Por Emilio Nazar Kasbo
Entre comentarios con amistades y lecturas sobre deconstruccionismo de John D. Caputo, Jacques Derrida y Jean Luc Nancy, provocadores de los hombres de bien y del sentido común si los hay, se me ocurrió intentar la escritura de lo más provocativo que hoy se podría escribir.
POLÍTICAMENTE INCORRECTO
Hay degradados que promueven todo lo que es "políticamente incorrecto", como podrá ver desde el principio hasta el final de la nota. Lo que haremos es lo "políticamente incorrecto" del mundo, de todo aquello que hoy se aplaude en las burbujas mediáticas, partidocráticas, de ideólogos e incluso de herejes infiltrados en la Iglesia Católica.
¿Qué podría ser lo más provocativo? Claro, provocativo es sinónimo hoy de discriminador. Los citados son discriminadores de la Verdad, del Bien y de la Belleza. Pero ¿es posible la provocación de aquello que discriminan, siendo que su mismo ser es la identidad de la propia provocación?
Esto es lo que me propongo, pues, en este artículo. Como referí en la conversación, la mencionada al inicio del presente artículo, ya nada hay que asombre, nada hay que escandalice. Se puede escribir la ridiculez más grande, divulgar por TV la mentira más explícita, decir por radio la más grande degeneración, que nadie se inmutará. Así que trataré de pensar qué es lo más provocativo que se puede decir, aunque prácticamente nadie leerá esto que escribo, no tendrá efecto alguno, y ninguno se verá sorprendido... porque la capacidad de asombro ya se ha extinguido.
PROVOCACIÓN
Parte de la provocación de este artículo, parte en primer lugar de las excepciones que en cada área se realizan, ya que de ningún modo hago referencia al héroe, al sabio o al santo, excluídos automáticamente del texto que más abajo se detalla. La Patria a ellos debe su subsistencia, y en ellos vive, aunque exiliada del sinsentido público actual.
Cada una de las situaciones tienen nombre y apellido, que podrán aplicarse a cualquier tiempo histórico en general, aunque en ciertas épocas (como la Edad Media) los casos serán más que microscópicos. No hace falta que pongamos nombre y apellido a cada situación, ya que el lector sabrá muy bien de qué se habla.
Vayamos por partes, entonces, para decir las mayores provocaciones (aclaro que en esto no hay delito alguno, ni se propone la comisión de ningún delito, sino que se trata de un ejercicio intelectual en orden a lo ya comentado). Muy por el contrario, si puede interpretarse algo, es el llamado al Orden verdadero, el cual jamás puede ser considerado delictivo. Iremos de lo más material a lo más espiritual, para ver hasta dónde puede llegar la elucubración.
En un mundo de infelices, la Felicidad católica en medio de la Bienaventuranza es la mayor provocación. Los engendros mutantes que pululan por el orbe y que se alimentan del odio, no lo soportan. No hay más salida: o la conversión, o seguir pudriéndose en la angustia existencial nihilista que adelantará el infierno a cada instante en que dure su vida en este mundo.
EL DESORDEN ECONÓMICO
Los guachos que nos gobiernan nos están saqueando. Y son unos guachos, porque no tienen ni padre ni madre a quien insultar, que hasta incluso tal vez estén en presencia de Dios. Guachos porque abusando del poder se han enriquecido, llenándose la boca de invocaciones "al pueblo", mientras se dan la gran vida de "bacanes". Guachos porque han permitido y alentado el crecimiento de "villas miseria", que pueden verse desde los edificios de los barrios más caros de Capital Federal, separados por pocos metros, porque las "villas miseria" no son sitios transitorios de una emergencia que pronto se soluciona, sino que se han convertido en sitios habitacionales que ahora pretenden "regular" ediliciamente, porque quienes allí viven no tienen un lugar digno donde ir, ni un trabajo digno que se lo permita.
La asociación ilícita que se enriquece a costa del pueblo, tiene su cabeza materialista en el grupo sionista que nos gobierna, cuyo fin no es procurar el Bien Común sino satisfacer la avaricia y todo vicio que ella pueda comprar. Un grupo que desarrolla tales actividades porque su única visión es materialista, guiados por el ansia acumulativa de dinero, de poseer, de tener... a costa de ser adoradores del Becerro de Oro.
