Por Ricardo David Díaz
“Bajo el capitalismo, el hombre explota al hombre. Bajo el comunismo, es justo al contrario.”
John Kenneth Galbraith
(1908-2006) Economista estadounidense.
Por Ricardo David Díaz
“Bajo el capitalismo, el hombre explota al hombre. Bajo el comunismo, es justo al contrario.”
John Kenneth Galbraith
(1908-2006) Economista estadounidense.
En su reflexión televisiva semanal, en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (América TV), Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, celebró la Beatificación de Juan Pablo II, este 1° de mayo, en Roma, señalando que “todos nosotros invocaremos la protección de Juan Pablo II para que nos ayude, dentro de todas nuestras limitaciones y pobrezas, a dar un auténtico testimonio de Cristo en el mundo de hoy”.
Explicó que “el proceso de beatificación se ha desarrollado de acuerdo a las pautas establecidas pero en un tiempo muy breve, y eso se explica porque en este caso se ha dado de un modo eximio una de las condiciones para que un cristiano acceda al reconocimiento oficial de la Iglesia: la fama de santidad”.
Y estimó que esta es “una ocasión bellísima para reconocer cómo aún en la actualidad Dios enriquece a su Iglesia y la guía por medio de pastores como este gran Pontífice que ahora intercederá por nosotros”. Y también comentó que “desde aquí nos unimos a los actos que se celebran en Roma y a aquellas multitudes que confluyen en la Ciudad Eterna para homenajear al nuevo Beato”.
Asimismo indicó que observó “que la representación oficial de la Argentina es bastante numerosa. Está compuesta por un número notable de legisladores. Yo me permito, con todo respeto, deslizar una sugerencia: algunos de ellos podrían aprovechar esta circunstancia excepcional para pedir la intercesión del nuevo Beato de modo que Dios Nuestro Señor les perdone haber aprobado el año pasado en el Congreso de la Nación una ley inicua contraria a la enseñanza del Gran Pontífice, la ley que alteró la naturaleza del matrimonio en la Argentina”.
Además afirmó que quienes vieron “a Juan Pablo II algunas veces o hemos estado cerca de Él, que hemos concelebrado la misa con Él, hemos podido observar que, efectivamente, era un hombre que vivía en una continua unión con el Señor”. Y reconoció que le “impresionó siempre la preparación del Papa para la celebración de la Misa y luego la prolongada acción de gracias después de celebrada la misa. Se veía que era un hombre que entraba en un ámbito de intensa oración. Era también muy notable su devoción a la Virgen María”.
Mons. Héctor Aguer también valoró aspectos del Gran Pontífice como su enseñanza, como se ocupó cuestiones claves de la historia contemporánea, la ponderación con la cual presentó el juicio de la Iglesia en situaciones dramáticas en el escenario internacional y como animó, en sus viajes apostólicos, a las distintas comunidades católicas de todo el mundo. La defensa de la vida humana desde la concepción, la santidad del matrimonio y la familia, la objetividad y trascendencia de los valores morales fueron puntos clave de su enseñanza”.
“Millones y millones de personas se reunían para escucharlo. A todos, y especialmente a los jóvenes les animó a dar un testimonio actualizado de Jesucristo”, dijo.
Adjuntamos el texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:
“La beatificación de Juan Pablo II es el acontecimiento que, en estos días, polariza la devoción de los fieles y concita la atención del mundo”.
“Como ustedes saben el proceso de beatificación se ha desarrollado de acuerdo a las pautas establecidas pero en un tiempo muy breve, y eso se explica porque en este caso se ha dado de un modo eximio una de las condiciones para que un cristiano acceda al reconocimiento oficial de la Iglesia: la fama de santidad”.
“Recordemos las escenas, en la Plaza San Pedro, de las exequias de Juan Pablo II; allí surgió, como una especie de clamor unánime, el reconocimiento de la santidad de ese gran Pontífice”.
“La fama de santidad es, en efecto, una de las causales importantísimas que llevan a un Siervo de Dios a la beatificación porque expresa el sentido de la fe los fieles. Los que hemos visto a Juan Pablo II algunas veces o hemos estado cerca de Él, que hemos concelebrado la misa con Él, hemos podido observar que, efectivamente, era un hombre que vivía en una continua unión con el Señor”.
“A mí personalmente me impresionó siempre la preparación del Papa para la celebración de la Misa y luego la prolongada acción de gracias después de celebrada la misa. Se veía que era un hombre que entraba en un ámbito de intensa oración. Era también muy notable su devoción a la Virgen María”.
“Luego tenemos su enseñanza no solo la ortodoxia sino la ponderación de su enseñanza que ha significado, en todo caso, una actualización de la doctrina permanente de la Iglesia. Un aspecto especial a destacar es cómo el magisterio de Juan Pablo II refiere todo lo que la Iglesia tenía que enseñar acerca del hombre en el mundo contemporáneo a la figura de Cristo Redentor, a la misericordia del Padre, a la presencia continua del Espíritu Santo, Señor y Dador de vida. Durante su pontificado, la Congregación para la Doctrina de la Fe tuvo que intervenir reiteradamente para corregir los errores teológicos que alteraban la fe católica y confundían a los fieles”.
“El Papa Juan Pablo II se ocupó, como todos recordamos, de cuestiones claves de la historia contemporánea. Ejemplos son la caída de los regímenes de socialismo real, como se les llamaba; la ponderación con la cual presentó el juicio de la Iglesia en situaciones dramáticas en el escenario internacional y como animó, en sus viajes apostólicos, a las distintas comunidades católicas de todo el mundo. La defensa de la vida humana desde la concepción, la santidad del matrimonio y la familia, la objetividad y trascendencia de los valores morales fueron puntos clave de su enseñanza”.
“Millones y millones de personas se reunían para escucharlo. A todos, y especialmente a los jóvenes les animó a dar un testimonio actualizado de Jesucristo”.
“Tenemos ahora una ocasión bellísima para reconocer cómo aún en la actualidad Dios enriquece a su Iglesia y la guía por medio de pastores como este gran pontífice que ahora intercederá por nosotros”.
“Por eso, nosotros desde aquí nos unimos a los actos que se celebran en Roma y a aquellas multitudes que confluyen en la Ciudad Eterna para homenajear al nuevo Beato”.
“He visto que la representación oficial de la Argentina es bastante numerosa. Está compuesta por un número notable de legisladores. Yo me permito, con todo respeto, deslizar una sugerencia: algunos de ellos podrían aprovechar esta circunstancia excepcional para pedir la intercesión del nuevo Beato de modo que Dios Nuestro Señor les perdone haber aprobado el año pasado en el Congreso de la Nación una ley inicua contraria a la enseñanza del Gran Pontífice, la ley que alteró la naturaleza del matrimonio en la Argentina”
“Y todos nosotros invocaremos la protección de Juan Pablo II para que nos ayude, dentro de todas nuestras limitaciones y pobrezas, a dar un auténtico testimonio de Cristo en el mundo de hoy”.
Por Suboficial Norberto Francisco BAZAEZ
Este 1ro de Mayo la Fuerza Aérea Argentina, conmemora el 29° Aniversario de su primera acción de combate en el conflicto bélico del Atlántico Sur. A partir de ese día, la Fuerza Aérea a través de sus hombres desplegó novedosas estrategias operacionales distinguidas por las fuerzas armadas de varios países.
Los hechos pasaron a conformar uno de los hitos fundamentales de la Institución y la aviación militar acrecentó su aporte a la historia Argentina. Películas, libros y la prensa mundial, pusieron el heroísmo de los hombres y las proezas de los vuelos al alcance de todos y convencieron a los más incrédulos sobre la valía de nuestros pilotos y la de cada uno de sus combatientes.
Lo sucedido refiere a aquel 1° de mayo de 1982, donde la Fuerza Aérea Argentina dispuso 56 misiones de ataques que fueron cumplidas por aviones bombarderos Canberra MK 62 conjuntamente con aviones de combate IA 58 Pucará, Skyhawk A-4B y A-4C, Mirage M-III y Dagger M-5, cada una de las misiones mancomunadas estratégicamente con el apoyo de personal en tierra y aéreo.
Esta sería la primera de una serie de acciones, que a lo largo de la contienda que significaron 445 salidas de combate, desarrollando ataques a objetivos navales y terrestres. Asimismo el transporte de tropas, víveres y el reaprovisionamiento en vuelo de aviones de combate.
Durante las operaciones se destacaron formando el componente aéreo, Hércules C 130 y KC 130, Lear Jet LR-35, Boeing 707, Fokker F-27 y F-28, Twin Otter DHC-6 y los helicópteros CH-47 Chinook y Bell 212.
Asimismo las acciones siempre fueron complementadas con excelentes sistemas de Comunicaciones, Escuadrón logística, Armamento, Escuadrón de tropas, Meteorología, Navegantes, Red Observadores del Aire, Transporte, Escuadrón Aerofotográfico, no obstante, la Artillería Antiaérea juntamente al Sistema de Vigilancia y Control de la Fuerza Aérea en Malvinas, formaron una eficiente red de defensa antiaérea que permitió el derribo de numerosos aviones enemigos. Por otra parte, debe señalarse la valiosa actuación del Escuadrón Sanidad sumado a la intervención de la aviación civil y el Escuadrón FENIX.
Al evocar el 1° de mayo, la Fuerza Aérea Argentina anhela compartir con los argentinos el reconocimiento institucional que se extiende no solo a los integrantes del arma, sino también a todos aquellos que de alguna u otra manera, fueron protagonistas con su participación y apoyo, habiendo contribuido a afianzar la soberanía de la Nación.
A través de estos años, la historia se ha encargado de plasmar cada paso de los acontecimientos sucedidos en el conflicto del Atlántico Sur, de allí se desprende la renovación y el reconocimiento de la Institución a los 36 oficiales, 14 suboficiales y 5 soldados de la Fuerza Aérea Argentina que ofrendaron heroicamente su vida en la contienda
Este 29º Aniversario será conmemorado dentro del marco de la solemnidad que le corresponde, el mismo no pretende ser una elegía a la violencia, cuyas expresiones lamentamos, sino un reconocimiento formal de este hito crucial en la historia institucional de la FUERZA AEREA ARGENTINA, que una vez más empeñó sus recursos humanos y materiales en defensa de nuestra soberanía nacional
Firmado
Suboficial Norberto Francisco BAZAEZ
Veterano de Guerra de Malvinas
Fuerza Aérea Argentina
Ex integrante de la Base Aérea Militar “CONDOR”
DARWIN –GOOSE GREEN Y PRADERA DEL GANSO
El viernes 6 de mayo, a las 19 hs., la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica de La Plata, conjuntamente con los Departamentos Superiores de Filosofía y de Teología, realizará la presentación del libro del Dr. Alberto Caturelli
“Orden Natural y Orden Moral. Lecciones de Filosofía Moral”.
