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martes, 2 de abril de 2013

EL CARDENAL CAÑIZARES Y EL VATILEAK DEL CAMINO NEOCATECUMENAL, CUYA LITURGIA FUE RECHAZADA



En la foto: En gran contraste, Primera Comunión católica dada por Benedicto XVI a una niña de rodillas, en la boca y con patena; y una Primera Comunión en la mano en el Camino Neocatecumenal con pan ácimo elaborado en casa de un integrante del movimiento, con pedazos grandes que caen al suelo, recibida por una niña sentada.

Por Emilio Nazar Kasbo
Se rumorea que el Cardenal Cañizares Llovera iría a Madrid, en tanto que fue el impulsor de una maniobra para una impulsiva y prepotente aprobación de la “misa Kika” descubierta por un Vatileak. Mientras tanto, el Camino Neocatecumenal continúa con su “liturgia eucarística”, a pesar de que la misma ha sido considerada por los peritos como incompatible con el Rito Católico. El Camino Neocatecumenal debe adaptarse al Rito de la Misa Católica. los "kikos" ahora renuevan sus expectativas de aprobación de su "liturgia", y en caso de que así no fuese, adoptarían una conducta de obsecuencia externa y de rebeldía interna, tal como realizan hasta el momento, según trascendidos.

SALTO DE TEMA
En un artículo cuyo autor es Andrés Beltramo, la web de Infocatólica reprodujo a mediados de 2012 una carta del Cardenal Burke fechada el 14 de enero de 2012 que frenó el decreto de aprobación de la “liturgia” del Camino Neocatecumenal que ya tenía fecha definitiva para seis días después. Esa carta fue filtrada en el marco de los Vatileaks, y en ella Burque hacía saber al Papa que había tenido noticia de la proyectada aprobación por vías no oficiales, ya que el Cardenal Cañizares le había ocultado el asunto, cuando debió hacerlo como miembro del Dicasterio. Asimismo, expresaba sus “fuertes reservas” respecto de las innovaciones litúrgicas del Camino, que “reflejan una visión antropocéntrica, teocéntrica, de acción litúrgica”.
Efectivamente, el 16 de mayo de 2012 se reunió la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) en una sesión ordinaria para tratar el tema de los “lefebvristas”, pero todo derivó a una cuestión que nada tenía que ver: la fidelidad litúrgica de las “misas” del Camino Neocatecumenal.
El 20 de enero de 2012 el Papa Benedicto XVI había recibido en el Aula Pablo VI a miles de “kikos” en la audiencia, mientras en los días previos circulaba el rumor de que el Papa iba a aprobar en esa ocasión de modo definitivo, su particular “misa”. Es más, los fundadores del Camino, Francisco José Gómez de Argüello “Kiko” y Carmen Hernández estaban seguros que la aprobación era un hecho, porque así se los había comunicado el Pontificio Consejo para los Laicos

NO ES LITURGIA CATÓLICA
Fue el Papa Benedicto XVI quien desautorizó el rumor. La “liturgia” no fue aprobada. Además, el papa ordenó a la CDF que se estableciera una Comisión Interdicasterial, para analizar si las misas neocatecumenales se encuentran en conformidad con la doctrina litúrgica católica. Ya en el primer encuentro, el 26 de marzo de 2012, todos los expertos se pronunciaron NEGATIVAMENTE, y el 16 de mayo se elaboró el dictamen.
En el medio de los Vatileaks, el diario italiano “La Reppubblica” difundió una carta enviada por el cardenal Raymond Leo Burke, prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, al secretario de Estado de la Santa Sede, Tarcisio Bertone, en la cual el purpurado estadounidense manifestaba su perplejidad por la anunciada aprobación de las “misas” del Camino, enumerando casi todas las objeciones que numerosos Obispos ya vienen expresando desde hace muchos años al respecto.
De palabra, el mismo Kiko y sus seguidores han desmentido las críticas… sólo “de palabra”, puesto que los hechos indican todo lo contrario.
El Papa leyó la carta, y firmó de puño y letra: “Retorno al Card. Bertone, invitando al Card. Burke de traducir quizás también estas observaciones muy justas a la Congregación del Culto Divino. BXVI 20.I.12”.

