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lunes, 18 de junio de 2012

LOS GAUCHOS SALTEÑOS

 
Por Jorge Mones Ruiz
En un aniversario más del fallecimiento del General Güemes, el Presidente de la Asociación Tradicionalista de Salta que lleva el nombre del gran patriota salteño, honró su memoria en el día de ayer, 17 de Junio, resaltando las virtudes del prócer y de los gauchos soldados de ayer y de hoy. En su discurso (leer más abajo) frente a autoridades provinciales, civiles y militares, el Sr. Carlos Diez San Millán, destacó la acción de un puñado de bravos soldados salteños que en 1975, durante la Operación Independencia en el combate de Manchalá, venció a más de un centenar de guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo - ERP - que en pleno gobierno constitucional pretendían segregar parte de nuestro territorio en esa provincia del NOA.

En este momento en que las autoridades nacionales, por sugerencia de concejales salteños, ordena demoler el monumento que recuerda y honra a aquellos héroes de la Compañía de Ingenieros de Montaña 5 que se batieron contra el terrorismo marxista, el reconocimiento de la Asociación mencionada en las palabras de su presidente, valiente y sincero, nos da fundadas esperanzas frente a los profetas del odio y la revancha.

Sin dudas, la noble estirpe "infernal", el coraje heredado y la santa devoción al Señor y la Virgen del Milagro, siguen distinguiendo a NUESTROS GAUCHOS SALTEÑOS.




