En la foto: El Demonio y Judas Iscariote
Por Emilio Nazar Kasbo
Numerosos grupos católicos
convocan a defender la Catedral de la ciudad de Buenos Aires, pero también en Chubut,
Rosario, La Plata y Mar del Plata, ante las agresiones que se producirán el día
17 de diciembre próximo.
La convocatoria es a pararse
frente a las Catedrales de dichas ciudades, impidiendo el paso de quienes
busquen la profanación de los Templos, mientras dure el intento de dañar y
profanar cada Catedral.
Por tal motivo, diversos grupos
han emitido el siguiente comunicado, que a continuación transcribimos:
Se convoca a TODOS LOS CATÓLICOS
COHERENTES a acudir en defensa de la Santa Iglesia. El día sábado 17 de
diciembre de 2011 desde las 9 de la mañana, un grupo de ateos bajo el nombre de
"Apostasia colectiva" planea ATACAR la Catedral Metropolitana en
horas de la mañana, con el fin de profanar el Templo.
ES NUESTRO DEBER acudir al
llamado de nuestra Madre Iglesia.
SE RUEGA MÁXIMA DIFUSIÓN
A su vez, el grupo “Apostasía
Colectiva en Argentina”, según informó en su propio comunicado, tiene la adhesión
de las siguientes organizaciones: “Asociación
Civil Ateos de Mar del Plata / HIJOS Mar Del Plata / Colectivo de Varones
Antipatriarcales / Argatea / CAEL – Coalición Argentina por un Estado Laico /
RIMA – Red Informativa de Mujeres Argentinas / Federación 7 Argentina GLBT /
Asoc. Madres de Plaza de Mayo”.
¿Qué harán?
El grupo afirma en su comunicado:
“Apostasía Colectiva en Argentina 17 de
Diciembre 2011 …realizaremos una presentación colectiva a la Iglesia Católica
donde le haremos llegar nuestras solicitudes de apostasía. Esta acción, que
tendrá lugar simultáneamente en Buenos Aires, Chubut, Rosario, La Plata y Mar
del Plata entre otras ciudades de la República Argentina y en varios países de
Latinoamérica, se lleva a cabo desde el año 2009, y desde entonces miles de
personas han decidido renunciar colectiva e individualmente a la iglesia
católica”.
Cabe destacar que en sí, la
apostasía es un acto de la inteligencia y voluntad humana desviada de Dios, que
se dirige a repudiarlo y a preferirse a sí misma o al mismo Lucifer, guiada por
el diabólico “non serviam”.
Así, pretenden fundar una
sociedad sin Dios, que será indefectiblemente contra el hombre.
Tal acto de repudio, mantenido
hasta el último momento de la vida (que nadie sabe cuándo será, y que vendrá
como un ladrón), condenará el alma del apóstata a una vida perdurable sin Dios,
que es Amor, es decir, vivirá por los Siglos de los Siglos sin Amor, y en la
perpetuo dolor por conocer que su situación será no sólo justa sino
misericordiosa por parte de Dios a quien en vida han repudiado.
La apostasía es un acto
intelectual y volitivo, no un papel o una declaración, y que depende de la
misma persona que la elige, afrontando sus consecuencias.
¿Qué pretenden?
Afirman además: “resistimos a todo discurso y operación de
dominación sobre nuestros cuerpos, nuestros pensares y sentires y nuestras
prácticas cotidianas de liberación, nos oponemos a su poder pastoral y el poder
simbólico de nuestro radical: ¡No en mi Nombre!”
Ni Dios ni la Iglesia Católica
obliga a las personas a salvar su alma, a vivir en Gracia de Dios, o a ganar la
Bienaventuranza.
Quienes redactaron el comunicado
de prensa, se declaran como un desierto a la Palabra de Dios, un terreno infértil
donde la semilla jamás podrá germinar, tal como San Juan Bautista se definía, se
convertía en una voz en el desierto, una voz a la que nadie oye. ¿Para quién
predicaba entonces? La respuesta es simple: para Dios, para ese Dios Persona,
que es el Amor Infinito, a Quien los apóstatas declaran no amar.
El eufemismo del “poder pastoral”
de la Iglesia Católica, se refiere específicamente a la Evangelización y la prédica
de la Tradición Católica. ¿Por qué no existen estos grupos entre los islámicos?
Es necesario aclarar que el apóstata del mahometanismo es condenado a muerte, y
cualquier persona lo puede ejecutar… ¿Acaso se quejan de eso?
Si no se sigue a Dios ¿a quién
hay que seguir? ¿A un apóstata que afirma con fuerza dogmática que Dios no
existe? Y si Dios no existe ¿hay que hacer lo que a uno le venga en gana? Si se
rechaza a Dios, que es la Vida fuente de la vida, sólo queda la muerte y la
cultura de la muerte.
