Por Silvio H. Coppola
“Serás lo que debas ser o
no serás nada”. Frase atribuida al general José de San Martín, digna de ser repetida y
tenida en cuenta en nuestros días. Conservar la propia identidad, ser lo que
uno es, sin buscar imitaciones de otras culturas que al adaptarse,
desnaturalizan la propia. Entonces, privado de ella, uno ya no es, es otra cosa
o sea desaparece como ser propio, como afirmara Miguel de Unamuno, en una de sus digresiones filosóficas.
Por eso llama la atención con
desagrado, que nuestra televisión –y claro, también los otros medios de
comunicación-, para promocionar un vehículo, vender un producto e inclusive
como fondo de un partido de fútbol y hasta –lo que ya es el colmo- para mostrar
las bellezas naturales de nuestro país, se pase como fondo música en inglés,
con cantos y leyendas en el mismo idioma. Insufrible y lamentablemente
naturales, formas de colonización mental. Y como dijera Ricardo Rojas, perder
los nombres, perder el idioma, es una manera de ir desapareciendo. Una invasión
extraña, que parece insuperable. Que tiene su origen, su perseverancia y su
propósito ostensible en la dominación. Y la cultural es inescindible de la
económica, finalidad última.
Conservar la propia identidad
cultural, es la defensa de todo. Preservar el ser nacional, es supervivir como
nación, con todo lo que ello significa.
Y para ejemplos concretos,
emociona recordar los versos de Rubén Darío:
Eres los Estados Unidos
eres el futuro invasor
de la América ingenua que tiene
sangre
indígena
que aún reza a Jesucristo
y aún habla en español.
LA PLATA, septiembre 8
de 2011.