viernes, 22 de noviembre de 2013

JUDIA ESPAÑOLA QUE PROFESA EL CATOLICISMO ENVIÓ UNA CARTA ABIERTA A MONS. POLI POR LA PROFANACIÓN DE LA CATEDRAL METROPOLITANA



Por Maria Luz Mozo
 A LA ATENCIÓN DE:

 Su Excelencia Reverendísima Monseñor Mario Aurelio Poli.

 Su Excelencia, me dirijo a usted consternada por lo acaecido en la Catedral Metropolitana el pasado 12 de noviembre. Primero deseo presentarme, me llamo María Luz Mozo Weisz, como puede usted ver por mí segundo apellido, la familia de mi madre era judía, y murió en Auswitch.
 Yo soy española, nací en Madrid en 1975. Mí padre es español y vivo en España, pero hasta aquí han llegado las tristes noticias de lo acaecido en Buenos Aires, la televisión, las redes sociales se han hecho eco de la noticia y cada día amanezco con algún triste titular que hace referencia a ella, y sinceramente como católica no entiendo, como familiar de víctimas de la Shoa tampoco.
 Permítame explicarme: mí familia era originaria de Kosice una ciudad que ahora pertenece a Eslovaquia y que en el momento de la Segunda Guerra Mundial pertenecía a Hungría, como usted sabrá los judíos de Kosice fueron en su inmensa mayoría deportados y masacrados en Auswitch. Yo me siento feliz y orgullosa de mi ascendencia, pues llevo en mis venas una gota de la Sangre de Mí Redentor, por ello y por el dolor que el triste destino de mí familia supuso para mí madre, viajé a Polonia y Eslovaquia para seguir el rastro de los nuestros. Ver Auswitch es algo que recomiendo a todo el mundo, pues verdaderamente el Holocausto es algo que la humanidad no debería olvidar Jamás.
 Pero yo fui educada en el catolicismo conciliar, que es el que me ha tocado vivir, usted que es mayor y tiene más bagaje y experiencia, y también por edad, le tocó conocer también el catolicismo preconciliar, así tiene usted la suerte de tener una visión con perspectiva. Yo la tengo sólo con retrospectiva, y aunque el método científico siempre prefiere un método prospectivo al retrospectivo, menos da una piedra.
Se preguntará por qué le cuento todo esto, pero créame, tiene sentido. Y es que no entiendo qué están haciendo, por qué lo están haciendo, y cuál es el verdadero objeto de todo esto.
¿Qué sentido tiene rememorar una circunstancia tan dolorosa como la “noche de los cristales rotos” cada año? ¿Qué sentido tiene hacerlo en Buenos Aires? ¿Qué sentido tiene hacerlo en una Catedral Católica? ¿Y por qué tanto empeño cada año en celebrar esa desgracia en una Catedral católica cuando hay parte de la feligresía “católica” que se siente ofendida y, permítame decírselo, CON RAZÓN?
Como descendiente del judaísmo no lo entiendo, no entiendo tampoco el empeño de los judíos en conmemorar ese acto cada año en una Catedral Católica. Como Católica no entiendo, el empeño de los prelados en realizar actos que nada tienen que ver con el culto en una Catedral, y aunque fuese una ermita tampoco lo entendería. Usted es Arzobispo y sabe de teología, de derecho canónico, de tradición católica, muuucho más que yo.
Lo primero que debo decirle es que una de las organizaciones responsables del encuentro interreligioso que se realizó en la Catedral, es la B’nai Brith de Argentina, que es una organización judeo-masónica nacida en New York en el 1843.
 Wikipedia dice literalmente:
La B'nai B'rith (בני ברית) (Literalmente: Hijos del Pacto) es una organización judía con un sistema de filiales, fundada en Nueva York por Henry Jones y otras 11 personas el 13 de octubre de 1843. Está organizada según el modelo de las logias masónicas.