Se trata de un texto fundamental en el que su autor reflexiona lúcidamente sobre la historia de la filosofía moral y sus cuestiones fundamentales: orden natural y orden moral, el primer principio del orden moral, ley, orden del ser y orden moral, los hábitos y la corrupción del orden natural.
La presentación estará a cargo del Sr. Vicedecano de la Facultad de Humanidades y Director del Departamento Superior de Filosofía, Dr. Martín Echavarría.
Estará presente el autor, Dr. Alberto Caturelli, quien dirá unas palabras sobre su obra.
Lugar: Aula 14 de la Facultad de Humanidades de la UCALP, Calle 58 Nº 925 e/13 y 14, La Plata.
¿Qué sucederá el 11 de mayo de 2011 en Roma, según predijo Raffele Bendandi?
El astrónomo italiano autodidacta predecía terremotos, y el último acierto fue para el 11 de marzo en Japón, sin embargo, predecir un terremoto en Italia es un delito de alarma, y no hay confirmación si el 11 de mayo existe o no en sus registros, una fecha en que los planetas se alinean en forma particular
Por Anastasia Gubin - La Gran Época
¿Que particularidades tienen el 11 de mayo 2011? La fecha está muy anunciada en Italia, supuestamente por el fallecido astrónomo autodidacta Rafaelle Bendandi, como la indicadora de un gran terremoto en Roma y que está generando creciente inquietud.
Raffaele Bendandi, nacido en Faenza, Italia 1883 y muerto en 1979, conocido por sus estudios sismológicos y por la fabricación de equipos de sismología, predijo innumerables sismos durante su vida, con aciertos importantes pero no siempre para el día exacto. En el caso del anuncio del 11 de mayo, no hay confirmación de la fecha. Según la encargada del museo Bendandi, las hojas de sus predicciones, muchas de estas fueron quemadas, informa en un video para Rai televisión.
En Italia si se hacen pronósticos de terremotos, las personas son acusadas por el delito de alarma, lo que dificulta esclarecer si realmente Bendandi pronosticó o no un terremoto para el 11 de mayo.
Sea lo que suceda, si revisamos los registros de las efemérides de las posiciones de los planetas, que según Bendandi, en sus videos registrados, hablaba podrían influenciar junto a la Luna para generar devastantes terremotos, del 7 de mayo al 11 de myo se están alineando los planetas Venus, Mercurio y Júpiter, es decir se podrán ver en el cielo alineados y luego en conjunción. No hay referencias que alineaciones semejantes sean indicadores de terremotos.
Como cada uno tiene una órbita diferente pasa un cierto tiempo extenso hasta que se encuentren varios planetas en una misma línea mirándolos desde la Tierra.
E 11 de mayo al parecer por los datos de las efemérides, estos 3 planetas están en su conjunción más cercana. Ese día se registran además particulares aspectos entre la Luna y Neptuno y entre la Luna y el Sol.
Antes del 11 mayo la Luna está en declinación mayor en el hemisferio Norte pero no hay Luna Llena con el punto de órbita más cercano a la tierra, el perigeo. Señalación que algunos indicaron en otras predicciones como los días de grandes terremotos y maremotos. Es el caso de Japón el 11 de marzo y 11 de abril y el de Indonesia en 2004.
La periodista del medio italiano Repubblica fue a cotrolar en persona los documentos de Bendandi, e indicó, según el medio Salvagente, que encontró fechas para el “ 3, el 13, el 14....”y “del 11 de mayo no había trazas”.
Giampolo Giuliani, acusado anteriormente por pronosticar el devastador terremoto de Abruzzo usando el sistema de gas Radom, en vez del planetario, un terremoto que realmente sucedió, niega haber visto en los papeles de Bendandi la fecha de 11 de mayo. Aclaró en una entrevista en el mes de abril que había visto el anuncio del terremoto del 11 de marzo, en el Océano Pacífico a 500 kilómetros de diferencia con el que sucedió realmnte en Japón.
Fuente: La Gran Época
Buenos Aires, 29 de Abril del año 2011 -1040
INTRODUCCIÓN: Voy a ceder la palabra a Armando Valladares, que estuvo 22 años preso en las cárceles de Fidel Castro, que presenció el fusilamiento de cientos de católicos en La Cabaña, célebre prisión cubana dirigida entonces por el "Che" Guevara, que morían al grito de "¡Viva Cristo Rey!" y que dejó testimonio de esos y otros horrores del comunismo cubano en su libro "Contra toda esperanza". Habría muchas otras cosas que agregar, inclusive respecto del actual Secretario de Estado del Vaticano, Monseñor Bertone (verwww.futurodecuba.org artículo "Cardenal Bertone-Cuba: El Pastor bendice al lobo") y sobre otros asuntos, muchos de los cuales son cuidadosamente analizados y poderosamente argumentados en el documento preparado por la revista católica norteamericana "The Remnant" ( verhttp://www.remnantnewspaper.com/2011-0331-statement-of-reservations-beatification.htm), pero creo que este artículo es lapidario. Le cedo, pues, la palabra al ilustre batallador cubano.
Cosme Beccar Varela
* * *
Beatificación de Juan Pablo II y Cuba: dilema de conciencia para los católicos cubanos
Por Armando F. Valladares,
Miami, 10 de abril de 2011.
E-mail: armandovalladares2011@gmail.com (para enviar al autor sugerencias, opiniones, pedidos de remoción, etc.)
La anunciada beatificación de S.S. Juan Pablo II, prevista para realizarse el próximo 1o. de mayo, coloca en un dilema de conciencia sin precedentes a muchos fieles católicos cubanos que por causa de su Fe, de la veneración por su Patria y del amor por sus familias se oponen al comunismo. En efecto, esos fieles católicos ven con perplejidad y con el corazón dilacerado todo aquello que el referido Pontífice habría hecho en algunas circunstancias, y dejado de hacer en otras, para favorecer directa o indirectamente al comunismo cubano.
Cito a continuación, resumidamente, algunos ejemplos que tuve ocasión de comentar extensamente, a lo largo de los años, en diversos artículos sobre la colaboración eclesiástica con el comunismo en la isla-cárcel; y solicito anticipadamente la comprensión de los lectores. Lo hago en cuanto fiel católico y en cuanto cubano, con todo el respeto posible hacia la Iglesia, dispuesto a oír y a analizar eventuales explicaciones de fuentes debidamente autorizadas, que hasta el momento no son de mi conocimiento, sobre los dolorosos hechos históricos que se consignan sucintamente a continuación.
El 8 de enero de 2005, al recibir las cartas credenciales del nuevo embajador cubano, Juan Pablo II, pronunció una alocución elogiando las "metas" que las "autoridades cubanas" habrían supuestamente obtenido en materia de salud, educación y cultura. En realidad, se trata de una siniestra trilogía que el régimen ha utilizado como instrumento, durante más de medio siglo, para corromper las conciencias de generaciones enteras de cubanos desde su más tierna edad, provocando un genocidio espiritual sin precedentes en la historia de la Iglesia en las Américas.
No obstante, Juan Pablo II, en la misma alocución, insistió en sus elogios llegando a aseverar que mediante esa trilogía las “autoridades” de Cuba - o sea, los miembros del régimen castrista - colocarían "pilares del edificio de la paz" e incentivarían el “crecimiento armónico del cuerpo y de espíritu. Con lo cual el Pontífice pareció ignorar que Fidel Castro, el Che Guevara y sus secuaces, en nombre de esa trilogía, provocaron la destrucción y la muerte, “del cuerpo y del espíritu”, de tantas personas en tantos países de América Latina, África y Asia.
El elogio al comunismo y a los integrantes de la dictadura castrista no habría podido ser mayor. Para los cubanos que han sentido y continúan sintiendo en su propia carne la obra destructora de la revolución comunista en su Patria, las referidas consideraciones papales resultan particularmente dolorosas, y sinceramente no consigo vislumbrar cómo justificarlas. Esas consideraciones, que van más allá de las más benévolas fórmulas de cortesía diplomáticas, vistas desde una perspectiva histórica, alcanzan de lleno y hasta laceran la memoria de aquellos jóvenes mártires católicos cubanos que murieron en los paredones de fusilamiento gritando “¡Viva Cristo Rey! ¡Abajo el comunismo!”
En la misma alocución, una de las más importantes sobre Cuba en su largo Pontificado, el reconocimiento de Juan Pablo II se extendió a un alegado "espíritu de solidaridad" del internacionalismo cubano, que se manifestaría en el "envío de personal y recursos materiales" a otros pueblos por ocasión de "calamidades naturales, conflictos o pobreza". En realidad, como se acaba de recordar, lejos de reflejar un espíritu de "solidaridad" cristiana, el internacionalismo comunista colocó a Cuba en el triste papel de exportador de conflictos en América Latina, África y Asia, con "personal y recursos materiales" utilizados no para solucionar conflictos o disminuir la pobreza, sino para exacerbarlos, suscitando guerrillas que, a su vez, contribuyeron a provocar sangrientas calamidades peores que las de la naturaleza. En realidad, el internacionalismo cubano contribuyó a hundir naciones en la peor "pobreza" material y espiritual, algo que históricamente resultó diametralmente lo contrario de sacarlas de esa triste condición.
Para Cuba comunista, el modelo “solidario” internacionalista tuvo como una de sus principales figuras al guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara, quien llegó a afirmar que el "odio" es un motor capaz transformar al revolucionario en "una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar". Por ello, la alusión papal a ese supuesto "espíritu de solidaridad" del internacionalismo cubano no puede dejar de producir consternación (cf. A. Valladares, "Juan Pablo II, Cuba y un dilema de conciencia", Diario Las Américas, Miami, 15 de enero de 2005).
