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jueves, 13 de marzo de 2014

ANUNCIAN HOY A LAS 20 HS UN GRAN CACEROLAZO NACIONAL CON ACAMPE POR REDES SOCIALES


Por las redes sociales se ha estado difundiendo desde el mes de enero la convocatoria a un nuevo cacerolazo. El evento se ha planificado para el día de hoy, 13 de marzo a las 20 horas en todo el país.
En los avisos que lo anuncian, los cuales son de diversa naturaleza en cuanto a las reivindicaciones, se informa por ejemplo: "Porque nuestra Patria no es kirchnerista ni montonera, el 13 de marzo Argentinazo. 20 Hs en todo el país. Marcha y Acampe".
La novedad en esta convocatoria, que se especula se realizará en todas las plazas principales del país, está dada por el acampe frente a los edificios gubernamentales, cuyas consecuencias resultan imprevisibles.
Desde Indignados de Argentina, por ejemplo, en Facebook, es difundida esta marcha, con gran número de adherentes virtuales. Se desconoce al momento si habrá una efectiva adhesión de personas como sucedió en otras oportunidades, o si la convocatoria será de escasas personas como en convocatorias recientes.
Se trata de una manifestación de oposición a la postura gubernamental, que nuevamente pretende mostrar la presencia de quienes no comparten las políticas oficialistas ya sea en su totalidad o por ciertas cuestiones particulares de disidencia.
La principal convocatoria ha sido realizada mediante las redes sociales, y no por los grandes medios de comunicación, que prácticamente la han omitido.

POSICIÓN DEL DIPUTADO PINEDO SOBRE EL ANTEPROYECTO DE CODIGO PENAL



LAS NO VERDADES PENALES



Posición del Diputado Federico Pinedo en relación al anteproyecto de Codigo Penal

Amigos:
                        En la discusión mediática es difícil plantear temas con profundidad, pero entre nosotros es importante que analicemos las cosas con otro detalle para aclarar nuestros sentimientos y posiciones.
ESTO NO ES PARA QUE DEFENDAMOS EL ANTEPROYECTO, SINO PARA QUE SEPAMOS. LA POSICION OFICIAL DE PRO ES QUE NO SE PUEDE TRATAR ESTE CODIGO ASÍ Y QUE SI SE TRATA VOTAREMOS EN CONTRA.
            Sin embargo todo el mundo reconoce que es necesario cambiar un código con 900 modificaciones y con más de 300 leyes con contenidos penales adicionales, pues ese caos generó un 3% de condenas y un 3 por mil de delincuentes que cumplen prisión, ante una situación que consiste en que en demasiados casos las policías no previenen ni reprimen el delito, los fiscales no acusan, los jueces no aplican la ley, los procedimientos provinciales excarcelan, no hay cárceles para alojar a los presos y las que hay, sirven para fabricar delincuentes, que esa es nuestra realidad. La Constitución manda codificar, esto es, tener un cuerpo coherente con todas las normas penales.  Ese código debe reflejar la escala de valores para la convivencia en paz de la sociedad y las penas proporcionales a la gravedad de las violaciones a dichos valores.
Va un aporte para que analicen el tema de fondo en materia penal, que es un tema complejo.
Registro de Antecedentes
Massa dice que en el anteproyecto se elimina el registro de antecedentes criminales, que para ver los antecedentes hay que pedirle permiso al delincuente, que los jueces no van a poder hacer investigación criminal de antecedentes y que queremos eliminar el registro de violadores. FALSO.
·        No se modifica el régimen del Código actual
·        El registro de antecedentes es público y de libre consulta mientras no caduquen sus datos
·        Aun cuando caduquen, los jueces los pueden consultar
·        El registro de violadores es un proyecto PRO, y pedimos que fuera universal el banco de datos de ADN y no sólo para condenados.
Reincidencia y Prisión Perpetua
Los de Massa no dicen que nosotros proponemos mantener la reincidencia como agravante y además endurecer su definición. Proponemos que se considere reincidente a todo condenado que delinca y no como ahora que se exige que haya estado efectivamente en prisión y no con preventiva sino con prisión como condenado, lo que reduce mucho el universo. No conozco proyectos de otras bancadas como el nuestro en este endurecimiento.
Otra disidencia importante nuestra -que no se menciona- es la referida a las condiciones de reemplazo de la prisión perpetua. Los condenados a prisión perpetua ahora salen de la cárcel a los 20 años. Además de la suba de la pena máxima de 25 a 30 años (que es la pena internacional para genocidio), yo propongo una pena adicional, para que después de cumplida la prisión, en los delitos graves, el juez pueda tomar medidas de control del delincuente en protección de la sociedad.
Penas Sustitutivas de Prisión
Se dice que no va a ir nadie preso porque se proponen penas sustitutivas de prisión (prisión domiciliaria, prisión de fin de semana, trabajos para la comunidad, etc.). En realidad aquí en general el anteproyecto agrava, no afloja. Ahora te ponen menos de 3 años y te vas a tu casa o te dan libertad condicional a los 2/3 de la pena y te vas a tu casa. Se propone que en lugar de que te vayas a tu casa cumplas otra pena. La excepción a ese endurecimiento es la posibilidad (no obligatoria) de reemplazo de pena a la mitad de la condena en penas menores a 10 años, tema que no me convence demasiado pero que se basa en que la ley de ejecución penal permite en estos casos las libertades y salidas. Esto es para analizarlo en esa ley también.
Abuso sexual gravemente ultrajante
Dicen que lo eliminamos. Falso. En realidad se incorporó a un delito más grave, que es violación.