LA DENUNCIA
A continuación, se transcribe la carta:
14 de enero de 2012
Eminencia reverendísima,
Al regreso de la Solemne Misa celebrada por usted y de la ceremonia en el Palacio de los Tribunales para la inauguración del año judicial del Estado de la Ciudad del Vaticano, he encontrado sobre mi escritorio una invitación formal a una celebración del Santo Padre “en ocasión de la aprobación de la liturgia del Camino Neocatecumenal”, prevista para el 20 de enero p.v. Adjunto una fotocopia de la invitación, estampada con una imagen del Señor a colores en el reverso, que tal vez Vuestra Eminencia ha recibido.
No puedo, como Cardenal y miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, no expresar a Vuestra Eminencia la sorpresa que la invitación me ha causado. No recuerdo haber sentido de una consulta con respecto a la aprobación de una liturgia propia de este movimiento eclesial. He recibido, en los últimos días, de varias personas, incluido un estimado Obispo estadounidense, expresiones de preocupación con respecto a una tal aprobación papal, de la cual ellos habían ya sabido. Tal noticia era para mí puro rumor o especulación. Ahora he descubierto que ellos tenían razón.
Prescindiendo de la cuestión sobre el modo con el cual tal aprobación ha sido preparada para el Santo Padre debo, en conciencia, expresar mis fuertes reservas en sobre las innovaciones que el Camino Neocatecumenal ha introducido en la celebración de la Sagrada Liturgia. Estas innovaciones fueron ya corregidas en 2006 por el Cardenal Francis Arinze, entonces prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, pero debo decir que las correcciones no han tenido algún resultado, al menos en los Estados Unidos.
Las comunidades de este movimiento han continuado a celebrar la Misa con innovaciones significativas, abiertamente contrastantes con la disciplina litúrgica a observar en las parroquias donde ejercen su apostolado.
Sin entrar en un detallado comentario de las innovaciones, expreso mis principales preocupaciones. El lugar preferido para la celebración de la Santa Misa, el modo de disponerse de los miembros durante la celebración y el modo anómalo para la recepción de la Santa Comunión, a mi parecer, exageran gravemente el aspecto de banquete en el Sacrificio Eucarístico y descuidan el ministerio insustituible del sacerdote en la Santa Misa.
En la misma línea, las largas admoniciones dadas por los miembros desde el ambón durante la celebración de la Santa Misa relativizando la proclamación de la Palabra de Dios y la homilía sobre la Palabra de Dios del ministro ordenado. Mientras tales admoniciones podrían tener un lugar apropiado en las celebraciones no-litúrgicas, representa, a mi parecer, una grave distorsión del rito de la Misa.
Finalmente, como fiel conocedor de la enseñanza del Santo Padre sobre la reforma litúrgica que es fundamental para la nueva evangelización, sostengo que la aprobación de tales innovaciones litúrgicas, también después de las correcciones de las mismas de parte del Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, no parece coherente con el magisterio litúrgico del Papa. En modo particular, las innovaciones reflejan una visión antropocéntrica, no teocéntrica, de la acción litúrgica, sobre la cual el Santo Padre ha siempre insistido claramente.
Expreso estos pensamientos con todo el respeto para el juicio del Santo Padre en esta materia. Pero, por la responsabilidad que me corresponde en cuanto Cardenal de ayudar al Papa en el ministerio petrino, he debido expresar mi mente sobre una cosa tan importante para la vida de la Iglesia en su plena y más alta expresión.
Aprovecho de la circunstancia para confirmarme, con sentimientos de deferente obsequio, de la Eminencia Vuestra Reverendísima devotísimo en el Señor.
Raymond Leo Cardenal BURKE
Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica

LA MANIOBRA
Fue el Cardenal Cañizares quien maniobró el tema de las ‘liturgias’ del Camino Neocatecumenal para tratar de obtener aprobación de las ‘liturgias’ de dicha organización. Así lo afirmó Sandro Magister en el contenido de un artículo publicado en Chiesa On Line, en el que analizaba los posibles futuros cambios que se avecinan con la elección del Papa Francisco.
Efectivamente, a principios de 2012 los miembros del Camino Neocatecumenal habían hecho una fuerte campaña propagandística en la cual se señalaba que el Pontífice aprobaría su ‘liturgia’, cosa que no ocurrió. Tiempo después, y una vez fallida la tal aprobación, el propio Magister fue quien explicó que alguien (el Cardenal Cañizares) de dentro de los Sacros Palacios fue quien convenció a los miembros del Camino Neocatecumenal de la, en aquel entonces, inminente aprobación de su ‘liturgia’. Pues bien, Magister señala claramente al responsable en su artículo:
Fue clamoroso, hace dos inviernos, el golpe de mano de los neocatecumenales, que casi consiguieron arrancar la aprobación de Joseph Ratzinger a sus bizarras liturgias. El Papa lo descubrió y bloqueó todo in extremis. Le dolió ver que entre los autores de la maniobra había un cardenal en el cual había depositado una gran confianza, el prefecto de la congregación para el culto divino Antonio Cañizares Llovera. Ordenó a la congregación para la doctrina de la fe que examinaran las liturgias de los neocatecumanelaes. El dossier descansa ahora en un cajón.”

