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domingo, 18 de marzo de 2012

OTRO LADRILLO EN LA CONSTRUCCIÓN DEL MODELO CRISTINISTA



Por el Arq. José M. García Rozado

“El sentimiento nacional que tenemos todos los argentinos,
nace en la espada de San Martín se agita en el poncho
de Rosas y se ejecuta con la doctrina de Perón”. J.I. Rucci
“Las batallas las pierden los dirigentes, las guerras los pueblos.
 El electorado se negó a perder la guerra”.


El Gobierno considera que controlando la compra de divisas, apoderándose de las reservas del BCRA, obligando a las petroleras a sobreexplotar las cuencas ya explotadas y seguir desinformando a la población va a lograr superar mediante esto, que dio en llamar “la sintonía fina del modelo”, la crisis latente económico- social que se avecina inexorablemente. Hasta el propio Hugo Moyano ve venir una profundización de la crisis y alerta en medio del desierto, los jóvenes camporistas siguen el juego y el viejo peronismo se mantiene expectante pero al margen.

El Gobierno siempre encuentra una oportunidad para dar una nueva vuelta de tuerca a lo que ellos dieron en llamar “la sintonía fina del modelo cristinista”, y ahora desde el 3 de abril extienden el cerrojo hasta a los retiros de moneda extranjera a los turistas argentinos, que deberán contar con una caja de ahorro en dólares o moneda del país donde vayan a viajar e intenten retirar su dinero, porque esto es lo que es –el dinero no es del Estado sino del argentino o extranjero que pretende hacer con el lo que le venga en gana-, cosa que este régimen estalinista y totalitario no quiere aceptar; puede ser que los funcionarios y Cristina crean, o acepten, que en realidad no existe el control suficiente, y eso los obliga a ensayar una medida arbitraria e inconstitucional por donde se la mire.
El gran problema del cristinismo es que tomo real conciencia de que la caja no le alcanza para pagar las deudas generadas y contraídas por la despolitica aplicada durante estos últimos casi 9 años de gobierno, y esto queda palpablemente demostrado con la ultima circular del BCRA esa que restringe totalmente, y sorprende que el korralito implementado el 31 de octubre pasado haya sido llevado a cabo en cómodas cuotas, lo que demuestra que no se animaron a realizarlo todo de un saque, por temor al descontento popular, esperaron que pasare el furor del verano y terminaron por implementarlo. No es casual que se ponga ahora y definitivamente la mira en el turismo, ya que le guste o no al Gobierno Cristina, la tentación de consumir en el exterior por parte de los argentinos es directamente proporcional a la subvaluación concreta de la moneda.
El  “déme dos”, vieja y conocida rémora de la dictadura genocida y los 90 que ellos tanto castigan esta nuevamente presente y con gran presencia, el rubro turismo explica una salida de US$ 4.750 millones, o sea un 40% mas que lo salido en 2010, siendo una parte –aunque no importante- de la extraordinaria fuga de divisas que viene sufriendo CFK y que acumula solo en su gestión US$ 60 mil millones y mas de US$ 75 mil millones desde 2003 a la fecha, y que se freno, no porque se halla recuperado la confianza sino por la implementación de las restricciones y el korralito del 31-O, lo que desconoce la administración k es que los dineros del turismo no son los dólares del “capital concentrado” sino de argentinos de a pie que, o bien mejoraron su poder adquisitivo o por el abaratamiento relativo del dólar frente al peso argentino, consumen en el extranjero.
Pretenden hacernos creer que esta medida, al igual que la totalidad del korralito es “un acto de justicia” al exigir que afuera se tenga que pasar por el filtro de la AFIP, desconociendo que el uso de la tarjeta de debito de los bancos afuera del país esta de por si muy condicionada por las mismas entidades que no permiten retirar mas de US$ 200/300 diarios, lo que implica que son aquellos los que ya de por si regulan que ningún turista pueda “fugar capitales del país”, esto apunta a ampliar la “vigilancia y el espionaje” burdo y absoluto que implemento el régimen cristinista sobre la totalidad de los argentinos y extranjeros residentes en el país. Es tal la necesidad gubernamental de no apartarse de la autoimpuesta y cada vez mas exigente política por la cual no se le pide prestado a nadie que no sea el BCRA, la ANSeS u otra cualquier  caja nacional ya que de hacerlo quedaría totalmente en evidencia la falta de aceptación que este gobierno tiene para los posibles inversores o prestamistas, lo que implicaría aceptar tasas internacionales que multiplican por diez las que se le cobran –no a Grecia, Irlanda, Portugal, Italia o España- sino a nuestros vecinos Brasil, Chile, Perú, Colombia, Uruguay y hasta el mismo Paraguay.
