sábado, 15 de enero de 2011

PROYECTO SUR QUIERE EXPULSAR A LA VIRGEN MARÍA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS… ¿ENTRONIZARÁN A SATANÁS?

ariel_basteiro quiere destronar a la Virgen Maria

Un “Proyecto de Resolución” firmado por Ariel Basteiro propone que se retire la imagen de Nuestra Señora de Lujan del Salón de Pasos Perdidos de la Cámara de Diputados. A la vez que el diputado pide “el retiro de la imagen de “Nuestra Señora de Luján” del Salón de Pasos Perdidos”, solicita “habilitar un espacio multirreligioso al que puedan acceder miembros de distintas necesidades espirituales. ¿Los satánicos tendrán allí su espacio? ¿Ya entronizarán a Satanás, para que sea explícito aquello que a la vista de muchos permanece oculto?

El sincretismo religioso, la asepsia politiquera que se desinteresa del destino de las almas de sus gobernados, es un mal llamado “laicismo” que implica el ateísmo militante, o la promoción del sincretismo en la Fe, condenado por el Magisterio de la Iglesia.

¿El Episcopado, los Obispos, los sacerdotes o los laicos católicos… tendrán algo que decir al respecto, o no importa para nada?

 

Nº de Expediente 8492-D-2010

Trámite Parlamentario 184 (01/12/2010)

Sumario SOLICITAR A LA H. CÁMARA EL RETIRO DE LA IMAGEN DE “NUESTRA SEÑORA DE LUJAN” DEL SALÓN DE PASOS PERDIDOS Y HABILITAR UN ESPACIO MULTIRRELIGIOSO AL QUE PUEDAN ACCEDER MIEMBROS DE DISTINTAS NECESIDADES ESPIRITUALES.

Firmantes BASTEIRO SERGIO ARIEL.

Giro a Comisiones PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO, RELACIONES EXTERIORES Y CULTO.

La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

1.- Disponer el retiro de la imagen de “Nuestra Señora de Luján” que se encuentra entronizada en el Salón de Pasos Perdidos.

2.- Habilitar en el ámbito de la Cámara un espacio reservado de carácter multirreligioso al que puedan acceder sus miembros para satisfacer sus necesidades espirituales.

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

Por iniciativa de la entonces diputada nacional Nélida del Carmen Parra y decisión de quien en esa época presidía a esta H. Cámara el 8 de setiembre de 1997 se procedió a la “Solemne Entronización de la Imagen de la Santísima Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de Luján, Patrona de la República Argentina” (1) en el Salón de Pasos Perdidos de esta casa que nos alberga.

Al día siguiente, una escueta crónica del matutino La Nación daba cuenta de que habían participado de la ceremonia “el presidente de la Cámara de Diputados, Alberto César Pierri, el secretario de Culto, Ángel Miguel Centeno, el obispo de Mercedes-Luján, monseñor Emilio Ogñanovich, el obispo de la Eparquía Armenia, monseñor Vartán Waldir Boghossián y el presbítero Espósito, de la Catedral de Luján, además de otros miembros del cuerpo legislativo”.

Agregaba el periódico que durante el acto, la diputada Parra había manifestado: “Sé que desde su lugar María pacificará los espíritus, templará las ideas, alejará a los malvados e iluminará a quienes gobiernan nuestra querida Argentina en un eterno mensaje de amor y comprensión. Ella seguramente inspirará a este cuerpo legislativo lo que es mejor para lograr el bien común”.

Previamente, el entonces titular de la Cámara había escrito: “Al entronizar la imagen de Nuestra Señora de Luján no reconocemos tan sólo en ella su carácter de Reina y Madre de los argentinos y de tres repúblicas del Plata sino también su sabiduría maternal, que nos ayuda a comprender los porqués de las causas justas, a superar los dolores y las adversidades y que nos guía hacia el bien común, hacia metas sanas y honestas que, por difíciles que nos parezcan, habremos de alcanzar”.

Recordando que nuestra Constitución Nacional dedica dos artículos -el 14º y el 20º- para garantizar la libertad religiosa, las profundas creencias expresadas por la diputada (MC) Parra y por el ex presidente de esta casa no merecen más que nuestro debido respeto.

