Adivinanzas del día:
Lean las citas siguientes e
intenten adivinar a cual de los autores mencionados pertenecen...
I. Me pregunto con Ustedes educadores: ¿Velan por
sus alumnos, ayudándolos a desarrollar un espíritu crítico, un espíritu libre,
capaz de cuidar el mundo de hoy? ¿Un espíritu que sea capaz de buscar nuevas
respuestas a los múltiples desafíos que la sociedad hoy plantea a la humanidad?
¿Son capaces de estimularlos a no desentenderse de la realidad que los
circunda, no desentenderse de lo que pasa alrededor? ¿Son capaces de
estimularlos a eso? Para eso hay que sacarlos del aula, su mente tiene que
salir del aula, su corazón tiene que salir del aula. ¿Cómo entra en la
currícula universitaria o en las distintas áreas del quehacer educativo, la
vida que nos rodea, con sus preguntas, sus interrogantes, sus cuestionamientos?
¿Cómo generamos y acompañamos el debate constructor, que nace del diálogo en
pos de un mundo más humano? El diálogo, esa palabra puente, esa palabra que
crea puentes.
1. Jean-Jacques
Rousseau.
2. Emmanuel Kant
3. Papa Francisco
II. La evangelización puede ser vehículo de unidad
de aspiraciones, sensibilidades, ilusiones y hasta de ciertas utopías. Claro
que sí; eso creemos y gritamos. «Mientras en el mundo, especialmente en algunos
países, reaparecen diversas formas de guerras y enfrentamientos, los cristianos
queremos insistir en nuestra propuesta de reconocer al otro, de sanar las
heridas, de construir puentes, de estrechar lazos y de ayudarnos “mutuamente a
llevar las cargas”. El anhelo de unidad supone la dulce y confortadora alegría
de evangelizar, la convicción de tener un inmenso bien que comunicar, y que
comunicándolo, se arraiga; y cualquier persona que haya vivido esta experiencia
adquiere más sensibilidad para las necesidades de los demás. De ahí, la
necesidad de luchar por la inclusión a todos los niveles, ¡luchar por la
inclusión a todos los niveles!
1. Martin Luther
King
2. Leonardo Boff
3. Papa Francisco
III. La migración, la concentración urbana, el
consumismo, la crisis de la familia, la falta de trabajo, las bolsas de pobreza
producen incertidumbre y tensiones que constituyen una amenaza a la convivencia
social. Las normas y las leyes, así como los proyectos de la comunidad civil,
han de procurar la inclusión, abrir espacios de diálogo, espacios de encuentro
y así dejar en el doloroso recuerdo cualquier tipo de represión, el control
desmedido y la merma de libertades. La esperanza de un futuro mejor pasa por
ofrecer oportunidades reales a los ciudadanos, especialmente a los jóvenes, creando
empleo, con un crecimiento económico que llegue a todos, y no se quede en las
estadísticas macroeconómicas, crear un desarrollo sostenible que genere un
tejido social firme y bien cohesionado.
1. Gustavo Gutiérrez
2.
Adolfo Pérez Esquivel
3. Papa Francisco
IV. ¿Qué puedo hacer yo, cartonero, catadora,
pepenador, recicladora frente a tantos problemas si apenas gano para comer?
¿Qué puedo hacer yo artesano, vendedor ambulante, transportista, trabajador
excluido, si ni siquiera tengo derechos laborales? ¿Qué puedo hacer yo,
campesina, indígena, pescador, que apenas puedo resistir el avasallamiento de
las grandes corporaciones? ¿Qué puedo hacer yo desde mi villa, mi chabola, mi
población, mi rancherío, cuando soy diariamente discriminado y marginado? ¿Qué
puede hacer ese estudiante, ese joven, ese militante, ese misionero que patea
las barriadas y los parajes con el corazón lleno de sueños pero casi sin
ninguna solución para sus problemas? Pueden hacer mucho. Pueden hacer mucho.
Ustedes, los más humildes, los explotados, los pobres y excluidos, pueden y
hacen mucho. Me atrevo a decirles que el futuro de la humanidad está, en gran
medida, en sus manos, en su capacidad de organizarse y promover alternativas
creativas.
1. Milagro Sala
2. Dom Helder Cámara
3. Papa Francisco
V. La educación en la responsabilidad ambiental
puede alentar diversos comportamientos que tienen una incidencia directa e
importante en el cuidado del ambiente, como evitar el uso de material plástico
y de papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar sólo lo
que razonablemente se podrá comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos,
utilizar transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias
personas, plantar árboles, apagar las luces innecesarias. Todo esto es parte de
una generosa y digna creatividad, que muestra lo mejor del ser humano. El hecho
de reutilizar algo en lugar de desecharlo rápidamente, a partir de profundas
motivaciones, puede ser un acto de amor que exprese nuestra propia dignidad. No
hay que pensar que esos esfuerzos no van a cambiar el mundo. Esas acciones
derraman un bien en la sociedad que siempre produce frutos más allá de lo que
se pueda constatar, porque provocan en el seno de esta tierra un bien que
siempre tiende a difundirse, a veces invisiblemente. Además, el desarrollo de estos
comportamientos nos devuelve el sentimiento de la propia dignidad, nos lleva a
una mayor profundidad vital, nos permite experimentar que vale la pena pasar
por este mundo.
1. Ban Ki-Moon
2. El Dalai Lama
3. Papa Francisco
VI. Dios omnipotente, que estás presente en todo el
universo y en la más pequeña de tus criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura
todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor para que cuidemos
la vida y la belleza. Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y
hermanas sin dañar a nadie. Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los
abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos. Sana
nuestras vidas, para que seamos protectores del mundo y no depredadores, para
que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción. Toca los corazones de
los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos
a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que
estamos profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu
luz infinita. Gracias porque estás con nosotros todos los días. Aliéntanos, por
favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.
1. Paulo Coelho
2. Pierre Teilhard de Chardin
3. Papa
Francisco
VII. Y si ahora mandamos que Cristo Rey sea honrado
por todos los católicos del mundo, con ello proveeremos también a las
necesidades de los tiempos presentes, y pondremos un remedio eficacísimo a la
peste que hoy inficiona a la humana sociedad. Juzgamos peste de nuestros tiempos
al llamado laicismo con sus errores y abominables intentos; y vosotros sabéis,
venerables hermanos, que tal impiedad no maduró en un solo día, sino que se
incubaba desde mucho antes en las entrañas de la sociedad. Se comenzó por negar
el imperío de Cristo sobre todas las gentes; se negó a la Iglesia el derecho,
fundado en el derecho del mismo Cristo, de enseñar al género humano, esto es,
de dar leyes y de dirigir los pueblos para conducirlos a la eterna felicidad.
Después, poco a poco, la religión cristiana fue igualada con las demás
religiones falsas y rebajada indecorosamente al nivel de éstas. Se la sometió
luego al poder civil y a la arbitraria permisión de los gobernantes y
magistrados. Y se avanzó más: hubo algunos de éstos que imaginaron sustituir la
religión de Cristo con cierta religión natural, con ciertos sentimientos
puramente humanos. No faltaron Estados que creyeron poder pasarse sin Dios, y
pusieron su religión en la impiedad y en el desprecio de Dios.
1. Pío XI
2. San
Pío X
3. Papa
Francisco