El objetivo político gubernamental hasta el 28 de junio de 2009, fecha de las próximas elecciones, es obtener 5 puntos más que Francisco De Narváez en las elecciones, mientras algunas encuestas ofrecen un piso del 35% de intención de voto al oficialismo en la Provincia de Buenos Aires, cifras que surgen de la cantidad de indigentes que perciben planes sociales y que votan al oficialismo para no perder los magros ingresos que les permitirá permanecer en tal condición sine die.
Para mantener su posición en las cámaras, Néstor Kirchner deberá obtener un 49% de votantes bonaerenses, donde como hemos expresado tiene un techo del 35% con pendiente en las encuestas.
Por otra parte, en distritos como en Capital Federal, donde tiene un techo que ronda el 10% de votantes, debería obtener el 23% de los votos para mantener los legisladores adictos que actualmente posee por ese distrito.
Otro centro de relevancia es la provincia de Córdoba, donde su objetivo a alcanzar sería el 45% de los votos a favor, lo cual resulta casi imposible.
También en la provincia de Santa Fe, caracterizada por su densidad poblacional, debería alcanzar el 27% de los votantes para obtener solamente tres bancas y mantener su posición.
Finalmente, en Mendoza para mantener la única banca del Frente para la Victoria de las tres que se juegan en estos comicios, el oficialismo deberá alcanzar solamente el 15% de votantes... ¿los alcanzará?
Inestabilidad política
La provincia de Mendoza, en tal aspecto, ofrece una particularidad, ya que el Vicepresidente Julio Cobos pertenece a tal distrito electoral, y es una clave de interpretación de la situación de ingobernabilidad del país.
Eduardo Duhalde, siendo Presidente, buscó un sucesor infructuosamente, recayendo la decisión sobre Néstor Kirchner para una postulación electoral. Así, Néstor Kirchner no llegó al poder por su propio peso, sino digitado por un antecesor, lo cual implica una debilidad de origen. A su vez, Cristina Kirchner era senadora por Santa Cruz en aquél entonces, implicando una representación presidencial en la Cámara Alta.
La voluntad de perpetuarse en el poder, impulsó a que la Primera Dama pasara de ser senadora a candidata presidencial al finalizar la gestión de Néstor, convirtiéndose así en una continuidad de gestión. Es decir, no existe un proyecto distinto desde que el 25 de mayo de 2003 asumió el gobierno Néstor Kirchner, prolongándose al presente, e implicando 6 años de desgaste.
En ese contexto, al asumir su esposa y quedar fuera del poder formal, Néstor Kirchner ahora pretende regresar a ocupar una banca en la Cámara de Diputados, esta vez postulándose por la Provincia de Buenos Aires, con la intención de tener un alcance en los grandes cordones urbanos de pobreza y miseria que se generaron desde el gran colapso económico del año 2001 y del que aun no hubo una recuperación social ni económica, y mucho menos política, cultural y espiritual.
¿Es cómico o trágico?
No se sabe si el intríngulis es cómico o trágico. En la campaña Néstor Kirchner avala a todos los candidatos, que muchas veces en las intendencias se enfrentan en diversas líneas. Por ejemplo, en La Plata dice que apoya a Bruera, pero también apoya a Castagnetto y también a los seguidores de Julio César Alak quien es funcionario dependiente del Ejecutivo Nacional. ¿Fidelidad? No, búsqueda de votos, apostando a todos los números de la ruleta para que salga cualquiera de los números elegidos... con un costo terrible.
En la campaña se ve quién es en realidad el que gobierna: Néstor Kirchner. La Presidente, su esposa, es una vocera del mismo. Así, se percibe la segunda debilidad: el poder formal de Cristina Kirchner tiene un poder real que no es propio: Néstor gobierna.
Profundizando un poco más en el funcionamiento gubernamental, el Vicepresidente, Julio Cobos, es el principal referente de la oposición, con ansias de alcanzar el poder. Además, es el sucesor legal del Presidente, y lleva a cabo de manera activa una campaña antioficialista.
Lo endeble del contexto, y la próxima desaparición de un Congreso repleto de chupamedias que votan todo lo que el oficialismo propone acabará el mismo día 28 de junio.
Resumiendo las debilidades del gobierno, la Presidente se apoya en su esposo y no tiene peso político propio, y él a su vez tiene la debilidad de origen de haber sido designado por Eduardo Duhalde, mientras que el sucesor presidencial es antioficialista y uno de los principales opositores, y en dicho contexto el oficialismo pronto perderá su “mayoría automática” legislativa.
Queda latiendo el helicóptero (utilizado por María Estela Martínez de Perón y por Fernando de la Rua para escapar de la Casa Rosada poniendo fin a sus mandatos), queda latiendo también la renuncia de Adolfo Rodríguez Saá desde su canal de TV en San Luis... queda latiendo el “que se vayan todos”.
Plebiscito de gestión
La frutilla del postre es el tema de las “candidaturas testimoniales” de funcionarios en ejercicio de su función que se han visto obligados a postularse.
En el Titanic gubernamental, el Capitán está obligando a toda la tripulación y a todos sus pasajeros a hundirse con él, sin remedio alguno. Obliga a plebiscitar, y quien pierda la elección quedará debilitado en el ejercicio del poder, desautorizado por resultados electorales negativos.
Claro que como siempre se comenta, habrá fraudes que buscarán mejorar la posición del oficialismo. Pero el fraude deberá ser gigantesco, y a tales niveles resulta imposible de sostener.
Junto a todo ello, el voto en blanco y los partidarios del “Kilómetro 501” que no van a votar, y los que votan en disconformidad sin hallar verdaderos representantes que busquen el Bien Común, suman el descrédito explícito y se convierten en opositores al sistema.
Por ello, Kirchner pierde, aunque gane. Y en ambos casos, gane o pierda, la que pierde es la Patria, porque alcanzarán el poder unos completos desconocidos que realizarán manejos que nadie sabe... y a esto se denomina “democracia”.
El peligro de gobernar para obtener titulares en los diarios, así como en la década de 1970 la acción del terrorismo guerrillero servía también a los mismos efectos... pero sólo supieron salir en la sección policial. Hoy, siendo gobierno, provocan un genocidio económico y cultural, y pretenden alterar cifras, indicadores, buscando titulares favorables en los medios, mientras la realidad es muy cruel.
Y la realidad, siempre se impone a la ficción, aunque lo llamen “idealismo”. Sobre todo cuando la ficción se pretende exponer con tono de ciencia... cuando el mismo gobierno se convierte en ciencia ficción.