Sin embargo, lo dicho por una y otro nos remiten a épocas preconstitucionales, en las que la relación del Estado con la Iglesia Católica Apostólica Romana se encuadraba en lo que el Dr. Carlos S. Fayt denomina “sistema de unión o armonía perfecta” (2) y en el que hay una profesión de fe católica por parte del Estado que, además, sujeta su actividad política y legislativa a los principios católicos” (3).

Al decir preconstitucionales nos referimos a los sucesivos y fallidos ensayos para la organización nacional que se iniciaron con el Estatuto Provisional del 5 de mayo de 1815, que en su segundo capítulo, titulado “De la Religión del Estado” establecía:

Artículo 1º: La Religión Católica Apostólica Romana es la Religión del Estado.

Artículo 2º: Todo hombre deberá respetar el culto público y la Religión Santa del Estado.

En la misma línea pero avanzando un poco más, el “Reglamento Provisorio para la Dirección y Administración del Estado”, dictado en 1817 por el Congreso de Tucumán disponía: “Todo hombre deberá respetar el culto público y la Religión Santa del Estado: la infracción de este artículo será mirada como una violación de las Leyes fundamentales del país.

El mismo Congreso de Tucumán, pero ya trasladado a Buenos Aires, aprobó la Constitución de 1819. Según ella, “La Religión Católica Apostólica Romana es la Religión del Estado. El Gobierno le debe la más eficaz y poderosa protección, y los habitantes del territorio todo respeto, cualesquiera que sean sus opiniones privadas”. A continuación ratificaba que “la infracción del artículo anterior será mirada como una violación de las leyes fundamentales del país”.

Finalmente, la Constitución de 1826 sostenía que “su religión (la de la Nación Argentina) es la Católica Apostólica Romana, a la que prestará siempre la más eficaz y decidida protección y sus habitantes el mayor respeto, sean cuales fueren sus opiniones religiosas”.

Estas definiciones previas a la Constitución que nos rige hubiesen dado sustento tanto a lo declamado por la diputada (MC) Parra y el ex presidente Pierri como a la entronización de una imagen católica en un ámbito público estatal como es el Salón de Pasos Perdidos.

Sin embargo, la Constitución de 1853 produjo un cambio en el vínculo del Estado con la Iglesia, mediante su actual artículo 75, que en su inciso 22 le otorga al Congreso de la Nación la atribución de “aprobar o desechar (...) los concordatos con la Santa Sede”.

Desde la vigencia de esta atribución del Congreso de la Nación, la relación Estado-Iglesia se inscribe en lo que para Fayt es el “sistema de la colaboración o de concordato”, que implica que el Estado, negociando en igualdad de condiciones con la Iglesia, fija mediante un acuerdo los respectivos campos de actividad.

Esta demarcación de incumbencias convirtió al Estado argentino en un Estado no confesional y fue lo que le permitió sancionar en las décadas inmediatas a la sanción de la Constitución de 1853 las denominadas “leyes laicas” -entre ellas la de Educación Común, la de Matrimonio Civil y la de creación del Registro Civil -todas destinadas a transferir a la órbita estatal funciones que hasta entonces estaban bajo tutela eclesial.

Esta Cámara de Diputados, como tal, es parte del Estado no confesional. Por cierto, ello no implica desconocer el derecho de sus integrantes a profesar libremente su culto, pero el ejercicio irrestricto de ese derecho no los habilita a instalar en un ámbito público y plural, como es el Salón de Pasos Perdidos, símbolos propios de una determinada religión que, por su sola presencia, pueden alterar el espíritu de quienes no comulgan con ella. Y mucho menos a pretender que el objeto de su devoción sea el que inspire “a este cuerpo legislativo lo que es mejor para lograr el bien común” o el que ayude a sus miembros “a comprender los porqués de las causas justas”.

Al respecto, es bueno recordar que vivimos en una sociedad que registra una creciente diversidad de adscripciones en términos culturales, políticos, ideológicos y religiosos, entre otros. Bajo estas circunstancias, el Estado tiene un doble desafío. Por un lado, garantizarnos la libertad para vivir en consonancia con nuestras convicciones. Por otro, asegurarnos la pacífica y cordial convivencia en el marco de nuestras divergentes miradas. En el tema que nos ocupa, la casa que nos alberga como diputados y diputadas de la Nación debe constituirse en un ámbito imparcial ante el universo de confesiones, único modo de respetar a todas por igual, garantizar igualdad de trato a quienes las profesan y no interferir en las convicciones de aquellos que no adscriben a ninguna de ellas.

