Los cacerolazos se escucharon en el hotel donde se hospedó la Presidente en Nueva York. Los manifestantes, residentes argentinos en EE.UU, protestaron con carteles en la mano contra la corrupción y la inseguridad; con las cacerolas hicieron sentir su enojo por las políticas que lleva adelante el Gobierno.
Los manifestantes se reunieron el 25 de septiembre por la tarde en Columbus Circle, a metros del hotel Mandarín Oriental donde se encuentra alojada Cristina Fernández Wilhelm.
Al grito de “ladrona”, los manifestantes acusaron al gobierno argentino de corrupto, mientras además se hizo sentir un cacerolazo donde Cristina Wilhelm estuvo presente en Estados Unidos.
"No a la reforma de la Constitución y a la reelección", "Kirchner you ruined Argentina" (Kirchner arruinaste la Argentina), "Freddom to speeche" (Libertad de expresión), "Cristina corrupta" y "Korrupción para todos y todas - La Cámpora" fueron algunos de los carteles que portaban los manifestantes, de acuerdo con los videos que circularon en Internet. Los manifestantes portaban también carteles con las leyendas "Cristina corrupta", "Queremos preguntar: Dé una conferencia de prensa", "No queremos otra Venezuela" y "Basta de inseguridad", entre otras.
También fue realizado un "escrache" contra el juez Norberto Oyarbide en la puerta de su casa en Recoleta, donde un grupo de personas se manifiesta con carteles para repudiar al juez federal.
El gobierno “revolucionario” argentino ha incentivado todo tipo de acción contestataria. Tomas en los colegios, presos en las calles y todo tipo de acción subversiva. Su ideología hoy se vuelve contra el mismo gobierno que lo ha fomentado.
El grito de la izquierda “a donde vayan los iremos a buscar”, parece empezar a retumbar en los oídos de la Presidente. Tras huir en dos oportunidades de manifestaciones antigubernamentales, la primera fue durante la marcha de Hugo Moyano cuando ella se fue a San Luis, y otra el cacerolazo del 13 de septiembre pasado cuando se “refugió” en la Provincia de San Juan, aunque en este último caso hasta hubo manifestaciones de repudio allí mismo donde ella estaba.
Ahora, el cacerolazo se internacionalizó. Los residentes en el extranjero, están movilizándose para repudiar a quien cree ser una “faraona” pero que no deja obras a su paso, sino sólo hambre y miseria espiritual, moral, intelectual, política y económica.
Y mientras tanto, sigue resonando el grito de izquierda que el Gobierno mismo ha fomentado, y que se les ha vuelto en contra, como siempre sucede entre los izquierdistas, que se traicionan todos entre sí: “A donde vayan los iremos a buscar”…