La virtud de la humildad y de la
aceptación de la Palabra de Dios es llamada por ellos “operación de dominación”,
que se enfrentan a sus “prácticas cotidianas de liberación”.
¿Qué liberación practican los apóstatas?
¿Cómo piensan liberarse de la muerte y de sus consecuencias?
¿Qué es la apostasía colectiva?
Definen su orientación del
siguiente modo: “La apostasía colectiva es un acto de repudio público a la
manipulación ideológica y material de la Iglesia Católica en la vida ciudadana.
Es una forma de manifestar el desacuerdo con su política social, sexual y
económica dejando en claro que NO nos representa ni queremos que reciba, del
Presupuesto del Estado Nacional, subsidios ni privilegios en nuestro nombre.
Por ello, amparados en la ley de Habeas Data (Ley 25.326 de Protección
de Datos Personales de la República Argentina) exigimos la rectificación y/o
supresión de nuestros datos personales de sus registros, invocando el art. 18
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el art. 18 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que garantizan la libertad de
conciencia y de religión.”
Esto que expresan, implica
confundir el Sacramento con un registro del mismo, ya que el Sacramento no se
borra. La relación de una persona con Dios no se elimina borrando el nombre de
un papel, del mismo modo que la Historia en sus hechos concretos no se puede anular.
La Iglesia Católica sólo
manifiesta en su Magisterio cómo es el deber ser de la sociedad, conforme la
Doctrina Social de la Iglesia Católica, y defiende a los ciudadanos en su
condición de católicos. Los católicos somos ciudadanos, aunque ciertos grupúsculos
pretendan negarnos tal condición.
Pretenden que no hay pecado, y
por tanto no hay de qué confesarse, ni modo de solucionar las ofensas a Dios (a
quien niegan). Y si no hay pecado, los apóstatas se consideran los “perfectos”,
frente a los católicos en la Iglesia, que está formada por pecadores
arrepentidos. Los “perfectos” no van a la Iglesia, porque la Iglesia Católica
es para los que reconocen sus defectos, pecados e imperfecciones. Esos “perfectos”
son los que creen estar autorizados a arrojar “la primera piedra”.
El objetivo de este grupo es la
destrucción total de la Iglesia Católica. En ello, se constituyen como un grupo
injustamente discriminatorio por materia de la Fe religiosa. Nadie les impide
que se proclamen (o sean) agnósticos, apóstatas, degenerados, delincuentes, y
que llamen a quienes practican tales conductas como “personas de bien” y “de
honor”. Es todo una cuestión de conciencia. La Iglesia Católica señala el
camino para salvar el alma enseñado por Cristo mismo como Dios nacido hombre en
la Historia, pero no obliga a nadie a seguirlo.
¿Qué quieren?
En su comunicado consignan: “Exigimos y reclamamos: Derogación De Los
Concordatos Del Vaticano Con El Estado Argentino; Derogación De Las Leyes:
21.540, 21.950, 22.162, Decreto 1991/80, Sancionadas Durante La Ultima
Dictadura Militar, que otorgan sueldos y beneficios a Obispos y Arzobispos, asimilando
remuneraciones mensuales equivalentes al 80 % del salario de un Juez de Primera
Instancia: $ 14 Mil Pesos por mes. Derogación del Artículo 2 de la Constitución
Nacional. Retiro de Símbolos Religiosos de espacios y oficinas públicas. Exigimos
y reclamamos un Estado laico, separado de la Iglesia Católica”.
En definitiva, lo que buscan no
es un Estado “separado”, sino un Estado que persiga a la Iglesia, que destruya
todo vestigio público de la Fe que fundó la Patria.
Sólo los materialistas centrarían
su misión evangelizadora en el dinero.
Olvidan la confiscación de los
bienes de la Iglesia Católica efectuada por el primer Presidente de la
Argentina, Bernardino Rivadavia. Tal vez los apóstatas busquen reeditar tal
injusticia, de donde surgió la obligación de compensación del Estado por todos
los bienes usurpados sin indemnización.
Por otra parte, el art. 2 de la
Constitución Nacional es el único e incompleto artículo en que se menciona a
Dios, fuera del juramento obviable por los presidentes desde la reforma de
1994.
Odio es su motor. El odio los guía.
Tras abandonar a Dios, no tienen más remedio que atacar al ser humano hasta
justificar sus peores deformaciones espirituales.
En vez de seguir a Jesucristo, quieren seguir a Judas Iscariote en su traición.
Apóstatas: no se preocupen. Dios
les dará lo que Ustedes explícitamente están pidiendo, porque la Gracia es un
Don, y el rechazo de esa Gracia es pura responsabilidad de quien decide
rechazarla.