¿Cuál es la red de "negocios" que permitió que tantos funcionarios del Gobierno vivan con mucho más dinero que el declarado en sus ingresos? ¿Cómo es que la presidente Cristina Fernández Wilhelm viuda de Kirchner incrementó su patrimonio exponencialmente, al igual que muchos funcionarios? ¿El Gobierno sobrefacturaba pasajes de avión que luego contrataba por menor costo a Meldorek? Alquileres y más alquileres: la Presidente informa que su patrimonio crece por ese motivo... y coincidentemente Sergio Schoklender también. Son las reglas de la democracia.
El día 15 de septiembre de 2011
el Doctor Sergio Schoklender se
presentó ante la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados
de la Nación para explicar cómo funciona la Democracia, y cómo se desempeña la
Fundación Madres de Plaza de Mayo y su conexión con Meldordek, así como la red
de corrupción política que hay en el Gobierno democrático.
En la ronda de preguntas
posteriores a su declaración, continuó ventilando cómo eran los controles de la
Fundación Madres de Plaza de Mayo y de las construcciones, su vinculación con
Meldorek, el precio de las viviendas que construían (del que habría surgido una
sobrefacturación), de la deuda de la Fundación, cómo era el órgano de conducción
de la Fundación bajo la guía de Néstor
y Cristina con Madres, del sueldo de
$ 6.000- de Schoklender en la
Fundación, del modo en que fue adquirida Meldorek, y los viajes en avión, que nunca
fueron alquilados “formalmente” a organismos públicos (traducido: fueron
operatorias “en negro” o “informales”).
A continuación detallamos de modo
entrecomillado las citas textuales de lo expresado ante la Comisión, marcando
con cursiva las frases centrales:
INGRESOS
PARA COMPRAR MELDOREK
La Presidente de la Comisión Graciela Camaño concedió la palabra el diputado Tunessi, quien dijo: “Mis preguntas
están dirigidas a saber en primer lugar si... He escuchado su declaración aquí,
en todos los medios y demás, pero ¿cómo
se justifica el ingreso que a usted le permitiera comprar la empresa Meldorek?
La segunda cuestión que me parece importante, aunque parezca -frente a lo que
usted ha contado- una mera formalidad, es lo siguiente. En función de la responsabilidad que usted tenía en la Fundación
¿los órganos de conducción de la dirección de la Fundación se reunían con
alguna habitualidad? ¿Había algún tipo
de control de los órganos de contralor? ¿La Inspección General de
Justicia? ¿Algún tipo de requerimiento o intimación para saber cómo funcionaba
la Fundación? Usted era apoderado de la Fundación. En ese caso, ¿está en condiciones de afirmar cuánto es la
deuda? Porque la deuda que tiene la Fundación, según estos financiamientos que
se hacían, que no eran específicos, que se han contraído por la falta de redeterminación
de precios -según usted explicó- y sobre el tema relacionado a los gastos que
no eran propios, ¿a cuánto asciende la deuda que tiene la Fundación?
¿Cómo se puede acreditar? Por último, ¿hay menos viviendas construidas? Esto
ya lo ha explicado, pero me gustaría que lo recuerde. ¿Hay menos viviendas construidas en relación a la cantidad de viviendas
que se acordaron o los desembolsos que se realizaron? No terminó nunca de
cuajar la idea de que Melorek se capitalizara y se privatizara el modelo -según
usted decía-, inclusive para dar una utilidad a la Fundación. La pregunta
es: ese sistema constructivo que usted
promovía, ¿se llevaba a cabo antes de que Meldorek estuviera funcionando?
¿Y la fábrica de paneles? Es decir que las viviendas que se construyeron se
hicieron con un sistema constructivo diferente al sistema constructivo
tradicional. En ese caso, ¿cómo es esto
de la diferencia de precios? Aquí Fatala dijo que valía 700 u 800 dólares el metro
cuadrado de construcción de las casas tradicionales y usted dice que costaba
270 la construcción del metro cuadrado por el sistema que planteó. Entonces, la
pregunta es quién se quedaba con la diferencia. ¿Cómo es eso? ¿Me entiende
lo que le quiero preguntar?”
DE 270 A
800 DÓLARES
A lo cual el Dr. Schoklender aclaró: “Las
viviendas que construía la Fundación con el sistema Emme Due, M2 –tecnología
italiana- con el certificado de aptitud técnica nacional cedido y actualizado,
tenía un costo que rondaba los 700 u 800 dólares el metro cuadrado, o más por
el modelo de trabajo, por la mano de obra ineficiente y por todos los
beneficios que se les daban a los trabajadores. Esto no difería en mucho de los
costos del sistema de construcción tradicional. Más o menos en eso andan. Luego
yo hago desarrollos, porque lo único que hacía no era cumplir tareas dentro de
la Fundación sino que desarrollaba tecnología junto con ingenieros y otros profesionales.
