En la foto: El ex presidente de Egipto, Mubarak, de la mano de George Bush
Por Carlos Belgrano
Amigos:
Todos estamos contestes de las impredecibles consecuencias, económico-políticas que estas rebeliones populares están atrapando al mundo árabe.
Incluso, no sería descabellado aguardar que cayeran hasta las propias monarquías de Arabia Saudita, Jordania y los Emiratos, con sus absurdos centros de lujuria y vanidad.
Es más que posible, que asistamos a un conglomerado de naciones musulmanas, nucleadas en torno a una ó varias Teocracias.
Si ello sucede, como mucho me lo temo, la fanatización del Corán, será un aglutinante que servirá de argamasa para unir finalmente al Oriente versus el Occidente.
Bin Laden, el brazo armado de este levantamiento, probablemente emerja como un nuevo e indiscutido líder.
No sería del todo descabellado, esperar que Europa aportará lo suyo cercenando a sus más emblemáticas cabezas, como las de Berlusconi primero y Sarkozi a continuación.
Y sin adentrarme demasiado lejos, tal vez hasta abdiquen todos los soberanos europeos en un tiempo más.
Este nuevo tablero de ajedrez, tendrá múltiples facetas que serán además muy dinámicas.
La pregunta empero, que deviene como al menos interesante, es a mi criterio, cuán contagiosa será esta vez, una revuelta popular de estas insospechadas proporciones a nivel mundial.
¿Acaso la globalización económica tenga un apéndice moralizador?.
Porque a juzgar por los hechos, la actitud de la banca suiza, respecto de los activos financieros de los presidentes de Egipto, Túnez y Libia, sin petición previa, es cuánto menos sugerente, inquietante.
Después de todo, los escenarios en el Levante no son esencialmente diferentes a los de esta maltrecha Argentina, a saber: elecciones fraudulentas, reformas constitucionales para asegurar estos irrespirables unicatos y corrupción.
De una magnitud como "para hacer dulce".
Se demandarán más alimentos para saciar a poblaciones olvidadas, como los pobres harapientos del Islam, con gobernantes inmensa y dolosamente ricos.
La cuestión, se tornará interesante.
Kretina, sus socios del gobierno y de la oposición, es probable que demudados por la vertiginosidad que los eventos internacionales están exhibiendo, es de suponer que estarán infiriendo un cambio paradigmático.
Podría casi afirmar con las reservas de la hipótesis, que como siempre, no seremos nosotros quienes tomaremos la valiente iniciativa de acelerar la caída de esta inmundicia de gobierno.
Lo que acontezca en nuestro derredor marcará la tonada.
Pero debemos estar prestos para no desperdiciar nuevamente, este golpe de fortuna que quizás el Altísimo nos esté anunciando.
¿Porque razón podríamos esquivar este Celestial Convite?.
A lo que sigue otra pregunta:
¿Y SI EL EFECTO ALI BABA ARRIBARA A LA ARGENTINA?
Atentamente Carlos Belgrano.-
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