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viernes, 7 de octubre de 2011

"BATIDORA" SCHOKLENDER DELATÓ LA CONEXIÓN ENTRE MELDOREK, EL GOBIERNO Y MADRES


¿Cuál es la red de "negocios" que permitió que tantos funcionarios del Gobierno vivan con mucho más dinero que el declarado en sus ingresos? ¿Cómo es que la presidente Cristina Fernández Wilhelm viuda de Kirchner incrementó su patrimonio exponencialmente, al igual que muchos funcionarios? ¿El Gobierno sobrefacturaba pasajes de avión que luego contrataba por menor costo a Meldorek? Alquileres y más alquileres: la Presidente informa que su patrimonio crece por ese motivo... y coincidentemente Sergio Schoklender también. Son las reglas de la democracia.

El día 15 de septiembre de 2011 el Doctor Sergio Schoklender se presentó ante la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados de la Nación para explicar cómo funciona la Democracia, y cómo se desempeña la Fundación Madres de Plaza de Mayo y su conexión con Meldordek, así como la red de corrupción política que hay en el Gobierno democrático.
En la ronda de preguntas posteriores a su declaración, continuó ventilando cómo eran los controles de la Fundación Madres de Plaza de Mayo y de las construcciones, su vinculación con Meldorek, el precio de las viviendas que construían (del que habría surgido una sobrefacturación), de la deuda de la Fundación, cómo era el órgano de conducción de la Fundación bajo la guía de Néstor y Cristina con Madres, del sueldo de $ 6.000- de Schoklender en la Fundación, del modo en que fue adquirida Meldorek, y los viajes en avión, que nunca fueron alquilados “formalmente” a organismos públicos (traducido: fueron operatorias “en negro” o “informales”).
A continuación detallamos de modo entrecomillado las citas textuales de lo expresado ante la Comisión, marcando con cursiva las frases centrales:

INGRESOS PARA COMPRAR MELDOREK
La Presidente de la Comisión Graciela Camaño concedió la palabra el diputado Tunessi, quien dijo: “Mis preguntas están dirigidas a saber en primer lugar si... He escuchado su declaración aquí, en todos los medios y demás, pero ¿cómo se justifica el ingreso que a usted le permitiera comprar la empresa Meldorek? La segunda cuestión que me parece importante, aunque parezca -frente a lo que usted ha contado- una mera formalidad, es lo siguiente. En función de la responsabilidad que usted tenía en la Fundación ¿los órganos de conducción de la dirección de la Fundación se reunían con alguna habitualidad? ¿Había algún tipo  de control de los órganos de contralor? ¿La Inspección General de Justicia? ¿Algún tipo de requerimiento o intimación para saber cómo funcionaba la Fundación? Usted era apoderado de la Fundación. En ese caso, ¿está en condiciones de afirmar cuánto es la deuda? Porque la deuda que tiene la Fundación, según estos financiamientos que se hacían, que no eran específicos, que se han contraído por la falta de redeterminación de precios -según usted explicó- y sobre el tema relacionado a los gastos que no eran propios,  ¿a cuánto asciende la deuda que tiene la Fundación? ¿Cómo se puede acreditar? Por último, ¿hay menos viviendas construidas? Esto ya lo ha explicado, pero me gustaría que lo recuerde. ¿Hay menos viviendas construidas en relación a la cantidad de viviendas que se acordaron o los desembolsos que se realizaron? No terminó nunca de cuajar la idea de que Melorek se capitalizara y se privatizara el modelo -según usted decía-, inclusive para dar una utilidad a la Fundación. La pregunta es: ese sistema constructivo que usted promovía, ¿se llevaba a cabo antes de que Meldorek estuviera funcionando? ¿Y la fábrica de paneles? Es decir que las viviendas que se construyeron se hicieron con un sistema constructivo diferente al sistema constructivo tradicional. En ese caso, ¿cómo es esto de la diferencia de precios? Aquí Fatala dijo que valía 700 u 800 dólares el metro cuadrado de construcción de las casas tradicionales y usted dice que costaba 270 la construcción del metro cuadrado por el sistema que planteó. Entonces, la pregunta es quién se quedaba con la diferencia. ¿Cómo es eso? ¿Me entiende lo que le quiero preguntar?”

