Trompa, toque:
¡Galope, a la carga y a degüello!!, ordenaba el gran Jefe.
Que los maturrangos,
sientan el enojo de los Granaderos de San Martín.
“¡La victoria es
nuestra!! ¡El sol por testigo!!” Grl D. José de San Martín.
En medio de una gran conmoción popular, fue relevada
la Custodia del Regimiento de Granaderos a Caballo, a la casa y Templete al
Gral José de San Martín, en la
ciudad de Yapeyú en la Provincia de Corrientes, provocando la reacción popular,
con la gente congregada a pesar de la lluvia. Tales hechos ya sucedían en el
mes de febrero de 2009, y tenían un precedente el 17 de agosto de 2008. El
testimonio resulta estremecedor, aun para los incrédulos que creen exterminado
todo sentimiento patriótico en Argentina.
AUTOCONVOCADOS
Miles de ciudadanos correntinos se concentraron
en Yapeyú para despedir al micro que retiró a los Granaderos a Caballo de dicha
ciudad. Los Correntinos, ante la patética actitud del gobierno Nacional de
retirar la guardia de la casa natal de San Martín, en Yapeyú, realizaron una
gigantesca manifestación que incluyó desfiles.
Los manifestantes aclamaron a gritos a los
Granaderos. “Vamos Granaderos a Caballo de Yapeyú ¡Argentina viva!”, gritaba
una manifestante, mientras el micro era precedido por una gran caravana de
vehículos desbordados de ciudadanos que ondeaban banderas argentinas, mientras
al borde de las calles presenciaban la despedida numerosísimos ciudadanos. Los
bocinazos marcaban la indignación de los correntinos.
Personas de todas las edades, familias e
incluso niños, autos, camiones y hasta tractores, formaban parte de la
manifestación.
Gauchos correntinos de a caballo desfilaron,
representando a sus patrióticas agrupaciones tradicionalistas.
EL PUEBLO LOS PIDIÓ
Todos bloquearon al micro donde viajaban los
Granaderos, impidiendo la salida del vehículo. “Queremos paso. Agrupación Yapeyú.
Abrimos paso, para que los Granaderos ejecuten la orden, por favor”.
Y un gaucho respondió:
- “Quiero que sea claro, vamos a abrir el paso
como pedido del Teniente Coronel, porque si fuese por la Presidenta nosotros no
abrimos paso. Porque la Patria nació en Yapeyú, la Patria no nació en Buenos
Aires. Dígale a la Presidenta. San Martín nació en Yapeyú, y estamos dispuestos
a pelear como peleó San Martín por nuestra libertad. Acá no está la Presidenta,
acá está el pueblo”, dijo un gaucho tradicionalista correntino entre
aclamaciones y aplausos, con gritos a viva voz que decían: “¡Viva la Patria!”
- El pueblo los pidió, y ellos son los celosos
custodios del solar natal del Padre de la Patria-, dijo una ciudadana
participante de la manifestación.
Otro manifestante decía: “A estas horas, y a
partir de esta situación, el solar, el templete del General San Martín, queda
desguarnecido, desprotegido”
VERGÜENZA NACIONAL
- Fíjese señor, la tristeza de este pueblo.
Nosotros los pedimos –afirmaba la misma manifestante-. Nosotros los pedimos. Están
acá para dar custodia al templete. El día del homenaje San Martín va a estar
sin sus hombres, muy a su disgusto. Ellos no deseaban irse, pero están
cumpliendo, están bajo bandera. Por eso estamos despidiéndolos, para que no se
vayan tristes.
- Nosotros vamos a ser la custodia en este
momento. Porque queda custodiado por el pueblo de Yapeyú –gritaba una señora
mayor.
- Los granaderos son nuestros. Es una vergüenza
lo que nos hizo la Presidenta de la Nación. Es una vergüenza. Esto es una vergüenza
nacional lo que pasó en Yapeyú hoy, y el 25 de febrero (de 2009). Ya el 17 de
agosto (de 2008) se hizo el mismo trabajo, y ahora se vuelve a repetir. Es un
pueblo celoso de su Historia, y nos tocaron lo más profundo del corazón. Con
esto, Yapeyú pone de manifiesto y muestra a toda la Argentina lo que es la
Historia de nuestro País. La Presidenta debería volver a hacer la escuela para
recordar quién nació acá, en Yapeyú, Corrientes- afirmaba la manifestante
Mientras tanto, se escuchaban los gritos del
pueblo de Yapeyú, aclamando “Se siente, se siente, Yapeyú está presente”.
SILBATINA
Cabe recordar que durante el acto de Homenaje
al Libertador San Martín realizado el 17 de agosto de 2010, quien fuera Jefe de
Gabinete de la Presidencia de la Nación, Aníbal Fernández, fue fuertemente
abucheado por el pueblo correntino congregado. El Ministro respondió al abucheo
diciendo: “Para todo argentino, ¡MENOS PARA EL QUE SILBA!, y para quienes
abrevamos en el movimiento nacional ha sido una constante, la necesidad de
expresar nuestro homenaje a San Martín”.
Los silbidos y abucheos fueron recorriendo
distintos segmentos de su discurso. Palabras muy grandes en ciertas partes,
puestas en boca de quienes disolvieron todo espíritu patriótico católico, y
todo lo que pueda recordar incluso remotamente al espíritu militar católico.
Los Granaderos están prontos a desaparecer de
la faz de la Argentina, de la mano del mismo Gobierno que hunde al país en el vértigo
antinatural del sinsentido.
La chiflatina contra el Gobierno, en el
interior del país, es cada vez mayor.
BICENTENARIO
SANMARTINIANO
Este año 2012 se cumple el bicentenario de la
creación del Regimiento de Granaderos a Caballo. La ideología gubernamental
evitó el verdadero orgullo nacional que la fecha significaba: una orden desde
la Casa Rosada obligó a realizar un acto simple y casi sin asistentes. Se
eliminó la trompa convocando al minuto de silencio, la suba de la bandera, los
tambores de la banda montada en sus caballos de un mismo pelo, los uniformes de
gala y el sable corvo, impidiendo la presencia de la multitud que los
aplaudiera o el tono de convocantes marchas militares.
Las puertas de la Casa Rosada se cerraron al
pueblo, el acto se aisló sin vivas a la Patria, y mucho menos aplausos ante el
frío y asqueroso discurso pronunciado por el Vicepresidente Amado Boudou, en
ejercicio de la Presidencia.
La repercusión de tal decisión se extendió por
todo el país, mostrando la vigencia del movimiento Sanmartiniano. En la Plaza
San Martín hubo cerca de un centenar de personas que a viva voz entonaron el
Himno Nacional y la Marcha de San Lorenzo, en repudio a la decisión impuesta
desde la Casa Rosada.
Al parecer, la Historia está aun por comenzar… y
hay numerosos signos de esperanza para ello.