EL ECUMENISMO DE BENEDICTO (IV)
El pensamiento de Mons. Richard Williamson
Obispo de la Fraternidad
Sacerdotal San Pío X
Número CCLI (251), 05 de mayo 2012
Subtítulos de Diario Pregón de La
Plata (editado el original en su versión castellana)
La Iglesia Católica siempre
enseñó que Ella es la única y sola verdadera Iglesia de Jesucristo, de manera
que aún cuando la gran mayoría de los creyentes la dejen, como ocurrirá al fin
del mundo (cf. Lc.XVIII, 8), no por eso Ella habrá perdido su unidad. Así, San
Cipriano dijo que la unidad de la Iglesia procede de una fundación divina
entretejida por sacramentos celestiales, y Ella “no puede ser desgarrada por la
fuerza de voluntades contrarias”. Las almas pueden apostatar o separarse de
ella, pero la Iglesia que ellas abandonan permanece una. Desde este punto de
vista “la unidad de la Iglesia” no puede significar otra cosa que el regreso
personal de estas almas a la única verdadera Iglesia.
HETERODOXIA DEL JOVEN RATZINGER
Tal no es la visión que el
Vaticano II tiene de la Iglesia. Al decir (Lumen
Gentium #8) que la Iglesia de Cristo “subsiste en” la Iglesia Católica, el
Concilio abrió totalmente la puerta para introducir esa distinción entre ellas
dos, y a pretender que la “verdadera” Iglesia de Cristo es mas amplia que la
“estrecha” Iglesia Católica. La consecuencia de ello es que existen pedazos de
la verdadera Iglesia de Cristo dispersos afuera de la Iglesia Católica y de
allí que “la unidad de la Iglesia” significa reunir otra vez estos pedazos
juntos sin que eso signifique que los individuos que componen esos pedazos
tengan que convertirse uno por uno personalmente. Esa fue seguramente la visión
que tuvo el joven y brillante teólogo del Concilio, el Padre Joseph Ratzinger,
como lo demuestran algunas de sus pasmosas palabras poco después del Concilio,
citadas textualmente con referencias bibliográficas en el libro “Benedicto XVI y cómo la Iglesia se ve a sí
misma” del Dr. Schüler, páginas 17-19. He aquí un breve resumen que pone de
relieve su heterodoxia:–
EL ERROR PROTESTANTE ES UN DERECHO
En cualquier lugar donde haya
Obispo, Mesa y Palabra de Dios, hay “iglesia”. Esta verdadera amplia comunión
cristiana ha sido a lo largo de los siglos gravemente reducida a causa de la
centralización romana que obligó a los Protestantes a romper con Roma. Se
hubiera tenido que cohabitar a pesar de las diferencias doctrinales. Entonces, el
ecumenismo para que el separado “vuelva al redil” necesita ser reemplazado por
el ecumenismo de coexistencia. Las iglesias deben reemplazar La Iglesia. Los
Católicos deben abrirse. La conversión será solamente para el individuo que así
lo desee. Los errores Protestantes son, virtualmente, derechos de los
Protestantes.
¿UNIDAD EN LO CONTRADICTORIO?
Pero, ¿Dónde está la Fe en todas
estas expresiones de “La Iglesia y las iglesias”? ¿Y la doctrina? Aparentemente
en ningún lado. ¿Y que clase de unidad puede existir entre almas que tienen
creencias tan contradictorias como las de los Católicos (pre-Conciliares) y las
de los Protestantes? Solamente puede tratarse de una unidad bien diferente de
la que existía en la Iglesia Pre-conciliar, y por consiguiente también tratarse
de una Iglesia bien diferente. En realidad el joven Padre Ratzinger trabajaba
hacia lo que iba a ser la “Nueva Iglesia”.
“NUEVA IGLESIA” POSTCONCILIAR
Sin embargo, la unidad de la
Nueva Iglesia se volvió un problema. En primer lugar, la unidad de la Iglesia
es un dogma. Y en segundo lugar, como Cardenal y Papa, Joseph Ratzinger, se
encontró él mismo en la necesidad de tener que defender la unidad de la Nueva
Iglesia contra Revolucionarios todavía más radicales que él mismo, como por
ejemplo el Padre Leonardo Boff para quien la Nueva Iglesia “subsiste” por todos
lados en muchos pedazos diferentes.
LA IGLESIA FUERA DE LA IGLESIA
Así las cosas, Schüler cita al
Cardenal cuando éste argumenta que la Iglesia de Cristo tiene su completa
realización en la Iglesia Católica pero sin por eso excluir su incompleta
realización en otras comunidades (pero entonces ¿cómo puede ser una?). De igual
manera la identidad de la Iglesia de Cristo con la Iglesia Católica es
substancial pero no exclusiva (pero ¿cómo puede existir una identidad que no
sea exclusiva?). Otra vez, el ser completo de la Iglesia de Cristo está en la
Iglesia Católica, pero tiene también un ser incompleto en otra parte (pero
¿cómo puede un ser estar completo si una parte de él se encuentra en otra
parte?). Y así se puede seguir indefinidamente.
LO NO CATÓLICO DAÑA AL TODO
En breve, la Nueva Iglesia de
Benedicto XVI incluye a la vez elementos Católicos y no Católicos. Pero lo que
no es Católico en parte, no es Católico como un todo. Por consiguiente la Nueva
Iglesia Ecuménica de Benedicto no es, como tal, la Iglesia Católica.
Kyrie eleison.