Como ve no lo digo yo, lo dice wikipedia.
La masonería ha sido condenada por la Iglesia en muchas ocasiones mediante pronunciamientos papales:
 Clemente XII, Carta Apostólica: In Eminenti, 24 de abril de 1738.
 Benedicto XIV, Constitución Apostólica: Providas, 18 de mayo de 1751.
 Pío VII, Constitución: Ecclesiam a Jesu Christo, 13 de septiembre de 1821.
 León XII, Constitución: Quo Graviora, 13 de marzo de 1825.
 Pío VIII, Carta Encíclica: Traditi Humilitati, 24 de mayo de 1829.
 Gregorio XVI, Carta Encíclica: Mirari Vos, 15 de agosto de 1832.
 Pío IX, Carta Encíclica: Qui Pluribus, 9 de noviembre de 1846;
 Alocución: Quibus Quantisque, 20 de abril de 1849;
 Carta Encíclica: Nostis et Nobiscum, 8 de diciembre de 1849;
 Carta Encíclica: Cuanta Cura, 8 de diciembre de 1864;
 Alocución: Multiplices Inter, 25 de septiembre de 1865;
 Constitución: Apostolicae Sedis, 12 de octubre de 1869;
 Carta: Quamquam, 29 de mayo de 1873;
 Carta: Exortae, 29 de abril de 1876.
 León XIII, Carta Encíclica: Humanum Genus, 20 de abril de 1884;
 Carta Encíclica: Dall´alto dell ´Apostolico Seggio, 15 de octubre de1890;
 Carta Encíclica: Inimica Vos, 8 de diciembre de 1892.
 Carta Encíclica: Custodi di Quella Fede, 8 de diciembre de 1892.
 San Pío X alude a la masonería en las Cartas Encíclicas: Vehementer Nos, 11 de febrero de 1906 y Une Foi Encore, 6 de enero de1907.
 Denuncian ocasionalmente la masonería los papas:
 Pío XI, Carta Encíclica: Non Abbiamo Bisogno, 29 de junio de 1931. Pío XII, Carta a Monseñor Montini, 29 de mayo de 1958. También el Sínodo Romano de 1960, bajo Juan XXIII, recuerda la condena de la masonería.
¿Sería tan amable de explicarme qué hace Un Arzobispo de la Iglesia Católica con Judíos masones en una Catedral? Dentro del judaísmo hay corrientes, si desean mostrar repudio hacia la violencia y el nazismo ¿por qué La Iglesia Católica lo hace de la mano de la masonería?
¿Y siendo que no es una acto de culto a Dios, por qué hacerlo dentro de una Catedral?
El Código de Derecho Canónico de 1917 señala esa misma condena en los cánones 684, 1349 y 2335. La participación de grupos contrarios a la fe o que promulgan ideas contra la Iglesia o su destrucción dentro de la Iglesia suponen profanación y conforme al canon 1376 del CDC vigente, este acto merece un castigo de pena justa.
Por consiguiente el acto de los católicos rezando el Rosario en la Catedral en la conmemoración de la “noche de los cristales rotos“ lejos de ser considerado un acto violento o de intromisión, más bien fue un acto de desagravio ante esta realidad que aquí le muestro. Tal acto (el de la conmemoración) pudo haber sido realizado en otro lugar y no en un Templo Católico.
 El Código de Derecho Canónico en vigencia apunta a que es prohibitivo el uso de un lugar santo para fines contrarios a la santidad del lugar, canon 1210. A pesar que conforme el canon 1213 se estipula que la Autoridad Eclesiástica ejerce libremente sus poderes y funciones en los lugares sagrados, no es menos cierto que esa libertad no puede estar en contraposición o menoscabo a lo establecido en el canon antes citado y en lo que ha promulgado la Iglesia con autoridad papal como lo es las condenas a la masonería tal como acabo de evidenciar.
