En la foto: "No" al campo, pero "sí" a la droga...
Por Ricardo Díaz
Cuando no es Cristo el que rige la vida de una persona o de una Nación, pasa a regirla su eterno enemigo: el demonio. Sí, el demonio, muy poco nombrado por los hombres, incluyendo la gran mayoría de los sacerdotes -no todos, no hay que generalizar- los cuales cayeron en la trampa bien tendida por Satanás al hacerles creer que no existe, a pesar de que vemos en el Evangelio como Jesucristo lo nombra permanentemente.
Y Argentina, una Nación de origen, raíz y esencia Católica, es gobernada, sin embargo, por todo lo opuesto. Es gobernada por lo que la Iglesia denominó, primero, “pecado”, es decir el liberalismo, y luego “capitalismo salvaje”, llegando así, en la actualidad y en el caso nuestro, al “escándalo de la pobreza”.
Cuando uno hace estas afirmaciones debe documentarlas, porque sino te dicen que decís cualquier cosa -“cualquiera”, dicen los jóvenes- Te dicen: “esa es TU vedad”, y yo les preguntaría ¿qué es la verdad? -sin que por ello me comparen con Pilatos- y al ver que no me saben contestar les diría que la Verdad, con mayúsculas es Dios, Nuestro Señor, y con minúscula la verdad es aquello que coincide con la realidad. De manera que, si yo digo que está lloviendo mientras que hay un sol que resquebraja la tierra, no estoy diciendo la verdad; pero, si digo que llueve, y está lloviendo, entonces estoy diciendo la verdad y no me pueden decir: “esa es TU verdad”, ó esta otra: “todo es según el lente con que se mire”, y qué sé yo cuantas bolu…pavadas más.
Si yo digo que nos gobierna el Demonio, estoy diciendo algo que coincide con la realidad. Usted, señor lector, ¿se fijó en las últimas leyes que están saliendo sí o sí, ya que, si el Congreso las desaprueba, el gobierno veta dicha desaprobación y las saca igual, contra viento y marea porque si no se pierden algún negocio?.
Un gobierno que le dice SÍ a las drogas y NO al campo es un gobierno suicida, un gobierno que se tira al precipicio arrastrando con él a toda la sociedad, es, dicho en criollo, un gobierno demoníaco.
Pensemos que el narcotráfico para poder asentar sus bases en un país necesita tener una palanca, es decir, un funcionario del gobierno para poder “trabajar” tranquilos, sin que ninguna autoridad los moleste y hacer que se saquen los radares para que sus avioncitos puedan circular y aterrizar libremente en dicho país, y hacer que se borre del mapa la sección de gendarmería que se dedica a cuidar las fronteras logrando que sean llevadas a las ciudades para ocuparse de la delincuencia común. Bien, luego, pensemos que un funcionario del gobierno argentino promovió la despenalización de la droga. Bueno, ahora hagamos un poco de matemáticas, ¿se acuerdan de la secundaria? ¿Recuerdan el carácter transitivo?: si a = b y b = c entonces a = c, aquí a es Aníbal Fernández; b es la ley de despenalización de drogas y c son los narcotraficantes.
Por otra parte, cuando no es un estadista que piense en el bien común el que preside una nación, sino que son vulgares resentidos y caprichositos que actúan por revanchismo, sucede lo que esta sucediendo actualmente con el campo. Se sostiene caprichosamente una ley que lo perjudica y mucho. Se hace todo lo contrario del legado que nos dejó Manuel Belgrano en sus “Escritos Económicos” donde promociona, por sobre todas las cosas, al campo, como debe ser, como es lógico, o acaso lo que comemos todos, desde el matrimonio presidencial para abajo, ¿no proviene todo del campo?, obviamente que industrializadas y procesadas porque, por ejemplo, la leche que tomamos no es al pié de la vaca, nos llega pasteurizada, descremada, fortificada, etc., etc., pero en definitiva, la base es la leche -“la base está”, diría un conocido DT- sin embargo, tenemos un gobierno que legisla contra el campo por revanchismo, y no solamente en este tema, también lo hacen en el tema de los juicios a los militares, ó ¿usted cree que el enjuiciamiento a los militares -algunos por segunda vez a pesar de ser “cosa juzgada”- es por “justicia”? ¿No le huele a venganza de montoneros setentistas que perdieron la guerra militarmente pero que, en definitiva la ganaron políticamente llegando todos al gobierno actual?
Bueno, con el campo pasa lo mismo, actúan por revanchismo por lo que les pasó en aquella nefasta, para ellos, noche del voto “no positivo”, en la cual creían soberbiamente que ganaban la partida, pero resulta que le cantaron 33 de mano con flor y todo:
agricultor que plantó la soja,
maíz y trigo también plantó,
plantó el campo completo,
y en cada esquina una flor.
No es mi intención faltar el respeto al matrimonio presidencial. Lo que ocurre es que el respeto lo tenés que ganar, sobre todo cuando estás en el más alto cargo, y de ahí para abajo, incluyendo a los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia que -“a la vejez viruela”- se hacen los modernosos, los pendeviejos, los que están con lo jóvenes, y aprueban barbaridades como la despenalización de la droga, colaborando así para que tengamos una generación entera perdida en el alcohol, la droga y la delincuencia. Evidentemente supo hacer bien las cosas; ejerció bien la presión, la misma que a él le ejercieron los narcotraficantes: repasemos para recordar: si a = b y b= c entonces a = c .
Además ¿pueden unos vulgares ladrones: fondos de la Provincia de Santa Cruz; SKANSKA; ANSES; y un largo etc. más, alrededor de 50 etcéteras, merecer algún respeto por parte del hombre común que se gana el pan de cada día trabajando honradamente, honestamente?
Para mí, todo esto es demoníaco, lo que pasa que nos estamos acostumbrando, como nos estamos acostumbrando al problema de la inseguridad; hasta que no podamos salir más a la calle y tengamos que hacer todo desde nuestras casas, a través de Internet, que de hecho ya estamos en eso, porque se pagan los impuestos, se realizan compras y se trabaja y se realizan cursos a distancia desde el domicilio por Internet, todo por el progresivo aumento de la delincuencia juvenil y “maduril” de los argentinos como consecuencia del alcoholismo, la droga apoyada por la despenalización, y del robo seguido de violación y asesinato.
Creo yo que he documentado lo dicho al principio, que estamos gobernados por el Demonio. Estas leyes desastrosas lo prueban. Dios se apiade de nosotros y nos ilumine.