NO AL GOLPE DE ESTADO: DEBATE PÚBLICO SOBRE LA "OPERACIÓN TAQUITO MILITAR"

En la foto: Vimos rendirse a los ingleses, ¿no vamos a ver rendidos a una manga de cagones?

Por Emilio Nazar Kasbo

Este es un artículo de "política ficción", así como existe una "historia ficción", y una "ciencia ficción", o una "literatura de ficción". Es decir, abordaremos una potencialidad de lo que existe en grado y condición de virtualidad que podría o no sucederse, y en cuanto tal, podría o no darse. Por ello, trátase de una construcción hipotética, en el marco de lo que más abajo se expone.

Aparece en primer término el Sr. Carlos Belgrano haciendo un llamamiento a los integrantes de las Fuerzas Armadas a que el día 8 de noviembre de 2012 desconozcan todas las órdenes de la superioridad a fin de tomar el control institucional, en medio del cacerolazo que se producirá, que se presiente desbordante y multitudinario. A este punto de vista lo hemos denominado “Operación Taquito Militar”.

Luego, el Dr. Cosme Beccar Varela indica que los integrantes de las Fuerzas Armadas deben participar como ciudadanos, no como militares.

Cabe destacar varios factores en el análisis de ambas posturas:

1-  Ya no hay “gorilas” y “antigorilas”, porque no hay peronistas en el Gobierno sino “Kirchneristas”, “Nestoristas”, “Cristinistas” y “Camporistas” que pueden sintetizarse bajo la calificación de mercenarios oportunistas.

2-     Para los peronistas, si el General Juan Domingo Perón estuviese vivo, los volvería a echar como ya lo había hecho antes, y no sólo eso, los habría perseguido uno a uno tal como lo ordenara él mismo en su oportunidad; para los antiperonistas, el oficialismo es el mismo peronismo bajo otra forma, mutante y adaptado, y por tanto llegan a la misma conclusión: debería el oficialismo ser echado;

3-     En el diagnóstico, los mencionados en el punto 2 (con excepción del factor ideológico y la consideración del “peronismo”) coinciden; y excepto los de orientación liberal o los de orientación ultraizquierdista, también coinciden en soluciones al problema, acordando en la urgencia de la solución y en la inadmisibilidad de grandes plazos para ello;

4-     La misma Constitución Nacional reformada en 1994 insta a la desobediencia civil y militar en su articulado, entendiéndose que un Gobierno que actúa usurpando funciones debe ser depuesto; sin embargo, en caso de deposición del Gobierno, la seguidilla de “sucesores” para ocupar la Presidencia sería igualmente nefasta, conduciendo tal situación a la aporía del vacío legal institucional;

5-     La Argentina ha sido sometida a un Genocidio Múltiple: espiritual, cultural, intelectual, político y económico, por parte de quienes han convertido la espiritualidad en un negocio, de quienes han pretendido cambiar la cultura por la pornografía devenida en “arte”, trocando la intelectualidad en una monocorde erudición en materia de lujuria particularmente en su aspecto antinatural, convirtiendo la política en un botín de guerra como aval a cualquier tropelía con la excusa de obediencia de todos a quien ocupa el cargo (una cuasi monarquía no explícita), sumiendo a la población en la más abyecta miseria mientras los gobernantes se enriquecen a más no poder a costa del pueblo, potenciando sus fortunas personales;

6-     El futuro del país se encuentra comprometido por la actual situación, que no admite demoras;

7-     La reacción militar debiera darse del siguiente modo: en protección a quienes ejerzan su derecho de manifestarse como oposición al Gobierno, y en el control institucional que dicha protección amerita.

Cabe destacar que el militar lo es en toda su vida, siendo imposible dividir su acción como ciudadano de su acción como militar. Por ende, toda acción que los integrantes de las Fuerzas Armadas en actividad (o retirados) pudieran realizar en dicha oportunidad, sería en su condición de tales.

Por otra parte, con motivo del fallecimiento del Contraalmirante Carlos Büsser, del Contraalmirante Carlos Robacio, y del Coronel Mohamed Alí Seineldín, todos ellos Héroes de Malvinas y patriotas católicos cabales, debiera realizarse en la misma jornada un desfile militar por las calles, en reivindicación particular de los tres difuntos que a su muerte merecieron honores militares, así como de todo el resto de los camaradas excombatientes de Malvinas no reconocidos hasta el presente. Efectivamente: los militares deberían salir a la calle a reivindicar su propia dignidad, su propio honor, su propia condición de servicio a la Patria, por la cual han juramentado darlo todo y hasta la vida si es necesario.

COINCIDAMOS EN EL FUTURO

En la ciudad de Buenos Aires han aparecido recientemente pintadas de una supuesta agrupación denominada “La Néstor” (se ve que si en vida no lo era… seguramente habrá probado o le habrá gustado, para recibir el calificativo de “la” como título honorífico “post mortem”). Dichas pintadas consignan: “no al golpe – sí a la democracia”.

Evitar todo tipo de derramamiento de sangre, y mucho menos por un tema como es quién ocupa hoy el máximo cargo del país. El oficialismo actual lleva en el poder desde el año 2003, y su desgaste va a pasos agigantados con el correr de los días. Las prebendas con que compran manifestaciones y adherentes son cada vez más insuficientes, y no sólo eso. La Presidente está rodeada de traidores e ineptos incompetentes, que hablan mal de ella a sus espaldas, que la critican en privado, y que hasta le roban tanto en la acción pública como en la privada. Efectivamente, quien se rodea de delincuentes, no puede más que esperar que le roben, y así los negocios personales de la familia presidencial tienen un importante egreso en tal rubro. Si la Presidente se pusiera a buscar en detalle lo que sucede con los bienes mal habidos que ostenta, se llevaría una sorpresa, porque sus cuentas propias no cierran: “Ladrón que roba a ladrón…”

Todo argentino de bien coincide en la oposición a un golpe de Estado que mantenga las cosas en la situación actual, que sea un mero cambio de nombre, o que pretenda entregar el gobierno a los mismos vendepatrias que expulsa del poder (como históricamente ha sucedido en la Argentina). Todo argentino de bien ha de oponerse a un golpe de Estado, a cualquier subordinación del país a potencias extranjeras, o que permita que un nuevo grupo de delincuentes ocupen el Gobierno para saquear al país en sus más supremos y sagrados ideales espirituales y materiales.

Y todo hecho en nombre de la misma Constitución, la cual habilita a su propia violación en su mismo articulado. De modo que una vez decaído un Gobierno, debiera constituirse un Consejo de Estado convocando a todas las organizaciones Gremiales, Asociaciones Profesionales y Empresariales para constituir inmediatamente la Comunidad Organizada de tal modo, implementando el Modelo Argentino propio, fundamentado en el origen, raíz y esencia de la propia nacionalidad, tal como lo ha declarado oportunamente el Episcopado de la Argentina. Tal Comunidad Organizada ha de instituirse para designar a los mejores en los cargos, de modo que instituida jerárquicamente la Nación, sostenida por el brazo armado que constituye la Fuerza Militar, se establezca una nueva Constitución para el país, adecuada al Tercer Milenio en base a las sana y legítima Tradición heredada de la historia grecorromano-hispánica.

Pero de llegarse a tal extremo, se trataría de una segunda fase, llamada “Operación Covadonga”… y ¡Arriba Argentina!