Robo seguido de Muerte
Dijeron que se bajaba la pena, cuando en realidad se diferenciaba al ladrón que quería matar a la víctima de aquél que la mataba pero sin intención de hacerlo, poniendo menos pena al último (actualmente no estaba diferenciado).
Sustracción de Menores
También se dijo que se proponía en general bajar las penas de este delito, como si se promoviera el secuestro de chicos. La realidad es que se propuso bajar la pena mínima de 5 a 3 años, para contemplar los casos de parientes (abuelas, hermanos) con motivaciones complejas pero no malignas, que pudieran atenuar su culpabilidad. El caso de los padres se trató en otro artículo sobre impedimento de contacto.
Secuestro
Se dijo que se bajaban las penas, como si se quisiera minimizar este delito. Aquí se diferenció el caso de secuestro seguido de lesiones del secuestro seguido de muerte y se puso más baja la pena del seguido de lesiones (20 años en lugar de 25 que seguirían correspondiendo a seguido de muerte). Patricia recordaba la rebaja de la pena mínima. En el anteproyecto se propone que la mínima suba o baje dependiendo de si el resultado buscado por el delincuente se logra (por ejemplo el rescate). La baja de la mínima en el delito de privación ilegítima de la libertad seguida de muerte busca cubrir un caso que es cuando concurren la mínima de la privación ilegítima de la libertad (por ejemplo el colectivero que no deja salir a un pasajero con el que se está peleando) con la mínima de la muerte por imprudencia (por ejemplo un accidente). La suma de esos delitos separados tenía una mínima de 6 y entonces no correspondía para ellos la mínima de 15 de las leyes Blumberg, lo que era un error técnico en ese caso, que en consecuencia los jueces no podían aplicar.
Excarcelación
Esta es la principal falsedad. Dicen que el 80% de los delitos son excarcelables en este anteproyecto. Dicen que es excarcelable la corrupción de menores, que tiene una pena máxima de 12 años; que es excarcelable el robo con armas, que tiene una máxima de 12 años; que es excarcelable el narcotráfico, que tiene dos penas concurrentes, por tráfico simple con máxima de 10 años y por organización delictiva, otros 10.
·        La excarcelación la tienen que decidir los jueces en cada caso analizando los elementos de la causa y no la pueden dar si consideran que no está garantizado que no se quiera eludir la Justicia. No debiera darse en delitos serios.
·        La excarcelación depende de los códigos de procedimientos de cada provincia.
·        Buenos Aires no excarcela delitos con máxima superior a 8 años.
·        En materia de penas mínimas, es absurdo pensar en poner una pena de 4 años de cumplimiento efectivo para alguien que robó una manzana con una Victorinox (robo con armas) o que vendió un porro a diez pesos o que pellizcó una cola. Hay hechos menores que requieren mínimos bajos. Si metemos presa a esa gente, habría falta de recursos para investigar bien al delito en serio y habría un problema mayor de falta de cárceles (los jueces suelen no poner penas de prisión porque no hay lugares de detención, en temas relativamente graves).
Mirar al Delincuente
Los de Massa y alguno nuestro, dicen que el anteproyecto busca cambiar la base del derecho penal argentino, porque mira al hecho delictivo y no al delincuente peligroso.
Este criterio es absolutamente inconstitucional y remite a discusiones de 1810. La Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), que forma parte de la Constitución, ordena el principio de culpabilidad. Nadie puede ser penado más allá de su culpabilidad y la pena debe ser proporcional a la culpabilidad. “El principio de culpabilidad supone que la pena sólo puede estar basada en la constatación judicial de que el hecho puede reprocharse personalmente al autor” (Hans Heinrich Jescheck, presidente de la Asociación Internacional de Derecho Penal, Director Emérito del Instituto Max Planck de Derecho Penal, en “El Principio de Culpabilidad como Fundamento y Límite de la Punibilidad”, Cuaderno N° 9 del Instituto Vasco de Criminología, 1995).
Menores
No es cierto que el artículo 4° del anteproyecto, que establece que el Código se aplicaría a mayores de 18 años, signifique que se busca despenalizar a los menores de esa edad. En la Exposición de Motivos queda claro que nadie pretende despenalizar los delitos cometidos por menores de 18 años, y que ese tema debe ser resuelto por una ley penal juvenil. El Congreso debe decidir cuáles penas y qué escalas del Código se aplican a los menores de 18 años, en la ley penal juvenil. La posición del PRO ha sido y es que la edad de imputabilidad debe bajar de 16 a 14 años y que los menores deben tener un régimen especial. Hay una ley penal juvenil y un proyecto con media sanción del Senado, que espera su tratamiento en Diputados.
Otros delitos
·        Narcotráfico: ESTOY Y EL PRO ESTA EN CONTRA DE BAJAR CUALQUIER PENA DE NARCOTRAFICO. En materia de drogas la Corte Suprema ha dicho que la tenencia para consumo está despenalizada y eso se refleja en algunos tipos penales como el de contrabando. En este tema yo no quiero que el Estado, la Policía, el sistema de salud público, desaparezcan y no asistan a los padres, y por eso presentamos con Schmidt Liermann un proyecto de internación forzosa para adictos en situación de peligro para sí o para terceros.
·        Puede haber otros delitos a los que haya que subir o no bajar penas. Las escalas del anteproyecto son parámetros técnicos que buscan una proporción con los delitos más graves (las penas máximas deben ser el homicidio y el genocidio), pero eso no quiere decir que no debamos decidir penas mayores, más cerca del homicidio, para delitos que sean muy negativos para la convivencia en paz, como el narcotráfico u otros. Eso hay que decidirlo caso por caso y la discusión en eso está absolutamente abierta.


LA PRISION PREVENTIVA Y EL NUEVO CODIGO PENAL



Jorge Horacio Gentile *
Sorprendió Raúl Zaffaroni, presidente de la comisión que elaboró el anteproyecto de nuevo Código Penal, cuando afirmó que: La prisión preventiva y las excarcelaciones son cuestiones que regulan los códigos procesales penales y no el Código Penal. Así fue siempre y seguirá siendo por imperio constitucional. Los códigos procesales son provinciales.” (5/3/2014 Página/12); ya que ello contradice a la Constitución, al Pacto Internacional de Derecho Civiles y Políticos y la doctrina actual de la Corte Suprema de Justicia.
La Ley Fundamental atribuye al Congreso la potestad de dictar la legislación de fondo, a través de Códigos -como el Penal- (Art.75, 12), dejándole a las provincias el reglar los procedimientos. El Código Penal, vigente desde 1921, tipifica los delitos y fija las penas, entre las que están las de prisión y reclusión. Luego de promulgado se dictaron 900 leyes complementarias que el anteproyecto de nuevo Código unificar en un solo cuerpo. Entre ellas se destacan la que fija –en principio- el plazo de 2 años para la prisión preventiva (Nº 24.390 reglamentaria del Art. 7, 5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos); y las de ejecución de la pena privativa de la libertad (Nº 24.660 y 26.695); que avanzaron, la primera en parte, sobre la necesaria regulación de la prisión preventiva; y, las últimas, respecto de la ejecución de la pena y la libertad condicional de los condenados.
Las restricciones a la libertad física, como son las prisiones preventivas -que muchas veces se prolongan años- aplicadas a quienes no tienen condenas penales, o que si las tienen no se encuentran firmes, están regidas efectivamente por los códigos procesales penales de cada una de las 23 provincias, de la ciudad autónoma de Buenos Aires y el federal; lo que hace que haya distintas regulaciones legales que dan lugar a diversas interpretaciones que merecen ser uniformados en el nuevo Código Penal, para, luego, ser aplicados, como indica el Pacto Internacional de Derecho Civiles y Políticos, a: Todas las personas (que) son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. (Art. 14,1º)
La Corte Suprema dijo, en el caso “Verbitsky, Horacio” (3/05/2005) que cualquiera sea el sistema procesal de una provincia y sin desmedro de reconocer su amplia autonomía legislativa en la materia, lo cierto es que si bien no puede llevarse la simetría legislativa hasta el extremo de exigir una completa igualdad para todos los procesados del país, la desigualdad tampoco puede extremar las situaciones hasta hacer que el principio federal cancele por completo el derecho a la igualdad ante la ley, pues un principio constitucional no puede borrar o eliminar otro de igual jerarquía. Una asimetría total en cuanto a la legislación procesal penal destruiría la necesaria unidad en materia penal que se mantiene en todo el territorio en virtud de un único Código Penal”.
Además, exhortó, al revocar el fallo de la Sala Penal del Tribunal Superior de Córdoba – instancia proclive a admitir la prisión preventiva-  -uno recho Civiles y Políticos  en el caso Loyo Fraire, Gabriel” (6/3/2014): a que exista armonía en el modo de tratar el instituto de la prisión preventiva por los distintos tribunales del país, a fin de evitar que se patenticen diferencias de trato que en la práctica constituyen una violación al principio contenido en el artículo 16 de la Constitución Nacional, desprendiéndose de ello que deberá estarse -en caso de contradicción- con la interpretación que mejor responda al carácter excepcional de dicho instituto procesal, y con aquella que mejor resulte más beneficiosa para el imputado por aplicación del principio indubio pro reo”
El nuevo Código debería disponer, además, que la prisión preventiva debe ser dictada en juicios, en forma excepcional y por un tiempo limitado – no más de un año y medio (lo que obligará a dinamizar los procesos)-  por jueces o tribunales de justicia y no por fiscales del Ministerio Público.
Luigi Ferrajoli ha dicho respecto de la prisión preventiva que: “Si no se quiere reducir la presunción de inocencia a puro oropel inútil, debe aceptarse (…) que no sólo el abuso, sino ya antes el uso de este instituto es radicalmente ilegitimo y además idóneo para provocar, como enseña la experiencia, el desvanecimientos de todas las demás garantías penales y procesales”. Y, agrega, que La misma admisión de la prisión ante iudicium, sea cual fuere el fin que se le asocie, choca de raíz con el principio de jurisdiccionalidad, que no consiste en poder ser detenidos únicamente por orden de un juez, sino en poder serlo sólo sobre la base de un juicio. Por otra parte, todo arresto sin juicio ofende el sentimiento común de justicia, al ser percibido como un acto de fuerza y arbitrio. No existe, en efecto, ninguna resolución judicial y tal vez ningún acto de poder público que suscite tanto miedo e inseguridad y socave tanto la confianza en el derecho como el encarcelamiento de un ciudadano sin proceso, en ocasiones durante años. Es un mísero paralogismo decir que la cárcel preventiva no contradice el principio nulla poena sine indicio (…) porque no es una pena sino otra cosa: medida cautelar, procesal o, en todo caso no penal.”
La inseguridad jurídica y el crecimiento del delito, hacen imprescindible que un nuevo Código Penal, unifique los distintos criterios legislativos y jurisprudenciales referidos al derecho a la libertad física de las personas, antes y después de la sentencia, y así lo apliquen los tribunales provinciales y federales.
El grito sagrado de Libertad es materia de derecho común, competencia del Congreso, y no de meros y diferentes normas de procedimientos locales.
                                                 Córdoba, marzo de 2014.