Todo lo miden, y en base a tal medida a todo le ponen precio. Precio arbitrario, precio que no es justo, salario que no es justo, impuestos que no son justos, sino que quedan librados al libre antojo de las necesidades de sentir su mayor enriquecimiento material. Hasta las obras de arte las valoran por su precio en dinero, sobrevalorando particularmente las bazofias dignas de destrucción por asquerosas y repugnantes. Encima a eso lo llaman "ley de la oferta y la demanda".
Capitalistas liberales ciegos de avaricia a costa de la injusticia social, zurdos degradados enriquecidos en base a ilícitos gubernamentales, ambos compartiendo las más altas esferas del gobierno, buscando la simple acumulación de cifras cada vez mayores en sus cuentas bancarias. Materialistas que hasta construyen un gran mausoleo para un expresidente recientemente difunto, a cuyo ingreso seguramente pondrán una boletería para cobrar entrada para ver el cajón del muerto, en cuyas condiciones de muerte nadie en su sano juicio y que tenga un mínimo Amor a Dios querría estar. Esa es la honra que rinden a sus propios difuntos.
Materialistas de porquería, cuya vida angustiosa consideran de un valor inferior a la de un gusano, y que se les irá tan pronto como pretender acumular agua en un puño. Sí, materialistas que no creen en la resurrección de la carne, y que no creen en nada más que en su cuenta bancaria, para la cual viven. Materialistas que venden su alma al demonio para lograr fines materialistas, olvidando que están vendiendo lo más importante que tienen a cambio de un plato de lentejas, como lo hizo Esaú ante Jacob. Materialistas que rechazan la Esperanza de Cristo, que es el Verbo Encarnado, Dios que nace como hombre de la Virgen María, para abandonarse a la angustia existencial del nihilismo hedonista. Materialistas cuya vida no tiene sentido alguno, y que adelantan el infierno en esta vida.
Hambre y miseria en el pueblo, víctima de la inflación mentida y de la recesión manifiesta, beneficiarios de un extorsivo plan social que los convierte en "ocupados" para las estadísticas. Porque todo es una cifra para el Gobierno, y la difusión de un incremento de algún dato en el 0,01% es exhibido como un logro gubernamental exitoso, sin darse cuenta que detrás de cada cifra hay un rostro humano angustiado por la situación personal, social, económico y psicológico en que ha sido puesto.
Sí, una raza de víboras domina el mundo "antieconómico" de las finanzas internacionales, pretendiendo de ese modo condicionar las almas para su condenación. Y Jesucristo es el único antídoto.
LA BOSTA CULTURAL
Si nada vale su vida, y si su vida es más indigna y angustiosa que la de un asqueroso gusano rastrero, su deformada inteligencia no tiene más remedio que ser del mismo tenor: repugnante.
Si hay algo digno de ser destruido, es toda la bazofia pútrida a la que hoy se llama "cultura".
Se mire por donde se mire, por los cuatro costados todo lo que se llama "cultura" derrama sangre y grasa. Sí, la sangre de la violencia y la grasa de la lujuriosa carne sabrosa a la vista pero pútrida al paladar.
Y la imposición de esa bosta se realiza desde el uso de electrodomésticos que se venden por los más variados precios. Electrodomésticos transmisores de imágenes y sonidos que insertan en los hogares las peores conversaciones y disparates irracionales de la mano del degeneramiento públicamente aceptado porque no existe otro remedio para quien no se decide a abandonar el uso de los elementos electrónicos susodichos.
Y no hay nada más antiestético que eso que llaman "cultura", puesto que no eleva el alma sino que la hunde en los peores abismos de lo espantoso. Efectivamente, esa "cultura" sólo puede ser apreciada por personas cuya mente no puede saborear como exquisito al paladar más que el alimento de los sábalos: la caca es lo más bello que pueden deglutir en su asquerosa gula.
No hay degeneramiento que no sepa "apreciar" como de relevancia vital para la subsistencia intelectual y su tradición a futuras generaciones de descerebrados intelectuales, pertenecientes a un mundo surrealista de lo inaudible, lo repelente a la vista, y lo vomitivo a los restantes sentidos de quienes aun los hayan podido conservar.