Al proponer el retiro de la imagen de la Santísima Virgen María entronizada en el Salón de Pasos Perdidos, no desconocemos que muchos/as de nuestros/as colegas que son sus devotos sentirán que pretendemos privarlos de la ayuda espiritual que ella les brindaría.

Lejos está ello de nuestra intención. Entendemos que en esta casa se desempeñan fieles de las más diversas confesiones que, en ocasiones, necesitan de un ámbito apto para reflexionar a la luz de sus creencias; es por ello que proponemos la habilitación en este edificio de un espacio reservado y de carácter multirreligioso al que puedan acceder todos aquellos que necesiten vincularse con sus respectivas deidades.

Convencidos de que nuestras propuestas apuntan a garantizar la igualdad de oportunidades para el ejercicio de la libertad religiosa que reconoce la Constitución Nacional, solicitamos la aprobación del presente proyecto.

(1) Así se titulaba el tríptico con membrete de la H. Cámara que fue distribuido previamente para publicitar el acto.

(2) Derecho Político, Depalma, Bs.As., 1985, Tomo 16ª edición inalterada, p. 345/346.

(3) Carlos Lombardi, “Símbolos católicos en dependencias del Estado, aportes para el debate”.

LA EMPRESA FAMILIAR: LOS SIETE PECADOS CAPITALES Y LAS VIRTUDES CARDINALES - ¿CERDOS O GALLINA?

Cerdos y gallinas

Por Jorge B. Lobo Aragón

PARTE I

En los últimos tiempos se ha escrito mucho acerca de la empresa familiar. Pero la conclusión no es clara: ¿Son buenas o malas, las empresas familiares? ¿Son importantes para la economía o están abocadas al fracaso? Intentemos analizar esta posible contradicción.

A veces se destacan las virtudes de las empresas familiares. Frecuentemente se las califica como más humanas, más flexibles, empresas donde la comunicación entre las personas es más directa y donde todo el personal puede trabajar unido por un proyecto a largo plazo. Pero desgraciadamente también se oyen afirmaciones más sombrías, como que en la empresa familiar es más difícil desarrollar una carrera profesional, y que en estas empresas es moneda corriente el recelo, los intereses en conflicto y las incompatibilidades personales.

La importancia de la empresa familiar en la economía es un hecho que difícilmente se puede poner en duda. Importancia que no radica únicamente en su peso especifico, sino también en el papel clave que desempeñan para la estabilidad del sistema por su flexibilidad y capacidad de adaptación a los cambios. Muchas de estas empresas fueron fundadas en los años de expansión, han crecido substancialmente desde entonces, y ahora se encuentran a punto de realizar un cambio generacional.

Las estadísticas también nos presentan la cara oscura de la empresa familiar. Sus índices de supervivencia son bajísimos: solo un 30% de las empresas llegan a la segunda generación, y un escaso 15% alcanzan la tercera.

Sin embargo, nada de esto es contradictorio en si mismo ni estamos ante ningún enigma. Lo que sucede es que las empresas familiares, como tantas otras cosas, tienen importantes fortalezas al tiempo que serios defectos.

Son muchas y variadas las causas que provocan el estancamiento y el cierre de tantas empresas familiares.

Sin embargo hay una serie de problemas que son bastante específicos de estas empresas. Siete pecados capitales (los equivalentes empresariales de la gula, la lujuria, la avaricia, el orgullo, la pereza, la envidia y la ira) están causando la desaparición de innumerables empresas familiares.

Decía el filosofo medieval Ramón Llull que pecado es un acto desordenado respecto del recto dictamen del hombre racional. Y efectivamente, los siete problemas que sacuden a las empresas familiares no son más que desviaciones de lo que podríamos considerar sentido común empresarial.

NEPOTISMO
Cuando el fundador crea la compañía tiene tanto la propiedad como la capacidad profesional, probada por la supervivencia y el éxito de la nueva empresa. Sin embargo, cuando la empresa pasa a manos de los herederos de las siguientes generaciones esta coincidencia entre propiedad legal de la empresa y capacidad profesional para dirigir el negocio ya no está asegurada. A muchos empresarios, cegados por el amor a sus familiares y por el deseo de verse continuados al frente de la empresa, les resulta difícil aceptar que no siempre el heredero está capacitado, perdiendo la oportunidad de actuar en consecuencia y proveer las medidas adecuadas.

