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lunes, 21 de mayo de 2012

¿DE QUÉ HABLAMOS, CUANDO HABLAMOS DE FASCISMO?




Transcribimos parte de una entrevista escrita por Iván Wielikosielek a Daniel Lasa, especialista en Filosofía Política, que fuera publicada el 13 de mayo de 2011 en el semanario “El Regional” La nota completa puede leerse en: http://www.elregionalvm.com.ar/?p=401 Las negritas y cursivas son propias:


El Regional -¿Y qué se entiende por “fascismo” en Argentina?

Daniel Lasa -La gente del pie de calle no sabe de lo que habla porque no lo leyó a Giovanni Gentile, que es su ideólogo. La gente se nutre de los medios de comunicación, que no recurren jamás a ninguna fuente. Los medios aplican la categoría “fascista” para demonizar al enemigo. Porque si yo digo que mi enemigo es fascista, automáticamente lo anulo, lo “mato civilmente”, como decía Gramsci. Y así me eximo de toda argumentación y todo diálogo.

-Cuando se dice de alguien “es facho”, en realidad se está diciendo que es totalitarista…

-Exactamente. Y según el filósofo Augusto Del Nocce (Italia, 1910-1989), el Totalitarismo aparece en el Siglo XX cuando se borra la dimensión religiosa del hombre. El que no reconoce a Dios, se ha convertido en ley. Y el totalitarismo equivale a decir: no admitiré más ley que la que me doy yo. Por eso surge la famosa frase de Mussolini: todo dentro del Estado, nada fuera del Estado. El interés de la decisión. Todo lo que sirva para acrecentar mi poder y mantenerlo, eso será ley.

-¿El totalitarismo no hace distinción entre izquierda y derecha?

-Para nada. Una vez, alguien que me confesó haber sido guerrillero, me dijo “porque el dictador Videla, que estuvo 9 años en el poder”. Y yo le dije “como el dictador Fidel Castro, que estuvo 40 años. Pero él se enojó. Para él, el único dictador era Videla. Castro, en cambio, era un héroe.

BREVE HISTORIA DEL FASCISMO

Pero ¿quiénes fueron Giovanni Gentile y Antonio Gramsci? ¿Cómo nace el concepto filosófico de “Fascismo”? Lasa lo explica con marcada síntesis.



- “Como teoría, el Fascismo nace a fines del siglo XIX en Italia, como una revisión y actualización del Marxismo. Y nace con una obra muy concreta de un filósofo muy joven, Giovanni Gentile (1875-1944), quien escribe en 1898 “La filosofía de Marx”, libro que será el sustento de Mussolini. Gentile se pregunta ¿qué hay que hacer con el marxismo si lo queremos renovar? Quitarle el elemento que lo hace estático, es decir, el materialismo. Porque Gentile quiere marcar la dinámica de todo. Para él, la vida es un constante hacerse de todas las cosas. Nada está quieto. La categoría que se sigue de este modo de pensar, es la de Revolución. Pero ni Gentile ni Mussolini (1883-1945) van a llegar hasta allí”.

-¿Por qué?

-Porque contrariamente a la categoría de Revolución, ellos utilizarán la palabra “Resurgimiento”. Quieren decir que tanto en Política como en Filosofía, las cosas cambian pero manteniendo la situación que tenían anteriormente; un “conservar superando”.

-Esto fue así hasta la llegada de Gramsci…

-Claro, porque Antonio Gramsci (1891-1937) fue más “gentiliano” que el propio Gentile, llevando las conclusiones del Fascismo hasta las últimas consecuencias. Para Gramsci, no es posible ninguna forma de conservación; para él la categoría absoluta es la de “Revolución Total”. Renzo Di Felice (1929-1996) dice que “el fascismo es esencialmente revolucionario, no conservador, porque asume la tesis de la filosofía del devenir”. Exactamente lo mismo pasó en Argentina cuando los Montoneros le demostraron a Perón que lo que seguía era la Revolución, no la conservación.

PERÓN Y EL FASCISMO EN ARGENTINA


-Usted dijo alguna vez que “la Argentina actual es peronista porque adhiere a un pragmatismo ético, y por lo tanto es fascista”…

-Sí. Y te lo voy a explicar. La presencia de Perón en Italia, que coincidió con el advenimiento del Fascismo, fue decisiva para su evolución política. El Peronismo no es más que la traducción vernácula del fascismo italiano, sólo que Perón no habla de “Resurgimiento”. Habla de una categoría parecida: “Evolución”.