SOLO APROBARON SACRAMENTALES
Lo que se dio a conocer, en vez de la aprobación total de toda la “liturgia” neocatecumenal, es el decreto por el cual el Consejo Pontificio para los Laicos, con el dictamen favorable de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que concede la aprobación de aquellas celebraciones contenidas en el Directorio Catequético del Camino Neocatecumenal que, por su naturaleza, no están ya normadas por los libros litúrgicos de la Iglesia -o sea, las que no son estrictamente litúrgicas-.
En definitiva, se aprobó aquello que no tiene nada que ver con la Santa Misa, que sí está 'normada' por los libros litúrgicos. Todo lo que se salga de ahí en dichas celebraciones son simples abusos litúrgicos que, en ningún caso, han recibido aprobación alguna por parte de la Santa Sede, ni del Papa, y que de hecho fueron reprobados en su día por el mismo beato Juan Pablo PP. II, a través de la Instrucción "Redemptoris Sacramentum", preparada por mandato suyo por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en colaboración con la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En su discurso del 20 de enero de 2012, el Santo Padre Benedicto XVI dijo, entre otras cosas: "La celebración en las pequeñas comunidades, regulada por los Libros litúrgicos, que hay que seguir fielmente, y con las particularidades aprobadas en los Estatutos del Camino, tiene la función de ayudar a cuantos recorren el itinerario neocatecumenal a percibir la gracia de estar incorporados al misterio salvífico de Cristo. (...) Al mismo tiempo, la progresiva maduración de la fe de cada persona y de la pequeña comunidad debe favorecer su incorporación en la vida de la gran comunidad eclesial, que encuentra su forma ordinaria en la celebración litúrgica de la parroquia, en la cual y por la cual actúa el Neocatecumenado".

ALGUNAS CRÍTICAS
Muchos critican que el Camino Neocatecumenal absorbe en sí la vida de la Parroquia, considera que sólo los integrantes del movimiento son “católicos”, y el resto son relegados. Un mero “accidente”, y quien no desea incorporarse al Camino, por carecer del “carisma” del mismo, debe soportar la discriminación, y no todos son lo suficientemente pacientes como para quedarse en esa Parroquia. Se torna casi imposible la convivencia en una misma Parroquia de integrantes del Camino con “los demás”, porque el Camino repulsa a quienes no aceptan pertenecer al mismo. Sí, el CN espanta de la Parroquia a quienes no se adhieren.
Las personas que forman parte del Camino, niegan rotundamente que sus abusos litúrgicos lo sean, fundados en la obediencia a su máximo líder, que no es Jesucristo ni el papa, sino su fundador, y la interpretación que él tiene del Concilio Vaticano II como ruptura con toda la Historia de la Iglesia. Los miembros del Camino Neocatecumenal no reconocen que su “liturgia” es un invento, acusan de “desinformación”, afirman que sus abusos litúrgicos son la “liturgia de la Iglesia”, que la “liturgia del CN es la liturgia de la Iglesia” (para ellos, Iglesia es sinónimo de CN, y por tanto fuera del CN no hay salvación), y por ese mismo motivo consideran que su liturgia no debe ser aprobada (obviando que es el Papa el jefe del Rito). La liturgia neocatecumenal es un conjunto grotesco de abusos litúrgicos de toda clase, lo cual es negado de forma más que dogmática por sus integrantes. Además, son los neocatecumenales quienes tienen que adoptar el Rito Romano y ceñirse a lo que los Libros Litúrgicos y otros documentos oficiales sobre liturgia establecen -cosa que no hacen-. Un mero ejemplo, es el pan casero ácimo que los miembros del Camino cocinan en sus hogares para luego llevarlo; el mismo es distribuido entre los “comensales” de la Misa, quienes lo toman entre sus manos (sucias), sin patena, y del cual indudablemente caerán visibles migajas al suelo sin que importe a ninguno de los neocatecumenales que Jesucristo esté en el suelo como acto de gran SACRILEGIO (ni siquiera al sacerdote u obispo celebrante, que no se inmutará, y tal vez pase la escoba para tirar a Jesucristo al cesto de la basura). El Papa no "pidió" acabar con abusos litúrgicos del CN: lo exigió.
Hablar de precisiones en materia litúrgica, es considerado como “odio al CN” por sus integrantes, cuando no es así. Alegan a la Voluntad de Dios y al Espíritu Santo como fuentes que habilitan los abusos litúrgicos que cometen, y a favor de tales abusos alegan más de 3600 sacerdotes y cientos de parroquias diseminados en todos los continentes con un millón de seguidores y mil 500 seminaristas, como si tales cifras les diera la razón, en tanto que los protestantes son mucho más numerosos que ellos.

MONS. X: CAÑIZARES A MADRID
Según José Manuel Vidal entrevistó a un “Monseñor X”, quien le confesó que el Papa Francisco se va a topar con "duras resistencias" por parte del aparato curial y de los nuevos movimientos, y por eso “apuesta” por el cardenal Cañizares para suceder a Rouco en Madrid y asegura que para las sedes importantes, el Papa nombrará "gente de su absoluta confianza". Además augura que “los movimientos aparentarán obediencia, pero su postura real será de oposición silenciosa” de movimientos como “los kikos”, que de fachada aparecerán como “hijos obedientes del Padre, pero, en realidad, su postura real y profunda será la de oposición silenciosa. Sobre todo, en la medida en que las decisiones de Francisco no respondan a sus expectativas”.
Además reveló: “En la Curia circula insistentemente el rumor que coloca al cardenal Cañizares en Madrid. Parece que es también la apuesta del cardenal Estepa.
En cualquier caso, estoy convencido de que a las sedes de importancia, el Papa Francisco enviará a gente de su absoluta confianza.”




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