En la referida alocución, S.S. Juan Pablo II no citó al Che Guevara. Pero sí ya lo había hecho en enero de 1998, en breves palabras elogiosas y hasta laudatorias, en el avión que lo conducía a Cuba. En conversación informal con los periodistas, consultado respecto de su pensamiento sobre el Che Guevara, dijo textualmente el referido Pontífice: "Dejemos a Él, al Señor nuestro, el juicio sobre sus méritos. Ciertamente, yo estoy convencido de que quería servir a los pobres" (Vatican Information Service, "Los periodistas entrevistan al Papa durante el vuelo a Cuba", Ciudad del Vaticano, 21 de enero de 1998).
La fuente informativa, la propia agencia de noticias de la Santa Sede, no podía ser más oficial, y ello hace que las palabras del Pontífice causen especial desazón . ¿Cómo un árbol malo podría concebir buenos frutos como, por ejemplo, el cristiano servicio a los más pobres y desamparados? (cf. San Mateo 7,18) ¿Por ventura no fue Guevara un "satánico azote" - según certera expresión de S.S. Pío XI al referirse al comunismo - para Cuba y para tantos otros países, promoviendo revoluciones sangrientas que perjudicaron especialmente a los más pobres, precisamente a aquellos a quienes el Pontífice afirma que Guevara quería servir? (cf. A. Valladares, "Monseñor Céspedes: Juan Pablo II y el Che Guevara", Diario Las Américas, Miami, 26 de junio de 2008).
Por una lamentable coincidencia, esas declaraciones elogiosas al Che Guevara fueron hechas por Juan Pablo II precisamente cuando el avión que lo llevaba a la Habana pasaba frente a las costas de la Florida, donde se concentra el mayor número de cubanos desterrados. Las referidas declaraciones resultaron de esa manera especialmente desgarradoras, del punto de vista espiritual, para esos desterrados cubanos que se vieron obligados a abandonar su Patria por causa de la persecución comunista. Desterrados cubanos que no pudieron dejar de recordar que 11 años antes, por ocasión de la visita de Juan Pablo II a Miami, se sintieron abandonados espiritualmente cuando el Pontífice no visitó en esa ciudad la tan simbólica Ermita de la Caridad del Cobre, no recibió a una delegación representativa del destierro que le solicitó audiencia y pareció no ver las decenas de miles de banderitas cubanas, ondeadas por cubanos desterrados que fueron a saludarlo en los actos públicos, y que esperaron en vano una palabra de consuelo para sí mismos, para sus familias y para su querida Patria esclavizada.
Los rayos, relámpagos y centellas que interrumpieron la más importante y concurrida de esas celebraciones por ocasión de la visita a Miami de Juan Pablo II contribuyeron a formar un marco trágicamente apropiado para interpretar el sentimiento de abandono que sintieron esas decenas de millares de desterrados cubanos por el hecho de no haber oído una palabra de consuelo del Pontífice ante la tragedia de su Patria amada y ante sus propias tragedias personales y familiares.
De la recepción brindada al dictador Castro en Roma, en 1996, y del posterior viaje de Juan Pablo II a Cuba, en 1998, mucho se podría comentar, y de hecho se comentó, del punto de vista de los enormes dividendos publicitarios y diplomáticos obtenidos por el régimen de La Habana. Opto entonces por destacar aquí, del viaje a Cuba, algunos aspectos poco o nada comentados de sus importantes alocuciones. Me baso en el estudio "Cuba comunista después de la visita papal", editado en 1998 por la Comisión de Estudios Por la Libertad de Cuba", de Miami.
En La Habana, en una de sus alocuciones, después de lanzar la discutible premisa de un "diálogo fecundo" entre creyentes y no creyentes, o sea, con los comunistas cubanos, Juan Pablo II hizo un llamado a encontrar una "síntesis" cultural por el hecho de que supuestamente las partes en proceso de "diálogo" tendrían "una finalidad común", la de "servir al hombre".
Con toda la veneración y el respeto debidos, no se comprende cómo pueda darse una "síntesis" entre elementos totalmente antagónicos e incompatibles como lo son los principios de la fe católica y los de la anticultura marxista. ¿Cómo sería posible una "síntesis" entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas, entre Jesucristo de un lado, y Carlos Marx, el Che Guevara y Fidel Castro del otro?
Tampoco resulta posible comprender la afirmación de Juan Pablo II de que la Iglesia y las "instituciones culturales" del sistema comunista cubano puedan tener una "finalidad común" al servicio de progreso espiritual de los cubanos, como si la "finalidad" del régimen no hubiese sido la de aplicar todos sus esfuerzos, de manera metódica, durante cuarenta años, para destruir el "alma cristiana"; o sea, una "finalidad" que no solamente no es común, sino que es diametralmente lo contrario.
Otro aspecto del Pontificado de Juan Pablo II que provocó perplejidad y desazón en innumerables cubanos fue la serie de pedidos de perdón por aquello que el Pontífice consideró como pecados pasados y presentes de los hijos de la Iglesia, en los cuales, sin embargo, no fue posible encontrar la más mínima referencia a la connivencia ideológica y a la complicidad estratégica de tantos eclesiásticos con el comunismo en Cuba, y también en otros países del mundo, por acción u omisión, durante décadas (cf. A. Valladares, "El pedido de perdón que no hubo: la colaboración eclesiástica con el comunismo", Diario Las Américas, Miami, 22 de marzo de 2000).
En ese sentido, Juan Pablo II apoyó, durante todo su largo Pontificado, a los colaboracionistas Obispos cubanos, especialmente por ocasión del Encuentro Nacional Eclesial Cubano, en 1986. En mensaje trasmitido por el cardenal Pironio, Juan Pablo II manifestó su "merecido reconocimiento" al extenso documento de trabajo, en el cual se planteaba como meta una inédita y osada "síntesis vital" comuno-católica, reafirmada en el documento final; y nombró cardenal al arzobispo de La Habana, monseñor Jaime Ortega y Alamino, uno de los mayores artífices del proceso de acercamiento comuno-católico en Cuba.
En esta relación de ejemplos de favorecimiento de Juan Pablo II al comunismo cubano, directa o indirectamente, con palabras, obras y omisiones, menciono, finalmente, en orden cronológico, tres filiales y reverentes cartas de cubanos desterrados a Juan Pablo II que, lamentablemente, quedaron sin respuesta, las tres firmadas por decenas de personalidades representativas del destierro cubano. En 1987, en Miami, por ocasión de la visita de Juan Pablo II a esa ciudad: "¡Santo Padre, liberad a Cuba!" (Diario Las Américas, Miami, 7 de agosto de 1987). En 1995, en Roma: "Los cubanos desterrados apelan a Juan Pablo II: ¡Santidad, protegednos de la actuación del Cardenal Ortega!" (Diario Las Américas, Miami, 24 de octubre de 1998). Y en 1999, también en Roma: "¡Santo Padre, rescatad del olvido a los mártires cubanos, víctimas del comunismo!" (Diario Las Américas, Miami, 21 de septiembre de 1999).
Me consta que, por ocasión del proceso de beatificación de Juan Pablo II, personalidades católicas manifestaron públicamente su perplejidad por palabras, obras y omisiones de Juan Pablo II en el campo religioso. Pero no me consta que durante el curso de ese proceso de beatificación se hayan planteado públicamente interrogaciones sobre el pensamiento de este Pontífice con relación al comunismo cubano, pensamiento que inclusive parece ir más allá del campo diplomático y adentrarse en el plano doctrinario. De ahí la necesidad de conciencia de exponer, de la manera más respetuosa y filial posible, las presentes reflexiones.
En este sentido, sinceramente no vislumbro cómo los católicos cubanos de dentro y fuera de la isla, que concordaron con las tesis de mis artículos, pero especialmente con los brillantes análisis y comentarios de otros compatriotas en la misma línea, puedan ver a Juan Pablo II como un ejemplo a ser seguido e imitado, por causa del tratamiento que dio al problema del comunismo en nuestra Patria, según se mostró en los párrafos anteriores.
Sé que en los procesos de beatificación los teólogos escudriñan los escritos de aquellos candidatos a ser beatificados. Es posible que esos teólogos hayan analizado los textos de Juan Pablo II que acabo de citar y de comentar respetuosa y filialmente. Si así lo hicieron, quiera Dios que los católicos cubanos podamos tomar conocimiento de esas sabias explicaciones. De otra manera, el dilema de conciencia no hará sino aumentar, porque ¿cómo comprender entonces que un Pontífice que tanto hizo por el comunismo cubano, llegue a ser proclamado Beato de la Iglesia? Pido y hasta suplico que los tan delicados dichos y hechos arriba citados de S.S. Juan Pablo II sean debidamente aclarados y explicados. De otra manera, la beatificación de Juan Pablo II, anunciada para el próximo 1o. de mayo, podrá estar indeleblemente marcada por el signo de la perplejidad, de la contradicción y de la confusión.
En cuanto fiel católico cubano, creo que tengo no solamente el derecho, sino la obligación de conciencia de dar a conocer estas consideraciones. Ya lo he dicho, y lo reitero en esta dramática coyuntura. Tengo un compromiso con aquellos jóvenes mártires católicos que murieron en la siniestra prisión de La Cabaña gritando “¡Viva Cristo Rey! !Abajo el comunismo!”; con mis amigos asesinados en la prisiones; con la lucha por la libertad de mi Patria; con la Historia; y, por encima de todo, con Dios y la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba. El análisis de la vida y la muerte de cualquier ser humano, por extraordinaria que haya podido ser, no debería borrar, cambiar, alterar o ignorar las consecuencias de los actos que eventualmente practicó.
Armando Valladares, escritor, pintor y poeta.
