Satanás convocó a una convención mundial de demonios. En su discurso de apertura les dijo:
- No podemos hacer que los cristianos dejen de ir a su Iglesia.
- No podemos evitar que lean la Biblia y conozcan la Verdad, que es Jesucristo y que se encuentra en la Tradición de la Iglesia Católica.
- No podemos evitar que formen una relación íntima con su Salvador. Una vez que establecen esa conexión con Jesús, nuestro poder sobre ellos se pierde.
- Así que déjenlos asistir a sus congregaciones; déjenlos que tengan sus cenas familiares con platos y cubiertos, pero róbenles su tiempo, de manera que no tengan tiempo para desarrollar una relación con su Hijo.
- Esto es lo que quiero que hagan: distráiganlos durante todo el día.
El resto de los demonios, sorprendidos, preguntaron:
- ¿Cómo haremos eso?
Y Satanás les explicó:
Lo primero es que se olviden que nosotros, los diablos, existimos; así nos dejarán el campo libre para nuestra acción.
Manténgalos ocupados en las nimiedades de la vida e inventen innumerables proyectos que ocupen sus mentes, respondió Satanás.
Tiéntenlos a gastar, gastar y gastar, y que el dinero jamás les alcance. Persuadan a las esposas para que vayan a trabajar por largas horas y a los esposos a trabajar de 6
Que trabajen 7 días cada semana, y de 10 a 12 horas al día, hasta que queden cansados y sus bolsillos vacíos.
Por nada del mundo los dejen pasar tiempo con sus hijos y seres queridos.
A medida que sus familias se fragmenten, sus hogares no serán un escape a las presiones del trabajo.
Sobreestimulen sus mentes para que NO puedan escuchar SU VOZ.
Tiéntenlos a que escuchen sus radios siempre que conduzcan sus vehículos, que jamás tengan silencio, hasta que repudien el silencio.
A que mantengan constantemente encendidos, en sus hogares, su TV, DVD y su mundo toque constantemente música degradante con letras obscenas, violentas y de vez en cuando alguna de nuestra inspiración demoníaca.
Llenen las mesas con revistas y periódicos.
Bombardeen sus mentes con noticias las 24 horas del día.
Inunden su correo con basura, catálogos, rifas, servicios y falsas esperanzas.
Pongan modelos bellas y delgadas en las revistas y en la TV, para que los maridos crean que la belleza exterior es lo que importa y se sientan insatisfechos con sus esposas.
Mantengan a las señoras demasiado agotadas, para NO amar a sus esposos por las noches; ellos empezarán a buscar en otra parte lo que no encuentran en casa.
Emocionen con nuevas tecnologías a sus hijos, para que lleguen a pensar que las cosas materiales son lo más importante.
Aún en horas de distracción y esparcimiento, háganlos que sean excesivos. Que regresen agotados.
Que vivan en los excesos, del trabajo, de las salidas… e incluso en algún vicio
Y cuando tengan reuniones de tipo espiritual, involúcrenlos en chismes y charlatanería, para que salgan de ahí con sus conciencias perturbadas.
Pronto se habrán olvidado de Jesucristo y de su propia alma, estarán trabajando con sus propias fuerzas, sacrificando su salud y su familia por el bien de la causa. ¿Qué de cuál causa? ¡La nuestra!
- ¡Funcionará! –gritó con su voz grave y cavernosa de manera triunfal.
La pregunta del millón es… "¿Ha tenido éxito el Diablo con su plan?"