internet
dibujos bíblicos) o el juguete que más les entretenga y que no lo hayan
utilizado durante la semana (guardar sólo para Misa).
· En el automóvil cantar o rezar con los más grandes tres Avemarías para preparar la Misa y que “todos” nos portemos bien.
· Aunque
no es lo ideal porque debieran obedecer sin esperar algo material, como
última instancia, ofrecer algún premio al que se porte bien u ofrecer
distintos grados de recompensa y que ellos decidan quién se portó mejor.
A los que tienen uso de razón, decirles que se les va a preguntar por
las lecturas y la homilía.
En Misa:
· Sentarse
con todos en el primer banco (eso permite mirar bien a los niños y
además algunos se autocontrolan ante la presencia litúrgica).
· Irse al fondo o fuera si no se puede consolar al niño que llora.
· Pasearse con el niño en brazos.
· No
se debe comer en Misa porque es un sitio sagrado. A lo sumo se podría
amamantar discretamente a un niño que a pesar de haber amamantado justo
antes de Misa, lo requiera por ejemplo, porque tiene una úlcera y la
leche materna es un calmante natural
· Si
realmente el niño es ingobernable, utilizar la parte de afuera, el
patio, la parte vidriada (iglesia divisible o pecera o cry room) o la
guardería de la parroquia, en ese orden de preferencia.
Para los fieles:
· Prohibido mirar con cara de Herodes, queriendo matar a los santos inocentes.
· Pedir el don de la paciencia a Dios
· Agradecer el don de la vida
· Rezar una jaculatoria (por ejemplo, “Virgen María, Madre del Divino Niño, calma a tu niño”)
· Pedir al ángel de la guarda propio y del niño que le ayuden.
Para el Sacerdote:
· Usar un buen sistema de sonido y hablar fuerte.
· Dejar abiertas las puertas laterales y el acceso al patio (si lo hubiere).
· Poner
parlantes externos a prueba de lluvia (si una madre sale afuera por
culpa de su bebé, ella no tiene por qué perderse la Misa).
· Ofrecer antes de Misa, hojas y lápices para colorear (por si alguien se olvidó de traer, puede haber una caja para donaciones).
· Algunos
optan por el “si no puedes, únete” y definen la Misa del Domingo por la
mañana como Misa para niños, pero desde el punto de vista litúrgico no
es lo ideal que los que tienen uso de razón se queden sin una homilía
como corresponde. Asimismo a veces se utiliza esa excusa para empobrecer
la liturgia (música) o llegando a abusos como quitar sin razón lecturas
o partes de ellas.
· Desde
el punto de vista litúrgico (unidad de la comunidad), la división con
ventanales o pecera no es recomendable. Durante por lo menos tres mil
años se las arreglaron sin ellas:
¿Por qué hay cada vez más niños mal educados?
Si los padres no educaron a sus hijos durante la semana, ¿cómo pretenden hacerlo dentro de Misa?
Si
los niños no fueron educados para obedecer a sus padres, a quienes ven,
¿cómo pretenderemos que obedezcan a su Padre y a su Madre a quienes no
ven?
Esto
es una de las consecuencias de que la madre trabaje (a veces sin real
necesidad económica que lo justifique) y de que el padre vuelva tarde
como para comer con ellos: los hijos son consentidos por abuelas o
niñeras, o dejados como “mercadería en consignación” en el “depósito” de
niños (guardería, jardín de infantes).
Las
almas de los niños es lo más precioso que Dios ha confiado a los
padres, después del amor mutuo es la obligación más importante del
matrimonio y debiera ser la prioridad número uno. Nos pedirán cuentas el
día del Juicio. Ay si se pierde alguno de nuestros hijos (infierno
eterno) por culpa de nuestra desidia.
Mateo 18
6
Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le
vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven
los asnos, y le hundan en lo profundo del mar.
7
¡Ay del mundo por los escándalos! Es forzoso, ciertamente, que vengan
escándalos, pero ¡ay de aquel hombre por quien el escándalo viene!
Se agradecen correcciones y comentarios.
¡ Ave María puríssima !
Gracias por tu apoyo. Recemos unos por otros.
Unidos en el Corazón de la Sagrada Familia,
El equipo de voluntarios de IESVS.org
¿Falta fe a tu alrededor? Difunde estos videos que muestran la existencia de Dios, el alma, Jesús, etc.:
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busque en youtube.com “cuerpos incorruptos”
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