Pasó 22 años en las cárceles políticas de Cuba. Es autor del best-seller "Contra toda esperanza", donde narra el horror de las prisiones castristas. Fue embajador de los Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU bajo las administraciones Reagan y Bush. Recibió la Medalla Presidencial del Ciudadano y el Superior Award del Departamento de Estado. Ha escrito numerosos artículos sobre la lamentable colaboración eclesiástica con el comunismo cubano y sobre la "ostpolitik" vaticana hacia Cuba.
e-mail: correo@labotellaalmar.com
El pensamiento de Mons. Richard Williamson
COMENTARIOS ELEISON 198 (30-IV-2011)
Debido a que comenté hace tres semanas (CE 195, 9 de abril) que la próxima "beatificación" de Juan Pablo II únicamente lo hará un Nuevobeato de la Nueviglesia, con toda razón me han preguntado si soy un "sedevacantista". Después de todo, si virtualmente declaro a Benedicto XVI como un Nuevopapa, ¿cómo puedo aún creer que sea un Papa verdadero? Actualmente, creo que es ambos, Nuevo Papa de la Iglesia Conciliar y Papa verdadero de la Iglesia Católica, porque ambos no son todavía completamente excluyentes uno del otro, por lo tanto no soy lo que se llama un sedevacantista. He aquí la primera parte de mi razonamiento:--
Por un lado, considero que Benedicto XVI es un Papa válido, porque fue válidamente elegido como Obispo de Roma por los curas de Roma, es decir por los Cardenales, en el cónclave del 2005, y si por alguna falla oculta la elección per se no fue válida, ésta fue convalidada, como lo enseña la Iglesia, cuando él fue subsecuentemente aceptado como Papa por la Iglesia mundial. Como tal, hacia Benedicto XVI quiero mostrar todo el respeto, reverencia y apoyo que se deben al Vicario de Cristo.
Por el otro lado es obvio, partiendo de las palabras y acciones del Pontífice, que él es un Papa "Conciliar" y cabeza de la Iglesia Conciliar. Simplemente las últimas pruebas claras de esto son la próxima Nuevabeatificacion de Juan Pablo II, gran promotor del Vaticano II, y la próxima conmemoración en Octubre del evento desastroso de Juan Pablo II en Asís en 1986, en donde se violó el Primer Mandamiento de Dios en nombre del ecumenismo Conciliar del hombre. Porque así como ese Mandamiento excluye todas las falsas religiones (Deut. V, 7-9), así el Vaticano II virtualmente las abraza (Unitatis Redintegratio, Nostra Aetate). Por lo tanto, además de que Benedicto XVI es el Vicario de Cristo, también pienso que está traicionando su sagrada función de confirmar a sus hermanos en la Fe (Luc. XXII, 32), así es que además de respetarlo debidamente como Pedro, también no pienso seguirlo u obedecerlo (Hechos V, 29) cuando no se comporte como Pedro. Esta fue la distinción del Arzobispo Lefebvre.
Pero dénse cuenta de que aún cuando esté traicionando -por lo menos objetivamente- la religión verdadera, ¡Benedicto XVI también se aferra a ella! Por ejemplo, al intentar prevenir que Asís III sea acusada de mezclar religiones como en Asís I, está programando que la procesión pública de todas las religiones juntas se lleve a cabo en silencio. En otras palabras, aún cuando Benedicto XVI promueve el error, ¡no tiene la intención de abandonar la verdad! Y en este sentido él se asemeja constantemente a un matemático que dice que 2 y 2 pueden ser 4 ¡o 5! Viniendo de un Papa, esta es la receta para la confusión desde la cabeza hasta los pies de la Iglesia, porque si cualquiera sigue al Papa en esta "aritmética" de 4 ó 5, ¡tendrá en su cabeza pura contradicción y confusión!
Además sepan que Benedicto XVI, como aritmético, absolutamente declara que cree que 2 y 2 son 4. Y mientras que su declaración sea sincera, y yo diría que parece ser sincera -solo Dios sabe a ciencia cierta- Benedicto XVI no está deliberadamente negando las verdades que él sabe que son artículos definidos de la Fe Católica. Por el contrario parece convencido, como muestra el Obispo Tissier, ¡que él los está "regenerando" con la ayuda del pensamiento moderno! Esto hace muy difícil el probar en su caso la acusación de una adhesión formal a la herejía, razón por la cual aún su amor y promoción del 2+2=5 no me torna todavía personalmente en un sedevacantista.
Madre de Dios, Trono de Sabiduría, ¡protégenos de la confusión!
Kyrie eleison.
Por Ricardo David Díaz
Lo más increíble de los milagros es que ocurren.
Gilbert Keith Chesterton
(1874-1936) Escritor británico.
Por Carlos Alberto Falchi
Al inefable “filosofo”, intelectual transgénico, de la decadencia, y a su rebaño de seguidores les digo sinceramente estoy cansado “oírte así, decir tanta pavada”, ya tu ultima pavada me harto.
Me harto porque la bandera no la vas a tocar.
Paso medio siglo del día en que jure defenderla hasta perder la vida, ese juramento que hacíamos los “ciudadanos” cuando estábamos “bajo bandera” al servicio de la patria, a pesar del paso del tiempo no hemos silos relevados del mismo. Por lo tanto les decimos a los escribas de la corte que: La bandera no se toca.
Dicho juramento no era mas que la ratificación del juramento efectuado cuando niños, cuando a los argentinos no nos traumatizaba la idea de la muerte, hoy la imbecilidad progresista sustituyo la formula por una anodina promesa.
Me interesaría saber si el “filosofo” también la juro en ese caso, además de escribir pavadas, seria un perjuro.
Por otra parte, desde su cátedra periodística nos advierte “estamos todos: occidentoxicados. O, si se quiere, macdonalizados”, yo le digo –a pesar de el uso abusivo del termino- somos parte de occidente, mal que le pese al progresismo “a la violeta” también el marxismo es un producto del pensamiento occidental. Por supuesto esta afirmación le hará poner los pelos de punta a los hombres de ”la derecha” y, sobre todo, a los devotos de las interpretaciones Leninista y Trotskista del pensamiento del filosofo.
La pretensión de identificar “occidente” con la cultura norteamericana muestra un pensamiento simplista, de mera repetición de consignas.
Volviendo al tema que nos ocupa veamos el porque el “cagatinta” pretende tocar la bandera, “Hemos tenido una y todavía la tenemos. Bien, para ser claro: a mí no me gusta. Esa bandera expresó, en el siglo XIX, los intereses de lo que Juan Bautista Alberdi llamaba la provincia-metrópoli: Buenos Aires. El Interior federal, arrasado por el colonialismo interno de Buenos Aires, no se expresó por medio de la azul y blanca. Con esa bandera se arrasó el Paraguay. Se hizo la Campaña del Desierto. Se reprimió a los inmigrantes. Se masacró la Patagonia. El coronel Varela festeja, con sus amigos británicos, el triunfo sobre los pobres obreros patagónicos entre banderas azules y blancas y banderas inglesas, que se llevaban bien. Con esa bandera asume Uriburu. Perón cambia un poco los símbolos, pero los conserva. La “libertadora” agobia con la azul y blanca como encarnación de la libertad y la democracia “recuperadas”. Onganía reprime con esa bandera el Cordobazo. Con esa bandera asume Videla y aquí llegamos al desborde, al horror, al azul y blanco teñido de sangre. La bandera se transforma en la bandera del Mundial. La única bandera. La bandera de la Argentina y de su gloriosa selección. “Fiesta, qué fantástica, fantástica esta fiesta.” La fiesta de todos es azul y blanca. Una sola bandera y una sola bandera es el Terror, el miedo, la negación de lo diferente. Y luego, Malvinas. Y otra vez la bandera. Y se nos recuerda que “nunca fue atada al carro de ningún vencedor de la tierra”. Bueno, tampoco se había enfrentado con muchos: salvo, sí, con españoles y paraguayos famélicos en los esteros colorados donde se amontonaban los cadáveres. El día que enfrentó a sus viejos patrones, a sus socios en la masacre patagónica, se la llevaron. Ellos, los ingleses, atada a su carro de vencedores”.
No es necesario ser “profesor”, de filosofía o historia, para advertir los errores del disparatado escrito en primer lugar Buenos Aires, mal que les pese, fue cabeza de la revolución, los soldados expedicionarios que libraron la primeras batallas de la independencia partieron de Buenos Aires, la primera rebeldía se concreto en Buenos Aires, los soldados ofrendaron sus vidas gritando ¡VIVA BUENOS AIRES!!, desde luego la mitología progresista desarrolladas por los concurrentes a las mesas de LA PAZ considera que los hombres del interior eran buenos salvajes, castigados por los porteños.
Me permito recordar la guerra de liberación conducida por San Martin .
Recordemos la bandera Gral, Mansilla y sus hombres, héroes de Obligado.
Como me explica el autor del texto el acto heroico del puntano Pringles salvando la bandera si el interior no se expresaba con la azul y blanca.
Si flameo victoriosa en la guerra del Paraguay, mas allá de los errores políticos, nuestros soldados no pelearon contra “niñitos indefensos”, en cuanto a nuestra guerra de la independencia me permito recordarle que no eran unos “galleguitos” mal entrenados, eran el ejército e una potencia europea.
Fue la bandera que enarbolaron las tropas al mando del Coronel Varela, enviadas por Hipólito Yrigoyen presidente constitucional de los argentinos.
Me permito recordarle, al portador de germánico apellido, que la argentina no reprimió a los inmigrantes, al contrario los recibio e integro y estos consideraron a la Argentina su segunda patria.
Algunos no respetaban ni la patria de origen, ni la Nación que les abría sus puertas, fueron reprimidos o deportados.
Se lo digo como descendiente de italianos que llegaron a estas tierras y la consideraron, con cariño y orgullo, su otra patria.
La bandera Azul y Blanca es el símbolo de la Nación, fue la bandera de general Uriburu, pero también la de los hombres que se sublevaron en Paso de los Libres, fue bandera de la Revolución del ’55, también del Gral. Perón y del Gral. Valle.
Finalizando le reitero: LA BANDERA NO SE TOCA.
CARLOS ALBERTO FALCHI.-
Buenos Aires 28 de abril de 2011.-
Nota: El autor el articulo que motivó mi escrito es JOSE PABLO FEIMANN y el articulo en el que propicia la sustitución del sol, en la bandera nacional, por el pañuelo de las madres de plaza de mayo se titula "Una bandera para el siglo XXI"
Por Denes Martos
Con las próximas elecciones presidenciales apareciendo sobre el horizonte político de la Argentina quizás valdría la pena analizar la posibilidad de un cambio de rumbo. No precisamente desde la perspectiva de los adoradores del cambio que juran que todo cambio es tan necesario como inevitable y, es más, hasta insisten machaconamente en que el cambio es algo bueno de por sí. Porque, según dicen, obliga a “renovarse” y, como todo el mundo sabe, se supone que lo “nuevo” es siempre muchísimo mejor. Pero aun dejando esas tonterías marketineras de lado, es bastante obvio que la Argentina está ya madura para, al menos, replantearse unas cuantas cosas.