Desarrollamos un sistema que nos permitía
a futuro, instalando las plantas y transformando la construcción de viviendas
con la producción de viviendas en serie –así como se fabrican coches, fabricar
casas que se transportaran-, llegar a un costo de 270 dólares el metro. Esto
no se llegó a hacer. Lo voy a hacer algún día, cuando termine todo este
despelote. Pero los números, la tecnología y todos los desarrollos que hicimos
y que tengo patentados, que permiten la producción en serie de viviendas, nos
darían viviendas de mejor calidad y aulas de mejor calidad a esos valores.
Inclusive, acá yo le dejo todo a la Presidencia para que lo distribuya. Pero
estas son las propuestas de lo que iba a hacer Meldorek. Quedó una
pregunta pendiente que me habían hecho sobre si hubo menos viviendas
construidas que plata recibida. No, es al revés: hubo más obra realizada que cobrada. Y eso estuvo perfectamente
acreditado por el personal mismo de Obras Públicas, que aun sin la redeterminación
había un montón de rubros que tenían que ver con las obras en sí, que no se
habían pagado; que tenían que ver con infraestructura, infraestructura provisoria,
con nexos, con redes. A veces había que armar una planta potabilizadora porque
si no, no se podía entregar un edificio.”
¿CÓMO SE FINANCIARON
OBRAS NO ABONADAS?
La diputada Castaldo
preguntó entonces: “¿Quién financió eso?”
Y Schoklender
dijo: “Eso generó deuda. Eso fue generando pasivo...”
Castaldo
reafirmó: “Porque usted dijo que hay más construido que lo cobrado...”
Schoklender
dijo: “Exacto. O sea que no sólo hay
deuda por redeterminación de precios por mayores costos, sino que además hay
obras que se hicieron y que nunca se llegaron a cobrar...”
Entonces el diputado Tunessi insistió: “Quisiera saber a cuánto asciende la deuda, cómo compró Meldorek y si se reunían los
órganos de conducción de la Fundación.”
U$S 140
MILLONES DE DEUDA
Schoklender
ventiló: “Voy a tratar de completar todas las preguntas. La deuda de la Fundación ascendía, hasta donde yo tenía noticias, a 70
millones de pesos. Es decir, la deuda en concepto de cargas sociales, aportes
al IERIC y algún proveedor. La deuda reclamada al Estado por mayores
costos y por obras realizadas y no pagadas ascendía a 140 millones, es decir,
al doble. Estoy hablando más o menos a valores de principios del año (2011)...
Esos son informes de auditoría no
realizados por mí, sino que los realizó el equipo de Obras Públicas que trabajaba
dentro de la Fundación fiscalizando eso. Lo que sí se hizo fue llevarle esto a Cristina y a Boudou, para
decirles “Muchachos, miren lo que está pasando”, y los abogados presentaron
un recurso de amparo ante la AFIP –o ante la ANSES, no sé bien cómo es; habría
que citarlos para que puedan informar-, informando que era imposible pagar hasta que no se cancelara la deuda que Obras
Públicas tenía con la Fundación.”
NÉSTOR,
CRISTINA Y MADRES
La diputada Camaño
pidió que el declarante se centrara en “La otra pregunta que le hizo el señor
diputado…”; y Schoklender malinterpretó
diciendo: “Sí, de dónde saqué los fondos para…”
Camaño
aclaró entonces: “No, las reuniones de
los órganos de conducción y la metodología de control de la Inspección General
de Justicia. Si usted está anoticiado con respecto a que se hicieran.”
Schoklender
batió: “El órgano de conducción era el
Consejo de Administración, integrado por las Madres. En las reuniones de las
Madres no intervenía nadie más que las Madres. En las reuniones con las
autoridades nacionales, salvo que fuese un cruce en un acto, las reuniones
tanto con Néstor (Kirchner) como con Cristina (Fernández Wilhelm viuda de Kirchner)
eran solo de las Madres. Si íbamos nosotros nos quedábamos afuera, inclusive en
la puerta, del lado de afuera, salvo una vez, que creo que alguno de ellos me
dio la mano. Las reuniones internas dentro de la Fundación eran por áreas. La
universidad tenía sus reuniones, la radio sus reuniones, el equipo técnico de
Misión Sueños Compartidos tenía sus reuniones por área, pero no había una estructura
o una asamblea donde se unificara. Lo intentamos alguna vez. Al principio
yo lo hice, convocando a los responsables de todas las áreas, y resulta que ya
era tan grande eso que se hizo en el salón de la universidad y era imposible;
simplemente era para anunciar los nuevos proyectos que estaban en marcha. Así
que se dejó de hacer, y en el día a día
se fue generando una dinámica bastante enloquecedora.”