RELACIONES NO ESTRUCTURADAS

En la empresa familiar las relaciones afectivas entre los miembros son muy fuertes. En las primeras etapas de estas empresas el afecto puede ser suficiente para dar cohesión, coordinar y resolver conflictos. Pero estos lazos de afecto tampoco se heredan necesariamente. A medida que crece el número de propietarios la gobernabilidad de la empresa se hace más complicada. Se requiere la creación de estructuras, legales o simplemente consensuadas en un protocolo familiar, que proporcionen un marco para la resolución de conflictos. La ausencia de tales mecanismos en muchos casos lleva a la incapacidad de tomar decisiones, a la paralización de la compañía, y finalmente a su desaparición.

DESCAPITALIZACIÓN

Algunas empresas familiares caen en el error de poner la empresa al servicio inmediato de las necesidades económicas de la familia. Si una familia extrae fondos de la empresa, por la vía que sea (dividendos, automóviles, salarios elevados, etc.) por encima de lo que la compañía puede soportar, el resultado inevitable es la descapitalización, la pérdida de competitividad y la crisis a medio o largo plazo.

DESEQUILIBRIOS RETRIBUTIVOS

Hay empresarios familiares que, razonando que la empresa es el principal patrimonio de la familia y que ésta, algún día, será heredada por sus hijos, siguen una política de no repartir dividendos, de aplicar salarios inferiores a los de mercado a los familiares, o la combinación de ambas cosas. Con el tiempo, cuando algunos miembros de la familia son propietarios y otros no, cuando no todos trabajan por igual en el negocio, estas políticas generan desigualdades, causan tensiones y provocan luchas internas por el poder económico que pueden acabar con la compañía.

CONFLICTOS NO RESUELTOS

En la empresa familiar se entrelazan continuamente relaciones profesionales y relaciones personales muy intensas. Es del todo inevitable que en ocasiones surjan conflictos entre padres e hijos, entre cónyuges, entre hermanos y entre familiares políticos. El verdadero problema aparece cuando, por falta de comunicación, estos problemas no se resuelven sino que permanecen escondidos pero afectando de forma larvada a la empresa. Tarde o temprano el negocio se resentirá de la continua interferencia de estos conflictos con las decisiones empresariales, y con el cambio generacional pueden aflorar de forma virulenta.

RETRASO INNECESARIO DE LA SUCESIÓN

Posiblemente la causa más frecuente de la desaparición de empresas familiares sea el retrasar demasiado el momento de la sucesión. Simplemente pensar en la sucesión hace que el empresario tenga que abordar asuntos personales muy profundos. Es comprensible que muchos empresarios prefieran retrasar el momento de enfrentarse a estos problemas. Sin embargo la sucesión es un proceso largo y complejo. La planificación de la sucesión debe comenzar cuando todavía hay mucho tiempo por delante. Y el momento efectivo del relevo generacional tampoco debe retrasarse más allá de lo razonable.

FALTA DE PLANIFICACIÓN PATRIMONIAL

Aun si eliminamos la problemática fiscal de la sucesión no hay que olvidar que se trata de un momento crítico. En un punto de la vida de una empresa en que se produce un cambio de la dirección, siempre arriesgado, se le suma la reestructuración del accionariado, con las posibles crisis de poder que puede suponer un cambio en los propietarios de la empresa y en los porcentajes que éstos poseen. Una buena planificación de quién se queda con qué elementos patrimoniales (acciones, inmuebles, otros bienes) y en qué porcentajes, y un adecuado reparto del poder son imprescindibles para aumentar la probabilidad de éxito de la empresa familiar.

Estos siete pecados, en los que muchas empresas familiares del sector incurren, son causas más frecuentes de los problemas que les aquejan. Sin embargo, también es cierto que estas debilidades que pueden ser la causa de la decadencia y la desaparición de una empresa familiar, tienen su contrapeso en unas importantes fortalezas. Las empresas familiares sanas normalmente exhiben unas virtudes muy importantes y que son en buena medida consustanciales a este tipo de empresas.

LAS VIRTUDES CARDINALES

ORIENTACIÓN A LARGO PLAZO

Las empresas familiares, por su naturaleza, pueden plantearse proyectos a largo plazo sin necesidad de estar pendientes de resultados inmediatos ni de las expectativas de dividendos de inversores anónimos. Esta situación, que tanto envidian los empresarios americanos de sus homólogos japoneses, es una ventaja propia de la empresa familiar y de la que se debe sacar provecho.