DE 270 A 800 DÓLARES
A lo cual el Dr. Schoklender aclaró: “Las viviendas que construía la Fundación con el sistema Emme Due, M2 –tecnología italiana- con el certificado de aptitud técnica nacional cedido y actualizado, tenía un costo que rondaba los 700 u 800 dólares el metro cuadrado, o más por el modelo de trabajo, por la mano de obra ineficiente y por todos los beneficios que se les daban a los trabajadores. Esto no difería en mucho de los costos del sistema de construcción tradicional. Más o menos en eso andan. Luego yo hago desarrollos, porque lo único que hacía no era cumplir tareas dentro de la Fundación sino que desarrollaba tecnología junto con ingenieros y otros profesionales. Desarrollamos un sistema que nos permitía a futuro, instalando las plantas y transformando la construcción de viviendas con la producción de viviendas en serie –así como se fabrican coches, fabricar casas  que se transportaran-, llegar a un costo de 270 dólares el metro. Esto no se llegó a hacer. Lo voy a hacer algún día, cuando termine todo este despelote. Pero los números, la tecnología y todos los desarrollos que hicimos y que tengo patentados, que permiten la producción en serie de viviendas, nos darían viviendas de mejor calidad y aulas de mejor calidad a esos valores. Inclusive, acá yo le dejo todo a la Presidencia para que lo distribuya. Pero estas son las propuestas de lo que iba a hacer Meldorek.  Quedó una pregunta pendiente que me habían hecho sobre si hubo menos viviendas construidas que plata recibida. No, es al revés: hubo más obra realizada  que cobrada. Y eso estuvo perfectamente acreditado por  el personal mismo de Obras Públicas, que aun sin la redeterminación había un montón de rubros que tenían que ver con las obras en sí, que no se habían pagado; que tenían que ver con infraestructura, infraestructura provisoria, con nexos, con redes. A veces había que armar una planta potabilizadora porque si no, no se podía entregar un edificio.”

¿CÓMO SE FINANCIARON OBRAS NO ABONADAS?
La diputada Castaldo preguntó entonces: “¿Quién financió eso?”
Y Schoklender dijo: “Eso generó deuda. Eso fue generando pasivo...”
Castaldo reafirmó: “Porque usted dijo que hay más construido que lo cobrado...”
Schoklender dijo: “Exacto. O sea que no sólo hay deuda por redeterminación de precios por mayores costos, sino que además hay obras que se hicieron y que nunca se llegaron a cobrar...”
Entonces el diputado Tunessi insistió: “Quisiera saber a cuánto asciende la deuda, cómo compró Meldorek y si se reunían los órganos de conducción de la Fundación.”

U$S 140 MILLONES DE DEUDA
Schoklender ventiló: “Voy a tratar de completar todas las preguntas. La deuda de la Fundación ascendía, hasta donde yo tenía noticias, a 70 millones de pesos. Es decir, la deuda en concepto de cargas sociales, aportes al IERIC y  algún proveedor. La deuda reclamada al Estado por mayores costos y por obras realizadas y no pagadas ascendía a 140 millones, es decir, al doble. Estoy hablando más o menos a valores de principios del año (2011)... Esos son informes de auditoría no realizados por mí, sino que los realizó el equipo de Obras Públicas que trabajaba dentro de la Fundación fiscalizando eso. Lo que sí se hizo fue llevarle esto a Cristina y a Boudou, para decirles “Muchachos, miren lo que está pasando”, y los abogados presentaron un recurso de amparo ante la AFIP –o ante la ANSES, no sé bien cómo es; habría que citarlos para que puedan informar-, informando que era imposible  pagar hasta que no se cancelara la deuda que Obras Públicas tenía con la Fundación.”

NÉSTOR, CRISTINA Y MADRES
La diputada Camaño pidió que el declarante se centrara en “La otra pregunta que le hizo el señor diputado…”; y Schoklender malinterpretó diciendo: “Sí, de dónde saqué los fondos para…”
Camaño aclaró entonces: “No, las reuniones de los órganos de conducción y la metodología de control de la Inspección General de Justicia. Si usted está anoticiado con respecto a que se hicieran.”
Schoklender batió: “El órgano de conducción era el Consejo de Administración, integrado por las Madres. En las reuniones de las Madres no intervenía nadie más que las Madres. En las reuniones con las autoridades nacionales, salvo que fuese un cruce en un acto, las reuniones tanto con  Néstor (Kirchner) como con Cristina (Fernández Wilhelm viuda de Kirchner) eran solo de las Madres. Si íbamos nosotros nos quedábamos afuera, inclusive en la puerta, del lado de afuera, salvo una vez, que creo que alguno de ellos me dio la mano. Las reuniones internas dentro de la Fundación eran por áreas. La universidad tenía sus reuniones, la radio sus reuniones, el equipo técnico de Misión Sueños Compartidos tenía sus reuniones por área, pero no había una estructura o una asamblea donde se unificara. Lo intentamos alguna vez. Al principio yo lo hice, convocando a los responsables de todas las áreas, y resulta que ya era tan grande eso que se hizo en el salón de la universidad y era imposible; simplemente era para anunciar los nuevos proyectos que estaban en marcha. Así que se dejó de hacer, y en el día a día se fue generando una dinámica bastante enloquecedora.”