MELDOREK
ES UN AVIÓN
Tunessi
preguntó escuetamente: “¿Meldorek?”
Y Schoklender
esclareció: “Meldorek, lo que se compra,
lo que compro es primero un avión. Cuando se abre esta cantidad grande de obras
en todo el país, al principio viajaba en coche, después empecé a viajar en
avión de línea, después ya había recorridos y circuitos que hacer, que
requerían una urgencia que era imposible si no se alquilaba un avión para poder
ir y venir de un lado para el otro. Si
había que hacer Buenos Aires-Santiago del Estero-Chaco-Posadas-Buenos Aires,
y mucho más con la urgencia del cobro de certificados y trámites y la infinidad
de papelería que había que presentar en cada obra, comienzo a volar en un
avión alquilado, hasta que hago el cálculo, uno de los pilotos me hace el
cálculo y me dice “Mirá, vas a ahorrar más comprándolo que alquilando, y a su
vez, en el tiempo que ustedes no lo utilicen se puede alquilar”. Y se compró un
Piper Cheyenne en cuotas.”
AVIÓN SE
ALQUILA
Tunessi
dijo: “Pero eso ya es conocido, perdóneme, porque usted lo ha dicho en varios
lugares y lo ha repetido. El asunto es
cómo lo compra, porque usted dijo, en alguna oportunidad, que alguien le había facilitado un préstamo para
comprarlo. ¿Quién le prestó? ¿Cómo? Porque no se compra así porque sí una
empresa. ¿Con qué recursos compró la
empresa, si se puede saber? ¿Usted compró el avión para usted y no para la
fundación?”
Schoklender
reconoció: “El avión lo compré para mí,
sí, y lo puse al servicio de la Fundación a mitad de costo, a mitad de precio.”
Tunessi:
“¿Y compró la empresa para tener el avión?”
COMPRADO A
CAPARRÓS CON FERRARI Y QUINTA
Schoklender
ventiló: “Después, cuando se compra el
otro avión, el planteo que le hago a Caparrós,
al dueño de esta empresa, era que se había terminado ya de pagar el primer avión
y le digo “Mirá, nos interesaría comprar el otro, pero si lo vendés con la
empresa, con la sociedad anónima”. Y él separó todos los otros bienes. Por eso
salió después que tenía una Ferrari, una quinta en Chubut y qué sé yo. Son
todos bienes que él tenía dentro de la empresa, pero que nunca más estuvieron
dentro de la empresa. Se escindieron antes de comprarla. De todas maneras,
la secuencia de todo esto, los contratos y todos los comprobantes están en las
ocho cajas que le llevé a Oyarbide.
No tengo problemas en contestarlo, pero digo…”
$ 6.000 DE
SUELDO
Tunessi
repreguntó: “Pero, sabe qué pasa, doctor... ¿Usted
ganaba un sueldo en la Fundación? ¿Usted tenía un ingreso como profesional?
¿A quién le facturaba? ¿Tenía recursos para comprar un avión?”
Schoklender
explicó: “Yo tenía recursos porque le
facturaba a varias empresas para las que trabajaba, tenía un estudio jurídico.
Mi sueldo en la Fundación era simbólico, porque mi sueldo en la Fundación
era de 6.000 y pico de pesos. Era un sueldo simbólico, donde aportaba más a
la Fundación de lo que retiraba.”
TODO REFRENDADO
POR MADRES
Entonces intervino el diputado Iglesias diciendo: “Pido una
interrupción porque quiero hacer una pregunta”. Entonces la Presidente de la
Comisión, Camaño, ordenó: “Un
momento, porque no sé si el señor diputado está conforme con las respuestas que
le dieron. El tema de las reuniones de los órganos de conducción me parece como
medio deslucido en el informe. La ley
establece para la conducción de cualquier Fundación requisitos por parte de las
fundaciones en cuanto a los libros de actas, a las reuniones y a las decisiones
que se toman en reuniones del directorio de la fundación, etcétera. Esta
pregunta quedó como que las reuniones con funcionarios...”