Porque hay muchas, demasiadas, cosas que decididamente andan mal. Por de pronto, la actitud general de los políticos ante justamente esas cosas que andan mal. Tomemos, por ejemplo, algo tan obvio y evidente como la inflación. Las dos actitudes que podemos observar frente al fenómeno son realmente típicas de los políticos que tenemos.
El gobierno sencillamente opta por la negativa. Según el INDEC, Guillermo Moreno y la Casa Rosada, no hay inflación. Todo está fenómeno y sólo hay una pequeña “dispersión de precios”. Por lo tanto, parece ser que el criterio de esta parte del espectro político es que podemos solucionar un problema mediante el simple expediente de negar su existencia.
La oposición, por su lado, se rasga las vestiduras denunciando la existencia de una inflación real de entre un 20 y un 30% anual (por ahora) y escandalizándose por la manipulación más que evidente de los datos en la metodología adoptada por el INDEC. Pero, más allá de poner el grito en el cielo y de criticar el “modelo” del gobierno, la oposición no ha impulsado ninguna solución coherente, real y concreta al problema. Por lo tanto, parece ser que el criterio de esta otra parte del espectro político es que podemos solucionar un problema mediante el simple expediente de denunciar su existencia y discutir hasta el día del Juicio Final las mil posibles alternativas.
De modo que, realmente, creo que sería hora de cambiar de rumbo porque, si ante los problemas seguimos aplicando el método de negar su existencia o discutir in aeternum su solución, al final me temo que esos problemas terminarán explotando de un modo o de otro y a esa explosión tampoco la vamos a resolver con políticos que seguramente se pasarán el día echándose la culpa los unos a los otros. Porque, como todos sabemos, en el ámbito político argentino el encontrar a un culpable siempre ha sido muchísimo más importante que hallar una solución.
Lamentablemente, cambiar de rumbo nunca es fácil. Cuando una persona se ha acostumbrado a determinada orientación – y más todavía cuando se ha comprometido con esa orientación – se resiste a abandonarla. Por un lado, el abandonar el sendero habitual, siempre se percibe como algo incómodamente riesgoso; por el otro lado, abandonar algo con lo que uno se ha comprometido equivale siempre a reconocer que el compromiso fue un error.
Por ello, en principio a nadie le encanta la idea de cambiar de trayectoria y los cambios de dirección siempre resultan traumáticos. Hasta en el mundo material se puede observar un fenómeno muy similar. Todos los objetos del universo tangible poseen masa y la masa es esencialmente pasiva. “Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por una fuerza externa que actúe sobre él.” Es la clásica primera ley de Newton que conoce cualquier estudiante de física. Poniéndolo en términos algo más filosóficos, su equivalente sistémico vendría ser algo así como “el ser abandonado a sí mismo tiende al no ser” ya que se deja arrastrar hacia abajo por el tobogán entrópico de la termodinámica hasta que, finalmente, alcanza un estado de desorden y de desestructuración al cual, desde la antigüedad griega, llamamos “caos”.
Es realmente sorprendente cómo los griegos, al menos en el plano de los conceptos abstractos, se adelantaron en más de veinte siglos años a las actuales teorías científicas de nuestras ciencias “duras”. Por ejemplo, ya sabían que la decadencia y la descomposición de una comunidad humana comienzan con muy pequeñas modificaciones en las profundidades de la conciencia, con lo que prefiguraron nuestra moderna teoría del caos según la cual, en los sistemas de equilibrio dinámico, muy pequeñas modificaciones pueden llegar producir enormes consecuencias. Al quiebre del orden interno del espíritu, ya sea individual o social, los griegos lo llamaban “anomia” y a la segunda fase de este estado la conocían como “anarquía”. Esta segunda fase se caracteriza por la manifestación en el ámbito humano de la descomposición del orden natural que los helenos consideraban como algo sagrado; es decir: intocable. En este estado final anárquico, el orden natural o bien desaparece por completo, o bien se mantiene por medios artificiales con lo cual lo que se obtiene es tan sólo un orden formal; es decir: la apariencia de cierto orden que encubre – con mayor o menor éxito – la anarquía subyacente.
Tal como lo demuestra la Historia de todas las civilizaciones anteriores a la nuestra, si este rumbo se mantiene, lo que ocurre al final es la decadencia irreversible que, a su vez, culmina en el caos de la descomposición final.
Si analizamos ahora el rumbo del “movimiento rectilíneo y uniforme” de la política argentina de la(s) última(s) década(s) no es muy difícil darse cuenta de que su orientación es hacia un caos suicida. Por supuesto, es muy difícil determinar con exactitud en qué punto del plano inclinado entrópico de la anomia, la anarquía y el caos nos encontramos en la actualidad. Mi opinión personal – y, por supuesto, nadie tiene la obligación de estar de acuerdo conmigo – es que estamos más o menos a mitad de camino entre la anomia y la anarquía. O, quizás, un poco más cerca de la anarquía que de la anomia. Y seguiremos moviéndonos en la dirección del caos total de un modo rectilíneo y uniforme mientras, por un lado neguemos la existencia de las fuerzas que impulsan el movimiento y, por el otro lado, sigamos en la esterilidad de discutir ad infinitum cuales serían esas fuerzas en absoluto y qué se supone que deberíamos hacer con ellas. En algún momento, alguien tendrá que tener el coraje de poner las cosas en su lugar y llamarlas por su nombre, por más políticamente incorrectos que sean esos nombres y por más antipático que sea el ponerlas en el lugar que les corresponde.
Dejando de lado ahora a Newton, a los griegos y a la física, en la actualidad ya es inocultable que la Argentina está a la deriva. La política argentina se parece a un barco que se deja llevar por la correntada de un río mientras su capitán y sus primeros oficiales se dedican a la improvisación y a las discusiones estériles. El nunca definido ni concretamente explicitado “modelo” del gobierno se basa en una nebulosa ideológica que, en los hechos, se limita al proverbial hacer lo que se nos ocurre, cuando se puede, porque se puede y si conviene o no hay más remedio. La llamada oposición, a su vez, se limita a criticar lo que salió mal, a callar lo que salió bien y a armar un escándalo sobre lo que el gobierno no hizo, porque no se le ocurrió, o porque no quiso, no pudo, no supo, o no le convenía hacerlo. De este modo, mientras en el gobierno y su entorno están ofendidísimos por el hecho de que la oposición no les reconoce los logros y les critica todos los fracasos – además de todas las improvisaciones y todas las corruptelas – los miembros de la oposición se pelean entre sí por el premio al mejor criticón. En buena parte, obviamente, debido la envidia que despierta el quedar siempre fuera de las corruptelas.
No falta, claro, quien señale que precisamente este juego dialéctico de críticas y contracríticas constituye la esencia de la democracia. Pues si lo es, no estaría de más que, mientras duran los torneos dialécticos, al menos alguien le diga al timonel qué tiene que hacer. Alguien debería por lo menos velar por la conservación de la nave mientras discutimos adonde demonios queremos llegar. Porque así como están las cosas, el timonel no tiene ni idea de qué rumbo tomar. Más aun: últimamente estoy empezando a sospechar que el barco llamado Argentina ya ni siquiera tiene timonel.
El problema básico está en que, en lugar de dejarnos llevar por la corriente, tendríamos que girar el barco ciento ochenta grados y empezar a navegar río arriba. Tanto la correntada demoliberal de “derecha” como la socialdemócrata de “izquierda” nos arrastran a un rumbo de colisión.
Los liberales persiguen su sueño de reducir al Estado a su más mínima expresión administrativo-burocrática para dejar el campo libre al zorro financiero libre dentro del gallinero social libre. Dicho sea de paso: al día de hoy sigo sin entender por qué a esto ahora se lo llama "derecha" cuando todas las verdaderas corrientes de derecha que ha conocido la Historia han propugnado exactamente lo contrario. Tanto José Antonio Primo de Rivera como Ramiro de Maeztu – para nombrar sólo a dos y del ámbito hispano – hubieran sacado carpiendo a cualquiera que les hubiera propuesto reducir el Estado para cederle el terreno al capitalismo.
Por su parte, los marxistas, en más de 150 años en ningún lugar del planeta consiguieron organizar un Estado perdurable que funcionara realmente bien. A pesar de eso, insisten en proclamar que todo se solucionaría desatando una guerra de clases en la cual quienes menos tienen simplemente eliminarían a los que más tienen. En su versión vernácula, esta propuesta de cambio por la vía de la guerra civil la tenemos en esa izquierda setentista y su delirio de convocar a “las masas” para una aventura revolucionaria que elimine a “la oligarquía”. Y, dicho sea de paso otra vez: lo que en esto no termino de entender es por qué se lo llama "progresismo". La idea de conquistar al Estado lanzando a "los pobres" contra "los ricos" es el truco más viejo de la demagogia política. Lo inventaron los políticos griegos y romanos hace ya más de 2.000 años. Nota al margen: y a ellos tampoco les funcionó.
El hecho es que todos empujan hacia el caos. Los liberales al proponer un rumbo hacia la anomia producida por un Estado incapaz de cumplir con sus funciones esenciales. Los "progresistas" al insistir en el resentimiento como impulso político principal para producir una anarquía que – entre otras cosas por medio de una justicia patológicamente permisiva e incapaz de poner orden en la calle – haría saltar por los aires la estructura básica misma de cualquier sociedad en aras de una quimera sociopolítica inviable. Así, mientras la “derecha” empuja hacia la anomia, la “izquierda” empuja hacia la anarquía. Y en el medio tenemos a un gobierno supuestamente peronista que no sabe qué rumbo tomar a fin de no perder ni financiación ni votos.
Pese a quien le pese, hay que llamar las cosas por su nombre. El problema argentino no es solamente la ineptitud política del gobierno ni tan sólo la boconería estéril de la oposición. El problema argentino es todo el sistema político en sí mismo. Un sistema que, convengamos en ello, no es exclusivo de la Argentina pero que el país no ha conseguido superar ni mejorar. Ni siquiera ha conseguido hacerlo funcionar razonablemente bien.
