El Reino Unido anunció el día 27 de febrero de 2012 que
creará una de las mayores reservas marinas del mundo en torno a un grupo de
islas Malvinas, según informó un cable de la Agencia Reuters reproducido por el
Diario La Capital de Santa Fe.
La declaración de una reserva que
cubre más de un millón de kilómetros cuadrados de océano en torno a los territorios
de islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur pretende estar diseñada para
proteger al frágil medio ambiente en una zona donde abundan pingüinos, focas y
aves marinas.
Inglaterra carece de facultades
jurídicas soberanas sobre dichos territorios, y sólo basa su autoridad en un
hecho de fuerza, si bien es cierto que dicho país tiene gran influencia en los
organismos internacionales que gobiernan el mundo, pretendiendo justificar su
usurpación de las islas ahora con estas argucias y artimañas.
La medida aplica severas
restricciones a la pesca en la región,.
La creación de la reserva marina
fue anunciada por Nigel Haywood,
gobernador inglés de las Malvinas (que ellos llaman Falklands) como representante
de la Reina Isabel II en las Islas australes,
quien firmó la medida para convertirla en “ley”.
"La declaración de un área
marina protegida en torno a las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur
claramente demuestra que la efectiva dirección ambiental de Reino Unido de esta
única y remota parte del mundo", dijo el ministro de Asuntos Exteriores
británico, Henry Bellingham, en un
comunicado adjunto.
Londres se ha negado a abrir
negociaciones sobre la soberanía de las Islas Malvinas y el resto de las Islas
del Atlántico Sur con Argentina, a menos los 3.000 habitantes del territorio,
que son ciudadanos británicos, así lo quieran.
A su vez, el Reino Unido niega
haber militarizado la región, pero dice que defenderá fuertemente las islas si
fuese necesario. Mientras tanto, las compañías británicas perforan en busca de
crudo frente a las costas de las Malvinas.
Un invento más para pretender
ejercer derechos por parte de quienes carecen de ellos. Un usurpador no puede
dictar leyes sobre territorios que son ajenos. Pero los ingleses respaldan sus
decisiones con las armas y con organismos internacionales “de paz” que los
defienden.