                                                             17 de Junio de 2.012
 
Señor Gobernador, Dr. Juan Manuel Urtubey, Sr. Vice Gobernador Don Andrés Zottos, Sr. Intendente Don Miguel Isa, Sres. Ministros, Funcionarios del gobierno Provincial y Municipal, Sr. Arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargniello, Sr. Jefe de la V º Brigada Mecanizada, Sres. Jefes de Gendarmería Nacional, Policía Federal y Provincial, familia gaucha, pueblo entero de Salta, amigos visitantes,  tengan todos muy buenos días.
Una vez más me toca la no fácil pero emocionante tarea de hablar sobre este particular día, que conmemora la fecha en que el alma del General Martín Miguel de Guemes pasó a la inmortalidad y que su sacrificio convalidó la obra y el proyecto en que estaba empeñado.
Hoy, vamos a hablar no de la muerte sino de cosas de la vida, pero concentrados en aspectos de la personalidades de los hombres, aspectos tan viejos como el hombre mismo.
Todos conocemos como se inicia esta historia, el por qué y sus personajes, y la épica marcha del General herido hacia la quebrada de la Horqueta un 7 de junio de hace muchos años, hecho que recordamos todos los años con la marcha evocativa.
En esas instancias, allá en la Quebrada de la Horqueta, con un hombre herido de muerte, en condiciones de asepsia cero, engangrenado, con un panorama terminal, aparece la  tentación de la mano de un emisario enemigo ofertando la prebenda para salvar, no la vida, porque la cuenta regresiva era definitiva, sino el bienestar de los suyos.
¿Dónde estaba la trampa? Pues bien, si Güemes cedía, no le iban a cumplir absolutamente nada de lo prometido a la familia. El triunfo iba a ser convertir al general en un traidor a su causa, transformarlo en un mortal advenedizo como tantos había y hay por supuesto hoy también.
¿Qué ocurrió? El hombre probo, más fuerte que nunca dijo NO, tuvo la fortaleza de alejar el vaso de la tentación, pero siendo fiel a sus principios y enseñanzas, llamó al Coronel Vidt y le hizo jurar que continuaría con la lucha y con el plan trazado, bajo la consigna sagrada de que la dignidad no se negocia. Por eso le llamaban Güemes el incorrupto. 
En la gesta güemesiana hubo muchos héroes anónimos, hombres y mujeres que lucharon y dieron su vida por la causa sin haber sido recordados, como el Sargento Mamaní que fue descubierto por la familia Güemes en Rosario de la Frontera pidiendo limosna, y como los hay hoy, muchos gauchos que se dedican a mantener viva la tradición de Güemes sin recibir nunca un reconocimiento, nada de nada, por eso, familia gaucha, este 17 de Junio llevan nuestras banderas Nacional, Provincial, de Macha y Papal, como así también hacen de escoltas, hombres y mujeres que nunca han sido considerados para estos honores, pero se lo merecen y lo hacen en representación de todos los que desfilan hoy y que corresponden a los 6.600 gauchos, soldados, que comandó el Gral Güemes, y así, de esta manera queremos saldar esta tremenda deuda injusta que estaba pendiente.
La Asociación Tradicionalista Salteña Gauchos de Guemes también ha querido dejar restañada una herida reciente, que ya cicatrizó, porque el tejido del alma, cierra con más fuerza cuando corre buena sangre por las venas, por eso, Señor Gobernador no se sorprenda cuando mire para atrás y vea juntos a todos los fortines y agrupaciones gauchas que dejan de lado sus diferencias como símbolo eterno de la amistad  y la unión de los gauchos como el General Güemes hubiera deseado y dispuesto, y en este sentido, la Asociación es respetuosa de la historia y de sus hombres en el ayer y en el pasado inmediato.
Nuestra institución como custodia de esa tradición que forjaron los soldados de Güemes, rinde culto a los bravos argentinos que han entregado su vida por la Patria, así es que honra a los hombres que han dejado su sangre en Malvinas y en todos los lugares, donde nuestros soldados, bajo bandera, defendieron la patria de agresiones externas que intentaron arriar la bandera celeste y blanca, ayer y hoy, por eso,  les llamamos héroes, son los héroes de Malvinas, los héroes de Manchalá, y tantos otros, como así también mantenemos la memoria de los Coraceros, los Húsares, los Infernales, cada uno en su tiempo y momento histórico.
Intentar validar hoy en el presente, el nombre de aquellos hombres del pasado, como los Infernales de Güemes, que pasaron a la historia cuando murió el Hombre que les dio la existencia y pretender invocarlos a través de los Infernales de Malvinas o Manchalá, es jugar con los sentimientos de los familiares que  perdieron a los suyos en estos últimos tiempos.
Los Infernales de Güemes no existen ya como la división que eran, pero su recuerdo se mantiene firme en los Infernales de Güemes del Regimento 5 de Caballería, que son los custodios y monumento animado de su memoria,  orgullo glorioso para nosotros los salteños,  y debemos honrarlos y respetarlos como lo hacemos  permanentemente hoy en día, en todo momento, por lo que hicieron cada uno sin extrapolaciones de acciones ni tiempos, a todos y cada uno de ellos, por eso se perpetúa el recuerdo de manera simbólica con un monumento.
Ante esto, aquellos que no pierden la costumbre de gritar y vociferar, de un lado y de otro, deben entender  de que no es más gaucho  el que más grita, el más prepotente, el que descalifica sin autoridad, el más violento en la calle o dentro de la casa, ni el que más habla, ni el que más toma.
El ser Gaucho es un estilo de vida, un sentimiento y sobre todo, comportamiento hacia sus semejantes.
El General Güemes, logró su objetivo aún después de su trágica muerte, perdió muchas veces, aprendió que las derrotas son el preludio de la victoria, porque tenía claro  que había nacido para ser libre y lo logró en base a la originalidad de su accionar, iniciativa, creatividad permanente y al sacrificio total.
Entendió que el amor a su gente,  junto al respeto merecido y el perdón, eran tan importantes para él como la ansiada libertad, porque el espíritu no puede ser realmente libre, si no tiene capacidad de perdonar.
Güemes tuvo esa virtud de enseñarnos a volar hacia la libertad y ser libres en ella, pero para serlo, debemos ejercerla y practicarla todos los días y en cada uno de los actos, como un ejercicio permanente.
El Gral. Gaucho como buen cristiano y creyente,  fue un verdadero maestro, cuyas enseñanzas debemos hacer perdurar y transmitir a todas las generaciones venideras.
Necesitamos hombres y mujeres que pongan pasión en sus actos, la pasión de la razón, no la de la violencia; que propaguen con esperanza y firmeza las enseñanzas recibidas, para que sea una realidad la construcción de un mundo en verdadera libertad y servicio, sin que ello signifique una aventura de vida, porque ser libre  no es sinónimo de estar libre.
Güemes debe seguir siendo el elemento de unión de la familia gaucha y todos debemos sumar, porque así quiere la mayoría y así debe ser cuando se dice vivir en democracia.
Es posible la vida en unión, en comunión con el disenso que es necesario como motor de la creatividad, y aquí en esta tierra, en estos tiempos, tenemos un ejemplo palpable de lo que se puede hacer cuando la comunidad se une, dejando de lado los egoísmos, respetando las diferencias y la disparidad de pensamiento, mirando el futuro bajo la óptica del bien común y todos así comprenderán como se fusionan los conceptos.
Hoy en Salta, querida familia gaucha y en muchos lugares del país y fuera de él,  la sola mención de la palabra que identifica a un solitario lugar de la puna que se llama Alfarcito, trae a la memoria y realidad la figura de otro hombre que ha entregado también su vida por la unión, la obra de un hombre que andaba en un caballo mecánico con su poncho rojo al viento, trabajando por esta patria, por una comunidad con un objetivo que ya trasciende las fronteras,  me refiero a la obra de ese hombre llamado Sigfrido Moroder, más conocido por Chifri.
¿Qué tiene que ver esto con la gesta Güemesiana? Se preguntarán algunos, tiene que ver y mucho, porque ya entra en el plano de las tradiciones y de la vida, porque  ambos amaban esta tierra, los dos querían a su pueblo y deseaban la paz, la unión y el bienestar de los suyos como lo deseamos todos nosotros.
Por eso pidamos por nuestras familias, por nuestras tradiciones y por nuestros patronos, sin distinción de pensamientos, Credos ni religiones, diciendo fuerte al viento ¡Viva el General Güemes! Viva la Patria !, y ¡Vivan nuestros patronos el Señor y la Virgen del Milagro!. Gracias.

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