 El canon 1371 dice que debe ser castigado con pena justa quien enseña una doctrina condenada por el Romano Pontífice o por un Concilio Ecuménico o rechaza pertinazmente la doctrina descrita en el c. 752, (Se ha de prestar un asentimiento religioso del entendimiento y de la voluntad, sin que llegue a ser de fe, a la doctrina que el Sumo Pontífice o el Colegio de los Obispos, en el ejercicio de su magisterio auténtico, enseñan acerca de la fe y de las costumbres, aunque no sea su intención proclamarla con un acto decisorio; por tanto, los fieles cuiden de evitar todo lo que no sea congruente con la misma.) y, amonestado por la Sede Apostólica o por el Ordinario, no se retracta. Lo cual supondría profanación si quien incumple uno de estos cánones no asiente a nuestra forma de fe con respeto y coherencia. Por lo cual entiendo que sería profanación, ya que aquellos que participaron de esa actividad en la Catedral de Buenos Aires no asienten en nuestra fe, sino todo lo contrario, esto en el caso de la B'nai B'rith que se dice pertenecer a la masonería, por lo cual aplica como le dije el canon 1376 que lee así: “Quien profana una cosa sagrada, mueble o inmueble, debe ser castigado con una pena justa.”
Podría seguir citando pero estaría entrando en redundancia.
 ¿Por qué un Arzobispo Católico y el ahora Papa se empeña año tras año en consentir en actos de esta índole en una Catedral católica? ¿Por qué un Pastor católico permite el insulto y la difamación de su feligresía? ¿Por qué no es padre para sus hijos, y sí es todo cortesía para los extraños? ¿Por qué permite que insulten y acosen a niños católicos que defendían Su Catedral y Su Fe? ¿Por qué los católicos del mundo tenemos que contemplar tan triste espectáculo y que se tilde a nuestros hermanos de fundamentalistas católicos?
 Su Excelentísima persona, bien sabe que dentro del catolicismo hay diferentes carismas, y los Lefebristas son uno más. ¿No debemos agradecer tanta riqueza espiritual que el Señor nos otorga, en vez de querer eliminarlos como ha saltado en algún medio? ¿En serio le molestan los tradicionalistas?
 Mire, honestamente confieso que no he asistido para mi desgracia a ninguna Misa Tridentina, pues como le dije crecí en el conciliarismo, pero usted sí. ¿Es tan malo? ¿Es malo adorar a Dios como lo ha hecho la Iglesia por casi 2000 años?
 ¿O quizás alguien se equivocó en los años sesenta? Como le dije, yo no tengo la mirada prospectiva pero sí la retrospectiva. ¿Cree sinceramente que salimos ganando con el cambio? ¿No se ha enfriado nuestra fe y nuestro amor? ¿No tiene que ver eso con la desacralización de los sacramentos y nuestros actos de piedad que se tornan cada vez más gélidos?
 Y ahora le pregunto:
 ¿Cree honestamente que cumple con la labor que Dios le encomendó como prelado, con la pulcritud y la caridad que su cargo así debe ameritar?
 Llama provocadores a los católicos que fueron a desagraviar el agravio, y también los han llamado nazis. Yo sinceramente no sé quién es el provocador. Y si ellos son Nazis, ¿lo soy yo, que llevo sangre judía a mucha honra en mis venas?
 Mire su excelentísima, los católicos sufrimos constantemente profanaciones en nuestros templos, cuando no nos echan una bomba fétida como recientemente en París nos ponen una de verdad masacrando a nuestros hermanos, Siria, Irak, Paquistán, Nigeria, China... y un largo y triste etc…¿Cree que es necesario que nos sintamos también abandonados y violentados por los nuestros?
 ¿Cree que un judío o un musulmán prestarían sus templos para esos eventos?
 NO, NO LO HARÍAN, NI SE LES PASARÍA POR LA CABEZA, PORQUE PARA ELLOS SU TEMPLO ES SAGRADO. ¿Y PARA USTED LO ES?
 Porque si no lo es, tiene usted una grave crisis de identidad, y ya no sabe qué religión profesa.
 Atentamente

 María