Martín Lutero escribió algunos de los sermones mas hermosos sobre María la Madre de Dios, ya que él aceptaba todos los dogmas católicos de la Virgen María, antes y después de enemistarse con el Papa.
Incluso llama a María “Madre de Dios”, guardando la tradición de los Apóstoles y los discípulos de los Apóstoles desde los primeros siglos, a pesar de lo cual hoy en día los evangélicos y protestantes la rechazan
Lo mismo hacia, y pensaba y creía sobre el pan y el vino, creyendo que Cristo se encuentra realmente presente en la Eucaristía o Santa Cena.
ACERCA DE LA VIRGEN MARÍA
(Ella es) “la mujer más encumbrada y la joya más noble de la Cristiandad después de Cristo… ella es la nobleza, sabiduría y santidad personificadas. Nunca podremos honrarla lo suficiente… Aun cuando ese honor y alabanza debe serle dado en un modo que no falte a Cristo ni a las Escrituras” (Sermón, Navidad de 1531)
“Cada uno tendría que honrar a María tal como ella misma lo expresó en el Magníficat. Ella alabó a Dios por sus obras. ¿Cómo podremos entonces nosotros alabarla? El verdadero homenaje de María es en honor de Dios, la alabanza de la Gracia de Dios… María nada es por su propio mérito, sino por el mérito de Cristo… María no desea que vayamos a ella sino a través de ella hacia Dios.” (Explicación del Magníficat, 1521).
“La humanidad ha resumido toda su gloria en una frase: la Madre de Dios. Nadie puede decir algo más grande de ella aunque hablara tantas lenguas como hojas hay en los árboles” (Del Comentario al Magníficat)
“…Ella con justicia es llamada no solo madre del hombre, sino también la Madre de Dios… es cierto que María es la Madre del real y verdadero Dios” (Ref: Sermón sobre Juan 14.16: Trabajos de Lutero – St. Louis, ed. Jaroslav, Pelican, Concordia, vol. 24, p. 107)
“Cristo… fue el único Hijo de María, y la Virgen María no tuvo otros hijos aparte de Él… Me inclino a aceptar a quienes declaran que los ‘hermanos’ realmente significan ‘primos’ aquí ya que el escritor sagrado y los judíos en general siempre llamaban hermanos a los primos” (Pelikan, ibid., v. 22:214-15 / Sermones sobre Juan, capítulos 1-4 del año 1539)
“Cristo, nuestro Salvador, fue el fruto real y natural del vientre virginal de María… Esto sin la cooperación de un hombre, y ella permaneció virgen después” (Trabajos de Lutero, Ed. Jaroslav Pelikan –vols. 1 30- & Helmut T. Lehmann –vols. 31-55- St Luis: Concordia Pub. House –vols. 1-30-; Philadelphia: Fortress Press –vols. 31-55-, 1955, v. 22:23 / Sermones sobre Juan, capítulos 1-4 del año 1539)
Lutero exalta a la Bienaventurada Virgen, dándole la posición de “Madre Espiritual” para los cristianos:
“Es consuelo y sobreabundante bondad de Dios que el hombre pueda exultar en semejante tesoro: María es su verdadera Madre…” (Sermón. Navidad. 1522)
En su sermón del 15 de agosto de 1.522, la última vez que Martín Lutero predicó en la fiesta de la asunción, dijo: “No cabe duda de que la Virgen María está en el Cielo. Cómo ocurrió, no lo sabemos. Y, ya que el Espíritu Santo no nos ha dicho nada acerca de esto, no lo podemos hacer artículo de Fe… Es suficiente saber que ella vive en Cristo. La veneración de María está en las profundidades del corazón” (Sermón, 1 de septiembre de 1522)
SOBRE LA EUCARISTÍA
En el año 1529, Martín Lutero se comprometió en la cuestión de la Transubstanciación en la famosa conferencia de Marburgo con Ulrico Zwinglio y otros teólogos suizos. Él mantuvo su posición de que Cristo está presente en el pan y vino de la Eucaristía.
“María es la Madre de Jesús y Madre de todos nosotros… aunque Cristo solamente fue quien reposó en su regazo…” (Sermón, Navidad, 1529).
“Si Él es nuestro, debiéramos estar en su lugar; ya que donde él está debemos estar también nosotros… y todo lo que Él tiene debe ser nuestro, y su madre es también nuestra madre”. (Sermón, Navidad, 1529).
Cristianos del mundo: tenemos de Madre a la Madre de Dios y la Iglesia Católica es la única Iglesia fundada por Jesús… El mismo Martín Lutero lo sabía. “La Virgen María… totalmente santificada por la gracia y la sangre de su único Hijo y abundantemente enriquecida con el don del Espíritu Santo y preferida sobre todo… ahora vive feliz con Cristo en el cielo y es llamada –y permanece siempre- Virgen y Madre de Dios y Madre nuestra”
LA CARTA AL PAPA
Martín Lutero redactó una carta destinada a Su Santidad, el Papa León X, acusado de deslealtad a la Santa Iglesia Católica en el año 1519 después de Cristo:
“Yo nunca aprobé el cisma ni lo aprobaré por toda la eternidad”. “No se puede negar que la Iglesia Romana es más honrada por Dios que todas las demás.” “San Pedro y San Pablo, cuarenta y seis Papas, unos cientos de miles de mártires que dieron su vida en comunión con ella habiendo vencido al infierno y al mundo para que los ojos de Dios estén sobre la Iglesia Romana con favor especial”. “Aunque estos días todo está en un estado miserable no es razón para separarse de la Iglesia. Al contrario, cuanto peor estén las cosas, más cerca a ella debemos estar a ella, porque separándonos de la Iglesia no es la manera de mejorarla. No debemos separarnos de Dios por causa de alguna obra del diablo, ni dejar de tener fraternidad con la gente de Dios que aun vive dentro de la delimitación de Roma a causa de la multitud impía”. “No hay ningún pecado, ninguna cantidad de maldad que permita disolver el vínculo de la Caridad, ni romper el vínculo de la unidad del Cuerpo”. “…Porque el Amor puede hacer todo, y nada es difícil para quienes están unidos”
¿Quién escribió estas palabras tan verdaderas y profundas sobre la Santa Iglesia Católica? El monje agustino Martín Lutero, después de más de un año de anunciar sus 95 tesis.
Fuente: Los Hechos acerca de Lutero, por Patrick F. O’Hare.