*Es profesor de Derecho Constitucional de las UNC y UCC y fue diputado de la Nación.

NÚMEROS QUE ATERRAN Y LA DEUDA SIEMPRE LA DEUDA



Por Silvio H. Coppola

            Javier Llorens, es un estudioso cordobés, que ha publicado varias notas sobre la situación financiera y comercial de nuestro país. Y por supuesto con sus implicancias políticas y sociales. En un trabajo muy elaborado, escrito en enero de este año y hecho conocer a través de Internet, titulado “El calamitoso estado de las reservas del Banco Central y el default de la deuda externa privada”, nos presenta números de importancia para saber la situación actual de la Argentina, información retaceada y amañada por nuestro propio gobierno. Complementa así sus informes sobre la balanza comercial en los últimos diez años, donde indicara con plena claridad, que la que pasó no fue una década ganada, sino más bien una “década perdida”, al despilfarrarse el saldo favorable de la misma, estimado en 149.000 millones de dólares.
            Ahora afirma que “Con sólo dar un vistazo al origen y aplicación de los fondos de divisas genuinas que dispuso Argentina entre el III trimestre del 2003 hasta el tercer trimestre del 2013 incluido, se observa que los U$S 149 mil millones de saldo neto que obtuvo en la balanza comercial originados esencialmente por las exportaciones agrícolas, fueron aplicados U$S 63.400 millones al Pago de deuda externa y al FMI. Y U$S 88.200 millones a la “Formación de activos externos por parte de residentes”, o sea a la fuga de divisas”. Nada que sirviera para el desarrollo de la república, ni para la prevención de situaciones de emergencia (v.gr. electricidad, petróleo), ni para solucionar problemas sociales. Las ganancias que produce el país, en vez de constituir la base para una capitalización propia que facilitaría un especial desarrollo industrial, se malogran así para pagar una deuda impagable nunca estudiada legislativamente y para que los residentes en el país, argentinos o no, ayuden con su fuga de divisas a otra gente, en otros lugares y en otros países.  Además los pagos de deuda se fueron completando con fondos proporcionados por organismos del propio Estado, especialmente por el Banco Central, la Anses y el Banco de la Nación  Argentina. Es difícil precisar si se llegó a la increíble suma proporcionada por la señora presidente, cercana a los U$S 172.000 millones de dólares, pero es de suponer que las deudas refinanciadas y no pagadas, entran en la contabilidad nacional, como cancelaciones y toma de nuevos préstamos o sea que con recursos genuinos  exclusivamente no se completan los pagos.
            Ahogado actualmente por la falta de divisas y por la necesidad de solucionar perentoriamente los pagos comunes de la deuda, más los reclamos del Club de París, más las causas en el CIADI (Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones, que funciona dentro de la órbita del Banco Mundial) y sobre todo las deudas con los acreedores que quedaron fuera del Acuerdo de Dubai de 2005 y posteriormente en 2010, llamados fondos buitres, el gobierno solamente espera como tabla de salvación,  entrar nuevamente a tasas razonables en el mercado internacional de capitales, para recibir nuevos préstamos, que le permitan pagar viejos préstamos y así poder seguir tirando un tiempo más, viendo como todo parece desplomarse a su alrededor, como pasara en la época del radical De la Rúa y en los últimos días de Pompeya.

LA PLATA, marzo 9 de 2014. 

UN AÑO DE PONTIFICADO, UN AÑO DE CONFUSIÓN (I)


Por el Dr. Cosme Beccar Varela
Buenos Aires, 12 de marzo del año 2014 - 1241
INTRODUCCIÓN: Me considero obligado en conciencia a publicar este magnífico estudio del Sr. Alejandro Sosa Laprida analizando algunos aspectos escandalosos para los católicos, del primer año del pontificado del Papa Francisco. Es largo, está mal diagramado porque carece de división en párrafos lo cual lo hace difícil de leer, pero ni siquiera intento corregir ese defecto porque creo que el documento tiene un tal peso y una tal gravedad que debe ser puesto inmediatamente en conocimiento de los lectores de "La botella al mar". 

Por su extensión, debo dividirlo en tres partes. Hoy publicaré la primera y las otras dos en días subsiguientes. 

Pienso que el autor no enfatizó suficientemente que todos los puntos reprochables de este primer año de pontificado se originan en una causa principal y es la adhesión notoria del Papa a la herejía modernista, condenada por la Encíclica "Pascendi" de San Pio X, tal como lo señalé en el artículo titulado. "Cuál es la estrategia actual de los modernistas-progresistas para dominar la Iglesia y apagar la fe" (nros. 1162-1167 de "La botella al mar"). Esa omisión, sin embargo, queda reparada por la enumeración de hechos y dichos del Papa que prueban categóricamente esa adhesión. 

Sé que muchos católicos piadosos quedarán escandalizados por este documento, pero no deberían escandalizarse del documento sino de quien dio causa para que fuera escrito. Y junto con eso, quiero dejar sentado mi inmenso dolor al encontrarme en una situación de la Iglesia que me obliga a decir estas cosas. 

Además, los lectores de "La botella al mar" sabrán que estoy muy preocupado por la deriva de Iberoamérica hacia el comunismo, por los intentos del tirano Putin por reconstruir la URSS, por la presidencia de los EEUU en manos de un mahometano pro-maxista, por la rápida desaparición de la Justicia, de las libertades legítimas y de la honestidad en nuestro país. Pero nada de eso sería posible si el Papa no fuera como es. 

Sólo nos queda rogar a Dios por su conversión y santificación, es decir, para que sea todo lo contrario de lo que hoy demuestra ser. 

Por último, me declaro desde ya dispuesto a retractar todo lo que se demuestre que está equivocado en los dichos de este texto ya que no tengo otra intención al publicarlo que la de ser fiel a la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, cuya cabeza es el Papa.   