Por de pronto, es un sistema que, en última instancia, está basado en el dinero. Quien no tiene dinero no puede tampoco afrontar el costo de una campaña. Quien no puede pagar una campaña, no es conocido. Obviamente, quien no es conocido no consigue votos. Y quien no consigue votos, no llega al poder. Por lo tanto, lo primero que todo político tiene que hacer en este sistema – antes incluso de tener cualquier idea brillante – es conseguir el dinero que hace falta para montar una buena campaña. ¿Cómo lo consigue? Mejor no pregunten.
En segundo lugar, cualquier campaña democrática se basa en una mezcla de demagogia e hipocresía en proporciones variables. De lo que se trata es de conseguir votos. Por lo tanto, se trata de prometer lo que la mayoría de los votantes quiere escuchar y el maquillaje mediático deberá hacer más o menos creíble esa promesa; siendo que esto último, a su vez, también cuesta dinero, por supuesto. De modo y manera que, puesto que “los pobres” – sea lo que fuere que se entienda exactamente por esa expresión – constituyen una proporción relevante del electorado, todos los discursos, sean de “derecha” o de “izquierda” deberán, obligadamente, contener mensajes amigables dirigidos especialmente a ellos. No hay político al que no se le parta el corazón por la existencia de los pobres. Pero ¿quién se ocuparía de ellos si representaran algo así como, digamos, tan sólo el 2% de los votos? De hecho, la enorme mayoría de los políticos sólo se ocupa realmente de los pobres a la hora de tratar de obtener los votos de la pobreza. La verdad es que para muchos políticos, especialmente los de cierta izquierda, la existencia de esa pobreza es más un capital político a explotar que una lacra a eliminar. Más de uno especula con tomar medidas para reducir la pobreza solamente después de llegar al poder y, mientras tanto, torpedea sistemáticamente todos los intentos de algún competidor que trata, eventualmente, de hacer algo para reducir la miseria.
Aunque, en todo caso, también es cierto que lo que se hace es poco y, buena parte de lo poco que se hace, se hace mal. Por ejemplo, una política asistencialista o de subsidios no elimina la pobreza; solamente la disimula en tanto y en cuanto haya plata (ajena) para repartir y se esté conforme en aceptar la catarata de corrupciones y clientelismos que ese reparto genera. Todo el mundo repetirá, por supuesto, que no hay que regalar el pescado sino enseñar a pescar. Pero el hecho concreto es que, en la mayoría de los casos, ni hay donde ir a pescar, ni en los lugares de pesca quedan ya tantos peces como antes. Un montón de empresas cerraron, o se fueron, y las que quedan no crecen al mismo ritmo en que aumenta la demanda laboral, por más que se publiciten tasas de crecimiento económico favorables. Las tasas de crecimiento miden cantidades de dinero y el problema que tenemos es de cantidad de puestos de trabajo productivo. No sólo los que se necesitan ahora, sino los que necesitará la próxima generación.
En otras palabras: lo que hasta el día de la fecha el kirchnerismo no ha conseguido entender es que el problema básico de la pobreza no es un problema de políticas sociales sino un problema de políticas económicas. Específicamente: es un problema de la organización deltrabajo. De la creación, de la oferta, y de la organización del trabajo. Pero claro, organizar el trabajo para todos es un poquito más complicado que organizar el fútbol para todos. Y, por supuesto, se perdería más de un voto si alguien tratase de imponer la tendencia de volver a llevar al trabajo regular y cotidiano a todos los que ya se acostumbraron a vivir de subsidios. Muy en especial se generaría la enemistad declarada de quienes se acostumbraron a vivir del reparto de esos subsidios. Ni hablemos del aquelarre que se produciría entre los jeques sindicales si a alguien se le ocurriese la peregrina idea de señalar que todo trabajo bien organizado requiere un mínimo de disciplina laboral. Y no me quiero referir ahora al tema del manejo y la administración de los aportes que genera la actividad laboral porque eso equivaldría directamente a meter el dedo en el ventilador.
La Argentina ¿puede continuar así? ¿Puede seguir haciendo el papel del barco arrastrado por la corriente de los acontecimientos? ¿Puede seguir de improvisación en improvisación, con solamente esa vaga noción romántica, convertida en ideología política, de distribuir generosamente la riqueza ajena entre pobres que cada vez tienen menos oportunidades e incentivos para participar de un trabajo productivo? Para que exista riqueza alguien la tiene que generar, y para que la distribución sea justa al que le toca una parte tiene que haber participado en su generación de un modo proporcional a esa parte. Si el que la genera lo hace explotando a los demás, la solución no está en sacarle parte de lo ganado para distribuirlo entre los explotados. La solución está en impedirle que siga explotando a los que contribuyen a generar la riqueza. Y para eso no es necesario ni cerrar, ni expropiar, ni estatizar ninguna empresa, ni permitir piquetes, ni declarar huelgas. Basta con un Estado que se ocupe de solucionar problemas con un mínimo de sentido común y con la suficiente fuerza, autoridad y determinación como para imponer reglas, normas y procedimientos justos.
Pero, para hacer posible algo así, hay que dar vuelta el barco y empezar a navegar contra la corriente. Hay que atacar los problemas en forma objetiva y eficaz, sin ponerse primero a evaluar el "costo político" de las medidas, o a ver quién se lleva el “rédito político” de la solución. Hay que poner al frente de cada proyecto a personas que realmente entienden del problema y no a algún abogado amigo que se cree tan multifuncional que aceptaría ser gobernador de provincia con la misma liviandad irresponsable con la que asumiría como secretario de transportes o director de cultura; y todo eso tan sólo para renunciar en la mitad de su gestión y postularse como candidato a senador o diputado. Hay que poner la estructura financiera al servicio de la producción de bienes y servicios y romper con el esquema actual en dónde la producción, o bien está al servicio de las ganancias financieras, o bien queda relegada a un segundo plano frente a la posibilidad de alguna inversión puramente especulativa. Hay que reestructurar por completo el sistema político saliendo del actual en dónde cualquier politicastro puede hacer cualquier promesa irrealizable y hasta puede ofrecerse como “candidato testimonial” no asumiendo siquiera el cargo para el cual se postuló, con lo cual al final nadie sabe exactamente qué es lo que vota y a veces ni siquiera a quién vota. Hay que emancipar a la política de la dictadura del dinero que paga las campañas. Hay que sacarse por fin la careta, llamar pan al pan y vino al vino, y establecer de una buena vez por todas qué país queremos, cómo lo vamos a construir, con qué lo haremos, quiénes serán los responsables por hacerlo, cuales serán los costos, quiénes los pagarán, quiénes serán los beneficiarios y cuales serán las prioridades del plan.
Pero no se preocupen queridos amigos. Nada de eso sucederá. Ni de aquí a Octubre, ni tampoco después. Los que podrían tener el proyecto no tienen los votos, y los que tienen los votos no tienen un proyecto así.
Así que relájense, disfruten del espectáculo y admiren el paisaje. Y cuando el barco encalle, porque va a encallar, háganle caso a cualquiera que proponga remar contra la corriente. Porque río abajo amenaza el caos y la única salida posible es río arriba.
Denes Martos
29/Abril/2011
Fuente: Boletín Tizón
Por Ricardo David Díaz
Quien no ha tenido tribulaciones que soportar, es que no ha comenzado a ser cristiano de verdad.
San Agustín
(354-430) Obispo y filósofo
Por Mariela Bogado
Amigos:
Hace pocos días, hice una visita fugaz a la Universidad de Charleston, en Virgina Occidental, merced a la invitación que me cursó un amigo de vieja data, profesor emérito de esa añeja casa de estudios. Y debatimos sobre nuestro sainete republicano.
Me confió que, según el Departamento de Estado, la "señora" que nos preside en realidad, SÍ se graduó de abogada en 1977.
Sufrí cierto desánimo con su aseveración, directa al hueso. Pero me repuse de inmediato, cuando me amplió sobre el detalle que está compilado en un dossier, elaborado por la embajada americana en Buenos Aires.
Prosiguió con los perfiles más jugosos del caso.
El hecho es, que en efecto, su legajo completo se encuentra en un cofre de seguridad en un banco platense, cuyo titular es el Rector de la Universidad de la Plata. Pero allí se atesora algo que es muy diferente a lo que al parecer toda nuestra prensa considera como un historial estudiantil plagado de borrones, como los que se exhibieron oportunamente.
Los antecedentes son mucho más complicantes y dolosos que una carrera inconclusa, que en apariencia devino con la graduación. Hay un título de abogada a nombre de esta mujer. Pero está a nombre de Cristina Wilhelm.
El "soplo" de mi amigo me dejó momentáneamente perplejo, desconcertado. Pero inmediatamente comencé a atar un montón de cabos sueltos. Y caí en la cuenta que si estas presunciones salen a la luz pública, toda la gestión parlamentaria y por sobre todo la presidencial, sería nula, de nulidad insanable. Se gestaría un escándalo de proporciones insospechadas e incalculables, ya que todo acto jurídico, -seamos indulgentes por un instante- desde los comicios del 2007, hasta el presente, serían inexistentes y la punibilidad de tal conducta, estaría encuadrada en los preceptos de la segunda parte del Art. 292 y su concordancia con el inc 5 del Art 174, ambos del Código Penal de la Nación, que tornarían dicho reproche criminal, en concurso ideal como inexcarcelables.
Hace años atrás, antes de anoticiarme de esta revelación rebosante de iniquidades, pero muy consonantes con las correrías delictivas de los K, alguien me contó que esta ¿Presidente?, en realidad es hija de un suboficial mayor de la Armada, que prestaba servicios en los astilleros de Río Santiago y cuando advirtió que la preñez de la madre de Kretina -Ofelia- iba en progreso, se tomó las de Villadiego.
Por entonces no existía la irrefutable prueba del ADN, sino lo que se conocía como "trato y fama", para acreditar la filiación. Que luego apareció un tal Fernández, chofer de colectivos de una línea de media distancia y se hizo cargo del "paquete"; y que es el padre biológico de su hermana menor, Giselle.
Ahora bien, es muy probable que sabedora de la verdad en su juventud, Kretina por repudio a su putativo y aparente padre, haya optado por mantener la identidad de su tronco materno y desde una visión humanitaria no es reprochable. Pero sí lo es su ocultamiento, cuando se inició en estas lides cloacales de la política.
