El Indice de Precios al Consumidor (IPC-Costo de Vida) subió durante agosto 0,7 por ciento, impulsado por el alza en Atención Médica y gastos para la salud e Indumentaria, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El organismo dio cuenta además que los precios mayoristas avanzaron durante ese mes un 0,9 por ciento y el Costo de la Construcción, 2,0 por ciento. Con estas cifras, en lo que va del año, la inflación minorista alcanzó al 7,5 por ciento; los mayoristas 12,7 por ciento; y la construcción, 10,3 por ciento.
Sin embargo, en ámbitos gubernamentales seguramente olvidaron lo que es el valor de un billete y su capacidad de compra. Con un billete de $ 100, ya no se puede llenar un tanque de combustible, y con dos o tres compras muy básicas en un supermercado se llega fácilmente a la suma de $ 100, en tanto que no existen billetes de mayor valor en circulación en nuestro país.
En cuanto a los precios al público, para el gobierno el alza del 0,7 por ciento durante agosto estuvo impulsado por un incremento del 3,1 por ciento en la Atención Médica, debido al alza en las tarifas de la medicina prepaga, y en menor medida de los medicamentos. El otro sector que tuvo un incremento significativo fue el de Indumentaria, del 1,0 por ciento, por el alza registrada en los precios por el recambio de temporada.
En cuanto a los Alimentos y Bebidas, se anotó un alza del 1,2 por ciento en Verduras, Carnes, mientras que las Bebidas Alcohólicas aumentaron 2,7 por ciento. Otro rubro que también registró alzas fue el de Alquileres, con el 0,6 por ciento mensual, al igual que Textos escolares.
Resulta inverosímil el resultado que difunde el INDEC, ya que implicaría prácticamente una ausencia absoluta de inflación. La realidad, es que existe una inflación no declarada, que mantiene como en una clase media incluso a los desocupados. ¿Cuánto cuesta un desayuno gubernamental? ¿Cuántos desayunos alcanza a pagar un billete de $ 100? Y es que si pronto no aparecen los billetes de $ 200, ya no habrá cambio en circulación. Hay monedas muy nuevas de 5 centavos, que no alcanzan a comprar un caramelo.
En cuanto a los precios mayoristas, la suba del 0,9 por ciento de agosto, estuvo alentada por un alza del 1,0 en los Productos Nacionales, y 0,6 en los Manufacturados, mientras que la Energía y los Importados, se mantuvieron sin modificaciones. En este marco, el Petróleo y el Gas aumentaron en promedio el 3,5 por ciento, y sus refinados el 1,9 por ciento.Los productos Agropecuarios el 1,1 por ciento, mientras que sus derivados, 0,4 por ciento. En lo que va del año, los precios mayoristas acumulan un alza del 10,3 por ciento, con alza del 27,7 en Pesqueros; 9,5 en Petróleo y Gas; 15,1 por ciento en Agropecuario; 15,6 en Energía Eléctrica; y 7,7 por ciento en Productos Importados.
Por otra parte, las Empresas no efectúan actualizaciones en sus balances, ya que esto se encuentra prohibido. Los balances empresarios no tienen otra posibilidad más que reflejar cifras que no responden a la realidad económica, padeciendo graves perjuicios por la aplicación de los índices oficiales. Hay una desvalorización no contabilizada, constituyéndose en un problema al cual el Gobierno pretende permanecer ajeno.
En cuanto a los Costos de la Construcción, la suba del 2,0 por ciento se originó en un avance del 3,2 por ciento en los costos de la Mano de Obra, por las alzas de los sueldos por convenio, que se extendieron a los trabajadores no regularizados, junto con un aumento del 2,2 en Gastos Generales, y del 0,8 en Materiales. Desde comienzos de año, la suba en los salarios del sector promedió el 17,1 por ciento, mientras que los Gastos Generales avanzaron 13,2 y materiales subieron el 8,0 por ciento.
¿Cuántos planes sociales entran en la compra de calzado presidencial? ¿Sabe la Presidente cuántos billetes de $ 100 hacen falta para comprar un par de sus zapatos? Tal vez explicando las cosas de esta manera, alguien podrá comprender que existe una inflación que se está comiendo todo lo que se distribuye en planes sociales, que no alcanzan para la subsistencia de los más necesitados. Estamos presenciando como espectadores un verdadero genocidio económico en el país que puede ofrecer alimentos a más de 300 millones de personas, y que no es capaz de alimentar a 30 millones.