Cosme Beccar Varela 

* * *

UN AÑO DE PONTIFICADO, UNA DESOLADORA REALIDAD 


12/3/2014

Buenos días a todos. Mañana se cumplirá un año de la elección del cardenal Bergoglio al sumo pontificado. Año insólito por donde se lo mire y que parecería haberse prolongado una eternidad, considerando los innumerables dichos y hechos de nítido sesgo revolucionario que Francisco no ha dejado de perpetrar ni tan siquiera un sólo día desde aquel inaudito buona sera del miércoles 13 de marzo de 2013 pronunciado desde la loggia de San Pedro, saludo profano de alta carga simbólica, a partir del cual el transcurso del tiempo apenas si ha logrado resistir al frenesí y al vértigo bergoglianos. Acción incesante y palabra incontinente, estruendosas y confusas, semejantes al torrente en la cascada, devorado por la fuerza del vacío que lo aspira irresistiblemente, en un torbellino en el que ya nada puede percibirse con nitidez ni escapar al caudal mortífero que todo lo succiona. Largos estudios teológicos merecerían sus dudosas empresas, conducidos por la pluma talentosa y erudita de algún apologeta de fuste, que quizás la Divina Providencia se dignará en su misericordia infinita a enviarnos, para esclarecer nuestras aletargadas inteligencias con sus luminosas enseñanzas. A la espera de que ello ocurra, me atrevo a hacer público este modesto artículo, en el que he intentado suplir con trabajo serio y minucioso la escasez de talento y compensar una ciencia exigua con el amor incondicional y sin reservas por la verdad ultrajada. Los saludo muy cordialmente. 
Alejandro Sosa Laprida 

1.- El extraño pontificado del Papa Francisco. 02/02/14. 

Como católico, verme en conciencia obligado a emitir críticas hacia el papa me resulta sumamente doloroso. Y la verdad es que sería muy feliz si la situación de la Iglesia fuese normal y no encontrase por consiguiente ningún motivo para formularlas.
Desafortunadamente, nos hallamos confrontados al hecho incontestable de que Francisco, en apenas un año de pontificado, ha realizado incontables gestos atípicos y ha efectuado un sinnúmero de declaraciones novedosas y por demás preocupantes. Los hechos en cuestión son tan abundantes que no resulta posible tratarlos todos en el marco necesariamente restringido de este artículo. A la vez, no es tarea sencilla limitarse a escoger sólo algunos de ellos, ya que todos son portadores de una carga simbólica que los vuelve inauditos a la mirada del observador atento, y sintomáticos de una situación eclesial sin precedentes en la historia. Tras ardua reflexión, he retenido cinco que me parecen ser los mejores indicadores de la tonalidad general que es posible observar en este nuevo pontificado. 

Esos hechos se agrupan en cinco temas diferentes: el islam, el judaísmo, la laicidad, el homosexualismo y la masonería. Trashaberlos expuestos en ese orden, intentado hacer ver en qué medida son indicadores de una inquietante anomalía en el ejercicio del magisterio y de la pastoral eclesiales, expondré de manera más sucinta otra serie de dichos y hechos que permitirán ilustrar aún más, si acaso fuera posible, la heterodoxia radical que trasuntan los principios y la praxis bergoglianos. Finalmente, suministraré una serie de enlaces a artículos de prensa en los que el lector podrá verificar la exactitud de los hechos referidos en el cuerpo del artículo. 

1. La cuestión del islam. 

El 10 de julio de 2013 Francisco envió a los musulmanes de todo el mundo un mensaje de felicitaciones por el fin del ramadán. Debemos precisar que se trata de un gesto que jamás se había producido en la Iglesia Católica antes del Concilio Vaticano II. Y debemos añadir que ningún papa había dirigido semejantes saludos a los mahometanos antes del pontificado de Francisco. La razón es muy sencilla, y por cierto manifiesta para cualquier católico que no haya perdido completamente el sensus fidei : los actos de las otras religiones carecen de valor sobrenatural y, objetivamente considerados, no pueden sino alejar a sus adeptos del único camino de salvación : Nuestro Señor Jesucristo. ¿Cómo no estremecerse de espanto al escuchar a Francisco decir a los adoradores de « allah » que « estamos llamados a respetar la religión del otro, sus enseñanzas, sus símbolos y sus valores » ? Es imposible dejar de comprobar la distancia insalvable que existe entre esta declaración y lo que nos enseñan los Hechos de los Apóstoles y las epístolas de San Pablo…Que se deba respetar a las personas que se encuentran en los falsos cultos, eso cae de su peso y nadie lo discute, pero que se promueva el respeto de falsas creencias que niegan la Santa Trinidad de las Personas Divinas y la Encarnación del Verbo de Dios es algo insostenible desde el punto de vista del magisterio eclesiástico y de la revelación divina. Sin embargo, es menester reconocer que en este punto no se puede tildar a Francisco de innovador, ya que no hace más que continuar con la línea revolucionaria introducida por el Concilio Vaticano II, el cual pretende, en la declaración Nostra Aetate acerca de la relación de la Iglesia con las religiones no cristianas (hinduísmo, budismo, islam y judaísmo) que « la Iglesia Católica no rechaza nada de lo que es verdadero y santo (!!!) en esas religiones. Considera con un sincero respeto esas maneras de obrar y de vivir, esas reglas y esas doctrinas (…) Exhorta a sus hijos para que (…) a través del diálogo y la colaboración (!!!) con los adeptos de otras religiones (…) reconozcan, preserven y hagan progresar los valores espirituales, morales y socio-culturales que se encuentran en ellos. » Palabras que provocan estupor, ya que es algo palmariamente absurdo pretender que se deba « colaborar » con gente que trabaja activamente para instaurar creencias y a menudo costumbres que son contrarias a las del Evangelio. ¿Cómo no ver en ese « diálogo » tan mentado una profunda desnaturalización de la única actitud evangélica, que es la de anunciar al mundo la Buena Nueva de Jesucristo, quien nos ha dicho sin ambages lo que nos corresponde hacer como discípulos : « Todo poder me ha sido dado en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñadles a observar todo cuanto os he mandado. » (Mt. 28, 18-20) Esta noción de « diálogo » con las demás religiones carece de todo fundamento bíblico, patrístico y magisterial y de hecho no es sino una impostura tendiente a desvirtuar el auténtico espíritu misionero, que consiste en anunciar a los hombres la salvación en Jesucristo, y de ninguna manera en un utópico « diálogo » entre interlocutores situados en pie de igualdad, enriqueciéndose recíprocamente y pretendiendo buscar juntos la verdad. Esa pastoral conciliar innovadora fundada en un « diálogo » incripto en un contexto de « legítimo pluralismo », de « respeto » hacia las religiones falsas y de « colaboración » con los infieles no es más que una pérfida celada tendida por el enemigo del género humano para neutralizar la obra redentora de la Iglesia. A ese respecto, baste con citar la única situación de auténtico « diálogo » que nos relatan las escrituras, y lo que es más, justo al comienzo, a fin de estar definitivamente alertados acerca de su carácter intrínsecamente viciado: se trata del « diálogo » al cual se prestó Eva en el jardín del Edén con la serpiente y que habría de desembocar en la caída del género humano (Gn. 3, 1-6) Se podría dar una lista interminable de citas del Nuevo Testamento, de los Santos Padres y del magisterio de la Iglesia para refutar la patraña según la cual los falsos cultos deben ser objeto de un « respeto sincero » hacia sus « maneras de obrar y de vivir, sus reglas y sus doctrinas » y para probar que, a diferencia de las personas que los profesan y que naturalmente deben ser objeto de nuestro respeto, de nuestra caridad y de nuestra misericordia, de ningún modo las falsas doctrinas religiosas merecen « respeto », que en dichas religiones no se encuentra ningún elemento de « santidad » y que los elementos de verdad que puedan contener están subordinados al servicio del error. Se debe reconocer que Francisco es perfectamente coherente en su mensaje con lo que el documento conciliar dice acerca de los musulmanes, a saber, que « la Iglesia mira también con estima a los musulmanes, que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, que ha hablado a los hombres y que procuran someterse con toda su alma a los decretos de Dios. » Ahora bien, cualquiera sea la sinceridad de los mahometanos en la creencia y en la práctica de su religión, no por ello es menos falso sostener que « adoran al único Dios », « que ha hablado a los hombres » y que « buscan someterse a los decretos de Dios », por la sencilla razón de que « allah » no es el Dios verdadero, que Dios no ha hablado a los hombres a través del corán y que sus decretos no son los del islam. Se trata de un lenguaje inédito en la historia de la Iglesia y que contradice veinte siglos de magisterio y de pastoral eclesiales. Esa práctica heterodoxa ha conducido a los múltiples encuentros inter-religiosos de Asís, en donde se ha alentado a los miembros de los diferentes cultos idolátricos a rezar a sus « divinidades » para obtener « la paz en el mundo. » Falsa paz, naturalmente, puesto que se persigue injuriando al único Señor de la Paz y Redentor del género humano, al igual que a su Iglesia, única Arca de Salvación. Y esta engañosa noción de « diálogo » ha conducido igualmente a los últimos pontífices a mezquitas, sinagogas y templos protestantes en los que, por el gesto y la palabra, han puesto de relieve esos falsos cultos y no han vacilado en denigrar públicamente a la Iglesia de Dios criticando la actitud « intolerante » de la que Ella habría dado muestras en el pasado hacia ellos. Un ejemplo reciente de esta nueva mentalidad ecuménica malsana, sincretista y relativista, condenada solemnemente por Pío XI en su encíclica Mortalium Animos de 1928 : El 19 de enero, con motivo de la Jornada mundial de los migrantes y de los refugiados, Francisco se dirigió à un centenar de jóvenes refugiados en una sala de la parroquia del Sagrado Corazón, en Roma, diciéndoles que es necesario compartir la experiencia del sufrimiento, para luego añadir: « que los que son cristianos lo hagan con la Biblia y que los que son musulmanes lo hagan con el Corán (!!!) La fe que vuestros padres os han inculcado os ayudará siempre a avanzar. » Esta nueva praxis conciliar es lisa y llanamente escandalosa, por un doble motivo: por un lado, mina la fe de los fieles confrontados a esas falsas religiones valorizadas por sus pastores; por otro lado, socava las posibilidades de conversión de los infieles, quienes se ven confortados en sus errores precisamente por aquellos que deberían ayudarlos a librarse de ellos anunciándoles la Buena Nueva de la salvación, recibida de Aquel que dijera ser « el Camino, la Verdad y la Vida. » (Jn. 14, 6) 