UNIDAD

En la empresa familiar sana existen intereses comunes y un fuerte compromiso hacia su consecución. Estos son importantes puntos fuertes para cualquier empresa, no muy frecuentes entre otras organizaciones, y que en la empresa familiar se suele dar de forma natural.

COMUNICACIÓN

Los lazos familiares, el compromiso con unos objetivos comunes y el moderado tamaño de muchas de estas empresas reafirma una buena comunicación entre los miembros. Observar los esfuerzos que hacen las grandes compañías para mejorar la comunicación interna nos puede dar una idea de la importancia que tiene para los empresarios familiares contar con esta ventaja.

FLEXIBILIDAD

Las empresas familiares, en tanto que familiares y, en gran medida, en tanto que pequeñas o medianas, son muy flexibles. Esta flexibilidad es la que les permite adaptarse ágilmente a los cambios que está sufriendo el sector turístico, mucho más rápidamente que organizaciones más grandes y poderosas. Esta rapidez y flexibilidad, sobre todo si va acompañada de cierta dosis de innovación y orientación al mercado, es la mayor ventaja competitiva de las empresas familiares.

Estas son las principales debilidades y fortalezas propias de la empresa familiar. Este enfoque puede permitir a los empresarios familiares tener un marco de referencia para evaluar la situación de su empresa y crear un plan de acción para incrementar sus posibilidades de supervivencia y de éxito.

El purgatorio competitivo es el estado actual de muchas empresas familiares anteriormente exitosas. Los siete pecados capitales que acabamos de revisar son casi siempre la causa. El desafío del empresario familiar es ser capaz de utilizar las virtudes propias de la empresa familiar para alcanzar su particular camino de salvación y éxito empresarial.

 

EMPRESA FAMILIAR- PARTE II

¿CERDOS Y GALLINAS?

Nuestra mirada como parte interesada en la- Empresa de familia - se parecía mucho al viejo cuento anglosajón del cerdo y la gallina que huyen de la granja y pretenden abrir un restaurante para ganarse la vida. Cuando discuten qué menú servirán la gallina propone servir desayunos con huevos y panceta. El cerdo entonces responde que no pueden ir a partes iguales, él está comprometido mientras la gallina sólo está involucrada.

Cuando una plantilla se contrata atendiendo solamente al interés del mayorazgo insostenible o al príncipe heredero por avaricia y egoísmo incomprensible – abolida allá lejos en la asamblea del siclo XIII, las habilidades o idoneidades demostradas por cada cual, nunca serán exaltadas, enaltecidas ni siquiera agradecidas ya que salvo los cicateros y ambiciosos – ávidos y egoístas – los demás que estiman no alcanzan la mayoría ficticia - sólo estarán involucrados (envueltos). Como apasionarse por una empresa con el nombre de familiar en donde ni siquiera se comunica las ideas, los proyectos en suma el futuro. Los que se dicen accionistas y aspiran a la tradición familiar con apariencia de corderos, no trabajaran más horas que las estipuladas. Curiosamente en una sociedad anónima constituida por hermanos de sangre – de un mismo padre y madre- se está vendiendo horas de trabajo a cambio de salario y condiciones. No está asumiendo, comprometiéndose en un proyecto. Pretender otra cosa, por otro lado, sería poco menos que inaudito, accidental, desconocido, por parte de quienes mantienen la propiedad y por tanto deciden el reparto del excedente.

Hay siempre sin embargo, además de los míseros que iniciaron el proyecto bajo el lema de familia tradicional y sempiterna, e imperecedera quien toma su trabajo como una causa, quién lo entiende como mucho más que un intercambio mercantil. Y aún contra toda racionalidad -la empresa no es tuya-, le recordarán hermanos, pareja y amigos, se dejará la piel en conseguir sacar adelante la producción y las ventas, para su futuro príncipe e innegable como irrefutable codicia que se le inculcaron como una impronta o marca de simulada, falsa y falaz leyenda y usanza perdida en la historia,

Pero para esta fingida y simulada lógica sólo los cerdos estarían en disposición de convertirse en los agraciados, favorecidos y remunerados con prosperas y progresivas ganancias, dividendos, negocios y utilidades conocidas por el circulo lauréola. Las gallinas simplemente estarían a otra. Ni siquiera lo desearían. De hecho, ni siquiera lo merecerían. Convertir la empresa en un heredad y posesión para todos y de igual forma, desde arriba sería concesión, colonia, un traje demasiado grande que no serviría a los fines y que se degradaría sin haber sido aprovechado…

¿ARTESANOS Y MERCADERES?

