Señor Presidente de la
Academia Argentina de Letras.
Profesor D. José A. Oría.
Mi estimado colega y amigo.
He cumplido 77 años y mi salud ha dejado de ser excelente.
Puedo, pues pensar que mi camino en éste mundo no está lejos de terminar y decir, con palabras de San Pablo “mi carrera está consumada”.
Al decirlo no siento tristeza alguna, por que puedo agregar las otras palabras del Apóstol que completan su versículo: “he conservado la Fe”
Es decir, hacia el final del camino diviso más claridad y más certezas que nunca.
Academia Argentina de Letras.
Profesor D. José A. Oría.
Mi estimado colega y amigo.
He cumplido 77 años y mi salud ha dejado de ser excelente.
Puedo, pues pensar que mi camino en éste mundo no está lejos de terminar y decir, con palabras de San Pablo “mi carrera está consumada”.
Al decirlo no siento tristeza alguna, por que puedo agregar las otras palabras del Apóstol que completan su versículo: “he conservado la Fe”
Es decir, hacia el final del camino diviso más claridad y más certezas que nunca.
Siendo
la Academia Argentina de Letras la única institución a que pertenezco,
quiero expresarle mi deseo de que en el caso de mi fallecimiento no se
me rindan homenajes de ninguna clase, ni asistencia al entierro, ni
discursos, ni los acostumbradas exequias de duelo.
Estimo y agradezco los sentimientos que todo esto supone, pero mi última voluntad es no ser objeto de ellos.
Mi familia no comunicará en ninguna forma la noticia por los diarios, ni siquiera mediante mensajes, lo cual facilitará el cumplimiento de mi pedido.
En ésta ocasión, mi presidente y amigo, le expreso mi gratitud por las consideraciones que siempre se me han dispensado y le ruego quiera hacer llegar a mis distinguidos colegas y al personal de la Academia, el testimonio de mi cordial amistad.
Dios guarde al Señor Presidente.
Gustavo Martínez Zuviría
Estimo y agradezco los sentimientos que todo esto supone, pero mi última voluntad es no ser objeto de ellos.
Mi familia no comunicará en ninguna forma la noticia por los diarios, ni siquiera mediante mensajes, lo cual facilitará el cumplimiento de mi pedido.
En ésta ocasión, mi presidente y amigo, le expreso mi gratitud por las consideraciones que siempre se me han dispensado y le ruego quiera hacer llegar a mis distinguidos colegas y al personal de la Academia, el testimonio de mi cordial amistad.
Dios guarde al Señor Presidente.
Gustavo Martínez Zuviría