Caricaturas de seres humanos se erigen como "hacedores de la cultura" cual muertos andantes por el mundo como protagonistas de una triste historia de espeluznante final. La caca es su mejor definición, por la cual son capaces de abonar enormes sumas de dinero que a varias familias podrían alimentar. Su cultura es la degenerada "merda d'artista".
LA POLÍTICA ANTINATURAL
La premisa básica, es que "la democracia no existe". La democracia es un invento de un mesianismo político temporal de un bienestar general materialista que jamás llegará. No es posible señalar en la actualidad un gobierno que responda plenamente a la definición de democracia, más que como el corrupto gobierno definido por Aristóteles como deformación de la Politeia. Lo que existe, en realidad, es una dictadura electiva periódicamente, al amparo de una partidocracia que echa la culpa de los malos gobernantes al pueblo que los vota sin tener opción alguna en las listas, porque el mismo sistema está armado para repeler a los que verdaderamente puedan llegar a procurar el Bien Común.
Viviendo en la cloaca pestilente del basural descripto, surgen como adalides de la corrupción, del enriquecimiento ilícito, de la malversación de caudales públicos, de la asociación ilícita, del botín de guerra que es el poder, de la impunidad desde el gobierno, de la componenda desde la oposición, desde el beneficio del enroque de puestos, del tráfico de influencias, y de toda tropelía que pueda imaginarse.
Porque como los materialistas ciegos y sordos no ven más que materia, incluso entre sus gobernados, no tienen más remedio que aprovecharse de tal materia para sus propios fines, dominando a un pueblo hasta la sumisión absoluta en grado humillante y ultrajante.
Y el pueblo, que aun pretende cierta reverencia a los gobernantes por el mínimo reflejo que tienen de la Autoridad de Dios, los sigue obedientes y los acompaña. No sólo al oficialismo, sino también a la oposición.
Todos se llenan la boca de honradez, de honestidad, de obras, de beneficencia, de solidaridad, de igualitarismo y de cuanta idiotez se les ocurra mencionar desde su hipocresía, cuando lo único que espera el oficialismo es su reelección, y la oposición la sucesión del oficialismo; y ambos, para enriquecerse desde puestos gubernamentales como un método veloz de "construir meteóricamente una fortuna gigantesca".
Política de putos para los putos, de tortilleras y de invertidos, de feministas que no se miran al espejo porque acaban viendo a un varón al que pretenden rechazar con todo su odio, política de alcoba antinatural hecha "ley pública" inicua, por la que pretenden "construir la realidad" desde una imaginación que ha abandonado el sentido común y que no sabe reconocer el principio de identidad.
La única identidad que conocen es la del pecado, y de la obligación de reconocer los pecados como parte del "Bien Común", llamando "virtud" a las mayores aberraciones. Corruptos que buscan la degradación de lo mejor, el vituperio de lo excelso y la exaltación de lo subalterno.
No saben ganar más que con gigantescos y costosos fraudes, no saben gobernar más que mediante la extorsión, la coima, la componenda, los artilugios, las distracciones y los oportunismos. Y encima, a esa meretrización politiquera denominan "política", cuando no hay nada más alejado de ella.
No saben reconocer límites, ni los ven, que hasta plantearían suprimir la Ley de Gravedad si pudiesen, una ley de gravedad que a todos hace caer con una velocidad proporcional a su masa, volumen y distancia del límite que impone el suelo, para estrellarse y convertirse en miles de añicos, como todo régimen totalitario materialista bajo cualquiera de sus formas sucumbe tarde o temprano.
Frágiles masas nerviosas de la angustia existencial que pretenden ser fuertes con los débiles, pero que siempre son débiles con los fuertes, cuyo patoterismo sólo rige como amenaza con el pueblo, pero que hacia los poderosos del mundo no es más que una vacía expresión actoral que oculta las traidoras negociaciones y la renuncia de toda Soberanía. Traidores en el gobierno, borocotizados panqueques que se dan vuelta al primer golpe de sartén, vendidos a los "lobbies", que simpatizan con los medios de comunicación que corrompen el discurso nacional y que alimentan el fuego de la asquerosidad que llaman cultura como alimento de un pueblo rehén que sólo les sirve para obtener de él votos de modo periódico.
