Por el Dr. Cosme Beccar Varela
Buenos Aires, 31 de Agosto del año 2011 - 1057
La construcción de un poder tiránico puede hacerse por una insurrección armada acompañada de diversas maniobras publicitarias para adormecer las reacciones de la opinión pública y por una represión feroz, o sea, el "paredón", como en Cuba, o por medio de una serie de comicios fraudulentos al cabo de los cuales se crea la "sensación" de que aquel poder creciente tiene una base democrática, que es el pueblo el que lo exige con su voto y que no hay posibilidad ninguna de resistir ese poder so pena de ser acusado de "enemigo de la democracia" y contra esa peligrosa alimaña se descarga finalmente, si persiste en su inopinada resistencia, la represión violenta selectiva. Las víctimas de esa represión son aisladas de la opinión general que ya ha sido domesticada para aceptar la "legitimidad democrática" de la tiranía. Así lo hizo Hitler, entre otros.
Este último es el método que se está aplicando en este país al que me niego a designar como "Argentina".
El proceso empezó hace muchos años, pero, "brevitatis causa", podemos empezar a analizarlo desde la usurpación de la presidencia por Kirchner en Mayo del 2003, habilitado por Duhalde y por la deserción de Menem y Lopez Murphy en la segunda vuelta electoral a pesar de que Kirchner había recibido sólo el 17,8% de los votos del padrón.
Esa primera audacia política fue continuada por una serie de agresiones supuestamente basadas en la Constitución (reforma del 94) hasta que el usurpador resolvió, en el 2007, pasarle la banda presidencial a su mujer en un insólito acto de "nepotismo" que nadie discutió.
Ese silencio cómplice de la "oposición" más el escandaloso fraude electoral del 2007 permitieron que la usurpación continuara en cabeza de esa mujer.
Entretanto continuó la demolición de las Instituciones y los atropellos al Derecho, entre ellos, el secuestro de más de mil doscientos militares, policías y civiles, 144 de los cuales murieron víctimas de sendos homicidios cometidos por el régimen.
La corrupción más descarada permitió a los usurpadores enriquecerse y reunir fondos para sobornar a grandes sectores de la población. A los muy pobres, mediante diversos pagos "sociales"; a la clase media, con un derrame de prebendas que permitió a muchos de sus integrantes darse una buena vida; a los empresarios subsidiando el consumo para incremento de sus ventas o contratando con ellos obras y servicios para el Estado y a la izquierda, mostrando que la ideología que inspira a los tiranos está inspirada en el marxismo. Al resto de la población la somete comprando a la "oposición" y creando la impresión de que este sistema es irresistible por lo cual más vale agachar la cabeza y aceptar lo inevitable que arriesgarse a una resistencia inútil.
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Los cerebros que dirigen la construcción de esta tiranía inventaron recientemente el sistema de unas extrañas "primarias" cuya razón debería haber sido elegir un candidato de cada partido cuando hay varios pretendientes, pero en este caso, en que no había más que uno, obviamente no tenía esa intención sino otra muy distinta que recién ahora se está viendo.
Para hacer más verosímil la "buena intención" del proyecto, primero hubo elecciones locales en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba en las cuales se permitió "ganar" a candidatos supuestamente "no-kirchneristas". Eso incitó a los politicólogos a elaborar teorías sobre el final político de la Sra. Kirchner. Hubo inclusive un conocido articulista de derecha que sostuvo que ni se presentaría a las elecciones de Octubre.
Era la "carnada" para que creyeran que el resultado del 14 de Agosto sería catastrófico para el oficialismo. Muchos pensaron que habiendo sido “honestos” al reconocer su derrota en esas tres jurisdicciones, ¿por qué no habría de creérseles cuando comunicaran la mentira del 14 de Agosto?
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Nunca sabremos el resultado exacto de las "primarias" de ese día porque el que comunicó el gobierno y la prensa el 15 de Agosto y días subsiguientes, como ya dije en el nro. 1056 de este periódico, es falso de toda falsedad.
Como remedo de la verdad, se acumulan los intentos de imponer el fraude haciéndolo pasar como inexistente y el triunfo de la Sra. Kirchner como “aplastante”.