El tan falaz como promocionado “fondo de desendeudamiento”, así como la “Reforma de la Carta Orgánica del Banco Central” que termino poniendo las reservas de los argentinos –y no precisamente del Gobierno y que apenas alcanzan a US$ 46.781 millones y muy lejanas a las más de US$ 52,5 mil millones del pasado Enero 2011- a tiro de las necesidades del Tesoro; barajar y dar de nuevo es la “sintonía fina del cristinismo” que se encuentra atenazada entre los cambios en los factores externos que nos influyen –precios de commodities, desaceleración de Brasil, menores chances de exportación a Europa, restricción de exportaciones a China (apenas aceites de soja)- y las modificaciones en las variables internas –control del dólar (korralito),restricciones crecientes y desmedidas o sin sentido en muchísimos casos a las importaciones, reforma a la Carta Orgánica del BCRA-, generan proyecciones dramáticas para 2012.
Muy pocos de los supuestos que se manejaban antes del 23-O siguen en pie, y el rango de previsiones se amplio: la banda de crecimiento argentino esta entre el 0% (los pesimistas) al 4% (los más optimistas), apenas hace 90 días el crecimiento estimado como media –entre unos y otros- estaba en el 3,5% y ahora bajo a menos del 2%, existían entonces dos hipótesis: una era la de que al mundo le iba mal y a la Argentina también; la otra sostenía que el mundo no le iba tan mal y que el cristinismo corregía las enormes distorsiones acumuladas en estos años y la Argentina podía llegar a desengancharse de la malaria global, aunque mas no fuere que parcialmente. Hoy solo queda en pie el peor escenario, si bien “la seca” agropecuaria fue menos intensa la intervención del supersecretario de comercio arruina todos los pronósticos alentadores.
Hoy los factores que aquejan a la economía se parecen a los de 2009, y en algún sentido a los de 1998, el único fenómeno que moverá la aguja del crecimiento económico argentino será un repunte verdaderamente importante de Brasil –algo ya del todo descartado-, en función de esto puede llegar a estar muy cercano al 1%, la economía argentina no logro “resetearse”, pero así como a fines de 2011 se discutía si Europa iba derecho a la recesion en el primer semestre del presente año, hoy esa ya es una realidad palpable, ya que esta entre el estancamiento y la recesion lisa y llana, con ampliación de los índices de desocupación en mas de la mitad del mercado común. Aunque aun no termino de impactar en las “expectativas”, solo se saben dos cosas: por el lado de la oferta, la industria se desacelero claramente y el campo tiene previsiones mucho mas bajas; y el consumo aunque muestra cierta continuidad ya no muestra las fortalezas del 2011.
Los anuncios de las quitas de los subsidios, comienzan a impactar en las expectativas de las clases medias bajas y medias, salvándose únicamente las medias altas y las altas –o sea porcientos muy pequeños del pueblo-, impacta negativamente y comienza a tomarse conciencia de su condición de “ajuste”;  si bien el gasto turístico disimulo la desaceleración comercial en los shoppings y supermercados, no alcanza para tapar la sensación de que el consumo se desacelera notoriamente, aunque aun la masa de consumo no desapareció se la ve bastante mas restringida. Congelar o disminuir el gasto en subsidios no es un proceso fluido, y aun faltan resolver cuestiones básicas de implementación, las herramientas que maneja el Gobierno Cristina no tienen la profundidad necesaria para hacer realmente exitosa esta intervención.
El gasto estatal sigue descontrolado, el déficit fiscal ya es imposible de ocultar, el superávit de la balanza comercial es muy inferior al necesario, los manotazos a las cajas –BCRA, ANSeS, BNA, etc.- no alcanzan a cubrir los agujeros del déficit fiscal, los vencimientos de deuda externa e interna, la importación de combustibles y las importaciones imprescindibles (mal que le pese a Moreno), la gradualidad que pretendió imponerse no se logro; la tragedia de Once impidió deshacerse de los subsidios a los subterráneos, los trenes y los colectivos cuyos boletos según confeso De Vido pasarían a costar $ 4,40 cuando la quita se realice. Esto no es “sintonía fina, sino un ajustazo” y mas si a ellas se suman el encarecimiento de la luz, el gas y el agua, además de los gravámenes de ABL y rentas provinciales que vienen desfilando e irremediablemente atacaran la economía de los hogares y atentara contra el poder adquisitivo de los salarios, eso que denuncia Hugo Moyano, el Momo Venegas y Luis Barrionuevo, entre muchos otros.