2. La cuestión del judaísmo. 

La primera carta oficial de Francisco, enviada el mismo día de su elección, fue dirigida al gran rabino de Roma. Hecho por demás sorprendente. La primera carta de su pontificado ¡enviada a los judíos! Acaso esta decisión habrá obedecido a un imperativo evangelizador apremiante, a saber, una proclamación inequívoca del Evangelio, destinada a curarlos de su tremenda ceguera espiritual, una solemne invitación a que reconozcan por fin a Jesús de Nazareth como a su Mesías y Salvador…Pues nada de eso. Francisco evoca la « protección del Altísimo », fórmula convencional y vacía de contenido, destinada a ocultar las divergencias teológicas insalvables que separan a la Iglesia de la Sinagoga, para que sus relaciones avancen « en un espíritu de ayuda mutua y al servicio de un mundo cada vez más en armonía con la voluntad de su Creador. » Hay dos preguntas que un lector prevenido no puede dejar de formularse. La primera es la siguiente: ¿Cómo puede concebirse una « ayuda mutua » con un enemigo que no tiene sino un objetivo en mente, a saber, la desaparición del cristianismo, y esto desde hace casi dos mil años ? ¿En qué cabeza puede caber el absurdo según el cual los judíos desearían « ayudar » a la Iglesia, fundada según ellos por un impostor, por un falso mesías, el cual constituye el principal obstáculo al advenimiento del que ellos aguardan, y a propósito del cual Nuestro Señor les advirtió : « Yo he venido en nombre de mi Padre y vosotros no me habéis recibido ; otro vendrá en su nombre y vosotros lo recibiréis. » (Jn., 5, 43) Terrible profecía que San Jerónimo comenta diciendo que « los judíos, tras haber despreciado la verdad en persona, aceptarán la mentira aceptando al Anticristo » (Epist. 151, ad Algasiam, quest. II) y San Ambrosio que « eso muestra que los judíos, quienes no quisieron creer en Jesucristo, creerán en el Anticristo. » (in Psalmo XLIII) Ahora que el obstáculo político encarnado por la Cristiandad ha sido suprimido por la oleada revolucionaria asistimos a la supresión progresiva del obstáculo religioso, a saber, el papado, alcanzado desde hace más de cincuenta años por el virus de la modernidad revolucionaria. Ese obstáculo a la manifestación del « hombre de iniquidad », ese misterioso katejon del que habla San Pablo (2 Tes. 2,7), que retarda su venida y que no es otro que el poder espiritual romano, es decir, el papado, según la tradición exegética. Es tan sólo cuando ese obstáculo haya sido removido que « se revelará el impío. » (2 Tes. 2, 8) La penetración de las ideas revolucionarias en Roma no es en absoluto una cuestión de fantasías complotistas ni el resultado de una imaginación desbocada: quienes trabajaron activamente para realizar el aggiornamento de la Iglesia, esto es, con miras a su adaptación al mundo moderno, lo que ha sido el objetivo principal del Concilio Vaticano II, su « línea directora » (Pablo VI, Ecclesiam Suam, 1964, n°52), no tienen empacho en admitirlo. Así el cardenal Suenens no se anduvo con rodeos: « Vaticano II, es 1789 en la Iglesia » (citado por Mons. Lefebvre, Ils l’ont découronné, Clovis, 2009, p. 10), aseveró quien fuera una de las figuras más relevantes del último concilio y uno de los cuatro moderadores nombrados por Pablo VI. El padre Ives Congar (o.p.), nombrado por Juan XXIII en 1960 consultor de la Comisión Teológica Preparatoria y luego, en 1962, experto oficial en el concilio, en el cual fuera también miembro de la citada Comisión Teológica, a sido sin duda alguna el teólogo más influyente de la asamblea conciliar, junto al jesuita Karl Rahner. El famoso dominico declaró, refiriéndose a la colegialidad episcopal, que en el Concilio « la Iglesia había efectuado pacíficamente su Revolución de Octubre » (Vatican II. Le concile au jour le jour, deuxième session, Cerf, p. 115), reconoció que la declaración Dignitatis Humanae sobre la libertadreligiosa dice « materialmente otra cosa que el Syllabus de 1864, incluso aproximadamente lo contrario » (La crise dans l’Eglise et Mgr. Lefebvre, Cerf, 1976, p. 51) y admitió que en ese texto, en el cual había trabajado, « se trataba de mostrar que el tema de la libertad religiosa se hallaba presente en la Escritura. Pero no lo estaba. » (Eric Vatré, La droite du Père, Guy Trédaniel Editeur, 1995, p. 118) Y según el cardenal Ratzinger « el problema del concilio fue el de asimilar los mejores valores de dos siglos de cultura liberal. Son valores que, aunque surgidos fuera de la Iglesia, pueden hallar un sitio –purificados y corregidos- en su visión del mundo y eso es lo que sucedió » (Jesus, nov. 1984, p. 72), quien tampoco vacila en afirmar, a propósito de la constitución pastoral Gaudium et Spes sobre las relaciones de la Iglesia con el mundo moderno, que se puede considerar ese texto como un « anti-Syllabus, en la medida en que representa un intento de reconciliación de la Iglesia con el mundo tal cual se ha vuelto desde 1789. » (Les principes de la théologie catholique, Téqui, 1987, p. 427) La segunda pregunta que se plantea a propósito de la carta enviada por Francisco al gran rabino de Roma es la siguiente: ¿Cómo puede concebirse que una religión falsa (el judaísmo talmúdico, corrupción del judaísmo vetero-testamentario), estructurada en base al rechazo, a la condena y al odio de Jesucristo, pueda estar « al servicio de un mundo cada día más en armonía con la voluntad del Creador » ? Tamaño absurdo exime de comentarios…Mas se encuentra naturalmente en perfecta consonancia con la modificación de la plegaria por los judíos del Viernes Santo, que Juan XXIII se apresuró a efectuar en marzo de 1959, apenas cuatro meses después de su elección, suprimiendo los términos « perfidis » y « perfidiam » aplicados a los judíos, y que sería luego suprimida definitivamente del nuevo misal aprobado por Pablo VI en abril de 1969 y promulgado en 1970. He aquí la nueva plegaria que en él figura: « Oremos por los judíos, a quienes Dios habló en primer lugar : que progresen en el amor de su Nombre y en la fidelidad a su Alianza. » Plegaria a propósito de la cual cabría efectuar varias observaciones: 1. No se menciona la necesidad de su conversión a Jesucristo. 2. El término « alianza » insinúa que la « antigua » aún tendría vigor. 3. Todo « progreso » en el amor de alguien implica un amor ya presente; ahora bien, ¿cómo podrían « progresar » en el amor del Padre si niegan al Hijo? 4. ¿Y cómo podrían « progresar » en la « fidelidad a su alianza » si se obstinan en rechazar a Jesucristo, sacerdote perfecto y cordero sin tacha, que ha sellado una Nueva Alianza entre Dios y los hombres al inmolarse en la Cruz? La conclusión cae de su peso : nos encontramos ante una nueva teología que marca una ruptura de fondo con la que había tenido curso en la Iglesia desde sus orígenes hasta Vaticano II y que la antigua plegaria por la conversión de los judíos, eliminada de la liturgia latina, expresaba de manera luminosa : « Oremos igualmente por los judíos, que no han querido creer (perfidis judaeis), a fin de que Dios nuestro Señor quite el velo de sus corazones y que conozcan, ellos también, a Jesucristo nuestro Señor (…) Dios eterno y todopoderoso, que no rehúsas tampoco tu misericordia a la infidelidad judía (judaicam perfidiam), escucha las oraciones que te dirigimos por este pueblo enceguecido ; haz que conozcan la luz de la verdad, que es Jesucristo, para que sean liberados de sus tinieblas. » El contraste con la nueva plegaria es pasmoso, tanto como lo es con el discurso de Juan Pablo II en la sinagoga de Roma en abril de 1986, en el cual alaba la « legítima pluralidad religiosa » y afirma que hay que esforzarse en « suprimir toda forma de prejuicio (…) a fin de presentar el verdadera cara de los judíos y del judaísmo. » « Prejuicio » que la antigua plegaria del Viernes Santo expresaba de manera cabal, lo que explica ciertamente su desaparición de la nueva liturgia…Pero no se puede negar que esto sea harto problemático, pues según reza el célebre adagio del siglo V atribuido al papa San Celestino I: lex orandi, lex credendi, la ley de la oración determina la ley de la creencia, es decir que, modificando el contenido de la oración, puede modificarse a la vez el contenido de la Fe. Y lo acontecido en el siglo XVI a