Manipulan a la población con los electrodomésticos que distribuyen gratuitamente a mansalva: computadoras y televisores gratis. El pueblo, es gobernado por un electrodoméstico.
LAS FUERZAS DESARMADAS
La política se sustenta en las Fuerzas Armadas, y como todo gobierno kakistocrático teme que la fuerza bruta que él mismo promueve barra las formales instituciones que les permiten enriquecerse a costa del pueblo, buscan además su disolución.
La disolución de las Fuerzas Armadas se obtienen por la estructura jerárquica de las mismas, haciéndoles obedecer órdenes inicuas, bastardeándolas, pisoteándolas, difamándolas socialmente o ridiculizánolas, para convertir a sus mejores integrantes e una mala palabra.
Pero a su vez, se realiza promoviendo a los delincuentes, a quienes gozan de prontuario y manifiesta ignorancia, a peligrosas hienas que ocupan posiciones jerárquicas para mandar sobre obedientes rehenes del autoritarismo gubernamental.
Y también, la disolución se produce convirtiendo a las máximas jerarquías de cada Fuerza en cómplice de los corruptos manejos gubernamentales, viles trapos de piso obsecuentes, dispuestos a vender a su propia tropa al mejor postor.
Fuerzas desarmadas carentes de vocación, de alma, de mística, de Fe, que sólo cumplen un horario en pos de un mísero sueldo o de una rasposa obra social, y que pretenden mantenerse con alguna otra actividad extra porque el haber no alcanza. Bellacos malandrines mercenarios que sólo luchan por el dinero.
En el ambiente enloquecido fomentado por los irracionales gobernantes que imparten las órdenes, tales "Fuerzas Desarmadas" no saben ni siquiera quién es su enemigo...
LA ANTIFILOSOFÍA
Lo que inspira todo ese aquelarre descripto en el orden temporal, es la antifilosofía que se opone al realismo aristotélico-tomista, y a la visión personal de la visión platónico-agustiniana.
Tal antifilosofía se basa en el odio al sentido común y a la Verdad, sobre todo a aquello que es Absoluto en el orden que señala a Dios, adorando al "absoluto" de la relatividad en la exposición de lo intelectualmente ridículo.
La antifilosofía de lo ridículo inspira la política irracional de lo ridículo, de lo inaceptable, de lo corrupto hasta su máxima expresión.
Se trata de la antifilosofía que repele las evidencias, y que por tal motivo debe partir de la invención de falsas evidencias como puntos de partida. La concesión del primer postulado sofístico acaba conduciendo a conclusiones aberrantes que son expuestas como el pensamiento de moda en una sociedad que desconoce todo viso de reacción. El asombro, propio del filósofo, acaba convirtiéndose en una provocación surgida de la eliminación de la admiración del espíritu social. Y la provocación, como pierde su efecto a su primer uso, debe degradarse cada vez más hasta hundir a su protagonista en el más espantoso fango que pueda existir: el de los vicios humanos que permanecen inalterados a lo largo de la Historia desde el Pecado Original.
Porque para ser digno pensador antifilosófico, lo primero que se debe hacer es negar el Pecado Original, motivo por el cual no se podrá explicar el motivo por el cual los hombres malos a veces hacen cosas buenas, o los hombres buenos a veces hacen cosas malas... y todo eso de modo relativo respecto de la cultura imperante en quien las realiza o en quien se convierte en analista de tales sucesos.
El motor social será entonces el odio destructivo que engendra la lucha de clases, siendo la "clase" cualquier cosa humana, y no solamente la clase económica. Así aparece un odio de mujeres a varones, de varones entre sí, de mujeres entre sí, de rivalidades, de envidias y de ansias de poder en una lucha sin límites. La lucha no es por la santidad, sino por la imposición sobre los demás para poder cometer cuantos vicios pueda quien esté en el mando. La antifilosofía en el ámbito politiquero se traduce en el pragmatismo cortoplacista, así de simple.
LA TEOLOGÍA DECONSTRUÍDA
Deformada la imagen y semejanza de Dios en cada persona humana, la Teología "deconstruida" se convierte en el resabio que ha logrado destruirse, de un embate que se remonta al humanismo y al renacimiento, y que ha ido acelerándose y potenciándose en el tiempo, hasta llegar a la pública apostasía.
