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jueves, 29 de noviembre de 2012

¿PARA QUÉ SIRVIÓ EL 8 DE NOVIEMBRE?



Por el Dr. Cosme Beccar Varela 
Buenos Aires, 28 de Noviembre del año 2012 - 1142

Los cuerpos se componen de forma y materia. La materia prima por sí sola, no existe, sólo está en potencia de existir.

En los movimientos sociales y políticos hay dos momentos de gestación y dos momentos de formación. En un primero momento, hay una multitud movida por un sentimiento indefinido, pero decidido, a favor de algo que quiere mucho o en contra de algo que aborrece mucho. En ese primer momento se puede empezar a formar un movimiento si esa multitud es movida por un mismo objetivo, a favor de algo o en contra de algo.

Suponiendo que esa primera forma se constituyera, ese movimiento sólo habría conseguido convertirse en un impulso primitivo, poderoso, pero ciego. Sería como un alud que cae de una montaña o como una enorme máquina rodante que no tuviera un volante capaz de darle una dirección determinada. Sólo serviría para romper lo que se le ponga delante. Pero sería inútil para trabajar conscientemente en la producción de algo. No es más que la materia de un movimiento social y político que no existiría todavía aunque estuviera en potencia de existir.

En un segundo momento, como esa multitud está compuesta por seres humanos inteligentes y no son pura fuerza ciega, como lo son el alud o la máquina rodante, es posible que sus integrantes se den cuenta de son impotentes mientras no acepten dirigentes que sepan conducir esa fuerza en forma ordenada y constructiva.

La forma de un movimiento social y político son los dirigentes que encarnan la idea que mueve a la multitud. La multitud, aunque tenga una misma motivación, es como la materia prima de algo si no tiene dirigentes: está en potencia de existir, pero no existe como movimiento social y político.

"En todas las cosas que se enderezan a algún fin y en que se suele obrar por diferentes modos, es necesario alguno que guíe a aquello que se pretende; porque la nave que según el impulso de diferentes vientos suele ser llevada a diversas partes, no llegaría al puerto deseado, si la industria del piloto no la encaminase a él. Los hombres tienen un fin a que toda su vida y sus acciones se encaminan, porque son agentes por entendimiento, al que es propio manifiestamente obrar con algún intento. Pero acontece que diversamente caminan al fin propuesto, como lo muestra la diferencia misma de los humanos estudios y acciones; y por eso tienen necesidad de quien los guíe." (Santo Tomás de Aquino, ""Del gobierno de los príncipes", Editora Cultural, Tomo I, pags.19 y 20).

* * *

¿Cómo interpretar la marcha del 8 de Noviembre ppdo. a la luz de estos principios?

En los artículos nros. 1140 y 1141, del 5 de Noviembre y del 9 de Noviembre, titulados "El mágico 8 de Noviembre" y "La marcha fue un éxito, fue inofensiva y la tiranía sigue", sostuve que la falta de dirigentes conocidos y la poca claridad de los objetivos, hizo que la marcha de ese día fuera incapaz de salvar a nuestra Patria de la tiranía que la oprime.

Han pasado ya 20 días desde la marcha y todo sigue igual, o peor, tal como lo preveía en esos dos artículos y en otros anteriores en los que me refería a otras marchas semejantes. ¿Por qué?

1) Según una encuesta que publicó "La Nación" el 13/11/2012 (pag. 9) el 26,6% de los asistentes habían votado al partido que encabeza el socialista Binner; el 14,1% a Macri; el 4,3% a la UCR; el 3,8% al peronismo; el 3,3% al partido de la Sra. Carrió; el 3,3% al FAP; el 1,9% al socialismo y el 0,5% al kirchnerismo.

El resto, o sea, un 42%, no dijo por qué partido votó. Tal vez ni siquiera fue a votar, tal es el desprestigio y el desastroso desempeño de los partidos existentes. Sin embargo, un 70,4% dijo que le interesaba mucho o bastante la política, es decir, se dan cuenta que el problema argentino no es económico ni social sino político. Es decir, el gobierno es insoportable.

Esta encuesta coincide con la impresión personal que tuve durante la marcha. Era evidente, por la actitud de las personas, que las había de todas las tendencias ideológicas y sólo coincidían en el repudio a esta tiranía. Lo malo es que no todos querían substituirla por un gobierno conforme a la Justicia y al Bien, sino por otro que respondiera a sus diversas formas de pensar, tal vez con un resultado nocivo.

Por eso puede decirse que fue una manifestación confusa, sin un objetivo único y que ni siquiera llegó a constituir la materia prima de una primera etapa en la formación de un movimiento político.  

Primero, todos tendrían que haber tenido el mismo sentimiento o sea: esta tiranía tiene que cesar inmediatamente. Y eso no era así.  La mayoría había sido convencida por no se sabe qué operadores de opinión pública, que bastaba exigir que no hubiera re-reelección de la Sra. Kirchner en el 2015. Sin embargo, ese reclamo no interpretaba lo que la gente sentía porque, en realidad, lo que todos queríamos, más o menos conscientemente, es que esta situación cesase inmediatamente.  

2) Sin embargo era evidente que había muchos que sí querían la cesación inmediata de la tiranía, porque se dan cuenta que si esto sigue así, no habrá seguridad, ni justicia, ni futuro para las personas de bien; que el sistema educativo seguirá siendo usado para corromper a los niños y los jóvenes; que los funcionarios seguirán robando y que la Constitución es letra muerta.

Pero fuera del cartel exigiendo "¡JUICIO POLÍTICO, YA!" que unos poquitos portábamos, los "formadores de opinión" no permitieron que esa idea fuera explicitada por quienes comprenden que esta situación intolerable debe terminar ahora, y no en el 2015. En estos tres años seguirá muriendo gente a manos de la delincuencia, el caos social aumentará, la inmoralidad crecerá y los corruptos serán cada vez más ricos y más poderosos.

Los que sentían esto, más o menos confusamente, formaban ya la materia prima de un movimiento político de rescate nacional, pero les falta la forma que sólo les pueden dar dirigentes auténticos, o sea, justos, honestos, inteligentes, laboriosos y decididos.

Ninguno de los políticos que están actualmente "en el candelero" reúne esas condiciones. Lo peor que podría ocurrir para quitar toda esperanza a ese principio de reacción cívica que vivimos el 8 de Noviembre es que se le hiciera aceptar un falso liderazgo.

La única manera de empezar a evitar ese peligro mortal es que la minoría de los "buenos patriotas" se una con un programa mínimo, que se organice con una dirección única en manos de los mejores y que sean capaces de poner en práctica una estrategia adaptada a la situación para conseguir el objetivo primero: acabar con la tiranía exigiendo el inmediato juicio político de la Sra. Kirchner, de sus ministros y de los jueces de la Corte, como un primer paso para desarmar la estructura de poder perverso que han montado para oprimir a los argentinos. Me remito al artículo 1141 en el que explico cómo puede ser ese juicio político.

Este primer paso, es decir, la formación de una minoría dirigente organizada, es simple, pero exige generosidad, coraje e inteligencia. Y eso parece que no hay.

Cosme Beccar Varela 
e-mail: correo@labotellaalmar.com

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