raíz de las innovaciones litúrgicas de Lutero en Alemania y de Cranmer en Inglaterra basta para demostrarlo. Desgraciadamente, el episodio de la carta enviada por Francisco al rabino de Roma en el día de su elección no habría de quedar en eso. En efecto, doce días más tarde Francisco reincidió enviando una segunda carta al rabino, esta vez con motivo de la pascua judía, dirigiéndole sus « felicitaciones más fervientes por la gran fiesta de Pesaj. » Lo que no deja de suscitar una pregunta insoslayable : desde una perspectiva católica, ¿cuál puede ser la naturaleza de esas « felicitaciones » con motivo de una celebración en la que se ultraja a Jesucristo, único y verdadero Cordero Pascual inmolado en la Cruz en redención de nuestros pecados ? Porque tales « felicitaciones » no pueden sino confortar a los judíos en su ceguera espiritual y por tanto mantenerlos alejados de su Mesías y Salvador, lo cual es cuando menos paradójico viniendo de parte de un soberano pontífice…El cual prosigue diciendo: « Que el Todopoderoso que liberó a su pueblo de la esclavitud de Egipto para conducirlo hacia la tierra prometida continúe liberándolos de todo mal y acompañándolos de su bendición. » Palabras embarazosas en grado sumo, dado que manifiestamente Dios no los ha liberado aún de todo mal, puesto que no existe mal mayor que el de ser considerados « enemigos del Evangelio » (Rom. 11, 28) y formar parte de la « Sinagoga de Satán » (Ap. 3, 9) ¿Cómo concebir que Dios pueda continuar « acompañándolos de su bendición », cuando ellos continúan rechazando con obstinación a Aquel que El ha enviado? Deseo precisar aquí, para evitar cualquier tipo de malentendido, que de ningún modo ataco a los judíos de manera personal, ya que no me caben dudas de que los hay excelentes personas y que profesan sus creencias con toda buena fe. Al referirme a los judíos entiendo situarme en el plano de los principios teológicos, el único que es pertinente en esta cuestión. Y en ese terreno se comprueba una enemistad irreductible entre la Iglesia, que busca establecer el reino de Jesucristo en la sociedad, y el judaísmo talmúdico, el cual, habiéndose estructurado en oposición a Jesucristo y a la Iglesia, busca obstaculizar su misión evangelizadora, en total coherencia con su teología, que no le permite ver en Jesús de Nazareth más que a un impostor y a un blasfemador, a un falso mesías que impide la venida del verdadero, el que ellos aguardan ansiosamente con vistas a restaurar el reino de Israel y a regir las naciones desde Jerusalén convertida en la capital de su reino mesiánico mundial. No se trata pues en absoluto de « racismo » ni de un pretendido « antisemitismo » conceptualmente absurdo, según la raída cantinela que no cesan de entonar cuando alguien se atreve a abordar el tema, al unísono y a voz en cuello, los creadores de opinión mediáticos, auténtica policía ideológica del sistema mundialista, para desviar la atención del verdadero problema que plantea el judaísmo talmúdico y sionista, cuya índole es estrictamente teológica, aunque de él se sigan necesariamente consecuencias políticas, económicas y culturales. Hecha esta aclaración, volvamos a la carta de Francisco, quien concluye diciendo: « Les pido que recen por mí, y les garantizo mi oración por ustedes, con la confianza de poder profundizar los lazos de estima y de amistad recíproca. » Nos es forzoso constatar que aquí llegamos al colmo en el ámbito de lo absurdo. En efecto, ¿cómo es posible imaginar que la oración de quienes están, según San Juan, bajo el imperio de Satán, podría ser atendida por Dios? Y en buena lógica, si los judíos aceptaran rezar por el papa, cosa inimaginable considerando que su misión se opone diametralmente a la suya, se verían obligados a pedir su apostasía del cristianismo y su conversión al judaísmo. Es decir que Francisco implícitamente les estaría pidiendo nada menos que rezaran por él para que pudiera rechazar a Cristo, ¡tal como lo hacen ellos! A decir verdad, si esta cuestión no revistiese una gravedad inaudita, estaríamos ante un gag desopilante por sus incongruentes y grotescas implicaciones. Y esto sin mencionar los lazos de « amistad recíproca » que Francisco evoca al final de su mensaje, ya que la incoherencia de esta expresión no es menos flagrante que la de la anterior. Expliquémonos: Un amigo es un alter ego, un otro yo, de lo que se sigue que la verdadera amistad no es viable si los amigos no poseen una correspondencia de pensamientos, de sentimientos y de objetivos que vuelva posible la comunión de las almas. Ahora bien, los pensamientos y la acción de la Iglesia y de la Sinagoga son, como ya lo hemos dicho, diametralmente opuestos, sus proyectos son incompatibles, la oposición que existe entre ellas es radical, de suerte que, hasta tanto los judíos no hayan aceptado a Cristo como a su Mesías y Salvador, le enemistad entre ambas permanecerá irreductible, por razones teológicas evidentes, del mismo modo que lo son la luz y las tinieblas, Dios y Satán, Cristo y el Anticristo…Con este tipo de deseos entramos de plano en el terreno de la utopía, de la sensiblería humanista, de la negación de la realidad y, sobretodo, en la falsificación del lenguaje y en la perversión de los conceptos : nos encontramos de lleno en la esfera de la ilusión, de la manipulación intelectual y de la mentira. Mentira de la cual sabemos fehacientemente quien es el padre…Monseñor Jorge Mario Bergoglio, cuando era arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, tenía ya la muy peculiar costumbre de acudir regularmente a sinagogas para participar en encuentros ecuménicos, el último de los cuales no remonta más allá del 12 de diciembre de 2012, apenas tres meses antes de su elección pontifical, con motivo de la celebración de Hanukkah, la fiesta de las luces, en la cual se enciende cada tarde una vela en un candelabro de nueve brazos durante ocho días consecutivos, liturgia cuyo significado es, desde un punto de vista espiritual, la expansión del culto judío. El cardenal Bergoglio participó activamente en la ceremonia del quinto día, encendiendo la vela correspondiente. De más está decir que evento semejante no se había producido jamás en la historia dela Iglesia. Y que constituye un hecho altamente perturbador. Aunque no menos inquietante resulta ser el hecho de que este tipo de gestos escandalosos pasen completamente desapercibidos para la inmensa mayoría de los católicos, profundamente aletargados, imbuidos hasta la médula del pensamiento revolucionario que socava la Fe y debilita el sensus fidei de los creyentes, compenetrados de la ideología pluralista, humanista, ecuménica, democrática y derecho-humanista que sus pastores les inculcan sin cesar desde hace más de medio siglo, ideología que es totalmente extranjera al depósito de la Revelación y que se ha vuelto el leitmotiv de los discursos oficiales de la jerarquía eclesiástica desde Vaticano II. Para concluir este apartado, he aquí un pequeño extracto de lo que Francisco decía a los judíos en otra sinagoga de Buenos Aires, Bnei Tikva Slijot, en septiembre de 2007, durante su participación a la ceremonia de Rosh Hashanah, el año nuevo hebreo: « Hoy, en esta sinagoga, tomamos nuevamente conciencia de ser pueblo en camino (???) y nos ponemos en presencia de Dios. Hacemos un alto en nuestro camino para mirar a Dios y dejarnos contemplar por El. » ¿Qué interpretación podrá atribuirse al « nosotros » empleado por Francisco? ¿Qué realidad querrá designar utilizando la palabra « Dios »? En todo caso, habida cuenta del contexto, no podría designar a Dios Padre, pues sino está claro que los judíos no rechazarían al Hijo. En efecto, Nuestro Señor les dijo: « Si Dios fuese vuestro Padre, me amaríais, porque es de Dios que he salido y que vengo (…) Vosotros tenéis por padre al Demonio, y queréis cumplir los deseos de vuestro padre (…) El que es de Dios escucha las palabras de Dios. Vosotros no escucháis porque no sois de Dios. » (Jn. 8, 42-47) Hecho de lo más sorprendente, durante su extenso discurso pronunciado en esa sinagoga de la capital argentina, quien en ese entonces no era « sino » Monseñor Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, no se dignó a pronunciar ni siquiera una vez el Santo Nombre de Jesús… 

