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viernes, 24 de junio de 2011

POR GRITAR SU ESPOSA “LARRABURE” EN UN ACTO, PIDEN PASE A RETIRO A UN OFICIAL NAVAL

 

Se trata de un caso similar al de Cecilia Pando respecto de medidas tomadas sobre su esposo. Según informaciones que circulan actualmente, CF Marcelo Toulemonde ha sido ilegítimamente sancionado con una denegatoria de ascenso, a pesar de una resolución retroactiva que indica que debe ser ascendido.
  
¿Y LARRABURE?
La información indica que desde el área del Secretario de Estrategia y Asuntos Militares, Lic Alfredo Forti fue manipulada una exclusión del CF Toulemonde, mediante una resolución que se opondría a la posición presentada por la Armada sobre el ascenso retroactivo al año 2008 del Capitán de Fragata.
El superior directo de Toulemonde recibió por respuesta a sus presentaciones reiteradas ante el mismo, que la Armada nada podía hacer, y que la responsable era su esposa por haber gritado el apellido “Larrabure” durante un acto en el Colegio Militar de la Nación ante la Presidente Cristina Fernández Wilhelm.
Se trata de una situación parecida a la de Cecilia Pando enviando a diarios sus correos de lector, sancionando a sus cónyuges militares por “Portación de Esposa”.
El Capitán Toulemonde estaría afrontando una persecución sistemática pretendiendo acusarlo de negligencia profesional para alejarlo del servicio activo.
  
LOS ANTECEDENTES
El problema de Toulemonde, provendría de una exclamación de su mujer la Ing. Mónica Liberatori, durante el acto de entrega de espadas a los oficiales de las tres armas en el Colegio Militar de la Nación en el año 2007, cuando la misma exclamara “y Larrabure?” ante las palabras que dirigiera la Presidente de la Nación, Cristina Fernández Wilhelm a los nuevos oficiales.
A posteriori de estas circunstancias el mencionado oficial fue sancionado por
“NO CONTROLAR DEBIDAMENTE A SU SEÑORA ESPOSA RESPECTO DE LAS NORMAS A SEGUIR, DANDO LUGAR A QUE LAS INCUMPLIERA EN UNA CEREMONIA DE ENTREGA DE ESPADAS A OFICIALES DE LAS TRES FUERZAS CON MOTIVO DE SUS EGRESOS, LA CUAL ERA PRESIDIDA POR LA SEÑORA COMANDANTE EN JEFE DE LAS FUERZAS ARMADAS”
Luego de la sanción al CF Toulemonde, el mismo habría sido acosado con investigaciones por supuestas demoras en la reparación de un motor que a posteriori no existieron, siendo Jefe del Arsenal Naval de Mar del Plata. A raíz de tal “investigación” se produjo su relevo del cargo, la separación de su familia y la suspensión de su ascenso hasta la finalización de las actuaciones.
Tal investigación culminó resolviendo que Toulemonde es inocente, motivo por el cual se abrió un expediente para su ascenso con retroactividad, elevando su propuesta para el ascenso a consideración del ministerio de Defensa.
La investigación por falsos argumentos que culminó en el establecimiento de la inocencia del Capitán de Fragata, produjo al mismo gravísimos daños al mismo y a toda su familia.
 
REPARAR EL DAÑO
Al carecer de argumentos para impedir su ascenso, los dictámenes jurídicos del Ministerio de Defensa se habrían orientado a motivos de oportunidad y conveniencia, lo que si bien es discrecional, no es menos arbitrario.
El CF Toulemonde sabiendo que sería denegado su ascenso, solicitó tomar vista del expediente a fin de verificar que la información que el mismo tuviera fuera completa y veraz.
Habría Informado al Vlte. Perez Varela que se presentaría al Ministerio para tomar conocimiento del trámite de su ascenso ejerciendo su derecho de peticionar a las autoridades, cosa que ya habrían efectuado otros oficiales de la Armada en el pasado, los que llegaron inclusive a reunirse con la ex ministro de Defensa Dra. Nilda Garré, a fin de hablar sobre su situación particular.
Luego de varios intentos infructuosos de comunicarse con la Directora General de Asuntos Militares la Lic. Alejandra Martin, Toulemonde consigue ser atendido por ella, en una reunión que se produjo sin testigos pero con la puerta entreabierta. Los trascendidos de la reunión expresan que la actitud de la Lic. Martin, fue de extremado nerviosismo, indicándole que no podía tomar conocimiento de lo resuelto y que recurriera a la Armada para que se le comunique lo resuelto por el ministerio.
  
LA RESPONSABILIDAD
Ante estas circunstancias Toulemonde le habría dicho que se veía vulnerado en sus derechos como ciudadano y que de ser así la Lic. Martin y el Lic. Forti serían responsables de tal vulneración.
Al mencionársele la palabra “responsabilidad”, la Lic. Martin perdió los estribos y comenzó a increpar al CF Toulemonde preguntándole con voz airada si dudaba de la imparcialidad e integridad del los funcionarios del Ministerio, a lo que Toulemonde le habría manifestado que la situación se generó por una persecución política y que no encontraba garantías ni para él, ni para sus hijos, dos de ellos en la Armada Argentina.
La Lic. Martin lo habría increpado, cuestionando si Toulemonde estaba en contra del Ministerio o de sus funcionarios, situación  que genera en éste una descompensación de presión y un fuerte dolor  en el pecho que lo deja sin aire.
 
“SUGIEREN” SU PASE A RETIRO
Toulemonde cayó desplomado al piso y la Lic. Martin llama a seguridad, luego al enlace con la Armada, CN Haczek y por último a un médico, procediéndose a la traslado de Toulemonde, hacia el Hospital Naval, donde finalmente fue medicado y se le otorgó licencia médica con reposo por 15 días.
Habiendo regresado al Mar del Plata, y aún en conocimiento de esta licencia, el  Vicealmirante José Luis Perez Varela, le habría comunicado telefónicamente que debía presentarse en la guardia de la Base Naval Mar del Plata, a tomar conocimiento de un Informe extra.
El “Informe extra”, se trata de una resolución negativa hacia su persona, en el que recomienda su no permanencia en la Armada Argentina, lo que modificaría la anterior propuesta presentada en marzo de 2011 por la Armada avalando su ascenso.
  
“¿Y LARRABURE?”
Tales sucesos provocaron que el Capitán de Fragata Toulemonde sufriera una nueva descompensación.
¿El motivo que ocasionó todo esto? “No controlar debidamente a su señora esposa”, como si las personas dependieran de un “control” o como si los esposos pudieran dominar conductas y libertades ajenas.
Al parecer, resulta ahora que existe un “control remoto” o dotes de “control mental” de los esposos militares sobre sus esposas, las que deben responder a tal “control” de modo automático, ocasionando la responsabilidad inmediata del marido… sobre todo si sólo fue pronunciado un apellido: “Larrabure”.
¿Qué sentido tiene todo esto? Una medida ejemplar para con militares, por sus actos o por actos ajenos, para que ninguno ose mencionar o referir crímenes de lesa humanidad cometidos por organismos terroristas que actuaron en Argentina en tiempos del Proceso Militar o en tiempos democráticos indistintamente. ¿Lograrán su efecto? ¿Lograrán acallar la multitud de voces que reclaman por la dignidad militar no sólo en materia de haberes, sino en la consideración social e histórica que les es debida? ¿Qué sucederá cuando todos los militares, sus familias y amistades al unísono realicen actos similares? ¿Nos quedaremos ese día sin Fuerzas Armadas?
Y mientras tanto, queda flotando la pregunta: "¿Y Larrabure?"

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