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lunes, 3 de septiembre de 2012

EL COMODORO ESTRELLA




Por Antonio J. Sesin

Con la firma de esta nota, nos daremos cuenta quién la escribió. Es el hijo mayor de mi querido amigo y compañero Fernando Estrella, hoy preso político, detenido en La Rioja, sin causa alguna. Juan Manuel es medico cardiólogo infantil y trabaja en el vaticano, tiene 8 hijos en Córdoba. Él no consigue trabajo en Argentina por portación de apellido y tiene un parecido total a su padre, "tiene unas pelotas más grandes que la Casa Rosada", sirva esta presentación y difusión, para traerlo de vuelta al país, con un trabajo digno. SIIIIIIIIII
De su padre, diré que es mi compañero del alma, que junto con el Bri. Comes, Mariani, Com. Francisca y el May. Benítez, se encuentran todos como presos políticos fuera de toda ley y la constitución nacional.
Juan Manuel, te ruego hables con el Papa, que como representante de Dios en la tierra, le pida que vuelva a la Argentina, y a esta lacra inmunda que nos gobierna también los meta en el infierno en el cual nos metieron, y de paso una bendición para el pueblo argentino de verdad.
Gracias Juan, y te mando un fuerte abrazo
A. J. Sesin
Av.Mil. Faa



CARTA ENVIADA POR UN CIUDADANO A OTRO, QUIEN FUERA AVIADOR MILITAR.

Enviada al Mayor de la FAA Antonio Sesin 

Querido Aviador militar, My Sesín
Generalmente le he escrito en relación a temas personales o directamente relacionados con las causas que afronta mi papá.
Esta vez le pido que le haga saber a nuestros queridos prisioneros de guerra que no están solos. Hay una Patria que los ama, que los reclama y que siente dolor porque lo nuestro está en poder del enemigo.
Un dolor parecido al despojo de Malvinas donde la impotencia y la esperanza crecen al mismo tiempo que la entrega de nuestros mártires de la Patria.
Algunos argentinos no tienen idea de lo que es la Patria, muchos por ignorancia culpable, otros engañados, otros creen saberlo, y muchos miran al costado… o sus finanzas. Sin embrago, en cada uno de nuestros soldados está inscripto el genoma de la Patria.
No están solos nuestros soldados, que una vez más conmueven con su ejemplo y gallardía los corazones y almas nobles del mundo entero. La condición militar no se pierde nunca, ni con la edad ni con las pretendidas bajas decretadas por usurpadores del derecho.
No ha habido en la Historia militares como los nuestros, que siguen en servicio activo aunque muchos de ellos sean octogenarios, y estén achacados por los males propios de la edad y el daño moral de  un pretendido olvido.
Cuando era niño les aplaudía en los desfiles militares, si es que no les estaba haciendo el saludo militar en la ilusión de ser uno de ustedes, y se me ha agitado el corazón en las demostraciones de nuestras escuadrillas como la que Usted lideraba.
Se me ha hinchado el pecho de ver nuestros aviones partir a la Antártida, de ver nuestros soldados asistiendo al pueblo en los desastres naturales.
He aprendido que el militar es un bien impostergable, siendo testigo de tantos colimbas que llegaron niños ignorantes y salieron de los cuarteles como hombres de bien, se fueron de baja instruidos, algunos con oficio, hermanados.
Muchas veces he atragantado un lagrimón de ver los cuerpos mutilados y destrozados por ataques terroristas incluso dirigidos contra la población civil. He tenido el honor de vestir el uniforme de la Patria durante el conflicto de Malvinas, y de haber conocido personalmente tantos héroes que nunca regresaron.
Querido Sr. aviador militar:
En ustedes la Patria palpita con latidos de heroísmo. Ruego a Dios por que sepamos imitar vuestro ejemplo, y sepamos distinguirnos en la entrega, sin reservas.
Gracias por cumplir y seguir comprometidos con el juramento de seguir constantemente la bandera, y defenderla hasta perder la vida.
No tendríamos ni Patria, ni bandera, ni ideales, sin vuestro sacrificio.
¡Garcias!
Y ¡Viva la Patria!
Juan Manuel Estrella,
Soldado instruído FAA

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