Schoklender
entonces aclaró: “No. Perdón, señora presidenta. En cuanto a las reuniones para resolver las cuestiones y el Libro de
Actas para resolver cuestiones, cada contrato que se firmó y cada acto que se
realizó estaba refrendado por un acta del Consejo de Administración.” (NOTA
DE DIARIO PREGÓN DE LA PLATA: Ya había explicado antes Schoklender que las
decisiones eran del Consejo de Administración formado por Madres, con reuniones
además mantenidas con Néstor Kirchner
y su viuda).
Camaño
agregó: “Perfecto. ¿Y las rendiciones a la
Inspección General de Justicia que son anuales, también están?”
Schoklender
contestó: “También estaban realizadas
hasta la última, que ahora creo que están sin hacerse porque echaron a todo el
mundo. Pero se hacían regularmente los balances y las rendiciones a la
Inspección General de Justicia, cambios de autoridades. Cuando había cambio de
la composición del Consejo de Administración, también se notificaba. Y el
Libro de Actas era enorme, qué sé yo.”
¿”EN NEGRO”
A ORGANISMOS PÚBLICOS?
Camaño
volvió a preguntar para centrar el debate: “Bien. Y en cuanto a la justificación de los ingresos, ¿en la información
que usted da no quiere ahondar más, no quiere explicitar bien a fondo, dar
algún tipo de precisiones que permita que los diputados avizoren que
efectivamente los fondos estaban y que usted estaba en condiciones de obtener
una empresa, un avión, etcétera? Le
aclaro que comprar un avión no es caro; mantenerlo es súper caro.”
Shoklender
asintió: “Sí. Por eso se alquilaba en las horas que no se usaba. La cantidad de horas que he volado yo recorriendo
las obras eran en promedio cincuenta horas mensuales.”
Camaño
insistió: “¿Y los alquileres a quién se hacían:
a organismos públicos o a particulares?”
Schoklender
ventiló: “En lo que era a la Fundación,
solamente se le cobraba el combustible y los gastos de pilotaje. Se cobraba
solamente el costo. Lo que era a
organismos públicos, nunca se le alquiló formalmente. Y sí a particulares.
Por ejemplo, sobre esa cantidad de viajes a Punta del Este de los que hablan,
yo nunca fui a Punta del Este. Nunca fui a Punta del Este, pero el avión fue un
montón de veces a Punta del Este, pero sólo por viajes contratados.”
CABOTAJE
PARA MELDOREK
Camaño
dio la palabra al diputado Iglesias,
quien preguntó: “Sobre esta cuestión, además
de Punta del Este, ¿a usted le consta o sabe de otros viajes al exterior del
avión? Y en el caso de que sea así, que creo que es así, ¿le consta a usted que se hacían las inspecciones habituales en estos
casos? ¿O por el hecho de ser el avión de la Fundación de las Madres tenía
algún tipo de salvoconducto?”
Schoklender
respondió: “No”.
Iglesias
insistió: “Y en el caso de que fuese así,
que no hubiese inspecciones regulares, ¿ha observado o sabido usted respecto de
algún tipo de tráfico o de movimiento extraño a la operatoria normal de ese
avión?”
Schoklender
reiteró: “Vuelvo a decirlo. Primero, el
avión no era la de la Fundación; el avión era de Meldorek. En segundo
lugar, en cuanto a los viajes al exterior
que se hicieron, yo hice viajes a Brasil con el avión: a Recife, a San Pablo y
a Río de Janeiro, si mal no recuerdo. Algunos
los hice con el avión, otros los hice con avión de línea. Pero el avión,
efectivamente, fue a Brasil creo que tres veces, si mal no recuerdo.”
Iglesias
inquirió: “Sólo a Brasil”
Schoklender
“A Brasil. Y después fuera del país
que no sea Brasil, a Paraguay, un viaje contratado creo una vez. Y a ningún
lugar más porque no era un avión de gran
autonomía. Era un avión que era inspeccionado en cada lugar por Aduana, Migraciones,
perros, todas las cosas. Es decir, no era el avión de los Juliá. Ni se usaba
para otra cosa que no fuera para trabajar, salvo cuando se lo alquilaba para
algún vuelo a Punta del Este, para aprovechar las horas libres. Y con eso
se completaba el mantenimiento. Recuperábamos parte de los gastos de
viáticos, que era lo único que se le facturaba a la Fundación, y el resto, todas las horas restantes, eran
ingresos que permitían generar algo más de recursos para Meldorek, no para la
Fundación.”
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