Por Tcnl.
José Javier de la Cuesta Ávila (LMGSM 1 / CMN 73)
El accionar político improvisado
cae agotado en sí mismo. El ejercicio del
gobierno requiere saber y vocación aplicados en oportunidad. Dado
que sociedad está en permanente innovación, lo que requiere conocimientos
y creatividad con dedicación para actuar conforme los futuros escenarios.
Es interesante cómo los
dirigentes políticos tratan de llegar al poder y ser gobierno al
lograr el apoyo de la ciudadanía. En nuestros días, se han
desdibujado (diríamos han desaparecido) los
partidos políticos que postulaban a los candidatos.
La globalización y la tecnología han recuperado el personalismo
del individuo. Detrás de esas personas, se agrupan, anónimamente,
los que, asociados con sus ideas, se postulan en cargos inferiores.
Este fenómeno, que nos llama la atención en el ambiente local,
se repite y conforma con claridad, en la mayoría de
los países, con la oferta de nombres y no agrupaciones.
Los partidos políticos con una orientación fijada, ha
dejado de ser oferta electoral, suplida por personas con ciertos
antecedentes conocidos y promesas de futuro. Las democracias, de alguna manera,
se han tornado en una rara especie similar a las monarquías, cuando no, el
exceso de autoridad, lleva a ocultas formas de dictaduras. El personalismo,
a lo largo de la historia, es un vicio que destruye la
pluralidad democrática, coarta la libertad general y, al
contraponer cruelmente, destruye el deseo y el afán de
la colaboración y la solidaridad.
Los argentinos tenemos experiencia en ese
pasado de partidos políticos. Ella muestra que no respondieron a
las expectativas y fueron, en ocasiones, origen de algunos males. Los
"golpes de estado" (cívico militares) se originaron en partidos minoritarios que,
al no poder llegar electoralmente, propiciaban, impulsaban y, lógicamente, participaban de
los mismos. Esta situación se ha repetido en
los últimos tiempos, como procesos "destituyentes",
en los que la temática social actuó de medio
impulsor. La invasión a las calles y, en ocasiones, actos de
violencia incontrolada, desestabilizan gobiernos y destruyen su autoridad.
En el exterior también hay hechos
que materializan experiencias, como las que se observó
en Paraguay que, pese a que su cambio presidencial se desarrolló institucionalmente,
no encontró sustento internacional. Un tema importante, por su
similitud actual, es el proceso en desarrollo en Venezuela, donde una
real sórdida puja electoral, iguala al oficialismo y
la oposición. En realidad, nos encontramos ante una nueva y
diferente conformación del acceso al poder en democracia, en el
cual, seguramente, la participación ciudadana adquirirá un nuevo
perfil. Esta variable debería llevar a que suceda lo mismo en los
dirigentes, si es que realmente desean ser sus genuinos representantes.
El medio de actualidad para llegar al poder ya no
es el plan o los antecedentes, sino la difusión, propaganda
y exposición a la sociedad de
los candidatos políticos a cargos públicos. Por
la necesidad de ser conocidos, los políticos han aprendido y actúan como
actores. Esta nueva "comunicación", se observa hasta en
los ámbitos del Vaticano, donde el Papa Francisco (nuestro
cardenal Jorge Bergoglio), está en un proceso de constante innovación.
Ya no se trata de partidos y tampoco de ideologías,
sino de individuos que intentan captar el apoyo de
la ciudadanía mostrando su personalidad como la bandera convocante.
Esta nueva relación de dirigentes y sociedad, lleva, indudablemente,
al aumento del poder individual y su acumulación en una persona,
con los riesgos y peligros que ello configura-
Los avances de la cibernética, con su estrella digital de Internet, han
modificado "virtualmente" los enlaces clásicos en la Humanidad.
Hasta hace poco tiempo, la televisión y la radio llegaban a todos,
pero ahora la WEB, permite que todos puedan contestar
y, lógicamente, opinar. Cada mensaje digital en un foro o
una publicación digital, despierta
comentarios libres de terceros, que dicen lo que
piensan y sienten,
sin restricción alguna. Diríamos que
la opinión publica adquiere voz y se hace presente y concreta en
"tiempo real", cuestión que aun algunos dirigentes no
lo han percibido. Este nuevo escenario, quizás, será la respuesta equilibradora a
la concentración del poder del personalismo, pero no se cuenta
con la experiencia que lo transforme de idea a sistema.
En el diario digital "El País" (España 01 dic 2013)
publica José Natenson una
nota titulada "Todos los nombres" en la que describe
con claridad la "metamorfosis de
la representación" (Bernard Marin). El trabajo se explaya
sobre la situación de Argentina, explicando que nos encontramos
ante un "contexto político más fluido" y
que el accionar electoral se ha convertido en
"una técnica de publicidad y marketing político",
en la que las "personas son el eje electoral". Es
decir, esta nota repite lo que ya de alguna manera sabemos. En
nuestro país ya no compiten partidos políticos,
sino personajes que para cumplir con la legislación forman agrupaciones de
las que son el centro y motivo.
En nuestro ambiente, después del último acto electoral,
donde el triunfo la oposición no logro desestabilizar al oficialismo,
se observa que este no tan solo mantiene la incitativa,
sino que actúa conduciendo las variables. La oposición se contenta con
opinan y critican, pero sin ningún resultado
cierto. En verdad, el oficialismo esta hábilmente "corriendo en
el tiempo" los problemas críticos, para que, sus
consecuencia y eventual solución, se tenga que dar en el
gobierno siguiente. . No hay dudas
que para la próxima compulsa, el
gobierno seguirá promoviendo el fraccionamiento de
los opositores, para asegurar su núcleo duro como
respuesta. Lo que no está claro es el proceder de los opositores, que tendrían una oportunidad de contrastaste y
de definición en la PASO (Primarias) en las
que surgirá concretamente la posición de cada uno.
Si a la elección la oposición va fraccionado sus posibilidades son inciertas, sin embargo, si encuentra la
forma de unión (por ejemplo tras el de mayor
caudal en las PASO) adquirirá un empuje
que puede hacerlo gobierno.
Si la llamada oposición, buscara realmente una solución a
la actual temática, debería encontrar las
formas de actuar unida, procediendo, por ejemplo:
-
Determinar claramente cómo se atenderán los problemas de
coyuntura resultantes de la inflación, seguridad y corrupción y fijar
claramente los objetivos del país.
-. Acordar
que la resultante de la PASO señalara la candidatura a Presidente
para el que obtenga mayor cantidad de votos y Vicepresidente al que lo
siga, siendo esta la formula única de todos los partidos.
.-
Presentar al electorado el plan acordado y los futuros funcionarios del
Poder Ejecutivo. De esta manera se tendrá en la compulsa, no tan solo
idea de personas, sino de equipos y, por lo tanto, posibles acciones.
Los actuales políticos en el gobierno tienen un largo periodo
en ejercicio del poder que, seguramente, lo aprovecharan para fortalecerse y
presentarse con algún "maquillaje" renovador- Los opositores, están aferrados a seguir solo
como críticos el accionar oficial y, lamentablemente, no
muestran una vocación de unidad creíble, pero, quizás,
puedan aprender la lección de que fraccionados no son nada y que solo
la unión los hará una fuerza.
La ingeniería política puede ser la metodología que oriente.