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jueves, 1 de diciembre de 2011

LA GUITARRA EN EL ROPERO




Por Carlos Manuel Acuña

Ya no se trata de simples escándalos administrativos ni algunas salidas fuera de lugar que llenan de versiones los sucesos públicos por más simples que éstos sean. Ahora los casos se acumulan en las conversaciones cotidianas, en los análisis políticos y en los comentarios empresarios. Primero llegan a las embajadas, luego saltan las fronteras, se asoman en las oficinas de argentinos y extranjeros y la vergüenza nos inunda a todos con su carga decadente. La Argentina camporista, kirchnerista o como quiera llamársele, se apresta, además, a cambar su historia, a incorporarle sucesos inexistentes en el pasado y a interpretar de una manera distinta, digamos que "a contramano", la verdadera construcción de la República Argentina. Obviamente, una de las primeras víctimas de este insólito giro en que se ha colocado a la Patria será uno de sus grandes hombres, el general Julio Argentino Roca, por citar al últimamente más atacado en su memoria y en su gestión afirmativa del territorio nacional.

Dejemos por el momento este tema básico y fundamental y pasemos a otro más superficial pero no menos grave del que surgió la primera señal cuando la presidente de la República lo pasó por alto en la fila que aguardaba el consabido beso en la mejilla- ¡Lo pasaron por alto! Estiró la cara para recibirlo pero nada sucedió. Primero abrió un ojo, luego el otro y de reojo la vio a ella, a dos pasos de distancia y que sin mirarlo siquiera, había tomado distancia y continuado con el besamanos. El "chuick" y la consiguiente sonrisa habían pasado a otra mejilla y con otro fue el intercambio de lugares comunes que se dan en estas circunstancias. Cristina Fernández había avanzado a lo largo de la fila de industriales en la sede gremial que los reunía pero el trovador fue ignorado olímpicamente. Nadie dijo nada pero todos se percataron de esta señal reveladora. Nada menos que el ministro de Economía y flamante vicepresidente perdió, públicamente, una de las formas sociales de los favores y simpatías.

¿Qué había sucedido...? ¿Era verdad, entonces, que le habían "copado" la designación de los cargos más importantes en el Senado que debe presidir y que por lo tanto Amado (Boudou) había dejado de ser políticamente importante...?) Al menos, el trovador está en penitencia y el motivo es una reservadísima selección de fotografías donde el todavía ministro de Economía celebró su cumpleaños número 49 nada menos que en canzolcillos (claros, de una cierta elegancia y adornados con motivos florales) en una célebre boite (como se decía antes) llamada "El Cielito" o "del Cielito" de "Mame" Genicks y acompañado en el estrado, guitarras en mano, por su amigo André Calderón.

Música va, música viene, canciones de toda laya, letras subidas de tono, coros que subían y bajaban con una entonación conocida, se brindó copiosamente por el éxito en la futura gestión de gobierno, por los viajes que se realizarían y por quienes los acompañarían en las funciones oficiales. Dicen que pasó de todo y que hasta hubo quienes deslizaron en los oídos del guitarrista algunos nombres de aquellos que serían (o serán) los verdaderos hombres fuertes del futuro gobierno. Entre otras cosas le hablaron con lujo de detalles del rejuvenecido poder de Julio De Vido, del nuevo cargo para el "Napia" Gillermo Moreno o el perfil (y el nombre) del ministro de Economía elegido sin consultarlo, de los importantes vínculos que posee este futuro funcionario - aunque ya lo es como representante del Estado en Aluar S.A. y otros cargos destacados pero de bajo perfil - y de las forma en que manejaría el difícil y complejo asunto de la supresión de los subsidios, un tema que no sólo dará que hablar sino que signará el devenir político y social a partir de este verano que será rico en acontecimientos y entre otros, mantendrá muy ocupado a Hugo Moyano y varios de sus amigos.

Aseguran que a Boudou le importaron poco estas novedades que no se agotan con lo que dejamos dicho y que por lo contrario, amplió su sonrisa, tomo una botella, la agitó y convocó a la diversión general, a las risas y a los tragos, es decir, a un estado de cosas que se alejará rápidamente del escenario nacional a partir de ahora mismo.

Pero cerremos la anécdota: algunos noveles funcionarios amigos personales de Crisstina, presurosos, le contaron algunos aspectos jugosos de esta reunión pródiga en cantos, mujeres bonitas y bebidas de calidad, además de ricos bocados dignos de una celebración mayúscula. El día siguiente fue intenso en la tarea de rescatar las fotografías. Según parece, fue con éxito pero en estas cosas - es inevitable - siempre existen las filtraciones.

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