Aunque meditándolo un instante, su conducta fue bastante compatible con el ocultamiento de su verdadera identidad, cuando decidió unir su destino al hijo de un usurero y nieto del afamado y más tristemente proxeneta de Río Gallegos, como "Nosferatu" Kirchner.
Por eso nunca se colegió en ningún distrito judicial y se mantuvo a la sombra de su cómplice/cónyuge. Porque ambos son hijos de abominaciones familiares, de las que pretendieron alejarse. Quien más ó quien menos, todos tenemos algo en nuestras vidas, que optamos por tratar de olvidar. Es difícil casi siempre, erguirse para arrojar la primera piedra. Pero lo es mucho menos, cuando una mujer que cree ser la mandataria de la voluntad popular le ha mentido descaradamente a su Pueblo. Y además de ello, se ha esmerado en hacer de nuestra existencia, una cosa miserable y amarga de contemplar.
Y es allí, precisamente en esa dirección, en la que debemos de analizar su comportamiento disociante, desestabilizador y tan odioso como plagado de una repugnante ruindad.
Cuenta a su favor con jueces federales del Departamento Judicial de La Plata, lo suficientemente complacientes, para que dispongan una diligencia de allanamiento y secuestro de esa caja de seguridad, en la que presuntamente está depositada la piedra angular de toda la inseguridad que padecemos.
Mariela Bogado Moderadora Periodismo.net
Literary Workshop Press_Freeowner@gruposyahoo.com.ar Bs. As.
Investigacion: Manuela Lastra
Trabajo: Carlos Belgrano (Facebook)
Press_Free@gruposyahoo.com.ar
Press-mpd History masters
Néstor Médici Periodista Profesional Matricula Nac. 13592 (Rep.Arg.)
FPP (Perú) 4721 Buenos Aires.
Continúan en La Plata las pintadas que efectúa “Vanguardia de la Juventud Nacionalista Escuadra La Plata”.
Contra la denominada “Cris-Pasión” que pretende impulsar el oficialismo, Vanguardia de la Juventud Nacionalista muestra su identidad bajo un logo explicado con el lema “CRIS A PRISIÓN 2011”, con una referencia es netamente de oposición al sistema.
Las pintadas terminan con un mail de referencia, llamando de ese modo a que quienes ven el cartel se comuniquen por ese medio: vanguardia_laplata@argentina.com
La Unión de Trabajadores del Turismo Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina, informa que el día 30 de Abril se hará un festival para esperar el día del Trabajador en la calle 10 y 47 de la ciudad de La Plata a partir de las 21 hs.
Contaremos con la presencia bandas locales y se cerrará con un show de fuegos artificiales.
Dicho evento socio-cultural esta marcado en el plan de lucha que los gastronómicos venimos haciendo para luchar contra las medias jornadas mentirosas que precarizan en salario, contra el trabajo en negro sin protección social y por la recomposición salarial 2011.
Mauro Coronel Gialleonardo María
Secretario de Prensa y Cultura Secretaria General
U.T.H.G.R.A. Seccional La Plata
El candidato presidencial Ricardo Alfonsín participó de un acto en conmemoración del genocidio armenio.
“Recordamos, repudiamos y reclamamos justicia frente al primer genocidio del siglo XX, llamado también genocidio silenciado”, señaló Alfonsín.
“Si llego a ser presidente de la República prometo reclamar para que se avance en el reconocimiento de este genocidio. Y jamás de mi parte se permitirá que se erija monumento alguno o que se coloquen flores en la estatua de ningún genocida”, remarcó Alfonsín en el acto realizado en la Legislatura porteña.
“Repudiamos que todavía se siga incurriendo en Turquía en actitudes segregacionistas. Al mismo tiempo celebramos que en la Argentina se haya sancionada la ley que declaró el 24 de abril el día del respeto y la acción por la tolerancia entre los pueblos. Pero lamentamos que todavía no haya una acción internacional decidida que coloque a Turquía en una situación de no poder seguir negando un genocidio que está suficientemente acreditado”, dijo.
El candidato recordó además el compromiso que tuvo su padre, el ex presidente Raúl Alfonsín, en el reconocimiento del genocidio, negado sistemáticamente por Turquía. Remarcó que durante la transición democrática la Argentina encabezó una férrea tarea de convencimiento al resto del países, sobre todo los llamados países no alineados, para llevar ante la subcomisión de Derechos Humanos de la ONU una firme posición de reconocimiento del genocidio y condena a Turquía. Fue esta acción lo que llevó a Turquía a desistir en su intento de que la comisión no emitiera su dictamen. Y remarcó que fueron Argentina y Francia los dos primeros países en reconocer el genocidio armenio, en 1987.
“Cuenten con nosotros para seguir trabajando junto a un pueblo que lo único que reclama es Justicia”, remarcó el candidato presidencial.
La República de los Niños ya cuenta con el nuevo Gobierno infantil, luego de que se llevara a cabo en la tarde del 27 de abril pasado, una nueva edición de las elecciones que otorga el mandato por un año a las nuevas autoridades. El evento, contó con la presencia del intendente Pablo Bruera, y la participación de 40 niños de 5to y 6to año de cinco escuelas primarias de la ciudad.
Esta edición tuvo como ganadores a los integrantes de la Lista Verde, que tiene como Presidente electo a Leonel Buscaglia, de la Escuela Primaria Nº 65; mientras que el cargo de Vicepresidente será ocupado por Jesús Nazareno, de la Escuela Primaria Nº42. Cabe destacar que los nuevos mandatarios reemplazarán a las mujeres nombradas en 2010, que fueron Antonella Galletta en presidencia y Ana Mitidieri como vicepresidente.
Desde hace 19 años la Municipalidad de La Plata puso en marcha el programa “Los niños gobiernan la República”, que se lleva a cabo con gran aceptación y participación de las escuelas de todo el Partido de La Plata.
Dicho programa se implementó en agosto de 1992 y está destinado a niños de 5to y 6to año de escuelas primarias, divididas en dos zonas, norte y sur. En esta ocasión, el turno fue de las primarias Nº 23, 40, 42, 65 y 84, de la zona Sur de la ciudad, ya que el año pasado trabajó la zona Norte.
El mismo, tiene como objetivo que el Gobierno de la República de los Niños sancione Declaraciones aplicables en el medio ambiente infantil; se respete a los niños como ciudadanos y fundamentalmente como defensores de los Derechos de los Niños; y que las Declaraciones reciban un tratamiento serio por parte de las autoridades gubernamentales, entre otros.
En ese sentido, el intendente Bruera manifestó que “cada elección es una ocasión especial para que los niños elijan cada uno de los cargos que se ocuparán, valoren y aprendan la importancia que tiene el voto”. Y agregó que “lo que buscamos es transmitir y enseñar valores civiles, ya que el día de mañana les serán muy útiles”.
Las escuelas inscriptas reciben una urna, instrucciones para las campañas electorales, material bibliográfico y planillas para acreditar el acto eleccionario, junto con las autorizaciones necesarias para que completen los padres de los chicos participantes.
Los legisladores electos son retirados de sus escuelas todos los miércoles, para llevar a cabo distintas actividades en la República de los Niños. Como inicio de actividad, participan de dos días completos denominados “Jornadas de Convivencia”, en el cual conocen a los representantes de otras escuelas, se forman los partidos políticos, y se arman las fórmulas para presidente y vicepresidente entre los candidatos postulados por esos partidos políticos.
Cabe resaltar que el Intendente presidió la mesa masculina durante el primer voto, para dar inicio formal a la elección que mantendrá a su Gobierno durante todo un año.
Por Silvio H. Coppola
Indudablemente la Justicia es o tiene que ser un valor fundamental de nuestras vidas. Llegar a ella ha sido siempre la aspiración de gran parte de la Humanidad. Su concepto se repite permanentemente y en el Sermón de la Montaña, Cristo declara “bienaventurados” a aquellos que tienen “. . hambre y sed de justicia”.. porque serán saciados. ¿Pero cuándo? El hombre es impaciente y es un caso límite esperar que llegue aquella, mientras es despojado de sus derechos y de su manera de vivir, mientras la plutocracia internacional lucra desmedidamente con las posibilidades que le da su dominio de los capitales. Pasando así de “ayudas” y “préstamos”, a las más desvergonzadas formas de usura.
Este aprovechamiento desmedido por parte del acreedor con relación a su deudor, ha sido rechazado en todos los tiempos por todas las religiones y creencias filosóficas e inclusive para evitar tal situación a los deudores, el pueblo judío tenía un jubileo de todas sus deudas al cabo de cierto número de años. La usura desde luego, choca contra la Justicia como valor absoluto, circunstancia ya comentada en múltiples oportunidades por autores que van desde Marco Aurelio y Séneca, hasta Kant y Del Vecchio. Así fue como el Papa Juan Pablo II, a pocos meses de llegar el año 2000, reclamó un jubileo de deudas para los “países subdesarrollados”, que inmoralmente con sus pagos, en medio de su pobreza, subvencionaban el nivel de vida de los países más ricos. Estas deudas cuasi eternas, corresponden a las DEUDAS EXTERNAS de los países del llamado tercer mundo.
La Argentina gimió y aún gime en la peor crisis moral y económica de toda su Historia. Y los argentinos pedimos Justicia. No sólo esta deberá abarcar mejores condiciones de vida para nuestra población y eliminar totalmente la pobreza con una distribución más equitativa del ingreso nacional, sino que su implantación deberá hacernos levantar la cabeza y sentirnos orgullosos de integrar la patria.
El padre Leonardo Castellani afirmaba que “. . . los funcionarios que abusan de sus cargos para tesorizar son reos de muerte”. Esta palabra “tesorizar”, ideada por el sacerdote, se refiere a aquellos funcionarios, que desde sus cargos roban y dilapidan la riqueza de cualquier país. Aquí tenemos entonces, otro problema que atañe directamente a la Justicia y a nosotros como argentinos. ¿Cómo actuar ante esos funcionarios públicos, elegidos o no, que han ocupado sus cargos principalmente para lucrar con ellos, en medio de la fantástica corrupción que no deja de sentirse sobre nuestra patria? Corrupción que asimismo nos ha precipitado a la penosa situación actual, de una manera mucho más vergonzosa y profunda. ¿No tendrían que ser ellos los que con su castigo, se demuestre que no todo es igual ni nos da todo lo mismo?