Pero hay otra forma de mirar a las empresas tradicionales. Es cierto que hay gente comprometida y gente involucrada. Gente que lo vive y gente que hace lo suyo y se va. Pero si miramos un poco más en detalle a lo mejor la división no es exactamente esa.

Seguramente los cerdos que no fueron directamente fundadores, son los que más relación tienen con el cliente o con el mercado, los que sienten el proceso de desarrollo de productos como un hacker sentiría el trabajo, como un reto que les vincula a un espacio de reconocimiento. Para ellos ser únicos y señeros es también una motivación. Son mercaderes y tarde o temprano acabarán volcados en el mercado, gestionando proyectos para clientes, llevando implantaciones de productos, pero sin casta, sólo un linaje que pertenece a otros de igual manera y derecho

¿Pero y las gallinas? Demos por hecho que las gallinas disfrutan de su trabajo, que disfrutan, como casi todo el mundo que no “tiene un problema en el trabajo“, de trabajar con un equipo estable de personas (compañeros) a pesar de ser dueños, con los que desarrollan proyectos de medio y largo plazo que le resulta interesantes para el circulo y nada más. (Se conforman con la migaja) y eso seguramente es ser católico porque la cabeza de alguna manera agarrapada y tacaña le implantaron como algo aristocrático, honroso, distinguido y además eficaz ¿Qué es lo que piden las llamadas gallinas? Normalmente tiempo, comunicación y algún recurso, sobras o despojos para hacer bien lo que tienen que hacer. Muchas veces mayor comprensión de los problemas concretos por parte de equipos directivos que no conocen -a veces incluso desprecian- los aspectos técnicos de la producción y por tanto no pueden valorar los aspectos creativos, el ingenio que aplican a las dificultades que enfrentan.

No, no son gallinas que simplemente ponen un huevo y se van. Son artesanos a los que el mercado no les interesa porque el reconocimiento que presta no les hace un especial sentido. Ellos saben de esfuerzo. Su ética es una ética del esfuerzo y beneficio para el noble y príncipe, no de los resultados mercantiles y el reconocimiento externo. No les gusta vender ni pueden. Tienen mucha menos prisa y mucho más amor por los detalles que son invisibles, ocultos, disimulados, secretos. ¿Pero eso les invalida para ser registrados y escuchados? ¿No es precisamente autonomía lo que se propone en la actualidad para demostrar eficacia y habilidad de manera más elocuente?

¿No tiene este sistema algo que cambiar para aportar en su estructura a las necesidades propias de una empresa tradicional en transición hacia la democracia económica? ¿Sólo nosotros, los indianos y algunos hipócritas, (llamados chupa sangre y traga cirios pueden encontrarle utilidad?

Desde la lógica cerdos vs gallinas nunca pueden pensar en erigirse ni en mentores e inspiradores de sueños. Los cerdos solamente mantendrán asalariadas a las gallinas con la parte en negro de sus ganancias Afortunadamente esto es prácticamente imposible. Las gallinas a veces se soliviantan o sublevan - no se inventaron las empresas de familias para subyugar, oprimir y dominar con prácticas acabadas y canceladas la práctica de la democracia censitaria en la empresa.

DR. JORGE B. LOBO ARAGON

jorgeloboaragon@hotmail.com

jorgeloboaragon@gmail.com

LA PRINCESA ESPOSA DEL PRÓXIMO REY DE DINAMARCA DIO A LUZ MELLIZOS

Principe y Princesa de Dinamarca-futuros reyes 2

La princesa Mary de Dinamarca, dio este 8 de enero de 2011 a luz a mellizos, un niño y una niña, en el hospital universitario de Copenhague, informó su esposo, el príncipe heredero Federico, ante la prensa. El príncipe dijo que fue "increíble" asistir al parto y nacimiento de sus hijos y habló de un "doble milagro". "Es casi algo irreal.  Y ahí estás con el primero y la madre continúa y después viene la niña". El niño pesó 2,7 kilogramos y midió 47 centímetros. Casi media hora después llegó la niña, que pesó 2,5 kilogramos y midió 46 centímetros. Ambos están sanos y los padres están ahora pensando los nombres que les pondrán.