MELDOREK ES UN AVIÓN
Tunessi preguntó escuetamente: “¿Meldorek?”
Y Schoklender esclareció: “Meldorek, lo que se compra, lo que compro es primero un avión. Cuando se abre esta cantidad grande de obras en todo el país, al principio viajaba en coche, después empecé a viajar en avión de línea, después ya había recorridos y circuitos que hacer, que requerían una urgencia que era imposible si no se alquilaba un avión para poder ir y venir de un lado para el otro. Si había  que hacer Buenos Aires-Santiago del Estero-Chaco-Posadas-Buenos Aires, y mucho más con la urgencia del cobro de certificados y trámites y la infinidad de papelería que había que presentar en cada obra, comienzo a volar  en un avión alquilado, hasta que hago el cálculo, uno de los pilotos me hace el cálculo y me dice “Mirá, vas a ahorrar más comprándolo que alquilando, y a su vez, en el tiempo que ustedes no lo utilicen se puede alquilar”. Y se compró un Piper Cheyenne en cuotas.”

AVIÓN SE ALQUILA
Tunessi dijo: “Pero eso ya es conocido, perdóneme, porque usted lo ha dicho en varios lugares y lo ha repetido. El asunto es cómo lo compra, porque usted dijo, en alguna oportunidad, que alguien le había facilitado un préstamo para comprarlo. ¿Quién le prestó? ¿Cómo? Porque no se compra así porque sí una empresa. ¿Con qué recursos compró la empresa, si se puede saber? ¿Usted compró el avión para usted y no para la fundación?
Schoklender reconoció: “El avión lo compré para mí, sí, y lo puse al servicio de la Fundación a mitad de costo, a mitad de precio.”
Tunessi: “¿Y compró la empresa para tener el avión?”

COMPRADO A CAPARRÓS CON FERRARI Y QUINTA
Schoklender ventiló: “Después, cuando se compra el otro avión, el planteo que le hago a Caparrós, al dueño de esta empresa, era que se había terminado ya de pagar el primer avión y le digo “Mirá, nos interesaría comprar el otro, pero si lo vendés con la empresa, con la sociedad anónima”. Y él separó todos los otros bienes. Por eso salió después que tenía una Ferrari, una quinta en Chubut y qué sé yo. Son todos bienes que él tenía dentro de la empresa, pero que nunca más estuvieron dentro de la empresa. Se escindieron antes de comprarla. De todas maneras, la secuencia de todo esto, los contratos y todos los comprobantes están en las ocho cajas que le llevé a Oyarbide. No tengo problemas en contestarlo, pero digo…”

$ 6.000 DE SUELDO
Tunessi repreguntó: “Pero, sabe qué pasa, doctor... ¿Usted ganaba un sueldo en la Fundación? ¿Usted tenía un ingreso  como profesional? ¿A quién le facturaba? ¿Tenía recursos para comprar un avión?
Schoklender explicó: “Yo tenía recursos porque le facturaba a varias empresas para las que trabajaba, tenía un estudio jurídico. Mi sueldo en la Fundación era simbólico, porque mi sueldo en la Fundación era de 6.000 y pico de pesos. Era un sueldo simbólico, donde aportaba más a la Fundación de lo que retiraba.”

