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viernes, 21 de diciembre de 2012

VIOLENCIA ORGANIZADA, PELIGROSA Y PERMITIDA




Por Carlos Manuel Acuña

A media mañana de ayer, grupos organizados de orilleros ingresaron en un supermercado de Bariloche e iniciaron un meticuloso saqueo en distintas casas de comercio. Curiosamente, sólo el Canal TN de televisión difundió la noticia hasta que pasado el mediodía se sumaron otros medios electrónicos. Para esa hora ya se sabía lo que era un secreto bien guardado: las autoridades no ignoraban que esto iba a suceder y alertaron a los propietarios de los comercios barilochenses para que adoptaran medidas de prevención. En coincidencia con estos sucesos, aquí, en pleno centro capitalino la avenida 9 de Julio  fue cortada por el grupo Quebracho - financiado por el gobierno - que comenzó a cometer desmanes que convirtieron a  Buenos Aires en un verdadero caos, con el tránsito paralizado y las corridas habituales. Algunos observadores recordaron entonces que apenas unos días atrás, elementos que se identificaron como simpatizantes boquenses realizaron una verdadera gimnasia revolucionaria que llamó poco la atención dado el acostumbramiento del público que soporta la política permisiva del gobierno en la materia. También recordaron que un depósito de la Gendarmería Nacional ubicado en la bonaerense y cercana ciudad de Mercedes, había sido incendiado con la pérdida millonaria de decenas de motocicletas nuevas y especiales. El caso tomó forma de rumor que insinuó la responsabilidad del hecho a la crisis salarial que soporta esa Fuerza en los niveles subalternos, pero de lo que nada se dijo fue que el automóvil personal del mercedino dirigente de La Cámpora, De Pedro, fue abollado, que sufrió un principio de incendio, que los vidrios de las ventanas de su casa fueron rotos a pedradas y que también existió un principio de incendio. Todo se ocultó pero hay cosas que en nuestro país tarde o temprano salen a la luz, a veces agrandadas por la reserva con que se las quiso ocultar.
Mientras los comentarios corrían de boca en boca, otro detalle llamó la atención de los conocedores de estos asuntos ya clásicos del kirchnerismo: en determinados y selectos lugares de la ciudad se advirtió la presencia de numerosos y noveles policías - varones y mujeres - que caminaban ida y vuelta a lo largo de pocas cuadras, detalle que fue comentado por algunos periodistas que recibieron como explicación - formulada indirectamente - que se trataba de alumnos provenientes de la Escuela de la Policía Federal que fueron puestos en la calle por orden de Nilda Garré para familiarizarse con su trabajo. Todo demasiado curioso pero como en la Argentina de hoy puede suceder cualquier cosa, no se alteró la rutina cotidiana que registró los clásicos malestares y protestas de los sufridos habitantes.
Sin embargo, con el correr de las horas nació la alarma cuando se confirmaron los saqueos que ocurrían en la ciudad de Rosario, el corte de la Ruta Nacional 9, la ocupación de piquetes en la próxima ciudad de Gobernador Gálvez y de un hecho singular: en Comodoro Rivadavia y delante del gobernador Buzzi, manifestantes que habían concurrido a una concentración oficial se insultaron mutuamente y se fueron a las manos. Golpes de puño, uno que otro garrotazo y el esfuerzo de la policía por separar a los contrincantes puso una nota dramática en el suceso. En el momento de escribir este informe las explicaciones eran confusas y por cierto, contradictorias. De todos modos se sumaron a las versiones que crecieron durante la noche y entre ellas la interpretación de que el anuncio de la expropiación del tradicional predio palermitano de la Sociedad Rural Argentina, fue un inútil esfuerzo distractivo aunque permitía definir el sesgo ideológico de quienes ejercen el poder político. Entre tanto, las novedades se precipitaron sin confirmarse a informaban del saqueo a un frigorífico, el asalto a un local en el Chaco, problemas en la ciudad de Moreno - un clásico de graves desórdenes en el pasado - potenciales sucesos en Córdoba y el retorno de los comentarios a Bariloche, origen de las inquietudes confirmadas. Allí, la policía de Río Negro había resuelto no impedir la acción de los depredadores por no estar en condiciones numéricas para hacerlo. Más aún, no querían intervenir para evitar consecuencias personales, sobre todo cuando las instrucciones eran de no reprimir sino "contener" a quienes robaban los más variados objetos electrónicos, lo que aportaba el dato de que no era por hambre que se cometían los violentos delitos. De todos modos, la renuencia policial había determinado que unos cuatrocientos gendarmes fueran aprestados para viajar bajo el mando de SuperBerni por orden expresa de Cristina. Como si esto fuera poco, pasada la media noche se aseguraba que en la Ruta Nacional 9 los cortes se hacían para facilitar el asalto y robo a los automovilistas que quedaban atrapados en medio del conflicto. Naturalmente, sin sorpresas y como algo esperado, el fantasma de una incipiente anarquía hizo su aparición.
El resumen que ponemos en manos de nuestros lectores sería insuficiente si no recordáramos que este tema fue abordado varias veces a lo largo de muchos meses atrás y que además, en varias oportunidades recordamos que desde el año 2000, después de un Congreso organizado por el Foro de San Pablo en la ciudad ecuatoriana de Mantas con la presencia de numerosos argentinos, se había dispuesto una nueva forma de lucha por parte de la izquierda: la Guerra Social sustentada en protestas populares y toda clase de reclamos, muchas veces montados sobre problemas provocados artificialmente. De contenido gramsciano, se la pergeñó como un sucedáneo a la acción armada que provocó la derrota del terrorismo setentista, tal como sucedió en otros países de la región agredidos antes y después de esos años. Pocos creyeron en esta variable, hasta que los hechos confirmaron la nueva estrategia. Entre nosotros surgieron distintas organizaciones que últimamente crecieron exponencialmente. Por ejemplo, Barrios de Pie, piqueteros de distinta denominación, la estructura que responde a Alicia Kirchner, las viejas conocidas como Madres de la Plaza de Mayo, Unidos y Organizados, La Cámpora, como otras, más cercana a los negocios, el Vatayón Militante organizado con peligrosos delincuentes condenados a prisión, el conjunto Tupac Amaru que aspira colocar en la gobernación de Jujuy a Milagro Sala aunque también opera en La Matanza, y otros que se definen claramente con sus actos y declaraciones, como el mensaje de twitter que ayer por la tarde Luis D'Elía le envió a Cristina Fernández con motivo del decreto expropiatorio de la Sociedad Rural Argentina, felicitándola por haberle quitado un bien a la puta oligarquía. Ignoramos la respuesta presidencial.

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