La reina Margarita y el príncipe Henrik, abuelos de los niños, están felices por la noticia, anunció Federico. El primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, felicitó también al matrimonio en un comunicado. El director de la clínica explicó que el parto se adelantó sólo unas semanas a la fecha prevista.

La casa real del país confirmó en agosto de 2010 que la esposa del príncipe heredero Federico, de 38 años, esperaba mellizos y que el nacimiento tendría lugar en enero.

Christian, de cinco años, el segundo en la línea de sucesión después de su padre, nació en octubre de 2006 y su hermana Isabella, de tres, en abril de 2007.

Mary Donaldson y Frederico de Dinamarca se conocieron en un bar en Sydney durante los Juegos Olímpicos de 2000 y se casaron cuatro años después.

EL FUTURO REY

Federico, Príncipe Heredero de Dinamarca, Conde de Monpezat, nació el 26 de mayo de 1968, y es el primogénito de Margarita II de Dinamarca y su esposo, Henri de Laborde, príncipe consorte de Dinamarca, recibiendo los nombres de: Frederik André Henrik Christian de Glücksburg.

Además de hablar su lengua materna, el danés, habla inglés, francés y alemán.

Formó parte del cuerpo de submarinistas del ejército de su país, un cuerpo de elite que obliga a realizar misiones peligrosas. Pasó las pruebas de admisión como uno más, y logró una de las cuatro plazas puestas en juego.

Sintió que su preparación militar no estaba completa sin una correcta educación académica, y estudió Ciencias Políticas estudiando en Harvard entre 1992 y 1993. Allí estableció una fundación para apoyar a los estudiantes daneses que estudian en esta Universidad yanki.

Federico de Dinamarca, que un día será Federico X, ha conjugado tradición con modernidad, combinando el deporte, la aventura y el contacto con la gente de su edad. Lo mismo se le puede ver, discreto, en las calles de Copenhague corriendo el maratón (en el más que meritorio tiempo de 3 horas, 22 minutos y 50 segundos) que en los pasillos del edificio de las Naciones Unidas, en Nueva York.

La Casa Real danesa anunció el 8 de octubre de 2003 el compromiso matrimonial del príncipe Federico con la abogada australiana Mary Donaldson. El 14 de mayo de 2004 contrajeron matrimonio en Copenhague. Casi un año después, el 25 de abril de 2005 la Casa real danesa anunciaba que la princesa Mary de Dinamarca estaba embarazada de su primer hijo. El primogénito de los príncipes llegaba al mundo el 25 de octubre de 2005. El varón, que ocupa el segundo lugar en la línea sucesoria de la monarquía danesa, recibió el nombre de Christian.

Su esposa, la princesa Mary, procedente de una familia numerosa, no se conformó con la llegada de Christian y el día 21 de abril de 2007 a las 16:02 llegaba al mundo Isabella Henrietta Ingrid Margrethe, el segundo hijo para el príncipe Federico, que paso a ocupar en el momento de su nacimiento la tercera en la línea de sucesión. Federico de Dinamarca agradeció, tras el nacimiento de los mellizos, las atenciones del equipo médico y aseguró que se sentía "muy feliz".

Gran aficionado a los deportes, sobre todo a la vela, Federico entró a formar parte del Comité Olímpico Internacional en el año 2009. “Haciendo deporte he ganado mucha confianza en mí mismo y fuerza para todo tipo de tareas, también para los compromisos oficiales” confesaba el Príncipe tras entrar a formar parte del COI.

Amante de la naturaleza, Federico se ha mostrado un gran interés por el tema del cambio climático a la vez que ha ayudado a numerosos jóvenes a través de su fundación, Kronprins Frederiks Fond, a llevar a cabo numerosas expediciones científicas.
Educado en la defensa y convertido en Comandante en altos niveles en la Marina, Teniente coronel del Ejército y Teniente Coronel de la Fuerza Aérea, el príncipe Federico continuará cuando llegue el momento y al lado de su esposa, la princesa Mary, la labor realizada por su madre la reina Margarita.

Como descendiente de la princesa británica Sofía de Hannover, el príncipe Federico está en la línea de sucesión al trono británico, aunque de forma muy lejana. También está en la Línea de Sucesión al trono de Suecia, aunque igualmente de forma lejana (en esta línea, está en la posición número 214).