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lunes, 16 de noviembre de 2009

CONFLICTO POR EL BEAGLE: LA NOCHE QUE VIVIMOS EN PELIGRO





El recién asumido Papa Juan Pablo II aceptó mediar en el conflicto, y en octubre de 1984 se superó la tensión bilateral.
Octubre de 1978 resultó un mes clave para la cuasi guerra entre Chile y Argentina por el Canal Beagle, las islas Picton, Nueva y Lennox y los islotes Vuvout y Vandevelt, donde se supone había petróleo y oro.
Luego de estar pisando el punto bélico de “no retorno”, el recién asumido Papa Juan Pablo II aceptó mediar en el conflicto, y en octubre de 1984 se superó la tensión bilateral con el Tratado de Paz y Amistad, por el cual el pasado viernes la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, vino a conmemorar a Santiago y firmar un complemento del pacto en La Moneda.
Según testigos del Regimiento Maipú destinados a Punta Arenas, en octubre de 1978 las fuerzas armadas argentinas elaboraron el “Operativo Soberanía” para “cortar” a Chile en varias partes por medio de una invasión, realizaron simulacros de guerra en la frontera marítima y los presidentes de la Argentina y de Bolivia ratificaron su solidaridad mediante un comunicado que unía el pedido de Bolivia de salida al mar con la cuestión de la soberanía argentina en el Atlántico Sur, incluyendo a Malvinas y el Beagle.
Asimismo, “el embajador de Chile ante la OEA, Fabio Vio, dio a conocer la expulsión de más de 4.000 chilenos residentes en Argentina y el general de Ejército, Nilo Floody, pidió a habitantes de la Población William cavar trincheras de seguridad en los patios de las casas”, contó la viuda de un suboficial de la época a Diario El Pingüino.
La junta militar de Argentina había rechazado aceptar el Laudo Arbitral dado a conocer por la Reina Isabel II de Inglaterra en mayo de 1977, que en forma resumida, dictaminó: Las islas Picton, Nueva y Lennox, así como los islotes adyacentes pertenecen a Chile. Ese tribunal internacional trazó el límite al interior del Beagle de tal manera que ambos tuviesen libre navegación a sus puertos.
Posibilidad de guerra
En particular, dentro del canal, el islote Snipe fue otorgado a Chile y la isla Gable y las islas Becasse fueron otorgadas a Argentina. Chile aceptó la sentencia, y la convirtió en ley. Pero Argentina declaró nula la sentencia “por deformación de las tesis argentinas, por abuso de las prerrogativas de la corte, por contradicciones lógicas y por errores de interpretación de la Reina”. Según un documento de la cancillería argentina.
A partir de ese momento la Argentina intensificó la presión militar sobre Chile. En agosto de 1978 el Presidente argentino, Jorge Rafael Videla, durante una cita con Augusto Pinochet en Puerto Montt, amenazó con la guerra si Chile no cambiaba su posición en las negociaciones.
Ante la crisis, la Armada Chilena instauró la creación de un comando secreto cuya misión era defender las tres islas en disputa y los islotes adyacentes. “Cuando íbamos a Picton, en un destructor misilero se nos cruzó un buque argentino. La noche del 22 de diciembre de 1978, a las 4 de la madrugada, fue el día que vivimos en peligro. Cerramos escotillas que de la alarma de combate del barco nos preparamos a contestar el ataque”, recuerda el sargento primero L. B., que prefiere mantener su nombre en secreto.
“El teniente primero Silva llegó con las últimas cartas y provisiones de carne a Dawson poco antes de Navidad. En la noche, una fragata nos llevó carne, papas y arroz a Nueva, donde habíamos 112 fusileros mimetizados y teníamos contacto visual con submarinos y buques argentinos a 50 metros de la playa”, señala el infante de marina, el cabo Fernández, un fusilero del Batallón 41 especializado en lucha cuerpo a cuerpo.
“En Picton estuvimos tres meses. Una noche aviones argentinos hicieron un vuelo rasante. Estuvimos a punto de derribarlos con una batería antiaérea, pero si ellos no disparaban primero delatábamos nuestra posición. Y estábamos sin comunicaciones y en silencio absoluto”, señala un radiotelegrafista de la Armada del Destacamento Cochrane, bajo el mando del teniente primero Héctor Berr.
El hospital de campaña de Dawson llamó médicos de emergencia de distintas partes del país y logró juntar un equipo de 12 entre ellos un obstetra, un oftalmólogo y dos dentistas que eran entonces médicos generales. Y una serie de enfermeros y camilleros.
La tarde del 22 de diciembre el oficial de inteligencia de Dawson, teniente Cáceres González recibió un mensaje de la Dirección Central de Inteligencia Naval: “Argentina iniciará fuego enemigo a las 5 de la madrugada. “Las ocho de la mañana la recibimos con un nuevo mensaje que decía ‘Pope mediation is a go’”. Ahí supimos que no habría guerra. Lo recuerdo perfecto porque había un temporal gigantesco que molestaba al portaaviones argentino con olas de cinco metros, que fue bautizado como la ‘Lluvia de Dios’”, señala un comandante en retiro presente en el hospital de campaña.
“Nunca nadie nos ha invitado a las ceremonias de conmemoración. Es una lástima. Ni siquiera cuando viene la Presidenta argentina”, señala el tirador destinado a cubrir Isla Nueva.
El 12 de diciembre de 1980 Juan Pablo II dio a conocer su propuesta para la solución del conflicto. El contenido de la propuesta debía permanecer confidencial hasta la aprobación por ambos gobiernos, pero “La Nación” de Buenos Aires lo publicó el 22 de agosto de 1981.
Fuente: Elpinguino.com

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