-¿Cómo definiría en términos filosóficos al Peronismo?

-Como un praxismo que anuló la categoría de Revolución propuesta por Gramsci. El Peronismo es un mundo sin valores donde lo que importa es el poder acumulado. Y a esto, los peronistas lo saben muy bien, porque tienen un olfato especial para el poder.

-¿Por qué el peronismo no asumió la categoría de Revolución?

-Porque fue conservador al estilo del “actualismo” de Gentile. Pero a mi juicio, así como Gramsci fue “más actualista que Gentile”, los Montoneros fueron más peronistas que Perón al pensar en la categoría “Revolución” y no en “Evolución”. Hace poco, me encontré con un viejo texto de Firmenich que me dio la razón. Decía “nosotros los Montoneros somos más peronistas que el propio Perón”.

-¿Firmenich le daba la razón a Gramsci?

-Totalmente. Y esa es mi tesis. Además, ese fascismo llamado Peronismo ¿qué ética ha generado en el país? La de un praxismo donde lo que importa es la acción para la acción que equivale a poder. Lo fundamental en el peronismo es el mantenimiento y la conquista del poder. Por eso se entiende que sea peronista un Perón, un Menem o un Kirchner. Todos diferentes pero todos unidos en esta lógica.

-¿Por qué?

-Porque en el momento de Menem convenía sostener la bandera de lo liberal, pero en la época actual conviene otro discurso. Y mañana vendrá otro peronista que reniegue de Kirchner. En la fiesta del primero de mayo, había peronistas que fueron ultramenemistas y que estaban aplaudiendo “el fin de la década infame del ´90”…Daba risa…

SOBRE EL KIRCHNERISMO

-¿Y a este gobierno cómo lo ve?

-Este gobierno, ideológicamente, está cerca de los Montoneros. O sea que lo lógico sería que aplicara la categoría de “Revolución” a ultranza. Pero por cierto que no lo hace, ya que la mayoría de estos “ex revolucionarios” han devenido en burgueses; es decir, se han acomodado a la situación vigente. Del ideal que tenían en los ´70 habrán aplicado el uno por ciento. Además, el matrimonio gobernante tenía una fortuna ¿qué revolución van a hacer entonces?

-¿Cómo definiría al gobierno?

-Digamos que tiene una tendencia al totalitarismo laicista contemporáneo, es decir, de la “irreligión occidental”, que consiste en pensar que no puede haber ningún elemento religioso que constituya al Estado. Y la prédica es “cuidado con los fundamentalismos religiosos”. Pero hay un fundamentalismo que se llama “laicismo” y del cual nadie habla.

-¿Y cuál es ese fundamentalismo laico?

-El que vimos cuando se aprobó la ley del matrimonio homosexual, por ejemplo. En esa discusión, los religiosos no podían hablar. Los únicos que tenían la palabra autorizada eran los laicos. Como para ellos no hay Dios ni orden natural ni principios morales, todo puede ser decidido a través de las leyes hechas por los hombres. Y así se hizo.

LASA, ¿ES USTED FASCISTA?

-Una vez, a usted le preguntaron “Lasa, ¿es usted fascista?

-Sí… (risas). Fue un señor en Córdoba al que yo no conocía entonces y me preguntó a modo de saludo si yo era fascista. Entonces como respuesta, yo largué una soberana carcajada. El hombre se quedó mirándome como diciendo “este tipo está totalmente loco”. Y después, cuando me dio tiempo, le expliqué el disparate que estaba diciendo. O sea, lo más contrario al fascismo es alguien que sostiene la metafísica, como en el caso mío que estoy en la filosofía cristiana, lo que equivale a aceptar principios perennes en la realidad.

-¿Y el fascista no acepta ninguna categoría eterna?

-No, porque como lo dijo Di Felice, para él todo está en perpetuo movimiento. La única categoría “eterna” que existe es, justamente la de “fascistas” aplicada a los demás para matarlos civilmente. Son ellos los fascistas y muchas veces ni lo saben.

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