Antiguamente el ministro o funcionario de un estado, si era incompetente en su desempeño y ni hablar si lucraba con su cargo o con el sufrimiento del pueblo, era pasible no sólo de la confiscación de sus bienes, sino también de ser ejecutado. La vida podía ser el precio a pagar por sus delitos. En la Argentina, todos los que desde 1976 y desde la función pública, fueron culpables de nuestra postración económica actual –y no mencionemos siquiera de la caída moral-, gozan de total impunidad, con sólo la salvedad de un par de excepciones. A lo sumo para los que dirigieron la política económica catastrófica de todos estos años y en particular en la nefasta década de 1990 y a los que la avalaron, usufructuaron y autorizaron, para justificarse, les bastó una charla, dar una conferencia de prensa, escribir un libro o hacerse elegir legislador nacional para lograr la impunidad o aún mejor, ser parte del ejecutivo actual. Y listo... a casa, o mejor dicho al extranjero, para disfrutar impunemente de los dineros que les produjo integrar los poderes públicos del Estado. Las treinta monedas de plata que se vuelven a pagar y a cobrar.
A todos ellos habría que buscarlos y juzgarlos, para subir el primer peldaño de esa escalera llamada Justicia. Tales delitos contra la patria y contra los derechos humanos de nuestro pueblo, tendrían que entrar en la categoría de imprescriptibles. Porque si no hay ejemplos de Justicia esta no fructificará. Y buscarlos en sus refugios en nuestro suelo, del otro lado de las montañas o en cualquier lugar del extranjero. Sobre todo a aquellos que lucraron con su ubicación en sitios claves de la economía nacional y en cualquiera de los poderes constitucionales del Estado.
Es hora de proceder, porque los ejemplos para ser seguidos, tienen que llegar directamente de arriba. Eso sí va a ser entendido y creído por nuestro pueblo.
LA PLATA, abril 27 de 2011..
Por Ricardo David Díaz
No eres más porque te alaben, ni menos porque te critiquen; lo que eres delante de Dios, eso eres y nada más.
Thomas De Kempis
(1380-1471) Teólogo alemán
RUEGO A MIS CAMARADAS y AMIGOS..:
Dar amplísima difusión a este editorial, producido por el Comisario (R.A.) JESUS EVARISTO SCANAVINO, amigo personal, para que los hombres y mujeres de nuestra amada Patria, tomen "algo" de conocimiento y/o no olviden sus propios actos del pasado....-
¿Fue un Coronel o un General en copas que un día se levantó enojado con su señora y armó todo este falaz lío...? , ¿ o fue TODO EL PUEBLO ARGENTINO, el que clamó por la presencia militar EN LA CALLE, ante los hechos a que sometieron los ideales jóvenes de ese momento histórico ?...¿ se dictaron leyes del Honorable Congreso de la Nación con directivas precisas de como actuar ?...¿si o no...? , .-
¡¡¡...TENGA EL PUEBLO MEMORIA....!!! .-¿ O no clamó y salió a aplaudir el golpe del 24 de marzo , como salieron a aplaudir la Batalla de Malvinas en el año del Señor de 1982.. ?, para luego demonizar,desacreditar, DENOSTAR y demás adjetivos calificativos que conllevan "ideas fuerza" contra los héroes de tantos combates diarios y específicos ( policías en la diaria y militares ante su rol de Defensa a la Soberanía de la Patria ).-
En la esperanza que este artículo tendrá la difusión que corresponde, como que ya nuestros abogados iniciaran las acciones que corresponda, les mando un fuerte abrazo de hermano en CRISTO REY, su Santísima Madre, las cosas de la Patria y de las Policías del país.-
Comisario (R.A.) BERNABÉ ALFREDO FIGALLO
Ex Jefe de División Policía de la Pcia. de Buenos Aires
APROPOBA
ASOCIACIÓN PROFESIONAL DE POLICÍAS
DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
www.apropoba.com.ar / central@apropoba.com.ar
EL DR. ZAFFARONI PREDICA CON LA BRAGUETA ABIERTA…
Si algún agravio nos faltaba recibir a toda la familia policial, era la infame calificación de golpistas. Pero que esta inmerecida injuria pública provenga de un jurista con prestigio internacional como es el Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni es desconcertante, además de grave. Solamente podemos encontrar alguna explicación al conocer los antecedentes personales y cívicos de este señor, que no son nada ejemplares para un magistrado de tan alta investidura.
Hemos utilizando el método que tanto pregonara y nos enseñara su padrino político, Néstor Kirchner: La Memoria.
Así es que logramos recordar claramente, de quién se presume hoy de exhibir una ética y moral impoluta como para acusarnos a los policías de golpistas, lo siguiente:
Que fue Juez Nacional en lo Criminal de Sentencia entre 1975 y 1984. Es decir durante TODO EL GOBIERNO DEL PROCESO DE REORGANIZACIÓN NACIONAL, COMUNMENTE LLAMADO LA DICTADURA!!!
Que el Dr. Eugenio Zaffaroni al ser propuesto para Ministro de la Corte tuvo 831 impugnaciones y solamente 134 adhesiones. No obstante fue designado.
Que en el interrogatorio a que fue sometido en el Senado, admitió que había incumplido obligaciones con la AFIP durante 8 años.
Que reconoció que al asumir como Director del Inadi en el año 2000, omitió consignar en su declaración jurada que tenía una cuenta en el Banco Credit Suisse de Suiza, con U$S 40.000.
Que en el Senado fue cuestionado por el modo por el cual compró en el 2002 una casa en el barrio de Flores que pagó U$S 82.000 siendo que en 1998 esa casa había sido vendida en U$S 400.000; y explicó que parte del dinero se lo habían prestado amigos de México.
Que también reconoció haber jurado como Juez por el Estatuto del Proceso de Reorganización Nacional; que antes había jurado por la Constitución reformada por el gobierno del General Agustín Lanusse y que más antes, también había jurado durante el gobierno del General Juan Carlos Onganía.
Que se lo impugnó, además, por su sociedad con el abogado Jacobo Grossman, ex preso en la Cárcel de Caseros con una larga lista de secuestros extorsivos, entre los que se anotaba el del Presidente de Pepsi Cola.
¡Este señor, tan flojo de papeles para desempeñarse en ese cargo, no puede acusar a los policías de golpistas ni de nada! Porque para empezar, cualquier oficial de policía nunca habría podido ingresar a la Escuela Juan Vucetich ni con uno solo de sus antecedentes. Es decir que todo policía es investigado para ser admitido en la fuerza, y luego de treinta años, nuevamente investigado y estar libre de cualquier imputación como condición para otorgársele el retiro activo. Pocos son los funcionarios de otras áreas de la administración pública que pueden exhibir tales títulos. El Sr. Zaffaroni no podría haber ingresado en la policía.
El Señor Juez debiera saber, por haber sido parte del Poder Judicial colaborador de aquella dictadura y por sus eminentes conocimientos de la realidad histórica argentina, que la institución policial de la provincia de Bs. As. ni sus miembros jamás fueron golpistas. No fueron policías precisamente los que colaboraron en la planificación ni en la ejecución de los derrocamientos de gobiernos democráticos; tampoco fueron policías los premiados con cargos políticos en los gobiernos militares, ni siquiera aquellos policías que eran abogados –que eran muchos- ocuparon cargos en el poder judicial, como sí lo hicieron civiles profesionales del derecho, tal el caso de quién alegremente nos acusa.
La Policía de la Provincia de Bs. As. fue una repartición pública más del Estado que debió transitar obligadamente el curso de la historia. Sus integrantes éramos nada más que empleados públicos que debimos seguir con nuestra misión de brindar seguridad a los vecinos, que era nuestro deber y nuestra fuente de trabajo. Nuestro único medio de vida. Seguimos en nuestros puestos como siguieron los maestros, los médicos, los enfermeros y los empleados judiciales. Y la pasamos muy mal. Sufrimos persecuciones de los guerrilleros que nos cazaban como a liebres, perdimos compañeros y amigos en las emboscadas montoneras y juntamos los pedazos de camaradas destrozados con bombas que ponían esos “jóvenes idealistas”. Pero no nos escondimos, no pedimos custodias en nuestras casas, ni nos exiliamos. Nos quedamos junto al pueblo aterrorizado de entonces, como correspondía. Tampoco anduvimos por el mundo lloriqueando ni reclamamos indemnizaciones, porque entendemos que a la patria no se le pasa factura por los servicios prestados.
Los policías somos víctimas sobrevivientes de aquella larga y trágica noche que la clase dirigente argentina no supo o no quiso prevenir ni evitar. Y todos, incluidos los más jóvenes, estamos padeciendo las secuelas injustamente. Esta es la verdad. Y es por ello que estamos hartos de escuchar a tantos tilingos importantes, que pretenden estar en la cresta de la ola a costa del buen nombre y honor de los trabajadores policías. No hay que callarse más. Y en mi opinión personal deberíamos exigirle al Juez Zaffaroni que ofrezca disculpas públicas por sus dichos.
El desgraciado episodio en el que perdieran la vida los militantes Kostequi y Santillán, que precipito la salida del gobierno del Dr. Eduardo Duhalde, no fue una maniobra golpista. Esa afirmación es una infamia. Aquel episodio fue un proceder negligente de un grupo de policías sin disciplina, mal conducidos; producto de la pésima preparación y conducción política del equipo que seguía las pautas del nefasto plan iniciado en 1998 y elaborado por León Arslanián, que hoy asesora al gobierno nacional en materia de seguridad, y que tan solícitamente el Sr. Juez Zaffaroni acaba de respaldar públicamente, en lo que seguramente debe ser parte de una operación para insistir con los planes de Garré, Arslanián y compañía en el desguace de las instituciones policiales.…
Y con respecto a las acusaciones acerca de que las estructuras políticas históricamente toleraron o toleran la corrupción policial, porque no exhibe las pruebas y da impulso judicial a una profunda investigación. ¿Quién mejor que un miembro de la Corte para encargarse de este asunto?
Cualquiera sea el motivo de la inexplicable ofensa, habría que recomendarle al alto funcionario, que para acusar y pretender dar lecciones de ética y moral, primero hay que mirarse por debajo de la cintura y asegurarse de no tener la bragueta abierta.
Abril 27 de 2011.
Jesús Evaristo Scanavino
Comisario (ra)
Secretario de Organización de Apropoba