El mismísimo Presidente de la Corte Suprema, Lorenzetti, dijo: "Si hay errores en el escrutinio, se los tiene que corregir, pero no hay que magnificarlos porque el resultado no está en cuestión" ("La Nación", 27/8/2011, pag. 1).
Este señor, adulón del régimen y juez injusto por antonomasia, no ha tenido inconveniente en avalar públicamente el fraude gigantesco del 14 de Agosto. Con eso, ha prejuzgado porque si algún opositor hubiera tenido la decencia de impugnar como nulos los comicios de esa fecha, el asunto hubiera terminado en última apelación ante la Corte Suprema y su titular ya ha hecho saber cual será su voto: no hubo fraude. Eso se llama “prejuzgar”.
La Comisión de la Cámara de Diputados que fue a La Plata a ver al Juez Blanco (uno de los más serviciales magistrados con que cuenta la "dirigencia") para quejarse de la falsificación de innumerables actas de las mesas de votación, pero se fue sin dejar ningún escrito tachando de nulidad el comicio, como era obligatorio que lo hicieran, sobre todo cuando el mismo Juez Blanco dijo que "hubo muchas equivocaciones horrorosas" ("La Nación", 27/8/2011, pags. 1 y 14).
El inefable Pinedo, uno de los integrantes de esa Comisión, tuvo la desfachatez de comentar: "Directamente van a dar por buenas todas las actas, sin revisar ninguna porque no hay tiempo" ("La Nación", 28/8/2011, pag. 11). ¿Para qué fue electo diputado y para qué fue a La Plata si acepta sin pestañear semejante tropelía? Por más cara de prócer que ponga, Pinedo es un muñeco del sistema.
Macri, dio por bueno el resultado y declaró que "las matemáticas son crueles" y que la Sra. Kirchner insinuando que ya se la puede dar por ganadora en Octubre ("La Nación", 30/8/2011, pag. 1).
Duhalde, por su parte, declaró que no alegaría el fraude y que pasaba a otra cosa ("La Nación", 31/8/2011, pag. 15). Ese es el "paladín" en que confiaban los "derechistas" y en especial los que defienden a los secuestrados políticos. Un traidor conocido y confeso en el que esos incautos (para decir lo menos) tuvieron la insania de creer.
Morales Solá, el "politicólogo" estrella de "La Nación", bate el mismo parche y titula su artículo del 29/8/2011 así: "Mucho más errores que fraude electoral" (pags 1 y 5 de ese día). O sea, unas pequeñas "picardías" (como dijo la Servini de Cubría) pero jamás un fraude gigantesco como el que realmente se cometió.
"La Nación", supuesta opositora del gobierno subtituló su editorial del 31/8/2011 así: "Aún cuando el resultado de las primarias sea indiscutible, las irregularidades advertidas imponen profundas reformas" (pag. 14). Otra vez la machacona insistencia en convalidar el fraude del 14 de Agosto.
El Ministro del Interior, un petimetre inescrupuloso que se ha hecho rico en el gobierno (como la propia Sra. de Kirchner y muchos otros) dio ayer una conferencia de prensa para subir las apuestas denunciando las tímidas acusaciones de fraude de algunos diarios y políticos como "una actitud claramente atentatoria contra la calidad institucional, que atenta contra la democracia y contra la transparencia del sistema electoral" ("La Nación"!, 31/8/2011).
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Sin embargo, ninguno de ellos, ni la prensa, ni los políticos, ha dicho NI UNA PALABRA sobre el verdadero fraude, el electrónico, al que me referiré más adelante.
Ayer, la Cámara Electoral aprobó el "escrutinio definitivo" del 14 de Agosto. Esa Cámara está integrada por individuos totalmente al servicio de la dominación monopólica de la "dirigencia", como lo he podido comprobar personalmente al intentar en el 2002 crear un partido por fuera de ese monopolio. Ese "escrutinio definitivo" inclusive aumentó los votos de la Sra. Kirchner, le dio unas décimas más a Alfonsín (alias "el tontito") sobre Duhalde (alias "el inescrupuloso") y confirmó el "milagro" del marxista-leninista Altamira.