TODO REFRENDADO POR MADRES
Entonces intervino el diputado Iglesias diciendo: “Pido una interrupción porque quiero hacer una pregunta”. Entonces la Presidente de la Comisión, Camaño, ordenó: “Un momento, porque no sé si el señor diputado está conforme con las respuestas que le dieron. El tema de las reuniones de los órganos de conducción me parece como medio deslucido en el informe. La ley establece para la conducción de cualquier Fundación requisitos por parte de las fundaciones en cuanto a los libros de actas, a las reuniones y a las decisiones que se toman en reuniones del directorio de la fundación, etcétera.  Esta pregunta quedó como que las reuniones con funcionarios...”
Schoklender entonces aclaró: “No. Perdón, señora presidenta. En cuanto a las reuniones para resolver las cuestiones y el Libro de Actas para resolver cuestiones, cada contrato que se firmó y cada acto que se realizó estaba refrendado por un acta del Consejo de Administración.” (NOTA DE DIARIO PREGÓN DE LA PLATA: Ya había explicado antes Schoklender que las decisiones eran del Consejo de Administración formado por Madres, con reuniones además mantenidas con Néstor Kirchner y su viuda).
Camaño agregó: “Perfecto. ¿Y las rendiciones a la Inspección General de Justicia que son anuales, también están?
Schoklender contestó: “También estaban realizadas hasta la última, que ahora creo que están sin hacerse porque echaron a todo el mundo. Pero se hacían regularmente los balances y las rendiciones a la Inspección General de Justicia, cambios de autoridades. Cuando había cambio de la composición del Consejo de Administración, también  se notificaba. Y el Libro de Actas era enorme, qué sé yo.”  

¿”EN NEGRO” A ORGANISMOS PÚBLICOS?
Camaño volvió a preguntar para centrar el debate: “Bien. Y en cuanto a la justificación de los ingresos, ¿en la información que usted da no quiere ahondar más, no quiere explicitar bien a fondo, dar algún tipo de precisiones que permita que los diputados avizoren que efectivamente los fondos estaban y que usted estaba en condiciones de obtener una empresa, un avión, etcétera? Le aclaro que comprar un avión no es caro; mantenerlo es súper caro.”
Shoklender asintió: “Sí. Por eso se alquilaba en las horas que no se usaba. La cantidad de horas que he volado yo recorriendo las obras eran en promedio cincuenta horas mensuales.”
Camaño insistió: “¿Y los alquileres a quién se hacían: a organismos públicos o a particulares?”
Schoklender ventiló: “En lo que era a la Fundación, solamente se le cobraba el combustible y los gastos de pilotaje. Se cobraba solamente el costo. Lo que era a organismos públicos, nunca se le alquiló formalmente. Y sí a particulares. Por ejemplo, sobre esa cantidad de viajes a Punta del Este de los que hablan, yo nunca fui a Punta del Este. Nunca fui a Punta del Este, pero el avión fue un montón de veces a Punta del Este, pero sólo por viajes contratados.”
 
CABOTAJE PARA MELDOREK
Camaño dio la palabra al diputado Iglesias, quien preguntó: “Sobre esta cuestión, además de Punta del Este, ¿a usted le consta o sabe de otros viajes al exterior del avión? Y en el caso de que sea así, que creo que es así, ¿le consta a usted que se hacían las inspecciones habituales en estos casos? ¿O por el hecho de ser el avión de la Fundación de las Madres tenía algún tipo de salvoconducto?
Schoklender respondió: “No”.
Iglesias insistió: “Y en el caso de que fuese así, que no hubiese inspecciones regulares, ¿ha observado o sabido usted respecto de algún tipo de tráfico o de movimiento extraño a la operatoria normal de ese avión?
Schoklender reiteró: “Vuelvo a decirlo. Primero, el avión no era la de la Fundación; el avión era de Meldorek. En segundo lugar, en cuanto a los viajes al exterior que se hicieron, yo hice viajes a Brasil con el avión: a Recife, a San Pablo y a Río de Janeiro, si mal no recuerdo. Algunos los hice con el avión, otros los hice con avión de línea. Pero el avión, efectivamente, fue a Brasil creo que tres veces, si mal no recuerdo.”
Iglesias inquirió: “Sólo a Brasil”
SchoklenderA Brasil. Y después fuera del país que no sea Brasil, a Paraguay, un viaje contratado creo una vez. Y a ningún lugar más porque no era un avión de gran autonomía. Era un avión que era inspeccionado en cada lugar por Aduana, Migraciones, perros, todas las cosas. Es decir, no era el avión de los Juliá. Ni se usaba para otra cosa que no fuera para trabajar, salvo cuando se lo alquilaba para algún vuelo a Punta del Este, para aprovechar  las horas libres. Y con eso se completaba el mantenimiento. Recuperábamos parte de los gastos de viáticos, que  era lo único que se le facturaba a la Fundación, y el resto, todas las horas restantes, eran ingresos que permitían generar algo más de recursos para Meldorek, no para la Fundación.” 
   

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