Por Emilio Nazar
¿Qué se enseña en los seminarios? ¿Quién ordena a sacerdotes que no tienen Fe, para que lleguen a Obispos algún día y cuelguen los hábitos que jamás usaron? La visión cortoplacista de tener más sacerdotes arruina a largo plazo a la Iglesia con personas que viven haciendo daño mientras forman parte de la Jerarquía eclesial, hasta que un día no pueden ocultar más lo que piensan o lo que hacen y salen a decirlo públicamente. Así sucedió con el cura Nicolás Alessio de la ciudad de Córdoba en Argentina, el cual particularmente fue y es un militante homosexual.
LAMENTABLE RUBIN
Lamentable es la supuesta “objetividad” de Sergio Rubín publicada en la web del Diario Clarín del 7 de marzo de 2011. La nota no es objetiva, sino crítica de la Iglesia, pretendiendo convertir lo inopinable en “opinable” la infalibilidad del Papa en infalibilidad relativa, y hasta tiene un velado elogio a su pertinaz conducta afirmando que “se mantuvo en sus trece”, como afirmando que “unos piensan esto, y otros aquello y no se ponen de acuerdo”.
Eso no es la Iglesia Católica, Rubín describe otra Iglesia. Además, se hace eco como si fuese un “argumento”, afirmando que en la Iglesia Católica hay pecadores, como si eso justificara su propio pecado.
Rubin pertence a la Iglesia de la “opinología”, donde todo es opinable y se arregla por consenso o por un “toma y daca”. Rubín tiene una visión materialista y herética de la Iglesia, disfrazada de una falsa objetividad. No incluye lo opinable en el ámbito de la libertad, sino en el ámbito de la obediencia a la Tradición, y en ello no hace más que deformar la Iglesia y su Misión encomendada por Jesucristo. Rubín es un modernista declarado, por algo escribe en un medio de tanta difusión, ya que si tuviera un mínimo de ortodoxia seguramente no tendría esa oportunidad.
Si en la Iglesia Católica se disiente con el Magisterio y con el Dogma, con la Tradición y con lo que el Evangelio enseña, reinterpretándolo de modo que se pretende afirmar todo lo contrario de lo que dice, entonces no se es católico sino protestante, seguidor de Martín Lutero, que ya inventó todo eso en su tiempo.
ALESSIO: EL CURA HOMOSEXUAL
Nicolás Alessio desde principios de 2010 que figura como asesor del diputado nacional Luis Juez, el cual votó en favor del matrimonio homosexual.
Los homosexuales, hoy, van por la ley de adopción, y seguramente Alessio y Juez estarán en primera plana.
A Alessio se le realizó un juicio canónico en cuya sentencia, el Tribunal Interdiocesano de Córdoba le impide ejercer el sacerdocio y debe dejar la casa parroquial, sancionándolo con una suspensión “ad divinis”. Según informó Clarín, “El presbítero José Nicolás Alessio ha cometido rechazo pertinaz de la doctrina descrita (…) al sacramento del matrimonio y desobediencia al Ordinario (…). Ha divulgado por escrito y de palabra por los medios de comunicación en contra del magisterio eclesiástico. (…) Se le prohibe ejercer en público la potestad sagrada, es decir: celebrar la Santísima Eucaristía , oír confesiones, celebrar los demás sacramentos (…) y residir en la casa parroquial San Cayetano del barrio Altamira”.
CURA HEREJE CON HIJOS CASADO CON LA EX-MANCEBA
Adrián Vitali es un sacerdote modernista progresista que obtuvo la reducción al estado laical, y que ahora se casó con quien seguramente fue su manceba, afirmó en declaraciones al Diario Clarín que “El padre ‘Pato’ tenía razón: es mas grave violar la fe que a una hija diez mil veces. Parece que este es el criterio para la Iglesia”, en referencia al sacerdote mendocino que interrumpió un festival en Malargüe mientras se ejecutaba públicamente una burla a la castidad y a la Fe. Y efectivamente, si Dios es el Creador del Universo y quien nos ama infinitamente, ofenderlo ha de ser mucho más grave que cualquier delito que se pueda cometer en este mundo contra una de sus creaturas, en lo cual también se ofende a Dios, ya que mal puede amar a Dios quien comete una violación.