Ocurre que ese "escrutinio definitivo" no es otra cosa que la convalidación del fraude electrónico y no una confirmación resultante del recuento físico de los votos. "El escrutinio definitivo -dice "La Nación" del 31/8/2011 pag. 7)- lo realiza la Cámara Nacional Electoral sobre la base de las actas del escrutinio que firman los presidentes de mesa y los fiscales. Las actas se adjuntan a las urnas y cada juez federal electoral (N: todos al servicio de la tiranía) suma las actas e informa a la Cámara Electoral que formaliza el escrutinio definitivo." ("La Nación", 31/8/2011, pag. 7).
O sea, no hay recuento físico de los votos ni verificación de las actas supuestamente firmadas por los presidentes de mesa siendo que NADIE conoce la autenticidad de esas firmas que puede escribir cualquiera en cualquier acta. No existe un “Registro de Firmas de Presidentes de Mesa”…
Ahora bien, esas actas de cada mesa llegaron al Ministerio del Interior el 15 de Agosto y quedaron en sus manos durante todos estos días. Las numerosas irregularidades denunciadas en esas actas, no son lo más importante, sino la forma en que fueron procesadas por el Ministerio del Interior, es decir, por el Director Nacional Electoral, Alejandro Tullio, socio de Zaffaroni y de Grossman (el ex terrorista prohijado por Zaffaroni) y del titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), Gabriel Mariotto, usando los servicios de la fraudulenta empresa de computación INDRA. Esta empresa ya ha sido acusada de varios fraudes en Venezuela, Ecuador y Costa Rica (ver artículo de Carlos Tórtora en "El Informador Público" del 27/8/2011).
Siendo como son más de 85.000 actas, es obvio que la Cámara Electoral recurrió a los servicios de computación del Ministerio del Interior para la suma de los resultados. Y éste, o sea, Tullio y Mariotto con el “auxilio” de INDRA sumaron los votos (y hasta puede ser que rehicieran las actas si hubiera sido necesario ya que, como dije, la Cámara Electoral no conoce ni puede conocer las firmas de los presidentes de mesa).
Pues bien, es sabido que el fraude electrónico, como lo demostró el Profesor Tulio Alvarez en Venezuela (ver su informe en la sección "Documentos" de este periódico) y surge del dictamen del experto que contraté en 1987 y que mencioné en le nro. 1056 de LBM, puede ser preparado y ejecutado por una sola persona. Basta con preparar un programa ("software") que reciba los datos que introducen los tipistas que copian las actas y cualesquiera sean los números, el programa arroje un resultado predeterminado. En este caso, 50,24% par la Sra Kirchner y 12,20% para Alfonsin y 12, 12 para Duhalde. El mismo está preparado para autodestruirse una vez terminada la tarea de manera que nadie puede descubrir cual ha sido la verdad ni cómo se ha llegado al resultado falso.
El Ministerio del Interior puede tener 200 o más tipistas copiando las 85.000 actas y ninguno de ellos sabe qué ocurre con los datos que introdujo en el cerebro electrónico central, de manera que no es necesaria la complicidad de ellos para que el sistema fraudulento funcione.
Esto es lo que hizo y hace Chavez en Venezuela. Y es más fácil aún de hacer si se usa el "voto electrónico" que muchos ingenuamente piden.
Con este sistema el proceso de montaje de la tiranía con base supuestamente "democrática" es inexorable. JAMÁS se podrá derrotar al tirano que dispone de los cómputos, de la plata, de los servicios de compañías como INDRA y de los sicarios que lo secundan.
Si por otra parte, la tiranía ha logrado destruir las FFAA, montar fuerzas armadas irregulares para prevenir cualquier sobresalto y sobornar o amedrentar a los "opositores", lo más probable es que se quede en el poder indefinidamente y llegado el caso, que use la violencia para silenciar a las personas de bien que se atrevan a resistir.
¿Cómo se evita este destino trágico? Dándose cuenta de cual es la realidad, del peligro en que estamos y organizándose para resistir, con dirigentes auténticos, justos y valientes.
Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com