El Ejecutivo enviará un proyecto de ley para unificar las Obras Sociales, para manejar unos $ 860 millones anuales, para un manejo conjunto entre el Ministerio, los miembros de cada Fuerza y el personal civil. Las Fuerzas Armadas se sindicalizan, considerando a los militares como simples trabajadores.
Problemas monetarios
El Gobierno decidió enviar al Congreso Nacional un proyecto de ley que quita a los militares el manejo de sus últimos recursos económicos: sus obras sociales. La iniciativa, apunta a unificarlas y ponerlas bajo la órbita del Ministerio de Defensa.
El proyecto se propone que los altos mandos castrenses dejen de administrar los $860 millones de giro anual que el Instituto de Obra Social del Ejército (IOSE), la Dirección de Bienestar de la Armada (DIBA) y la de la Fuerza Aérea (DIBFA).
La cúpula militar autorizó al personal civil a dejar sus puestos de trabajo para ir a una marcha de protesta convocada por la izquierdista Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
Ya se realizó una marcha del sindicato opositor a la sede de Defensa. El gremio del Personal Civil de las Fuerzas (Pecifa), en cambio, apoya la idea gubernamental.
El ¿sindicato militar?
El proyecto de Garré crea el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA) y reduce los aportes de cada afiliado, que pasarán del 6% al 3% del salario bruto, al equipararse con los gremios (se sindicaliza de este modo a las Fuerzas Armadas).
De aprobarse la ley, los 615 mil militares activos, retirados y agentes civiles, cifra que incluye también a los efectivos y retirados de Prefectura y Gendarmería, que se atienden en las tres obras sociales pasarán a disponer de todas las instalaciones que hoy prestan servicios por separado. Sin embargo, esto se puede lograr por un simple convenio entre las Obras Sociales, a fin de mejorar las prestaciones, sin que exista una Ley que lo determine compulsivamente.
Hay que destacar que la Policía Federal tiene su propio sistema de salud.
Desde el Ministerio de Defensa, aseguran que no se trata de un avance antimilitar. “La idea es reducir costos aprovechando la mayor escala y unificar criterios de afiliación y cobertura con los del resto del Estado”, dijeron al diario Crítica fuentes cercanas a Garré.
Sin recursos en democracia
Desde la vuelta de la democracia, los militares se fueron quedando sin recursos propios para administrar. Por eso, alrededor de las tres obras sociales florecieron numerosas empresas vinculadas con oficiales activos o retirados que les prestan servicios o les proveen lo necesario para su funcionamiento.
Los directivos de las obras sociales, además, son todos Generales, Almirantes o Comodoros, muchos de ellos retirados, que cobran sus retiros y en simultáneo perciben ingresos por sus funciones en los servicios de salud.
El proyecto de Garré otorga la dirección de la IOSFA a un representante del Ministerio, uno de cada fuerza y uno del personal civil. De este modo, el manejo de los fondos se convierte en un debate donde se equiparan los militares con el personal civil y con el Ministerio.
También habilita a los afiliados a cambiarse de obra social o a pasarse a una prepaga, como sucede con los trabajadores del país. Traduciendo la filosofía que inspira el proyecto, significa que el militar es un “trabajador más”, y no un patriota con vocación a defender la Patria argentina y su identidad católica hasta incluso el sacrificio de su propia vida.
¿Manifestación o desfile?
Los gremios que reúnen al personal civil tienen posturas encontradas, porque mientras PECIFA (mayoritaria, oficialista y adherida a la CGT) apoya la iniciativa, ATE la rechaza por entender que “no garantiza la estabilidad de los trabajadores de planta y contratados”.
Las fuentes de Defensa aseguraron que “no va a haber despidos” y que el ahorro se obtendrá “usando más racionalmente los recursos”.
El coronel Federico Peretti, subdirector de la obra social del Ejército, envió una circular a todas sus dependencias para que los jefes dejen salir del trabajo a los empleados de todas las áreas para acudir a una protesta contra la unificación de las tres obras sociales militares.
ATE realizó una marcha contra el proyecto y por primera vez en la historia el IOSE autorizó a su personal a concurrir a la movilización en horario de trabajo. En la manifestación no se vio a ningún uniformado, muchos especulan que en próximas convocatoria los haya. Y así, en vez de ver militares patriotas marchando con dignidad y legítimo orgullo en un desfile ante la ciudadanía, veremos a unos trabajadores disfrazados con uniforme reclamando para que les retribuyan su actuación teatral. A los militares contratados para una misión, se los llama mercenarios, combatientes que se venden a cambio de dinero.
Mercenarios o Héroes
Ante este triste panorama, ante esta denigración misma de los militares, viene a la memoria el heroico testimonio de quienes siguen los lineamientos que postularan los fundadores de la Patria, militares ellos: Liniers, Saavedra, Belgrano y San Martín, así como los grandes caudillos liderados por el Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas. Y vienen a la memoria el arrojo de quienes combatieron al terrorismo subversivo y a los combatientes de Malvinas. Eran capaces de dar su vida todos ellos por la Patria. Y que quede claro que Dios y la Patria, demandan.