Cerca de US$ 5 mil millones de intereses de deuda, US$ 8 mil millones al Club de Paris, US$ 10 mil millones –confeso CFK- de importación de combustibles, sin contar la suba internacional del barril de crudo, cuesta ver el crecimiento del gasto publico por debajo del 25% y también cuesta aceptar la moderación de los requisitos salariales en el 18% previsto por el Gobierno; deberemos discutir seriamente la sustentabilidad del ¿programa? implementado por Moreno respecto de las importaciones, en una economía como la Argentina la dependencia de los insumos industriales importados es muy grande y tendrá impacto aunque se pretenda lo contrario. Las denuncias de corrupción, espionaje y la estupidez de levantar programas televisivos de quienes no comulgan con ellos también terminan haciendo ruido en la economía y en la visión de futuros y posibles inversores.
La contradicción flagrante entre “cuidar la caja en dólares” –korralito cambiario y restricción de importaciones- y modificar la Carta Orgánica del BCRA para apropiarse de las reservas, es un verdadero sinsentido, las previsiones de techos salariales y la de quitar los subsidios no se están cumpliendo, el Gobierno Cristina no esta actuando de manera prolija, y el no tocar el tipo de cambio, o hacerlo muy por debajo de la inflación interna real no se condice con una política seria de crecimiento y desarrollo, pues provoca desinversión, falta de voluntad en sumar sustitución de importaciones, o inversiones agropecuarias serias respecto del aumento de rodeos ganaderos, o de inversiones para aumentar la capacidad de producción lechera.
Los controles cambiarios nunca fueron efectivos, y mucho menos fueron positivos, por el contrario se genero un “mercado paralelo”, se retiraron los ahorros bancarios aumentando la tasa de interés para prestamos internos, o sea fueron soluciones catastróficas, y esta vez no tienen porque ser diferentes, quizás no hoy, ni mañana, pero si pasado y en un futuro muy cercano., el malestar empresario con el supersecretario y “príncipe” del cristinismo, si bien no se explicita, es una realidad palpable. Los costos de los productores agropecuarios están subiendo diariamente y superan los aumentos de los commodities, con lo cual la rentabilidad baja y atenta contra las reinversiones o el consumo, la generación de la “sintonía fina” genera ruidos, una importante porción de argentinos son cada vez mas escépticos respecto de lograr cerrar las cuentas fiscales.
La intervención sobre el BCRA generara inflación, y esto atentara contra el crecimiento genuino, el descenso abrupto de las reservas dejara al país expuesto a una crisis monetaria y cambiaria, lo dicho por Cristina y Marco del Pont sobre que “se quiere un BCRA en función de la economía real” queda en sana intención, pues la  Argentina no tiene ni la eficiencia en gestión ni un marco institucional adecuado para inyectar las reservas de manera que lleguen efectivamente a financiar la inversión productiva, además este es un año de necesidades gubernamentales muy importantes, aumentando el riesgo permanente de usar las reservas para tapar emergencias.  Entre 2005 y 2011 se triplico la participación de pasivos del Estado en el activo del BCRA, se verifica un descenso de la inflación pero como producto de la disminución del consumo, pero nunca tanto como para que baje del 20%, una verdadera barbaridad.
Las microdevaluaciones gubernamentales implican aumento de las importaciones y perdida de divisas y ahorros, y contrariamente a lo que expresa Giarrizo el pueblo no se volcara al consumo al no poder ahorrar, el núcleo inflacionario es muy preocupante, por la inflación de costos que además es creciente, el gobierno esta entrampado porque el riesgo de bajar ese costo es el enfriamiento de la economía y de la actividad y el cristinismo se niega a salir de un esquema de populismo berretizado que hasta el 23-O le vino cerrando y dando ficticiamente buenos resultados. Este año 2012 tendremos menos crecimiento y mucha inflación, nuestra inflación tiene aristas relacionadas con el crecimiento de las variables monetarias y fiscales; un tipo de cambio corriendo a una tasa menor, genero la corrida del año pasado y generara a la corta o la larga otra corrida, pues la inflación genera incertidumbre y eso siempre se traduce en dos cosas:  seguiremos sin recibir inversiones genuinas de peso y perderemos los últimos pilares del “modelo que el kirchnerismo heredara del duhaldismo”.

Buenos Aires, 16 de Marzo de 2012.
Arq. José M. García Rozado
MPJIRucci – LIGA FEDERAL

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