3. Francisco y la laicidad del Estado. 

Ante todo, es menester tener presente en qué consiste el llamado principio de laicidad : se trata de la piedra angular del pensamiento iluminista, por el cual Dios es excluido de la esfera pública y el Estado es emancipado de la revelación divina y del magisterio eclesiástico en el ejercicio de sus funciones, quedando así habilitado para actuar de manera totalitaria, al negarse a admitir toda instancia moral superior capaz de esclarecerlo intelectualmente y de orientarlo moralmente en su acción, ya se trate de la ley natural, de la ley divina o de la ley eclesiástica. El Estado moderno se concibe a sí mismo como absolutamente desligado de cualquier tipo de trascendencia espiritual o ética a la cual someterse en aras de establecer y de conservar su legitimidad. De este modo, el Estado liberal no reconoce otra legitimidad como no sea la emanada de la llamada voluntad general y que, por ende, se funda únicamente en la ley positiva que los hombres se dan a sí mismos. La separación de la Iglesia y del Estado es el resultado lógico de este principio, por el cual se exonera a la sociedad políticamente organizada de rendir a Dios el culto público que le es debido, de respetar la ley divina en su legislación y de someterse a la enseñanza de la Iglesia en materia de fe y de moral. Esta supuesta independencia del poder temporal respecto al poder espiritual no debe confundirse con la legítima autonomía de la cual la sociedad civil goza en relación a la autoridad religiosa en su propio ámbito de acción, esto es, en la búsqueda del bien común temporal, el cual a su vez se haya ordenado a la del bien común sobrenatural, a saber, la salvación de las almas. Esta es la doctrina católica tradicional de la distinción de los poderes espiritual y temporal y de la subordinación indirecta de éste respecto de aquél. La laicidad conculca el orden natural existente entre ambos poderes y erige al Estado en poder absoluto, transformándolo así en una maquinaria de guerra con vistas a la descristianización de las instituciones, de las leyes y de la sociedad en su conjunto. El gran artesano de la pretendida neutralidad religiosa del Estado es la franc-masonería, enemigo jurado de la civilización cristiana. Dicha neutralidad no es más que una superchería, dado que el poder temporal es incapaz de prescindir de una instancia espiritual de orden superior que le brinde los principios morales que reglan su actividad. El Estado laico ne es neutro sino en apariencia, puesto que recibe sus principios orientadores en materia espiritual y moral de esa contra-iglesia que es la franc-masonería: « La laicidad es la piedra preciosa de la libertad. La piedra nos pertenece a nosotros, masones. La recibimos en bruto, la tallamos progresivamente y nos es preciosa porque nos servirá para edificar el templo ideal, el futuro dichoso del hombre del cual deseamos que ella sea el único señor. » (La laïcité: 1905-2005, Edimaf, 2005, p. 117, publicado por el Gran Oriente de Francia en conmemoración del centenario de la ley de separación de la Iglesia y del Estado de 1905.) Habiendo efectuado este recordatorio básico, sin el cual se pueden perder de vista las implicancias cruciales que conlleva este asunto, examinemos la posición de Francisco al respecto. En un discurso dirigido a la clase dirigente brasilera el 27 de julio, durante el transcurso de las Jornadas Mundiales de la Juventud, celebradas en Río de Janeiro, Francisco realizó un elogio entusiasta de la laicidad y del pluralismo religioso, a punto tal de regocijarse por la función social desempeñada por las « grandes tradiciones religiosas, que ejercen un papel fecundo de levadura en la vida social y de animación de la democracia. » Para continuar diciendo que « la laicidad del Estado (…) sin asumir como propia ninguna posición confesional, es favorable a la cohabitación entre las diversas religiones. » Laicismo, pluralismo, ecumenismo, relativismo religioso, democratismo: el número y la magnitud de los errores contenidos en esas pocas palabras, condenados formalmente y en múltiples ocasiones por el magisterio, requeriría una prolongada exposición que excedería ampliamente los límites de este artículo. Para quienes deseasen profundizar la doctrina católica en la materia, he aquí los documentos esenciales: Mirari vos (Gregorio XVI, 1832), Quanta cura, con el Syllabus (Pío IX, 1864) ; Immortale Dei y Libertas (León XIII, 1885 y 1888) ; Vehementer nos y Notre charge apostolique (San Pío X, 1906 y 1910) ; Ubi arcano y Quas primas (Pío XI, 1922 y 1925) ; Ci riesce (Pío XII, 1953). Leamos, a guisa de ejemplo, un pasaje de la encíclica Quas Primas, por la cual Pío XI instituyó la solemnidad de Cristo Rey: « La celebración de esta fiesta, que se renovará cada año, enseñará también a las naciones que el deber de adorar públicamente y obedecer a Jesucristo no sólo obliga a los particulares, sino también a los magistrados y gobernantes. A éstos les traerá a la memoria el pensamiento del juicio final, cuando Cristo, no tanto por haber sido arrojado de la gobernación del Estado cuanto también aun por sólo haber sido ignorado o menospreciado, vengará terriblemente todas estas injurias; pues su regia dignidad exige que la sociedad entera se ajuste a los mandamientos divinos y a los principios cristianos, ora al establecer las leyes, ora al administrar justicia, ora finalmente al formar las almas de los jóvenes en la sana doctrina y en la rectitud de costumbres. » La lectura de estos textos del magisterio permite comprender que el Estado laico, supuestamente neutro, no confesional, incompetente en materia religiosa y otras falacias por el estilo, no es más que una aberración filosófica, moral y jurídica moderna, una monstruosidad política, una mentira ideológica que pisotea la ley divina y el orden natural. La distinción –sin separación- de los poderes temporal y espiritual es algo muy diferente de la pretendida independencia del temporal respecto del espiritual en relación con Dios, la Iglesia, la ley divina y la ley natural : eso tiene nombre, y se llama la apostasía