Tal antiteología señalaría la desaparición de santos en el mundo actual, ya que el modernismo es el que inspira a la absoluta mayoría de los católicos. Porque, por supuesto, hablamos de laicos, presbíteros y obispos católicos que han producido y que están transmitiendo una "fe" con minúsculas, inventada hace unas pocas décadas, afirmando que esa "fe" es la verdadera "Tradición de la Iglesia", lo cual resulta absolutamente falso, porque las invenciones humanas no son obra de Dios, por más que el mismo Lutero diga que es inspirado por el Espíritu (será por algún Angel Caído, pero no del Espíritu Santo).
Obispos que "desmovilizan" a los católicos, dando paso privilegiado a herejes y paganos, son la señal de un sincretismo que la Iglesia Católica jamás ha transmitido, y precisamente eso es lo que convierte a tales pastores en militantes de la herejía modernista que acabará condenando su alma y la de aquellos que osen seguirlos. Porque Jesucristo no vino para herejes, vino por los muchos que formaron, que forman y que formarán la Iglesia Católica.
Porque existen Obispos, presbíteros y laicos cuya mirada es tan materialista como la de todos estos abyectos personajes que acabamos de describir. Todos tan abyectos como el mismo Satanás a quien siguen. Inventores de liturgias blasfemas y horripilantes, de cantos carnavalescos en las Misas, desfiguradores del Cristo siempre presente en la Iglesia por la Tradición, cáscaras de nueces vacías cuyo destino no puede ser más que el fuego perdurable del infierno.
Efectivamente, hay hasta curas y Obispos que en señal de obediencia a la Iglesia, exigen por ejemplo el abandono de acciones de piedad, de cumplimiento de disposiciones dadas por ejemplo por San Pablo para los ámbitos sacros, que exigen la aceptación de cierto grado de modernismo como muestra de adhesión a la Iglesia, aunque esa adhesión implique precisamente "cierto grado de modernismo". ¿Quién les ha enseñado por ejemplo que comulgar de rodillas y en la boca, o que la mujer con mantilla en la iglesia es símbolo de fariseísmo, o que "la sotana no hace al cura"? Todo eso es parte de la renuncia a la Tradición, que no solamente tiene un "alma", una "forma", sino que también tiene una "materia". Como muestra de obediencia, no exigen la sumisión a la Tradición, sino su abandono, de lo cual serán responsables.
Cuidado: tengan todos mucho cuidado. Porque un día la "festichola" se acaba, un dia todos hemos de morir, y al alma humana será Juzgada por Dios con Misericordia, pero también con Justicia Absolutas en una medida que sólo El conoce. Y fuera de la Iglesia Católica no hay salvación.
Sabés entonces qué es lo que tenés que hacer para salvarte: abandonar todo eso que implica una adhesión al mundo, todo ese materialismo, toda esa bosta que hay en tu vida, para volver al redil de la Tradición de la Iglesia Católica.
Degradación moral, teológica y litúrgica ronda cada Parroquia, cada Diócesis, cada Episcopado, y hasta pareciera no tener remedio, porque su argumento es el número de herejes que se expande por doquier, incluso dentro de ciertos "nuevos métodos de evangelización"...
Tiemble la Iglesia Católica: se está haciendo mucho mal internamente, la Iglesia se está deformando y traicionando al mismo Cristo en cada deformación.
Los únicos que no temblarán, los únicos que no tiemblan, serán los santos que Dios inexplicablemente hará aparecer en cada época de la Historia, por más difícil que sea.
Tiembla, tiembla, tiembla en la inseguridad de que un día Dios pueda condenarte por acciones o expresiones que hayan arrastrado a muchos al error. Tiembla, no por estas palabras, sino ante el único Dios Verdadero, que es la Santísima Trinidad transmitida por Tradición en la única Iglesia fundada por Cristo: la Católica.
Roguemos por la salvación de nuestras almas en estos tiempos tan difíciles que nos toca vivir. Y quien no quiera hacer tal ruego, ni hacer penitencias, ya sabe cuál será su destino.