Vitali no es más que un hereje que vive en Río Tercero, en la Provincia de Córdoba, quien hace poco más de un mes, obtuvo la autorización del Vaticano para casarse con su mujer, tiene dos hijos y un pasado como sacerdote. Vitali además es amigo de Nicolás Alessio, el cura de 53 años el año pasado se manifestó “arrepentido” de pertenecer a la Iglesia Católica, mientras seguía oficiando Misa (que seguramente no era Misa por la carencia de requisitos esenciales en el oficiante, ya que debe ser hecha en unión con la Tradición de la Iglesia a la cual Alessio explícitamente repudiaba). Además, Alessio apoyó la sanción de la Ley del matrimonio homosexual y fue echado de la Iglesia por la curia cordobesa.
“Esta misma Iglesia aún no inició -por el momento- un juicio eclesiástico contra Julio Grassi”, recuerda Vitali, irónico, en charla con Clarín. El hombre explica que el Código de Derecho Canónico es contundente al tipificar los delitos que se refieren a abusos sexuales cometidos por un sacerdote. Se especifica que “el clérigo que cometa un delito contra el sexto mandamiento del Decálogo, cuando éste haya sido sometido con violencias o amenazas, o públicamente o con un menor que no haya cumplido 16 años de edad, debe ser castigado con penas justas, sin excluir la expulsión del estado clerical cuando el caso lo requiera”. Cabe destacar que la causa del Padre Grassi posee graves irregularidades, según ha trascendido, además de que goza de una repercusión mediática inusitada, pretendiendo enlodar a toda la Iglesia Católica con su caso.
¿ALESSIO O EL PADRE “PATO”?
El ex sacerdote Vitali también dice que “aún no se avanzó en un juicio eclesiástico al ex capellán policial Christian Von Wernich, condenado en 2007 a prisión perpetua”, quien en realidad fue condenado por haber ostentado el cargo de Capellán de Policía. “Tampoco se tomaron medidas eclesiásticas con el arzobispo emérito Edgardo Storni, que debió renunciar en el 2002 a su cargo tras ser condenado por abuso sexual a seminaristas en el 2009”, explica.
Según informa Clarín, Vitali dice que “el tribunal eclesiástico le impuso el castigo a Nicolás Alessio por haber echo pública su posición en contra del magisterio eclesiástico, pero también el padre ‘Pato’ hizo pública sus declaraciones heréticas sobre la fe y mostró abuso de la potestad eclesiástica al subir a un escenario para interrumpir un espectáculo”. Resulta que un espectáculo en que se burlan de la castidad y de la Iglesia Católica es un Magisterio Infalible que es violado bajo el penado delito de “interrumpir un espectáculo” agravado por la circunstancia de “subir a un escenario” para poner fin a una blasfemia del modo más respetuoso posible.
Asimismo, el mismo medio transcribe declaraciones del cura sancionado: “Yo integro el grupo de sacerdotes tercermundistas “Enrique Angelelli”. Somos unos sesenta, entre sacerdotes en ejercicio con opción por los pobres, y sacerdotes casados. Creemos que otra Iglesia es posible… Lo que más nos preocupa ahora, es que el arzobispo Carlos Ñáñez quiere arrasar con nosotros. En mayo reemplazará al padre Víctor Acha en la parroquia La Cripta , donde nos reunimos –y en la que antes ofició el también cura rebelde Guillermo Mariani, quien publicó un libro de memorias en el que confesaba haber tenido relaciones amorosas–. Quieren barrer con nosotros y la iglesia que nosotros representamos. Poner allí a un sacerdote de la línea oficial. Silenciar a los que opinamos diferente”, concluyó Alessio.
Mariani dijo en una entrevista radial, que el “silencio que oculta” (la Iglesia) ha sido siempre “promovido” por la jerarquía, ya que es una “forma de mantener el prestigio, que es en definitiva "lo más importante para la Iglesia”. Al referirse a las pocas sanciones para curas pederastas, el padre dijo que en la Iglesia “no importa que las cosas que hagan, sino que no se conozcan” y que por eso nunca sancionan a curas abusadores. Cabe destacar que Mariani incluso manifestó en su primer libro situaciones homosexuales vividas por él cuando estuvo en el seminario…
Sorprende que gente tan “populachera” vaya contra el popular dicho “vox populi vox Dei”, pues si así fuese debieran darse cuenta de sus propios errores en base a las reprensiones y aprobaciones del pueblo, que no siempre comunican con la verdad. ¿Pero no era que hay que escuchar la voz del pueblo? El hereje Vitali concluye: “El padre Pato y Alessio hicieron públicas sus declaraciones, a uno lo sancionan y al otro lo aplauden: es evidente que en esta iglesia disentir es pecado”. Ahora que si el Padre Pato es aplaudido, y Alessio abucheado… por algo será.