de las naciones. Esta apostasía es el fruto maduro del Iluminismo, de la franc-masonería, de la Revolución Francesa y de todas las sectas infernales que de ella proceden (liberalismo, socialismo, comunismo, anarquismo, etc.) Esos son los enemigos despiadados de Dios y de su Iglesia, quienes alcanzaron su diabólico objetivo de destruir enteramente la sociedad cristiana y de erigir en su lugar la ciudad del hombre sin Dios, creatura insensata embriagada por la falaz autonomía de la cual ella pretende gozar respecto a Dios : en ello reside el rasgo esencial de lo que se ha dado en llamar la modernidad, a pesar de sus rostros variados y multiformes, cuyo desenlace, a término, no puede ser otro que el del reino del Anticristo. Esta figura escatológica del hombre impío conducirá ineluctablemente la sociedad moderna, secularizada y apóstata, al paroxismo de su revuelta contra todo lo que se encuentra por encima de su propia voluntad autónoma y soberana, de la cual nos ofrece ya las aciagas primicias : pensemos, por no citar sino un puñado de ejemplos representativos, en esas aberraciones inimaginables que son el matrimonio homosexual, la adopción homo-parental, el derecho al aborto, la legalización de la industria pornográfica, la escuela sin Dios pero con teoría de género y educación sexual obligatorias para corromper la infancia y mancillar la inocencia de las almas inocentes…Personificación aterradora de la creatura que entiende hacer de su libertad, considerada como absoluta, la única fuente de la ley y de la moral, creatura imbuida de su vacuidad ontológica y enceguecida por su arrogancia irrisoria que pretende asombrosamente ocupar el lugar de Dios. Reitero que es en esta pretensión insensata de la creatura de prescindir de su Creador que radica la característica definitoria de la modernidad, es ella la que constituye la raíz del mal moderno, desvarío metafísico que se manifiesta con una actitud de repliegue del individuo sobre su propia subjetividad, acompañada por el rechazo categórico de un orden objetivo del cual debería reconocer por partida doble la anterioridad cronológica y la superioridad ontológica, y al cual está llamado a someterse libremente para realizar plenamente su humanidad. Esta actitud moderna se declina en múltiples facetas : nominalismo, voluntarismo, subjetivismo, individualismo, humanismo, racionalismo, naturalismo, protestantismo, liberalismo, relativismo, utopismo, socialismo, feminismo, homosexualismo, de las cuales la raíz es siempre la misma, a saber, el sujeto autónomo pretendiendo emanciparse del orden objetivo de las cosas y cuyo desenlace trágico e inevitable es el proyecto descabellado de proponerse crear una civilización que, tras haber expulsado a Dios de la sociedad, se funde exclusivamente en el libre arbitrio soberano del hombre, convertido en fuente de toda legitimidad. Y hoy más que nunca se vuelve indispensable proclamarlo a los cuatro vientos : el principio de laicidad constituye su más acabada encarnación y es su figura emblemática : « El día en que comeréis (del fruto prohibido) vuestros ojos se abrirán y seréis como dioses que conocen el bien y el mal » (Gn. 3,5), sugirió la Serpiente a Eva, quien, dando muestras de una gran apertura mental y de una sincera adhesión al pluralismo religioso, se adentró con madurez y confianza en un diálogo mutuamente enriquecedor con su respetable interlocutor…El desenlace es bien conocido y ciertamente fatal para la humanidad : Adán y Eva terminaron comiendo, se encontraron desnudos, fueron castigados por Dios y expulsados del Paraíso. Las viejas naciones europeas que conformaban la Cristiandad comieron también del fruto, llamado esta vez Derechos Humanos, Democracia y Laicidad. Y ahora se encuentran desnudas. En cuanto al castigo, ineluctable, terminará llegando, tarde o temprano: « Vi surgir del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas, y sobre sus cuernos diez diademas, y sobre sus cabezas nombres de blasfemia (…) Le fue dado hacer la guerra a los santos y vencerlos. Y le fue concedida autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. » (Ap. 13, 1/7) Pero el Anticristo, « el hombre impío, el hijo de perdición » (2 Tes. 2, 3) no llegará solo : será precedido por un falso profeta, parodia diabólica del papel precursor que otrora ejerciera San Juan Bautista disponiendo los corazones para la llegada inminente del Mesías : « Vi otra bestia que subía de la tierra y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón. » (Ap. 13,11) Las dos bestias, la del mar y la de la tierra, el Anticristo y el Falso Profeta, son indisociables, al igual que lo son el poder temporal y el poder espiritual en la sociedad. En régimen de cristiandad, los dos poderes cooperaban a efectos de hacer respetar la ley divina en la sociedad. Pero, en el caso que nos ocupa, los dos poderes han cambiado de signo y se hallan dedicados al servicio de Satán, la segunda bestia –el poder religioso prevaricador-, abriendo el camino a la primera e induciendo a los hombres a que se le sometan : « E hizo que la tierra y todos sus habitantes adorasen a la primera bestia. » (Ap.13, 12) La primera bestia representa el poder temporal apóstata, el del régimen democrático laico y secularizado, enemigo de Dios, poder mundano que un día será ostentado por una persona concreta, el Anticristo. La segunda bestia, por su parte, representa el poder religioso corrompido, a la cabeza del cual se hallará también un día una persona concreta, el falso profeta o Anticristo religioso. ¿Qué tan lejos se encontrará la época que verá desplegarse ante su mirada atónita el cumplimiento de estas profecías? No es fácil tener certezas de orden práctico en este terreno ni por tanto dar una respuesta categórica. En cambio, no resulta aventurado sostener que cuando el nuevo papa alaba apasionadamente la laicidad del Estado, siguiendo en esto el ejemplo de sus predecesores recientes en el pontificado y conformándose al magisterio post-conciliar, la necesidad de escrutar las profecías que acabamos de exponer cobra una urgencia manifiesta. 

Alejandro Sosa Laprida