PIDAMOS A SAN BENITO QUE NOS ENVÍE UN NIÑO

Por: Ing. Alejandro Pérez Unzner 

       Analista invitado: Dr. Marcelo Busquets

+  ComentAGRO diario + Apuntes de mercados agropecuarios y afines, e idea de ver un poco más allá de lo sectorial. Miércoles 21 de marzo de 2012, 23.50 hs.

Con el apoyo de Aurelio Gundin SA www.aureliogundinsa.com.ar 

y Cereales Quemu www.cerealesquemu.com.ar

    

San Benito de Nursia, patrono de Europa, de aquella (¿Es esta misma?) Europa que él mismo ayudó a fundar en la línea en que después se la conoció, plena de valores cristianos y sacrificada en pos de metas que terminaron cambiando la historia mundial, es el santo del día. Bueno sería pedir por su intercesión que nos viniera un ciclo Niño, como algunos expertos están ya anticipando para la próxima campaña agrícola.

     Justo a él, esforzadísimo en austeridad, notabilísimo en virtud, excelso en humildad. Lejos de los ejemplos, de los “modelos” que a diario sufrimos, en tapa de los diarios y, lamentablemente, también en el medio rural y sus conexos. Lejos de la actualmente descompuesta Europa, cuyo hedor llega a vastos rincones del orbe.

     Dejando de lado las consideraciones semifilosóficas si se quiere, realmente necesitamos tomar de estos ejemplos y modelos, renovar la sangre con la bebida del trabajo y el esfuerzo, escupir el veneno del odio fratricida, dignificar labores y redoblar oraciones, recobrar la fe perdida; en fin, mostrarse fuertes y valientes como el justo abad. Para potenciar las capacidades. Para recibir los buenos frutos. Para no perder la esperanza. Para que la Argentina, con o sin Niño en su cielo, no sea testigo de otro final al estilo del Monte Cassino del ´45 y sí de la heroicidad de sus hijos y defensores, como hubiera querido el santo, a quien respetuosamente homenajeamos en estas líneas.

     Las aguas de las que ayer hablábamos no son, todavía, indicadoras de un Niño caminando, pero sí, en primer término, de un otoño que arranca con cierto dejo de expectativas favorables para la siembra de granos finos, tanto como con cierta preocupación por la trilla de los gruesos. Igual, los que más deberán preocuparse, independientemente de que se dé o no el ansiado Niño, son los norteamericanos, que entran dentro de pocos días en un período muy importante para ir definiendo sus siembras. Las mismas que USDA va a intentar delinear el viernes 30-03.

      Mientras, Chicago no se resigna a vender barato lo alcanzado en cuanto a repunte de precios y espera la marcha de las siembras y, también, que se solucione el conflicto en los puertos argentinos, cosa que a última hora parecía factible. Total, para resignación tenemos la nuestra, caso maíz y sus trabas. Claro que, si hay Niño, el nerviosismo que se vislumbra en esa soja que nunca parece bastar podrá trocarse por cierto relax. Pero eso sería motivo de otro texto, meses después de esta recordación de San Benito, en semanas más cercanas a la fiesta de “El” Niño...