Por el Dr. Gustavo Demarchi
Partiendo con el titulo sobre el
final de este artículo, plagiando el esquema de García Márquez en "Crónica de un Final Anunciado", comienzo con el
tratamiento de la existencia en la seudo-justicia argentina de un monstruo
jurídico sobre el Cartel de los Testigos Falsos.
Al hacer mérito de estos
testimonios se esta provocando una sucesión de condenas que descalabran la
administración de justicia que, en otros países donde impera la República y la
independencia del Poder Judicial, ya se hubiera declarado la nulidad de esas
sentencias basadas en la felonía.
¿Dónde escondieron a Julio López?
La esencia del proceso penal no
son las esotéricas doctrinas rosas de Zaffaroni
u Oyharbide o Portela. Por el contrario la esencia es la controversia de la
hipótesis, pero ante un testimonio falso no se puede contraponer nada más que
la prueba maldita, como es probar el hecho negativo.
El falso testimonio prestado en
juicio por el mendaz lenguaraz destruye la presunción de inocencia y hace
transitar a la víctima el calvario de acreditar su inocencia.
El mundo al revés.
Esas declaraciones perjuras son
tomadas en la mayoría de los juicios llamados "de lesa humanidad" por
una nueva y siniestra corporación:" El Cartel de los Jueces
Prevaricadores" que así, con sus decisiones aparece como el "Cartel Supremo"
que concreta la condena de los enemigos de ellos o de " El Régimen K
" o del Fuherer Prinzzip de Neshtor, convirtiéndose en los
negadores de la Justicia y travestidos a los verdugos de "El Cartel de los
Jueces Prevacaricadores".
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