Por Emilio Nazar Kasbo
Analizaremos en qué consiste la
rebelión fiscal, y cómo la misma puede ser llevada a cabo, como trabajo de
estudio del fenómeno sociopolítico y económico.
Como herramienta de cambios
políticos, de recambio gubernamental, la medida adoptada debe contar con un
elevadísimo nivel de adhesión para que pueda ser efectiva.
La Rebelión Fiscal también recibe
el nombre de Resistencia Fiscal, Objeción Fiscal o Desobediencia Fiscal.
Consiste en la negativa u oposición al pago de un impuesto o de todos ellos,
debido a un desacuerdo con la naturaleza del ente recaudador o más generalmente
como manifestación antigubernamental, a los efectos de que dejando sin recursos
al Estado, sus autoridades deban renunciar. Un ejemplo histórico lo ha sido la
campaña independentista hindú liderada por Gandhi, que se valió de este recurso.
Existen dos posibilidades como
fundamento de la oposición. Un primer criterio es el de quienes niegan la
existencia misma de la obligación legal o que la misma se pueda aplicar; el
segundo criterio es el de quienes, reconociendo que la Ley les ordena abonar
los impuestos, aun así se resisten a abonarlos.
La resistencia fiscal es motivada
por el desacuerdo con las políticas del gobierno o con el organismo recaudador
de impuestos. Esto puede incluir oponerse totalmente al gobierno o a la
institución tributaria.
La resistencia fiscal es una
forma de fuerza política no violenta que permite el desfinanciamiento de los
fondos del gobierno como parte de una campaña para forzar concesiones del
gobierno o de causar su destitución.
FORMAS DE RESISTENCIA
EVASIÓN NECESARIA. La desarrolla
el empresario consciente de que si abonara todos y cada uno de los impuestos,
debería cerrar porque su actividad no sería rentable, debido al giro comercial
de su emprendimiento.
DONACIONES PARA CARIDAD. Algunos
resistentes se niegan a pagar una parte o la totalidad de los impuestos
adeudados, pero hacen una donación equivalente a la caridad. De esta manera,
demuestran que la intención de su resistencia no es "egoísta" y que
quieren utilizar una porción de sus ingresos a contribuir al bien común.
NEGARSE AL PAGO DE IMPUESTOS
ESPECÍFICOS. Algunos resistentes se oponen sólo a algunos impuestos, ya sea
porque los impuestos son especialmente nocivos, desproporcionados, porque tienen
un destino dañino a la sociedad, o porque son más fáciles de resistir y a la
vez de hacer sentir una protesta social.
NO PAGAR. Negarse a abonar un
impuesto (o todos) implica ignorar las obligaciones fiscales, o declarar
abiertamente la negativa a pagar. La negativa puede ser a la totalidad del
impuesto o solo a una parte, a un porcentaje, o a una determinada cantidad de cuotas
del mismo.
PAGO BAJO PROTESTA. Algunos
contribuyentes pagan sus impuestos, pero incluyen cartas de protesta junto con
sus formularios de impuestos, o realizan el pago de un modo que llama la
atención en los medios de comunicación, como por ejemplo firmando formularios
sobre un tractor, o sobre una maqueta de un misil.
ELUSIÓN FISCAL. Se trata de
técnicas legales que anulan o reducen el impuesto adeudado
ECONOMÍA MARGINAL. Uno de los
modos de que no se abonen impuestos, es participando en la economía marginal,
desarrollando labores “en negro”, sin facturar ni otorgar documentación por
tales labores, de modo que los organismos recaudadores no la detecten.
EVITAR EL HECHO IMPONIBLE. Por
ejemplo, para evitar el pago de impuestos agregados a la venta de bebidas
alcohólicas, elaborar el propio vino o cerveza, evitar el uso de un vehículo
propio para evitar el pago de impuestos al combustible, o aceptar un modo de
vida austero que evita el pago de numerosos impuestos.
PARADOJA DE LA ACCIÓN COLECTIVA
Marcur Olson en “The Logic of
Collective Action” (La lógica de la acción colectiva, 1965), elaboró el dilema
de la “acción colectiva”, demostrando que los grandes grupos no actuarán a
favor de sus intereses porque el aporte de su acción representa una porción
infinitesimal de la acción colectiva; la persona racional en su órbita
individual busca eludir las consecuencias de la acción, ya que en caso de una
rebelión fiscal se desataría una persecución del organismo recaudatorio de impuestos.
Por ello, ninguno actuará esperando que otro u otros lo hagan y beneficiarse al
final con el resultado positivo en caso de que triunfe la acción colectiva. Es
decir, quien no participa también se verá beneficiado por los que efectivamente
participan, de modo que su acción personal es desalentada.
En general, las acciones
dependientes de grandes grupos económicos pueden encabezar semejantes acciones,
mas sus intereses no coinciden con los de la población en general. En su deseo
de efectuar presiones frente al gobierno, tales grupos tienen el poder de hacer
sentir la falta de retenciones y de pago de impuestos (cayendo en mora, por
ejemplo, y asumiendo el costo de tal operación), de modo que el Estado se vería
privado de ingresos. Emprendida tal acción por grandes grupos económicos, se
desencadena a su vez una adhesión de empresas y personas cada cual en su escala
de ingresos, de modo que se potencia la acción de aquellos grandes grupos,
haciendo sentir aún más fuerte la protesta.
Finalmente, desencadenado el
efecto que suscita la adhesión de personas y empresas en la población, si tales
grandes grupos económicos decidieran volver a su regularización fiscal, no será
fácil frenar el impulso adquirido en la sociedad. Multiplicado en tamaña
proporción el efecto, los organismos recaudadores no darán abasto para la
ejecución de deudas y multas a tan grande población, de modo que verá
entorpecida su labor, con además un alto costo por caso en ejecución para
lograr su objetivo recaudatorio.
La rebelión anárquica lleva a la
derrota y a la frustración. El que toda la población se una, con prescindencia
de la acción de tales grupos económicos, vinculados a intereses financieros
nacionales o internacionales, sólo puede lograrse mediante el surgimiento de
una autoridad paralela a la gubernamental a la cual los rebelados respondan,
una persona que se haga responsable por la acción emprendida a escala social.
Fuente: Wikipedia e Internet